Las estrellas
El arte del jabón
El sistema solar a escala de Ciudad Rodrigo
Visita a Campanarios de Azaba
Las aves de los Arribes
La historia en teatro
Ciudad Rodrigo desde el agua
Aprendiendo la ecodetección
Cultivadores de aceite
Interpretando el Águeda
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Las estrellas

El arte del jabón

El sistema solar a escala de Ciudad Rodrigo

Visita a Campanarios de Azaba

Las aves de los Arribes

La historia en teatro

Ciudad Rodrigo desde el agua

Aprendiendo la ecodetección

Cultivadores de aceite

Interpretando el Águeda

FOTO: Emilio Fraile

Las estrellas

Toño Pérez-Solórzano y Teresa Cazás dirigen la observación de estrellas y planetas desde un balcón hacia el río Águeda, al lado del parador. Cuentan la fundamental relación que establecieron las civilizaciones pasadas con el firmamento para navegar, para anticipar las crecidas del Nilo, para cosechar; para calendarizar la vida. Explican que Venus, al ser un planeta interior, tiene fases como la luna. O cómo la aparición de las constelaciones marca el inicio de las estaciones. Dos horas, todo el año.

Interpretando el Águeda

FOTO: Emilio Fraile

El Águeda es la piscina natural de Ciudad Rodrigo y la frontera natural con Portugal. La bióloga Carolina Martín ofrece una interpretación doble del río: en el núcleo urbano, por donde se esparcen los mirobrigenses en todas las épocas del año, de forma serena; y en los Arribes, un entorno más salvaje, donde observarlo en altura desde los miradores naturales que existen y a los que se llega tras una caminata. Todo el año.

FOTO: Emilio Fraile

Cultivadores de aceite

El aceite se extrae a 27 grados (el de gran calidad) y se cata por profesionales a 28 grados en un recipiente azul para evitar que el color condicione a los expertos en su juicio. Loli Sánchez, propietaria y maestra almazanera de Aceiteros del Águeda, en Ahigal de los Aceiteros, recuerda que lo importante es el olor y el gusto. Durante una hora se aprende el proceso de elaboración y se prueban diferentes variedades, como la zorzal, autóctona. Se conoce también la historia del terreno, la tradición. Todo el año.

Aprendiendo la ecodetección

La bióloga Carolina Martín muestra cómo su pastor belga, a través del olfato, detecta especies invasoras, mariposas en peligro de extinción o cadáveres de aves o de murciélagos. La exhibición la realiza en el entorno del parador, en la ribera del Águeda. La ecodetección canina, como se conoce, sirve para analizar los efectos negativos de agentes externos. Es una forma fiable y ecológica de conservar la naturaleza en un lugar determinado. Tres horas. Todo el año.

FOTO: Cedida por Paradores

Ciudad Rodrigo desde el agua

Se desciende el río Águeda en piraguas dobles acompañado de un guía, que enseña las técnicas básicas del piragüismo y aporta información sobre el entorno: los fresnos, los álamos y los alisos que pueblan las dos orillas; y los galápagos, las águilas y los milanos que hacen de esta zona su hábitat. Al terminar el descenso se toma un vino con productos de Ciudad Rodrigo. Dura dos horas y se puede hacer todo el año si el tiempo es bueno.

FOTO: Cedida por Turismo Activa

La historia en teatro

Una visita teatralizada por el parador en la que se da a conocer la historia del castillo y de Ciudad Rodrigo. A lo largo del recorrido van apareciendo personajes ligados a los hechos relevantes que acaecieron en esta fortaleza del siglo XIV. Esta informativa y entretenida actividad dura una hora y media y se realiza durante todo el año. Comienza en la recepción del parador.

FOTO: Cedida por Paradores

Las aves de los Arribes

El buitre leonado coge las corrientes de aire para planear en busca de comida. Esta ave carroñera que vive en grupos (el buitre negro lo hace en parejas) sobrevuela el Águeda, en el parque natural de los Arribes. Su observación -como la de águilas reales, alimoches y cigüeñas negras- sirve para conocer el entorno, caminar a buen ritmo por esta penillanura, sorprenderse por la existencia de olivos y naranjos, entender las construcciones en piedra seca. Arranca en la plaza Mayor de Mieza. Cuatro horas. Todo el año.

FOTO: Emilio Fraile

Visita a Campanarios de Azaba

Transcurre en la reserva biológica de Campanarios de Azaba, en la que la Fundación Naturaleza y Hombre conciencia de la necesidad de proteger esta dehesa amenazada por la seca, una enfermedad que provoca la muerte de árboles. Acoge jabalíes, corzos, liebres y palomas torcaces. La visita dura dos horas y media y se realiza a pie. Todo el año.

FOTO: Cedida por Paradores

El sistema solar a escala de Ciudad Rodrigo

Distribuidas por Ciudad Rodrigo se encuentran unas estructuras que representan el sistema solar a escala 1/290.000.000. El sol y los planetas más cercanos están repartidos por Ciudad Rodrigo. La actividad consiste en acercarse a ellos a pie. El sol, el más llamativo, tiene un diámetro de 4,80 metros y está formado por 2.941 siluetas de manos de latón que hacen que brille. Marte aparece como una esfera del tamaño de una canica grande. Una hora, todo el año.

FOTO: Cedida por Paradores

El arte del jabón

Un taller de fabricación de jabón. Se aprende a convertir un residuo como el aceite de oliva en un producto para eliminar manchas o limpiar o asearse. La actividad transcurre en el parador, dura 1 hora y 15 minutos y se puede realizar durante todo el año.

FOTO: Cedida por Paradores