SUBGÉNEROS LÍRICOS
Arturo De Paz Lara
Created on March 17, 2023
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SUB GÉNEROS LÍRICOS
Sub géneros líricos mayores
Los subgéneros líricos se clasifican en mayores y menores según la extensión y la complejidad de sus estrofas. Los subgéneros mayores son aquellos que presentan una extensión en estrofas más larga y además suelen ser los más utilizados cuando nos disponemos a escribir un texto de forma lírica.
La canción es la lírica que expresa sentimientos de amor, dolor, alegría o tristeza. Suele tener una estructura fija de estrofas y versos con rima y ritmo.
De una linda morena Yo vivo enamorado Yo vivo apasionado De una linda morena Que me entregó su amor En mis noches de vela Nunca me encuentro solo Pues pienso en mi morena La del pelo ondulado Tostada por el sol Y así paso la vida Feliz con el recuerdo Que vive siempre en mi, Ay dios Morena consentida Aliento de mi vida No te olvides de mí (Bis)
Linda Morena de Valentín del Valle Góngora
El himno es una lírica que celebra o alaba a una persona, una nación, una divinidad o una causa. Suele tener un tono elevado y solemne.
La oda es una lírica que expresa admiración, elogio o reflexión sobre un tema variado, como el amor, la naturaleza, la filosofía o la religión. Suele tener una estructura libre de estrofas y versos.
El aire del huerto oreay ofrece mil olores al sentido;los árboles meneacon un manso ruïdoque del oro y del cetro pone olvido. Téngase su tesoro los que de un falso leño se confían; no es mío ver el lloro de los que desconfían cuando el cierzo y el ábrego porfían. La combatida antena cruje, y en ciega noche el claro día se torna, al cielo suena confusa vocería, y la mar enriquecen a porfía. A mí una pobrecilla mesa de amable paz bien abastada me basta, y la vajilla, de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada. Y mientras miserable- mente se están los otros abrazando con sed insacïable del peligroso mando, tendido yo a la sombra esté cantando. A la sombra tendido, de hiedra y lauro eterno coronado, puesto el atento oído al son dulce, acordado, del plectro sabiamente meneado.
Despiértenme las aves con su cantar sabroso no aprendido; no los cuidados graves de que es siempre seguido el que al ajeno arbitrio está atenido. Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas, sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo. Del monte en la ladera, por mi mano plantado tengo un huerto, que con la primavera de bella flor cubierto ya muestra en esperanza el fruto cierto. Y como codiciosapor ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura. Y luego, sosegada, el paso entre los árboles torciendo, el suelo de pasada de verdura vistiendo y con diversas flores va esparciendo.
¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruïdo, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido; Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio Moro, en jaspe sustentado! No cura si la fama canta con voz su nombre pregonera, ni cura si encarama la lengua lisonjera lo que condena la verdad sincera. ¿Qué presta a mi contento si soy del vano dedo señalado; si, en busca deste viento, ando desalentado con ansias vivas, con mortal cuidado? ¡Oh monte, oh fuente, oh río,!¡Oh secreto seguro, deleitoso! Roto casi el navío, a vuestro almo reposo huyo de aqueste mar tempestuoso. Un no rompido sueño, un día puro, alegre, libre quiero; no quiero ver el ceño vanamente severo de a quien la sangre ensalza o el dinero.
Oda a la vida retirada de Fray Luis de León
La elegía es una lírica que expresa dolor, lamento o duelo por la muerte de un ser querido o por una desgracia personal o colectiva. Suele tener un tono triste y melancólico.
Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores. Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irán a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.
Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos. Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta. Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes. Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte.
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería.) Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento. a las desalentadas amapolas daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.
Elegía a Ramón Sijé de Miguel Hernández
La égogla es una lírica que representa una escena pastoril o bucólica, en la que unos personajes idealizados dialogan sobre sus amores, sus penas o sus deseos. Suele tener un tono dulce y armonioso.
(…)Salicio ¡O más dura que mármol a mis quejas, y al encendido fuego en que me quemo más helada que nieve, Galatea! Estoy muriendo, y aun la vida temo; témola con razón, pues tú me dejas; que no hay, sin ti, el vivir para qué sea. Vergüenza he que me vea ninguno en tal estado, de ti desamparado; y de mi mesmo yo me corro agora. ¿De un alma te desdeñas de ser señora, donde siempre moraste, no pudiendo della salir un hora? Salid, sin duelo, lágrimas corriendo. (…)
Fragmento de “Égloga primera” de Garcilaso de la Vega
La sátira es una poesía lírica que critica o ridiculiza a una persona, una institución, una costumbre o una idea. Suele tener un tono irónico y mordaz.
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Arguye de inconsecuentes el gusto y la censura de los hombres que en las mujeres acusan lo que causan Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal? Combatís su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia. Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco el niño que pone el coco y luego le tiene miedo.
Fragmento de Sátira filosófica de Sor Juana Inés de la Cruz
Sub géneros líricos menores
Los géneros menores del texto lírico son aquellos que tienen estrofas más cortas y sencillas, es decir, presentan una extensión menor y además no es tan común encontrarlos cuando buscamos textos líricos.
El Idilio es una lírica que describe una escena amorosa o familiar en un ambiente rural o natural. Suele tener un tono tierno y sencillo.
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El teclado harmónico de su risa fina a la alegre música de un pájaro iguala, con los staccati de una bailarina y las locas fugas de una colegiala. ¡Amoroso pájaro que trinos exhala bajo el ala a veces ocultando el pico; que desdenes rudos lanza bajo el ala, bajo el ala aleve del leve abanico! Cuando a medianoche sus notas arranque y en arpegios áureos gima Filomela, y el ebúrneo cisne, sobre el quieto estanque como blanca góndola imprima su estela, la marquesa alegre llegará al boscaje, boscaje que cubre la amable glorieta, donde han de estrecharla los brazos de un paje, que siendo su paje será su poeta. Al compás de un canto de artista de Italia que en la brisa errante la orquesta deslíe, junto a los rivales la divina Eulalia la divina Eulalia, ríe, ríe, ríe.
La orquesta perlaba sus mágicas notas, un coro de sones alados se oía; galantes pavanas, fugaces gavotas cantaban los dulces violines de Hungría. Al oír las quejas de sus caballeros ríe, ríe, ríe la divina Eulalia, pues son su tesoro las flechas de Eros, el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia. ¡Ay de quien sus mieles y frases recoja! ¡Ay de quien del canto de su amor se fíe! Con sus ojos lindos y su boca roja, la divina Eulalia ríe, ríe, ríe. Tiene azules ojos, es maligna y bella; cuando mira vierte viva luz extraña: se asoma a sus húmedas pupilas de estrella el alma del rubio cristal de Champaña. Es noche de fiesta, y el baile de trajes ostenta su gloria de triunfos mundanos. La divina Eulalia, vestida de encajes, una flor destroza con sus tersas manos.
Era un aire suave, de pausados giros; el hada Harmonía ritmaba sus vuelos; e iban frases vagas y tenues suspiros entre los sollozos de los violoncelos. Sobre la terraza, junto a los ramajes, diríase un trémolo de liras eolias cuando acariciaban los sedosos trajes sobre el tallo erguidas las blancas magnolias. La marquesa Eulalia risas y desvíos daba a un tiempo mismo para dos rivales, el vizconde rubio de los desafíos y el abate joven de los madrigales. Cerca, coronado con hojas de viña, reía en su máscara Término barbudo, y, como un efebo que fuese una niña, mostraba una Diana su mármol desnudo. Y bajo un boscaje del amor palestra, sobre rico zócalo al modo de Jonia, con un candelabro prendido en la diestra volaba el Mercurio de Juan de Bolonia.
Fragmento de Era un aire suave… de Ruben Darío
El madrigal es una lírica que expresa un amor delicado, tierno y apasionado, usando una combinación libre de versos de 7 y 11 sílabas (heptasílabos y endecasílabos). Suele tener un tono cortés y refinado, y terminar con un verso agudo o sorprendente. Surgió en Italia y fue muy utilizado durante toda la época del Renacimiento.
Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿por qué, si me miráis, miráis airados? Si cuanto más piadosos más bellos parecéis a aquel que os mira, no me miréis con ira, porque no parezcáis menos hermosos. ¡Ay tormentos rabiosos!, Ojos claros, serenos, ya que así me miráis, miradme al menos.
Ojos claros, serenos, de Gutierre de Cetina
El epigrama es una lírica breve que expresa una idea ingeniosa, mordaz o irónica, tiene como temática principal la sátira hacia algún personaje famoso o alguna situación frecuente que suele vivir el pueblo. El epigrama sucede con la intención de criticar o burlarse de algo o alguien. Suele tener dos o cuatro versos con rima consonante.
Juguete, respondiendo con las mismas palabras de la pregunta.