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El concepto de liderazgo pedagógico (instructional leadership), se puede señalar, en principio, que se refiere a un tipo de liderazgo con foco en el currículum y la pedagogía, más que en la gestión y la administración (Thomas & Nuttall, 2013; en Ord et al., 2013). En otras palabras, se refiere a la forma en que se lleva a cabo en los centros educativos la tarea central de mejorar la enseñanza y el aprendizaje (Bolívar, 2010a, 2010b; Ord et al., 2013).
Los cuatro pilares de las nuevas pedagogías y las tres dimensiones del aprendizaje
4 Pilares
CARLOS ALBERTO GONZALEZ CABRERA
Created on June 13, 2022
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Transcript
El concepto de liderazgo pedagógico (instructional leadership), se puede señalar, en principio, que se refiere a un tipo de liderazgo con foco en el currículum y la pedagogía, más que en la gestión y la administración (Thomas & Nuttall, 2013; en Ord et al., 2013). En otras palabras, se refiere a la forma en que se lleva a cabo en los centros educativos la tarea central de mejorar la enseñanza y el aprendizaje (Bolívar, 2010a, 2010b; Ord et al., 2013).
Los cuatro pilares de las nuevas pedagogías y las tres dimensiones del aprendizaje
El liderazgo pedagógico directo, se focaliza en la calidad de la práctica docente, vale decir, tanto de la calidad del currículum, la enseñanza y la evaluación, como del desarrollo profesional docente. El liderazgo pedagógico indirecto, en cambio, se focaliza en crear las condiciones para una buena enseñanza y aprendizaje, garantizando que las decisiones de gestión –ya sea de las políticas escolares, los mecanismos de asignación recursos, entre otros– apoyen la enseñanza y aprendizaje (Bendikson et al., 2012). Hablar de liderazgo pedagógico en este proceso formativo, resulta fundamental debido al rol que debemos desarrollar como directivos escolares y generadores de espacios de aprendizaje. Volviendo al tema que nos reúne en este punto, las seis competencias de aprendizaje profundo son las que ayudarán a los estudiantes a tener éxito en un mundo dinámico e incierto que coloca un plus a las personas que son flexibles, creativas e innovadoras, y valora a aquellos que se comunican bien y trabajan efectivamente en equipos. La naturaleza del trabajo está cambiando hacia una menor demanda de rutina cognitiva poniendo un mayor foco en habilidades analíticas, interpersonales y creativas (Martínez et al., 2016).
Para lograr lo anterior se establecen los cuatro pilares de las nuevas pedagogías:
Las tres dimensiones del aprendizaje profundo
Pellegrino y Hilton (2012) indican que el aprendizaje más profundo aborda tres dominios: cognitivo, interpersonal e intrapersonal.
Dimensión Académica (Cognitiva)
En esta dimensión se espera que los contenidos académicos sean altamente desafiantes para los estudiantes. Así, se busca que manejen contenidos fundamentales de las distintas disciplinas académicas para luego utilizarlos en nuevas situaciones. Se busca que los estudiantes entiendan sus principios fundamentales, lenguaje específico, teorías, hechos, etc., piensen críticamente y resuelvan problemas complejos: Los estudiantes aplican las herramientas y técnicas adquiridas en las disciplinas académicas para formular y resolver problemas; incluyendo el análisis de datos, razonamiento estadístico, la investigación científica, la creatividad, el pensamiento divergente y la persistencia.
Aprender a aprender
Crear patrones y modelos mentales
Abordar problemas y asuntos complejos
Analizar y usar información
Dominar diversos contenidos disciplinarios
En esta dimensión académica se espera desarrollar en los estudiantes las siguientes habilidades cognitivas:
Pensamiento de buena calidad
Poder lograr aprendizajes profundos en esta dimensión es necesario que los y las estudiantes desarrollen un pensamiento de buena calidad que le permita realizar estas conexiones disciplinares y extra disciplinares y efectuar múltiples operaciones mentales con dicho contenido. Este Pensamiento de buena calidad (Beas, 1994) implica un pensamiento crítico, creativo y metacognitivo.- Pensamiento crítico: Capaz de procesar y reelaborar la información que recibe, de modo de disponer de una base de sustentación de sus propias creencias (Beas, Santa Cruz, Thomsen & Utreras, 2001, p. 17), posibilitando una actividad intelectual tal, que nos permita conseguir nuestros fines de manera eficaz (Saiz & Nieto, 2002), no tan sólo en el ámbito académico sino también los de la vida diaria. Lo anterior se particulariza en la utilización de unas ciertas habilidades fundamentales, a saber, el razonamiento (Saiz, 2002b, c y d), la resolución de problemas (Saiz, 2002e) y la toma de decisiones (Nieto, 2002).
- Pensamiento creativo: Generador de ideas alternativas, de soluciones nuevas y originales (Beas; Santa Cruz; Thomsen & Utreras, 2001, p. 17). Lo anterior es importante desde una perspectiva constructivista puesto que, de alguna manera, comprender es inventar (Piaget, 1971, p. 27), establecer nuevas y personales conexiones entre lo que se sabe y lo que se aprende, dando paso a una configuración del conocimiento de carácter significativo. Así, el pensamiento creativo, íntimamente ligado al pensamiento crítico y que normalmente implica procesos analógicos, puede verse favorecido a través de la adquisición de estrategias de procesamiento analógico ayudando de esta manera al alumno a adquirir estrategias para generar nuevas ideas (Alexander & Murphy, 1999; Halpern, 2003. Véase también, González, 1997; Saiz, 2002b).
- Pensamiento metacognitivo: Capacitado para reflexionar sobre sí mismo, para descubrir sus propios procesos de pensamiento como objeto de examen (Beas; Santa Cruz; Thomsen & Utreras, 2001, p. 17). Por lo anterior, con el término metacognición hacemos referencia al conocimiento acerca del propio conocimiento, procesos, estados cognitivos y afectivos y a la habilidad para, conciente y deliberadamente, monitorear y regularlos (Hacker, 1998. Ver también, Nelson & Narens, 1990). Estos conocimientos y creencias acerca del pensamiento y de los factores que afectan al pensamiento, son la pieza clave para regular las estrategias de conocimiento (Pressley et al., 1998) a través de los procesos de monitoreo y control (Nelson & Narens, 1990. Ver también, Mateos, 2001; Perfect & Schwartz, 2002). Dado que un pensamiento con estas características no es espontáneo, sino más bien resultado de un proceso educativo, se hace necesario que exista una enseñanza explícita de habilidades de pensamiento (Monereo et al., 1997; Nickerson, Perkins & Smith, 1990; Resnick, 1999; Saiz 2002a, 2004). Así, con esta enseñanza explícita, se permite que el alumno adquiera las destrezas necesarias para poder realizar múltiples operaciones con el conocimiento que adquiere.
Trabajo colaborativo
Comunicar efectivamente
Dimensión Interpersonal (Con otros)
Es importante desarrollar la capacidad en los estudiantes de aprender de otros y con otros. Se espera que trabajen en equipo para dar soluciones a desafíos académicos, sociales y personales. Colaboran con otros, identifican metas grupales, planifican juntos, etc. Para ello, comunicarse efectivamente es esencial. Con esto se espera que los estudiantes sean claros en comunicarse de manera oral y escrita, desarrollando además discursos asertivos, entregando retroalimentación constructiva a sus pares, adaptando su mensaje a distintas audiencias, etc. En la dimensión interpersonal se espera desarrollar en los estudiantes las siguientes habilidades:
Dimensión Intrapersonal (Mirada hacia el yo)
La dimensión intrapersonal hace referencia al “yo” en el proceso de aprendizaje. Por tal razón, es clave desarrollar una mentalidad académica positiva. Los estudiantes desarrollan actitudes y creencias positivas acerca de su rol como aprendices, aumentando sus niveles de perseverancia y compromiso académico. Son importantes para este dominio el sentido de pertenencia, atribuciones de éxito asociadas al esfuerzo, autoeficacia y el valor del aprendizaje (Cortez, 2018).
Empatía y tolerancia
Optimismo
Resiliencia
Mentalidad de crecimiento
En la dimensión intrapersonal se espera desarrollar en los estudiantes las siguientes habilidades: