Want to make creations as awesome as this one?

Transcript

Madurez humana

Decalogo de la persona madura

El proceso de maduracion

Hacer lo que pensamos

Madurez humana

Índice

Para ser uno mismo, la persona tiene que tener suficiente madurez humana. Podemos hablar de madurez personal con los demás y madurez con uno mismo. Madurez con los demás: Tiene que ver con la persona y la vida de la persona. La persona es única y la vida es una. El ambiente con el que convivimos nos influye más de lo que creemos, pero a cada uno de una manera. Buena parte de lo que somos se lo debemos a los demás: “un corazón solitario no es corazón” (A.Machado). Todos necesitamos de los demás para crecer como personas.

Madurez humana

Si hay madurez, debe haber coherencia. La coherencia es llevar a la vida los principios que hemos decidido libremente escoger. La mayoría del tiempo lo dedicamos al “hacer” (trabajar, estudiar, jugar…), pero también hay que dedicar tiempo al “ser” (pensar en lo que somos…), para que, desde lo que somos, actuemos.

Hacer lo que pensamos

Madurez moral

Madurez afectiva y sexual

Madurez emocional

Madurez intelectual

Madurez social

Si quisiéramos hacer un test de madurez humana, deberíamos revisar cinco aspectos diferentes: madurez intelectual, madurez emocional, madurez social, madurez moral, madurez afectiva y sexual. F

EL PROCESO DE MADURACIÓN

La persona madura unifica todas las cosas desde dentro. Posee un equilibrio que coordina ideas, valores, acciones y emociones, y a la vez domina las tensiones internas. Se siente en armonía consigo misma y con el mundo que le rodea. La persona madura acepta el propio yo: es consciente de sus errores y reconoce sus propias debilidades y fallos. Pero no se queda en eso: intenta siempre superarlos eficazmente. Acepta también sus valores, puntos fuertes y posibilidades. Los reconoce e intenta cultivarlos y acrecentarlos conscientemente cada día. FormaLa persona madura se interesa por sí misma y también por los demás. Como se quiere y acepta a sí misma, así quiere y acepta también a los demás. La persona madura es capaz de comprometerse con los demás: les ama y participa en sus alegrías y tristezas. La persona madura es objetiva en la apreciación de lo bueno y de lo malo. Por eso respeta los derechos y deberes propios y ajenos. Por ello se siente internamente libre: sabe limitar sus tendencias y hace lo que «debe» y no tanto lo que «se puede». La persona madura hace presente el futuro por medio de metas, aspiraciones, proyectos, ideales... personales. Posee una escala de valores fundamentada en la visión realista de la existencia humana. La persona madura tiene apertura a los valores religiosos en cuanto pretenden dar un sentido global y profundo a la existencia humana. Los comprende y los vive con sencillez. O, por lo menos, los respeta en los demás. La persona madura tiene clara su identidad: lo que es y lo que quiere ser. Es consciente de su forma de pensar, de sentir y de actuar y sabe defenderlo, a la vez que es respetuosa con quienes piensan o viven de forma distinta. La persona madura sabe comprometerse, no tiene miedo a la responsabilidad.

Decalogo de la persona madura