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EL RESURGIMIENTO DE LA LITERATURA DE TERROR

Los nuevos monstruos

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¿Por qué nos atrapa el terror?

Terror nacional

Subgéneros

El horror en la narrativa existe desde las leyendas de la Grecia Clásica.

¿Qué se puede aprender de un genero tan antiguo pero que sigue siendo vigente?

Un artículo de El Español explicó que los 70 y 80 fueron la época de oro del terror. El problema es que en dicho periodo se saturó el mercado con productos de este género. Esto provocaría que se publicaran obras de dudosa calidad y las editoriales terminaran viendo con malos ojos este tipo de novelas. En la actualidad han surgido autores que se han dedicado a representar minorías, por lo que hay nuevas perspectivas y el contenido se ha diversificado. Esto ha traído a toda una nueva ola de lectores que sintonizan con los mensajes de estos libros. El escritor Paul Tremblay es uno de los que lograron renovar el género. Créditos: Crimson Imagery/Michael Lajoie

Dentro del resurgimiento de este género también emergieron las creepypastas. Este concepto hace referencia a historias de terror escritas comúnmente de forma anónima que se esparcían por el internet. Un estudio de la Federación Latinoamericana de Semiótica las llegó a considerar una nueva especie de tradición oral. En ese sentido se llegó a acuñar el concepto de “netlore”, haciendo referencia a un folklore en línea. Esta oleada de historias conllevó la creación de múltiples monstruos que pasarían a ser íconos de estas nuevas narrativas de terror online. Algunos ejemplos pueden ser Slenderman o Sirenhead. Ilustración de Sirenhead creada por Trevor Henderson.

Chile es un país con una extensa tradición en el terror. A pesar de esto, es un género que a momentos se ha mantenido en las sombras. El doctor en literatura Jesús Diamantino explicó que esto se debe a una negación de parte de la critica literaria nacional por cubrir este tipo de libros. Existe pero no se le da tanto enfoque como en Argentina o Perú. En la actualidad algunos de los autores nacionales de mayor renombre en el área del terror son Gilberto Villaroel y Miguel Ferrada.

El terror es un género heredero de la tradición oral y las leyendas. Según un articulo de Muy Interesante, es difícil de establecer un origen concreto para este tipo de literatura. Algunos de sus antecedentes se pueden encontrar incluso en la Grecia Clásica. A pesar de esto, hay ciertas obras que se consideran esenciales. Entre estas se puede encontrar a Frankenstein de Mary Shelley o Drácula de Bram Stoker. Algunos cuentistas como Edgar Allan Poe y H.P Lovecraft también tienden a estar considerados.

Algunas personas no entienden el por qué alguien, voluntariamente, estaría dispuesto a pasar miedo. La psicóloga Paola Graziano escribió en su blog sobre las razones detrás de esta actitud. El susto provoca que el corazón bombee sangre a mayor velocidad, lo que se traduce en un aumento de la adrenalina. Esta sensación se interpreta como una emoción fuerte en un entorno seguro, por lo que aquellos con mayor gusto por este tipo de experiencias van a decantarse por este género.

Cuando se habla de terror usualmente los primeros escritores que se vienen a la mente son Stephen King, Edgar Allan Poe o H.P Lovecraft. A pesar de su relevancia y popularidad, hay un gran mundo de autores más allá de estos. Un ejemplo de esto es el auge del terror argentino. Según lo publicado en Infobae, escritoras como Mariana Enríquez y Samanta Schweblin están revolucionando el género a escala global. Enríquez es un caso particular ya que incluso en sus entrevistas ha llegado a mencionar que se siente como una rockstar.

Al ser un género tan extenso, es normal que con el tiempo se hayan formado nichos dentro de este. Algunas de estos son: Horror cósmico: se considera a H.P Lovecraft como el fundador de esta variante. El blog Inteligencia Narrativa lo caracteriza mencionando que busca mostrar la fragilidad física y mental de las personas al enfrentarlas a criaturas que se escapan de lo entendible. Terror folclórico: este subgénero retoma la raíz folclórica con la que partió el terror y centra las historias en elementos como el paganismo, los rituales religiosos, entre otros. Créditos de la ilustración: Pictoline