PERIÓDICO 50 aniversario
Javier Núñez
Created on January 23, 2023
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Transcript
Las primeras hermanas de nuestra comunidad
De izquierda a derecha: sor Ana María dal Salto, sor Elisanna Baldini, sor Marina Boldrin, superiora Agnese Benazzato, sor Clorinda Grandesso, sor Annuciata Pianezzola, sor Raffaelina Cerantola, sor Palma Didoné, sor Marcelina.
De dónde venimos en tecnología educativa.
15
Antiguos y nuevos alumnos
17
50 años Educando Corazones
Orígenes del PAS
16
Feliz 50 aniversario
10
Un sábado de primavera de 1974
06
El colegio y los orígenes del balonmano en Azuqueca
12
Unas notas de Sonsoles de Andrés Santís
08
Educar con amor y formar para la vida
04
A mis niños de 30 años
11
Todo empezó así. Azuqueca, 1973
07
Editorial
03
50 años Educando Corazones
Colegio Giovanni Antonio Farina
Sor Catalina Chicaiza RíosDirectora General
Querida Familia GAF, Nos disponemos a finalizar este curso escolar que ha tenido como telón de fondo nuestro 50 aniversario y cuya clausura celebraremos en el mes de septiembre. A lo largo de estos años, nuestro Colegio ha sido una gran obra en constante transformación que ha tenido como objetivo primordial el amor y el desarrollo integral de la persona a través del acceso al saber y al conocimiento según la propuesta cristiana de San Giovanni Antonio Farina: “Suaviter et fortiter”. Nuestras aulas han visto pasar a Hermanas, docentes, personal de servicios y numerosas promociones de alumnos que han vivido acontecimientos religiosos, académicos, culturales y deportivos que quedarán en nuestra memoria y que han hecho posible la historia del GAF. A todos vosotros, os animamos a seguir apostando por nuestro Colegio, para que el sentido de pertenencia nos pueda permitir cumplir 50 años más. Sor Catalina Chicaiza Ríos Directora General
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Editorial
Niña profuga a Javoriv – Ucrania
Querido colegio GAF, El tiempo ha marcado tu paso en la historia de cada familia que ha optado para sus hijos una educación basada en los valores del Evangelio, a la luz del Carisma de San Giovanni Antonio Farina, para el bien de sus hijos y de la sociedad. Por este ideal de ayer, de hoy y esperemos sea tambièn del futuro que nos espera, tiene sentido celebrar los primeros 50 años al servicio de las familias. Con gran confianza en la bondad de Dios Padre, generoso en misericordia, juntos queremos dar gracias al Señor por confiarnos tan sublime misión. ¡Felicidades querido Colegio GAF! Es la felicitación que expresamos todos los que de una u otra manera, a lo largo de estos 50 años, hacemos parte de esta historia de amor, de esperanza y de entrega a la niñez y juventud de Azuqueca y más allá de ella. ¡Muchos, muchos años de vida al Colegio GAF! Sor María Teresa Merlo
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Educar con amor y formar para la vida
Orígenes
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De todas las que empezamos en el colegio, porque éramos todas mujeres, la más valiente y enérgica, Sor Rafaelina, que sigue al pie del cañón como el primer día. Espero que al colegio le queden, por lo menos, otros 50 años para seguir aplicando el lema " Suavidad y Firmeza"Nieves Sánchez Bel
Si, fue un sábado de primavera del año 1974 el día que pasé por el colegio GAF a pedirle trabajo a Sor Inés, la primera superiora que hubo en Azuqueca. Pensaba que sería una experiencia más o menos corta pero... duró 38 años.En aquel momento, el Colegio sólo tenía E.I. pero iba a implantar hasta 5º de E.G.B. en el curso 1974-75. El colegio contaba con pocos alumnos, sobre todo en los cursos más altos, y las clases eran muy espaciosas. Había que trabajar bien porque no nos darían el concierto mientras no tuviéramos más alumnos y completáramos hasta 8º de E.G.B. Durante unos años, no recuerdo bien si tres o cuatro, nos adscribieron a " Las Francesas" para que ellas presentaran, en nuestro nombre, la solicitud a la Inspección de los títulos de Graduado Escolar. Éramos una pequeña familia que poco a poco iba creciendo y siendo más conocida en Azuqueca y en Guadalajara. No sólo por la enseñanza reglada sino porque nuestras chicas / chicos eran unos fenómenos jugando al balonmano: quedaban campeones provinciales y luego iban a Valencia, a Castellón... a jugar las siguientes fases.Con el trabajo de toda la Comunidad Educativa fuimos progresando y aumentando hasta tal punto de que nos faltaban aulas, el gimnasio se quedaba pequeño, la capilla también... y hubo que empezar a hacer obras para ampliar espacios y a ocupar las aulas que Sor Clorinda utilizaba para dar corte a las señoras de Azuqueca.Estoy segura de que, con fallos porque son inevitables, hemos sido capaces de transmitir el espíritu de San Giovanni a la hora de educar ya que una alumna del primer grupo que tuve en el colegio ha llegado a ser Superiora General de la Orden de las Madres Maestras de Santa Dorotea.
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Un sábado de primavera...
1974
Todos jóvenes y con buenos sueldos, así que, ambientazo a tope. Se completó el cupo de personal con obreros y empleados de Azuqueca, Guadalajara, Alcalá, Alovera, Chiloeches, en fin de todos los pueblos de alrededor, que la fábrica traía en autobuses para cada uno de los tres turnos de trabajo. Esto propició un gran ambiente económico, con bares e incluso una discoteca, con sus fiestas diferentes de las del pueblo, en honor de San Antonio, pagadas por la fábrica, con vaquillas y orquestas. Yo fui, incluso, dama de honor en el 1.969. ¿ Y quién soy yo? Pues yo soy Encarnación González, Cani.
Pero en todo este ambientazo había algo flojo, flojo, la cultura. Había dos colegios nacionales y una academia particular, que había hecho el sacerdote D. Eugenio, porque no se podía estudiar ni el bachillerato elemental. Y ahí apareció un grupo de monjas italianas, hablando raro y con ideas y propuestas muy novedosas. Eran las Hermanas Maestras de Santa Dorotea, hijas de los Sagrados Corazones. Decidieron hacer en Azuqueca un colegio moderno, amplio y con muchos patios. Lo manejaba todo una monja con mucho carácter, que me recordaba a la Santa Teresa de Las fundaciones: Sor Andreina. Dirigía a los albañiles y supervisaba la obra subida a los tejados, ¡todo un carácter!En 1.973, el colegio quedó terminado y se le puso el nombre de Monseñor Giovanni Antonio Farina, el fundador de la Orden. Se inauguró con tres clases. A mí me llamó Sor Andreina, a indicación de D. Eugenio por si quería dar clases. Yo dije que sí, naturalmente, y me uní al proyecto. Había acabado un año antes la carrera, así que me hizo mucha ilusión aquella aventura. Se empezó con Educación Infantil, entonces llamados Párvulos, con una monja y una profesora en cada clase.
Pero en realidad, todo había comenzado en 1963, solo diez años antes, cuando en aquel pacífico y aburrido pueblo agrícola se inauguró una gran fábrica de cristales, de más de 1.500 obreros, que hacía botellas, tarros y sobre todo el famoso Duralex, con platos y vasos casi irrompibles. Como solo había unos 1.800 habitantes por esos años en Azuqueca, tuvo que venir a trabajar gente de todos los sitios. Los jefes e ingenieros eran franceses, los técnicos, que venían de otras fábricas del grupo industrial eran asturianos, vascos y segovianos.
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pero que estaba en el centro de casi todo: a 45 Km de Madrid, 14 de Alcalá y 14 de Guadalajara. Y con tren, que casi ningún sitio tenía. Seríamos unos 6.500 dinámicos, emprendedores y divertidos habitantes. Había 3 fábricas bastante grandes: la del vidrio (Vicasa y Fibras Minerales), la de baterías (Tudor) y la de pinturas (Duraval).
TODO EMPEZÓ ASÍ.Azuqueca, 1973.
Pueblo desconocido para casi todos,
En él he encontrado compañeras y compañeros que me han estimulado a la mejora continua, he tenido alumnos que he visto evolucionar de ser niños y niñas a ser profesionales excelentes. El día que llegué, me acompañaba mi madre, me recibió una jovencísima superiora (sor Inés) y me comunicó que no había plaza. Con son Inés solamente coincidí un año y guardo de ella un gratísimo recuerdo. Me iba con tristeza escaleras abajo..., en el paraíso, que me había parecido el Giovanni, no había sitio para mí. Pero de repente, se hizo la magia, eso que se ve en los cuentos y raramente en la realidad… Era la voz de sor Inés, que desde lo alto de la escalera me reclamaba. Me propuso enseñar español a sor Marcelina una hermana que daba clase en infantil.
Unas notas de Sonsoles de Andrés Santís.
Quien escribe estas líneas es una joven maestra, joven de espíritu, madurita de edad y sabia en experiencia. Experiencia que he consolidado en mi paso por “El Giovanni”.Soy Sonsoles de Andrés Santís, Sonso… para muchos de vosotros. Que llegue en el año 1976, con mucha ilusión, buscando un lugar en el que ejercer mi profesión como maestra. La mejor profesión del mundo, la que forma en la infancia a ciudadanos responsables. Muchas veces, y cada vez que me encuentro con ex alumnos, me pregunto ¿qué sería de la sociedad sin profesores y profesoras? Y ¿sin colegios como el Giovanni?Volviendo a mi vida profesional… Después de haber ejercido, cinco años como maestra rural interina en pueblos muy pequeños de la provincia de Guadalajara, un día llegué al “Giovanni Antonio Fariña”, y fue como dar un salto de unas cuantas décadas, pasar de un entorno precario, aunque muy amable, pero en blanco y negro, a un entorno confortable, avanzado, de color. Conservo la impresión que me produjo el colegio, lo que después ha pasado a formar parte de mi vida y que llegó a ser mi colegio.
A mi m tocó con Sor Pascuina y niños de 4 años.Las instalaciones del colegio eran impactantes, por ejemplo los váteres y los lavabos para los niños eran pequeñitos y de colores, lo que era novedad total para niños y mayores. Sor Andreina se fue pronto a otro sitio a fundar otro colegio, y se quedó de directora, Sor Inés. Como éramos pocos, estábamos como en una familia, con muy buenas relaciones y con deseos de que el colegio prosperara. El equipo lo formábamos unas 6 monjas y tres profesoras. En las clases, enseñábamos a los niños a vivir y a convivir y a las monjas a hablar español, aunque varias de ellas ya lo tenían como lengua materna. Hay que destacar la gran colaboración de los padres en todo momento.Y aquí os he dado algunas ideas de cómo fue el principio de esta bonita institución.Cani González.
Recuerdo con especial cariño, las fiestas que organizábamos, yo disfrutaba sin límites organizado, preparadlo y siempre contado con el apoyo de compañeras, de las hermanas y las familias y sobre todo contado con la ilusión de mis queridos alumnos. Quienes asistían a ellas me decían que eran verdaderos musicales. Entonces sentía pudor, hoy cuando veo los videos me parecen excelentes, y es que en los equipos del Giovanni se consiguen resultados excelentes.Me acuerdo del año que lo dedicamos al Circo, por ejemplo, pero recuerdo con especial emoción el que dedicamos a La Paz y en concreto a la memoria de María y Sara, nuestras dos ex alumnas que murieron en el terrible atentado yihadista aquel horrible 11 de marzo del año 2004.En este escueto escrito he querido dejar clara mi satisfacción por mi ejercicio como maestra en el Giovanni, el reconocimiento a las hermanas y compañeros por lo compartido, lo aprendido y la comprensión que he sentido, a mis estudiantes por haberme permitido ayudarles a aprender y verles crecer como ciudadanos, el afecto que sentí entonces y siento cada vez que les encuentro en la vida y las familias por su comprensión, afecto y agradecimiento a mi labor.Verdaderamente todo lo puedo resumir en tres palabras: GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS, he sido maestra en un gran colegio.
El cuento solo había empezado, pocos días después… una profesora se marchaba y dejaba libre su plaza y allí estaba yo. ¡Qué ilusión! Pasé a ser profesora en el Giovanni, era el año 1977, desde entonces y hasta el 2015 he ejercido en un colegio que me ha permitido desarrollo personal y profesional, vivir de una manera muy digna, conocer a compañeros y compañeras entrañables y hacer amistades que forman parte de mi vida. Las monjas, las hermanas Doroteas han formado parte de toda esta vida.
Medio siglo de docencia, de los cuales tuve la SUERTE de compartir 41 años de ellos con todas aquellas personas que quiero nombrar :Doy GRACIAS a todas las Superioras /Directoras Generales que depositaron su confianza en mí (Sor Andreina, Sor Ana Anchilla, Sor Carla, Sor María Teresa Merlo, Sor María Teresa Peña y Sor Catalina) así, como a toda la Congregación de las Hermanas Doroteas.Doy GRACIAS a todos los Compañeros (profesores de Infantil, Primaria, Secundaria, personal de Administración y Servicios ) por todo lo vivido y compartido en estos tantos años. Doy GRACIAS a todas las familias que día a día colaboraban en la educación y formación de sus hijos/as, buscando la mejor forma de hacerlo para ellos, aunque costara esfuerzo, paciencia y mucho cariño.Doy GRACIAS a los más importantes, LOS ALUMNOS/AS a los que dediqué sin mesura mi docencia. Ellos aprendieron de mí la Lengua Inglesa y el tener siempre Un Happy Día; yo aprendí de ellos a tener paciencia, comprensión, dedicación, acompañamiento y la Amistad que conservo de muchos de ellos y que algunos forman parte de mi vida.Doy GRACIAS como madre del colegio, donde mis hijos se formaron, se educaron y crecieron con valores propios de nuestro Fundador, San Giovanni, “Con Suavidad pero con Firmeza” siendo felices en un ambiente de familia cristiana con valores humanos.Como Directora Académica y como Profesora de Infantil, Primaria y Secundaria mi colegio fue mi segunda familia, fui Feliz!!Deseo PROSPERIDAD para toda la Comunidad Educativa del GAF.María Paz Ortiz-Villajos Olmedo
FELIZ 50º ANIVERSARIO COLEGIO GIOVANNI AZUQUECA
Me es grato volver a encontrarme con vosotros, lectores del GAF, coincidiendo con el 50º Aniversario del colegio.
De todo lo que puedo contar de aquellos tiempos, quiero fijarme especialmente en el sitio más alegre, divertido y feliz de nuestro cole: el patio de recreo.En aquellos años, en «preescolar» teníamos dos patios además del salón, para hacer el recreo: «el Patio de piedras» y «el Patio de arena», así los nombrábamos. En esos patios Cristina y yo, por ser paralelas pasábamos muchas horas juntas. El Patio de piedras era el patio interior, hoy día de cesped, pero cuando se abrió el cole estaba cubierto de piedrecitas, entonces carecía de plantas y tenía unos columpios y un tren hecho con unos tubos pintados por nosotras.
¡Cómo nos sobresaltábamos todos cuando oíamos repitequear las piedrecitas en las ventanas y se asomaban unas cuantas cabezas asustadas. Sin embargo nunca se rompió ningún cristal por este motivo, aunque sí por otros. El Patio de arena era el de la entrada y era el preferido de nuestros niños. Parece que estoy escuchando sus gritos de alegría cuando decíamos que íbamos allí, aunque no siempre podíamos pues era frío y húmedo. Tenía muchas plantas: pinos, adelfas, rosales... Los niños de aquellos años recordarán con alegría que había un gran pino junto al arenero donde pasaban las tardes soleadas de primavera jugando con los cubos y las palas. Su entretenimiento favorito era acarrear cubos rebosantes de arena de aquí para allá por todo el patio. Terminaban tdos llevando encima kilos de arena por la ropa, el pelo, los bolsillos... Al salir el ritual siempre era el mismo: sentarnos en la acera para quitarnos la arena de los pies, quitar y poner zapatos... Ni que decir tiene que cada cierto tiempo venía un remolque a rellenar el arenero. Los patios actuales han cambiado su aspecto y su nombre, han mejorado y siguen siendo el lugar más bullicioso, lleno de carreras y risas de toda Educación Infantil (como veis el nombre de la etapa también ha cambiado). Y así será para los futuros alumnos del cole. Vuestra maestra de preescolar que os recuerda con mucho cariño, Alicia.Alicia López García
Como decía miliki: "Había una vez un COLE que alegraba siempre el corazón..."Recuerdo mis primeros días de maestra en septiembre de 1979. Siempre agradeceré a sor Palma su ayuda en esos primeros cursos. Entonces solo había cuatro aulas en preescolar (el piso de arriba todavía no se había construido). Mi clase era la primera de la derecha, estaba llena de canciones, dibujos, cuentos... sin faltar letras y números, y por supuesto lo más importante, mis 40 niños y niñas con sus babis azules y rosas abrochados detrás.
A mis niños de 30 años
Como decía miliki: "Había una vez un COLE que alegraba siempre el corazón..."
Cuando llegué al colegio, el deporte del balonmano no se conocía y solo se jugaba al fútbol. Poco después, propuse a los chicos y chicas de séptimo y octavo de EGB hacer un equipo de balonmano para jugar contra equipos de otros colegios: ¡La idea fue todo un éxito y comenzamos a entrenar!
José Manuel Alonso
Por aquel entonces, no existían campos pintados, solo teníamos dos porterías y hacíamos el área con las ruedas de coches que tenían los niños de infantil para jugar. Cuando un chico al saltar cayó sobre el borde de una rueda y se rompió la muñeca, fue cuando Sor Adreína nos pintó un campo. Al año siguiente ya teníamos un equipo cadete masculino y dos infantiles, masculino y femenino. Un año después teníamos dos equipos cadetes, dos de infantil y dos alevines.Con los equipos cadetes entrenábamos de 18:30 a 20:00 de la tarde, como era de noche, Sor Andreina nos puso una bombilla en una pared y ahí era donde pintábamos una portería y lanzábamos al portero. Años después nos pusieron unos focos para poder entrenar mejor.En el año 1983 el equipo cadete masculino quedó campeón provincial y fuimos a jugar el campeonato de España a Madrid. Nos tocó jugar con el Atlético de Madrid y el campeón de Ciudad Real. Cuando salimos a calentar, todos los equipos iban con sus chándales iguales y nosotros cada uno con el que tenía.Fue entonces, al volver, cuando los padres que me acompañaban se lo dijeron a la superiora y nos compró unos chándales azules para los chicos y unos rojos y negros para las chicas.Las chicas cadetes quedaron campeonas provinciales y fuimos a jugar el campeonato de España en 1983 a Valencia y en 1984 a Castellón. Luego cuando se hizo la junta de Castilla-La Mancha ya jugábamos campeonatos regionales. Recuerdo también que cuando quedábamos campeones, Sor Andreína me decía que me dieran una copa grande, así fue como año tras año se rellenó la vitrina que hay en la portería. La primera copa la ganamos en el año 1981 y me imagino que todavía estará.
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ORÍGENES DEL BALONMANO
en el Colegio Giovanni Antonio Farina y en Azuqueca
Gema Paredes
Esos años 80 fueron dando frutos y año tras año, seguían saliendo nuevos jugadores y nuevos equipos que iban llenando la vitrina de trofeos, tantos que pronto hubo que hacer una nueva en el piso de arriba. Cuando terminó mi vida deportiva como jugadora porque ya no había equipos de mi categoría, empezó mi andadura como entrenadora, para nada menos gratificante, más bien, mucho más enriquecedora y especial. Han sido muchos los equipos que han pasado y de todos ellos guardo buenos recuerdos, algunos fueron tan especiales que el vínculo entre nosotros aún permanece.También he sido testigo de los peores años, aquellos en los que el balonmano a nivel provincial prácticamente desapareció y nos costó mantener equipos en el cole, de hecho apenas había un par de grupos de pequeños y además carecíamos de monitores, pero de nuevo fuimos afortunados de tener un padre, Jorge Montero, que nos dio el empujón para lanzar un equipo infantil masculino y se proclamó campeón provincial ese mismo año. A partir de ahí relanzamos nuestra escuela y ya no ha parado de crecer hasta la actualidad.
En los 50 años de historia del cole he sido testigo de muchos cambios, pero si hay algo que ha permanecido en el tiempo generación tras generación es “la pasión por el balonmano”. Parece que fue ayer cuando el profe Jose Manuel nos empezó a entrenar… yo estaba en 4º de EGB y para nosotros era un deporte desconocido, sólo habíamos visto entrenar a los mayores, chicos y chicas que por las tardes estaban en el patio del cole jugando y pasándoselo muy bien. Enseguida nos animaron a los más pequeños para jugar y rápido nos enganchamos… Miro hacia atrás y entre mis mejores recuerdos como alumna está mi equipo de balonmano, aquellos entrenamientos por las tardes en el patio, los partidos de los sábados, los campeonatos, los sectores regionales… todavía puedo sentir la emoción de esas finales, los nervios antes de los partidos, las lágrimas cuando los resultados no acompañaban, los abrazos de las victorias, todo, vivencias imborrables que me enseñaron mucho y que marcaron mi vida. Pronto hubo equipos de todas las categorías y gracias a la labor altruista de algunos padres como Antonio Rincón y Luis Miguel Roldán, todos salieron adelante en la competición; después se unieron más padres que junto a los jugadores del equipo grande nos entrenaban y acompañaban cada día.
CUNA DEL BALONMANO AZUDENSE
Colegio Giovanni Antonio Farina
Desde estas líneas quiero agradecer la labor de tantas personas que a lo largo de estos años han contribuido a dar continuidad a aquella idea novedosa del profe Jose Manuel que aun sin líneas en el campo ni luces en el patio, apostó por el balonmano, un deporte prácticamente desconocido por entonces; un gracias especial a las Hermanas por su constante apoyo para que nuestro balonmano permanezca y siga creciendo.
Por supuesto, gracias a Jose Manuel por todos los años de dedicación y trabajo así como a todos los entrenadores/as que han pasado por aquí. Por último, felicito a todo el alumnado del centro que sigue haciéndonos disfrutar de nuestro deporte y que va escribiendo nuevas páginas de una historia que ojalá sea interminable.
A día de hoy, estamos orgullosos de los frutos recogidos y los que sin duda quedan por recoger porque hace ya 23 años un grupo de ex – alumnos, decidimos crear el CDBM Azuqueca para fomentar nuestro deporte y dar salida a los equipos cuando acababan las categorías de deporte base; justo esta temporada en la que cumplimos el 50 Aniversario del cole, hemos conseguido tener equipos en todas las categorías desde prebenjamín hasta senior tanto masculina como femenina.No hay duda de que la cantera del GAF sigue en plena forma y no sólo con buenos jugadores/as sino como técnicos y árbitros, siendo un estupendo referente para las futuras generaciones. Creo que es justo destacar especialmente a dos de ellos que por trayectoria y méritos deportivos merecen un reconocimiento especial: Jaime Fernández Osborne ( Jimmy) que ha sido durante varios años el seleccionador nacional absoluto masculino de Balonmano Playa consiguiendo importantes logros a nivel internacional tanto como jugador como seleccionador y, por otro lado, Ricardo Mateo Asenjo (nuestro Riki), que ya ha sido convocado en varias ocasiones por la Federación Española como técnico de equipos de base y que ha militado como segundo entrenador en liga Asobal durante esta temporada.
María Dolores
4. Arduino: Propiamente no es una herramienta, es lo último en tecnología que ha llegado al colegio, y os aseguro que para quedarse. Arduino nos ha dado muchos quebraderos de cabeza, pero también muchas alegrías. Gracias a esta nueva tecnología fuinos a Ginebra, al Hormiguero...Estoy segura que en los años venideros, muchas cosas nuevas irán viniendo y como decía una amiga, a su casa vienen.
No quería despedirme sin mandar un beso a todos los profes que antes que yo, han pasado por tecnología, pretecnología, hogar... nombres que ha llevado esta asignatura a lo largo de la historia.Sin el esfuerzo de ellos y su granito de arena nada de esto habría sido posible.Y por supuesto darle las gracias a todos mis alumnos y a todos aquellos que han pasado a lo largo de estos 50 ños, porque de ellos siempre aprendo algo cada día.
De dónde venimos en tecnología educativa.
2. La sierra de calar. Esta herramienta es espectacular. El gran descubrimento del taller. Casi todos la han usado, y es una satisfacción cuando ves como la manejan. Eso sí, tanto el taladro como la sierra con nuestros EPIs.3. El soldador. Esta herramienta ha sido la última que han conocido los alumnos. Aprenden a soldar y con ello aprenden que no hay nada imposible, que si el día de mañana en sus casas se rompe algo que necesita un punto de soldadura, ellos pueden arreglarlo.
La sociedad está cambiando todos los días. Cambian los hábitos de vida, cambian los horarios, las formas de relacionarnos, la comunicación entre personas, la educación. Yo tuve la suerte de entrar en esta familia, porque el colegio es mi familia, hace dieciséis años, cuando una personita, Carolina, decidió que tenía que nacer. Tuve la fortuna de conocer a Blanca, mi antecesora, profesora entre otras materias de tecnología. Esa tecnología que nació de la mano de César y Blanca en muchas partes del colegio, especialmente en nuestro taller.Un taller que ellos tuvieron que organizar, seleccionar y comprar herramientas. Unas herramientas que al igual que la sociedad en la que vivimos han ido evolucionando. Este año, con los alumnos de 3º y 4º de ESO, hemos hecho limpieza del taller. Ha sido impactante ver la cantidad de folios que había con documentaciones técnicas, que desgraciadamente a día de hoy, están desfasados, y ya no solo eso, sino que todos esos folios, esa documentación, cabría en menos del espacio de un pincho (USB), o incluso un código QR.¡Un código QR!, vaya palabro que hoy en día es la cosa más normal, pero hace 20 años, pensarían que estábamos faltando el respeto a alguien. ¿Y el pincho? Hoy nos entienden, pero antes pensaríamos que nos referíamos un pincho de tortilla o algo similar. Y respecto a las herramientas qué os voy a decir. Si el martillo sigue siendo martillo y los destornilladores también, pero ojo, que ya están los eléctricos, que nos facilitan la labor un montón. Pero de entre las herramientas del taller, yo tengo tres favoritas: 1. El taladro, que yo aún lo sigo llamando "Birbiquí". Me encanta ver cuando un alumno tiene que usarlo, parece que tiene alergia a la hora de cogerlo, pero que en el momento que lo usa... cambia su expresión.
Ángela Peñato
En la actualidad, ya hay nueva tecnología y nuevas compañeras que siguen haciendo la labor que otras pioneras empezaron antaño. Damos las gracias a Dios y a San Giovanni por habernos dado la oportunidad de haber y poder seguir trabajando en esta gran familia del Giovanni Antonio Farina, Han sido años y tiempos muy productivos los pasados en esta gran casa.
Hace 50 años, el colegio GAF, Giovanni Antonio Farina, empezó con niñas internas. Por entonces las hermanas se hacían cargo de la limpieza. Al poco tiempo se decidió que fuera mixto y contrataron a Ana, Beatriz, Petra, Montse (cocinera), Juana, Mercedes (de Alcalá de Henares) y algunas más que limpiaban las clases. Se preocupaban de cuidar a los niños en todas sus necesidades diarias. Había unos armarios donde sus cosas personales se guardaban para sus aseos. Pasaron unos años y se aumentó el personal, entraron Angelines, Blanca, Jaime, María Ángeles, Mari Carmen, Merce y Mari Paz. Unas se iban y otras entraban para limpieza y comedor. Como se iban aumentando las clases, se iba aumentando el personal de compañeras.
Años después se trajo una máquina que nos hacía más llevadera la faena. En la lavandería había una gran caldera que se limpiaba cada viernes. Las hermanas cooperaban con algunas labores. Los contratos eran de pocas horas, aunque si había que echar horas nos quedábamos hasta terminar el trabajo pendiente. Como la tecnología no era muy avanzada se cobraba en efectivo en los clásicos sobres marrones o con cheques.
Las limpiezas se hacían muy distintas a ahora. Diariamente se barría con serrín húmedo y los viernes se levantaban las sillas y se movían las mesas, fregándolas con jabón que se hacía en el mismo colegio. En cada período vacacional, se desinfectaba el suelo con jabón y cepillos de cerda dura, echando cubos y cubos de agua, que se fregaba a continuación.
Orígenes del PAS
Las primeras compañeras
Ayer
Antiguos alumnos
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Pero el cambio definitivo fue al llegar a sexto de EGB, ahí empezó lo que ha marcado mi futuro a día de hoy, sin buscarlo ni pretenderlo y ni imaginar lo que iban a ser para mi estos años. La primera gran coincidencia sería que Miguel fuera nuestro tutor para esta recta final, le recuerdo como un profesor distinto, dinámico y sobre todo muy moderno.
Mis andaduras por el colegio empiezan desde párvulos, allí forjé mis primeras amistades con chicos que como yo, empezábamos en el mundo escolar. Mi primera profesora fue Sor Ángeles, con ella estuve todo este período de iniciación, tengo muy buen recuerdo en esta época de las fiestas de Navidad, en el colegio la Navidad siempre fue diferente. Bueno, la Navidad y las fiestas de fin de curso, donde nos disfrazaban y teníamos que hacer un montón de bailes y escenografías. Cuando llegué a EGB empezó mi cambio de personalidad, en primer lugar porque me apuntaron a ¡TAEKWONDO! con el maestro Santiago. Mi recuerdo de la práctica en el colegio de este deporte es increíble, la sensación de superación al conseguir cada cinturón, los nervios antes de las exhibiciones a finales de curso, son momentos indescriptibles. Recuerdo a mis profesores de esa época: Milagros (1º, 2º y 3º), Sor Inés (4º), Socorro (5º) y la maravillosa Chelo, siempre dándonos su apoyo. Una lástima su pérdida tan joven.
Fernando Fernández del Amo
Curso 1983 – 1994
Por esa época empecé a tocar el piano, me enseñaba Sor Palma, amiga de mi madre gracias al Coro de la parroquia de la Santa Cruz, en la cual sigue cantando todos los domingos y fiestas que corresponden. En ese momento, Miguel montaba grupos musicales para cantar las misas, actuaciones navideñas y fiestas del colegio. Me llamó al enterarse que estaba aprendiendo piano, pero al verme tocar y ver que había un chico que tocaba mejor que yo, mi gran amigo Javier García Toro, Miguel me dijo... y ¡esta frase no se me olvidará en la vida!, “Tienes manos grandes, ¿Quieres tocar el bajo?”. Yo no tenía ni idea lo que era un bajo por esa época y le dije que sí, sin pensarlo. Esos tres últimos años en el colegio fueron magníficos, en clase con Miguel, Nieves, Paula, Sor Rafaelina, Jose Manuel, Mari Paz, etc... y después de clase con el grupo del colegio, Patricia Rincón y Javier García a los teclados, Arturo y Luis Rodriguez a la batería, Oscar a la guitarra y yo al bajo. Mi primer grupo musical y un recuerdo inolvidable en mi vida.Gracias Miguel, gracias Hermanas Doroteas y gracias a todas las grandes personas que estuvisteis involucrados en mi educación.
Fernando Fernández del Amo
Año 1983 – 1994
Además, es el lugar en el que forjamos grandes amistades, que como en nuestro caso seguimos juntas tres décadas después. Como recuerdo vivo de esta amistad, llevamos unas pulseras con nuestros nombres y las coordenadas del lugar que hizo posible nuestra unión: este gran colegio. Por otros 50 años más. ¡Feliz aniversario Giovanni Antonio Farina!Delia Ruiz, Iris González, Laura París y Laura Rodríguez
Queremos dedicar unas líneas a este colegio, que siempre estará unido a los mejores momentos de nuestra infancia. Nuestros primeros y más entrañables recuerdos entre sus paredes nos llevan a la rampa de parvulitos, cuando, agarrados del babi del compañero, detrás de Sor Palma, íbamos cantando “Yo tengo un amigo que me ama”. Nos llevan también a esos primeros aprendizajes que con tanta dulzura nos ofrecían Cristina y Alicia.Empezábamos sin darnos cuenta a formar parte de esta gran familia. Y es que el colegio era nuestra segunda casa. Entrábamos por sus puertas y ya desde la portería, Sor Raffaelina o Sor María Teresa nos regalaban la mejor de sus sonrisas. O nos encontrábamos a cualquier hora del día a Sor Esther de un lado para otro por los pasillos controlando que todo estuviera bien, pero siempre con un saludo cariñoso. Aprendimos de muchos profesores y religiosas, que fueron un gran ejemplo para nosotras y pusieron su granito de arena para que nos convirtiésemos en lo que somos ahora. Tan importante ha sido el GAF para algunas de nosotras, que hemos decidido que nuestros hijos continúen unidos a esta gran familia y vivan momentos tan felices como los que nosotras tuvimos.
Cuatro antiguas alumnas
Curso 1988 – 1999
Hoy los años y la distancia me separan del Farina, pero de vez en cuando abro mi caja de recuerdos como quien abre un tesoro, allí me recibe en la portería y con una sonrisa, Sor Elisana. Allí resuena por los pasillos el aro de Sor Palma, que por cierto, era una pandereta hasta que la rompió. Ante mi cofre me sorprendo canturreando nuestro himno “Hacía falta un mensajero...” Sí, nuestro, porque tú que me lees, también eres parte de esta gran familia, también eres Giovanni Farina.
Por aquella época sonaba en todas las radios “Final Countdown”, de Europe y se estrenaba “Top Gun”, que arrasaría en todos los videoclubs. Por aquel entonces ya teníamos un personaje futbolístico llamado “Pique”, este sin tilde, algo más bajito y verde, pero también más simpático. En aquel año, Chernóbil nos había dado el susto de nuestras vidas. Los que ya tengáis unos años, sabéis en qué año llegué al Giovanni. Azuqueca era entonces una población mucho más pequeña y “monocultural”, pero nuestro cole ya era un referente en educación para toda la zona, mis hermanos y yo veníamos a clase a él desde Meco.
Pero el Giovanni no era solo un edificio, en mi cajita de remembranzas hay también personas, monjas en blanco y gris, casi todas de trato tierno y afable, otras algo más gruñonas. En mis añoranzas del cole hay maestros que marcaron, hoy soy lo que soy (unas líneas más abajo revelaré mi profesión), en gran parte, gracias a ellos (no mencionaré a nadie en especial, precisamente porque hay alguien en especial). Hay en mis recuerdos compañeros estupendos, amigos que se quedaron para siempre a pesar del tiempo y la distancia (no mencionaré a nadie en especial, precisamente porque hay alguien especial).Giovanni era un cole que marcaba una forma de entender la docencia, allí las formaciones en fila antes de entrar en clase, a la voz de “alineación, posición”, tenían un sentido y un resultado; había una disciplina que ahora, como docente, añoro un poco, era otra época, no le demos más vueltas.
Curso 1986 – 1991
A. Thales Hernández Flores
En este cole estuve cinco cursos, de 4º a 8º de EGB; fueron unos años muy intensos, en los que uno deja atrás la inocencia de la infancia y se adentra en el apabullante mundo de la adolescencia. Hoy guardo aquellos recuerdos en una caja, como aquel que atesora una joya, recuerdos que juegan con una “mano loca”, que saben a chicle Boomer, que huelen a Agua Brava, que calzan unas All Stars y que visten una camiseta con el icono de “acid house”, eso sí, debajo del omnipresente babi azul.En esos recuerdos hay un comedor con platos de material resistente a golpes, cualquiera ponía una vajilla de La Cartuja, porque todos los días iba un plato al suelo. En el comedor, los viernes nos daban una chocolatina Bounty de envoltorio rojo. En esos recuerdos hay un patio enorme atravesado por una acequia de riego en la que jugábamos a hacer carreras de barcos, también hay en mi memoria unos columpios en los que siempre ocurría algún percance.
Curso 1983 – 1994
Marta Rodríguez de Agustín
De mi “Cole” siempre recordaré los buenos momentos vividos: recuerdos de parvulitos, cuando jugábamos en el tren del patio, entonces de piedras, y Ana Mari nos daba en los mofletes morfisquitos. Recuerdos de las fiestas de fin de curso, como aquella en la que vomité a mi compi María, por los nervios y la emoción, disfrazada de pitufillo. Recuerdos de lo feliz que viví mi primer dia, por haber tenido la suerte de coincidir con mi prima, y a pesar de que pronto descubrí que aquello de ir al cole sería ya para todos los días. Recuerdos de tantos amigos, los mismos que aún perduran, cuarenta años despues: Sara, Silvia, Abel... De párvulos a EGB: nuevo baby, de mayores, cambio de aulas y grupo, yo siempre caí en el B. Recuerdos de tantos recreos, de tantos juegos de patio, de los bocadillos de mami, de la Navidad y sus actos... y esas fiestas que nunca me dejaron de sorprender. Por poner alguna pega, siempre me tocó ser Pastora, yo hubiese deseado hacer de Virgen María, aunque fuese alguna vez. Recuerdos de las filas para entrar en clase, por orden de altura. Yo en la fila, de las primeras, Paloma siempre la última. Recuerdos de tantas canciones, recuerdos de las oraciones... y cada mes de mayo, con sus flores. Recuerdos del balonmano, las peleas de Abel y Hugo (que no era Caín, pero lo quería como a hermano) y esas fiestas de fin de curso que anunciaban el verano. Y las clases con Milagros, con Mari Paz y Miguel, con José Manuel y Nieves, Sor Rafaelina también. Recuerdos que me llevo en el corazón, que agradezco a la vida por atesorar, por poseer. Feliz aniversario, Colegio Giovanni Antonio Farina, como el de tantas generaciones, mi cole también. Marta Rodríguez de Agustín
"Qué ilusión me hizo volver a mi cole después de tantos años… Parecía que no había pasado el tiempo, pero allí estaba yo pidiendo información para matricular a mi hija. Fueron unos años muy bonitos los que pasé allí, y un tiempo que me marcó el camino para todo lo que vino después. Nada más entrar por la puerta me vinieron a la cabeza un montón de recuerdos: el xilófono de la fiesta de Navidad, los recreos en el salón cuando llovía, el llavero del profe Miguel con el que marcaba el ritmo en clase de música, el baby con la cinturilla siempre rota de jugar al rescate y muchas otras cosas, tantas como para llenar un cuaderno.Espero no tardar tanto en volver otra vez…"Manolo Quesada Almagro
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Curso 1977 – 1988
Alumnos Hoy
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Llegó septiembre de 2019 y empezábamos una nueva etapa, en la que dejamos de ser pequeños. La primera que nos acompañó fue Carmen Bayo, quien nos explicó todo sobre cómo trabajar en este período. Fue a finales de este mismo año cuando se empezaba a escuchar noticias sobre el nuevo virus, y el 14 de marzo de 2020 todos tuvimos que quedarnos en casa. Desde que empezamos a estar confinados, nos tuvimos que adaptar a esta nueva situación, de tener las clases a través de una pantalla, de no poder vernos…
Septiembre de 2010
En septiembre de 2010, entré al colegio Giovanni Antonio Farina donde me esperaba Ana Mari, mi primera profesora en el cole. Según me cuentan mis padres, el primer trimestre no lo llevé muy bien, ya que solo quería estar con ellos. Pero a partir del segundo todo cambió, ya no lloraba cuando mis padres me dejaban en el colegio, y hacía todas las actividades como mis compañeros.
Siempre recordaré con cariño como Ana Mari me mordía los mofletes. Tras terminar ese curso llegó 4 y 5 años, en los cuales la profe Isabel estaba con nosotros. Ella nos enseñó a escribir, leer, creándonos esa base que en un futuro nos haría falta. En estos tres años hice amigos que a día de hoy sigo teniendo. Siempre recordaré a Ana Mari y a Isabel con mucho cariño, fueron como mis mamás cuando estaba en cole. Llegó junio de 2013 y ya tocaba dejar la etapa de Infantil y pasar a Primaria. Durante 1º y 2º, estuvimos aprendiendo muchas cosas con nuestra profesora Rocío y más tarde en 3º con Carmen Herrero. Los últimos tres años, 4º, 5º y 6º de primaria los pasamos con Ana, con la que compartimos muchas cosas, como las excursiones, las manualidades del día del padre y de la madre, la función de Navidad, entre otras muchas actividades. Estos nueve años, siempre fueron acompañados de la característica fiesta de Navidad, en la cual siempre estábamos todos súper ilusionados. Acabamos 6º de Primaria y nos graduarnos, nos íbamos haciendo mayores.
Desde el primer día, ya se notaba la alegría de ser los mayores, pero también la pena por ser el último año. Este curso nos está acompañando Raquel, somos su primera tutoría. Ya vamos por el tercer trimestre, lo que significa que tenemos que empezar a preparar todo para la graduación. Estamos todos muy emocionados y con ganas de que llegue ese bonito día. Siempre estaré agradecido a Sor Silvia por escogerme para participar en Pastoral. Junto a ella he podido hacer actividades y disfrutar del colegio de otra manera. Por otra parte, tengo un poco de inquietud por el cambio, ya que llevo desde los dos años en el Giovanni y sé que el cambio será importante. Si tuviera que hacer un resumen de mi experiencia en el GAF, diría que me siento muy afortunado de formar parte de esta gran familia.Pablo Fernández Rivilla
Al fin, en junio, ya pudimos volver a salir a la calle y poder ver a nuestros amigos e ir retomando paulatinamente esa “normalidad” que habíamos perdido. Llegó septiembre y era hora de volver al cole. Todos estábamos muy alegres de poder vernos, pero a la vez teníamos miedo de que pasaría. Todo había cambiado y había que adaptarse a las nuevas normas, como las distancias de seguridad, mascarillas... En este curso, nos tocó de tutor a Ángel, con quien nos lo pasamos muy bien a pesar de esas circunstancias del COVID-19. Durante este curso todos los profesores nos ayudaron muchísimo, por ejemplo, Marta, nuestra profe de matemáticas, muchas tardes se conectaba con nosotros en su tiempo libre, para explicarnos alguna cosa y responder dudas, que no se habían podido responder en clase. Finalmente llegamos a junio de 2021 y tres meses más tarde empezaríamos 3º de ESO, el llamado curso más difícil de la etapa. Junto con Gema pudimos superar este año, todo seguía igual con mascarillas, distancias… También en este curso pude vivir una gran experiencia, el intercambio a Italia. Fue una aventura que nunca olvidaré, me lo pase muy bien junto con mis compañeros de clase y los de Italia. Llegó septiembre de 2022, nuestro último año en el cole.
Una gran acogida
Cuando me enteré de que iba a ir al Colegio Giovanni Farina estuve nerviosa todo el verano porque pensaba en que todos se conocerían de primaria.
Al principio el colegio me pareció muy grande y no encontraba nada. El patio me parecía enorme, respecto a mi patio del colegio, y además tenía miedo de los balones voladores... Ahora sé dónde está todo pero los que tomamos el desayuno en los bancos tenemos que esquivar los balones todos los días. Los primeros meses no pudimos usar el polideportivo porque lo estaban reformando "gracias" a Filomena, cuando finalmente pude entrar me pareció magnífico. Además, ese año participé por primera vez en la función de navidad y pude ver a todas las familias disfrutando del momento.
Los primeros años de mi vida los pasé en el Colegio siglo XXI en Azuqueca. El último año de colegio estaba muy triste porque en el instituto ya que no estaría con todos mis amigos ni tampoco con mis profesores del colegio. Cuando me enteré de que iba a ir al instituto Giovanni estuve nerviosa todo el verano porque pensaba en que todos se conocerían de primaria y me imaginaba que estaría sola y me costaría hacer amigos. El primer día de instituto me temblaban las piernas mientras veía que llamaban a todos mis compañeros por su nombre asignándoles su clase. Muchos se saludaban y se preguntaban cómo les había ido el verano. Cuando me llamaron a mí, conocí a mi profesora Carmen. Tuve una buena impresión y empecé a sentirme mejor. Después entré en clase y una ola de niños se abalanzaron sobre mí gritando: "A la última fila..." Yo me senté en un sitio libre cerca de la profesora y una niña me saludó: "¡Hola!" Entonces supe que ya tenía una amiga.
En el Giovanni Antonio Farina dispongo de los profesores perfectos para prepararme para el futuro de la mejor manera posible y con unos compañeros con los que puedo poner en práctica los valores inculcados en el centro, como el compañerismo, el respeto, la responsabilidad, la amistad y la honestidad, entre otros.
Después del primer día se pasó el curso volando. Sin darme cuenta conocí a muchos profesores, iba conociendo a amigos y adaptándome al centro. Al principio algunos profesores no me gustaban y me costaba entenderles en clase. Pero poco a poco les fui conociendo y les comprendía mejor. Ahora hasta me rio con algunos... Después de los nervios iniciales por no conocer el centro, la verdad es que me adapté deprisa y bien. Este año estoy muy contenta con mis compañeros y mi tutora. Sigo trabajando muy duro y el curso se va pasando, creo que este año también se pasará volando. Eire García.
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Soy del Giovanni
Mis padres decidieron que tanto mi hermana como yo estudiásemos en este colegio donde la educación religiosa complementa de forma eficaz la proporcionada por el entorno familiar.
En poco más de dos años me tocará abandonar este maravilloso colegio para pasar a Bachillerato y aunque me iré con alegría por seguir avanzando en mi enseñanza y en mi educación, también sentiré mucha pena al separarme de profesores, alumnos y personal que trabaja en el colegio. A todos ellos, siempre los llevaré en mi corazón. Ojalá en un futuro pueda mantener relación con el colegio y con sus profesores. Agradezco a todos ellos haber formado parte de mis enseñanzas y educación. Espero daros motivos en un futuro para que os sintáis orgullosos de mí.Eva Herrera
Orlas promoción
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