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Las habilidades para la vida son definidas por la Organización Mundial de la Salud como: “grupo de competencias psicosociales y habilidades interpersonales que ayudan a las personas a tomar decisiones informadas, resolver problemas, pensar de manera crítica y creativa, comunicarse de manera efectiva, construir relaciones saludables, empatizar con los demás, así como afrontar y manejar sus vidas de una manera saludable y productiva” (WHO, 2003). La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1999, define las habilidades para la vida o competencias psicosociales como “la habilidad de una persona para enfrentarse exitosamente a las exigencias y desafíos de la vida diaria”. Estas habilidades, se adquieren en el trayecto de nuestras vidas a través de la experiencia directa, por medio de un entrenamiento intencional, mediante el modelado o la imitación. Por otro lado, las habilidades transferibles, de acuerdo con la UNICEF (2022), se requieren para lograr adaptarse al contexto, así como para hacer una transferencia hacia nuevos escenarios (sociales, culturales, laborales); estas habilidades están relacionadas con habilidades cognitivas, sociales, emocionales e instrumentales, además, se coordinan con otras habilidades.

A partir de entonces la OMS reconoció 10 habilidades como las más relevantes: Autoconocimiento: implica conocer mejor nuestro ser, carácter, fortalezas, oportunidades, actitudes, valores, gustos y disgustos; construir sentidos acerca de nuestra persona. Comunicación asertiva: expresar, escuchar e interpretar, de manera adecuada, el contexto y la cultura, lo que se siente, piensa, necesita u ocurre en determinada situación. Toma de decisiones: tiene que ver con evaluar distintas alternativas, teniendo en cuenta varios aspectos como las capacidades y consecuencias tanto propias como en los demás, sobre las elecciones realizadas. Pensamiento creativo: se hace uso de la razón combinada con emociones, sentimientos, fantasías, etc., dando como resultado algo original. Manejo de sentimientos y emociones: nos ayuda a reconocer los sentimientos y emociones propias y ajenas, a ser conscientes de cómo influyen en nuestro comportamiento social y a responder a ellos en forma apropiada. Permite enriquecer la vida personal y las relaciones interpersonales. Esta habilidad permite reconocer las emociones y los sentimientos propios, además de empatizar con los demás. Empatía: lograr la comprensión sobre la vivencia de otra persona y responder de forma solidaria. Relaciones interpersonales: es la capacidad para establecer relaciones con otras personas, así como para conservarlas o terminarlas si esto impide el desarrollo de uno mismo. Solución de problemas y conflictos: se refiere a la transformación y manejo adecuado, flexible y creativo de las problemáticas presentes. Pensamiento crítico: tiene relación con la capacidad de investigar y obtener conclusiones propias, así como el cuestionar las afirmaciones de otros. Manejo de tensiones o estrés: consiste en identificar y reconocer las fuentes que provocan el estrés y la tensión para lograr un control sobre ellas y contrarrestarlas.

Belando-Montoro, M. R. (2017). Aprendizaje a lo largo de la vida. Concepto y componentes. Revista Iberoamericana De Educación, 75, 219-234. https://doi.org/10.35362/rie7501255 García-Bullé, S. (2019) ¿Qué es lifelong learning y en qué consiste?. Observatorio de Innovación Educativa, Tec de Monterrey: México. https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendizaje-a-lo-largo-de-la-vida-lifelong-learning Martínez. 2014. Habilidades para la vida: una propuesta de formación humana. Itinerario educativo, XXVIII (63), 61-89. Shure y Healey (1993). Interpersonal Problem Solving and Prevention in Urban School Children. Presentado en la convención anual de la American Psychological Association, Toronto. Agosto. UNICEF. (2020). La importancia del desarrollo de habilidades transferibles en América Latina y el Caribe. Recuperado de https://www.unicef.org/lac/sites/unicef.org.lac/files/2020-07/Importancia-Desarrollo-Habilidades-Transferibles-ALC_0.pdf UNICEF. (2022). Las 12 habilidades transferibles. Recuperado de https://www.unicef.org/lac/informes/las-12-habilidades-transferibles WHO. (2003) Skills for health. Recuperado de http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/42818/924159103X.pdf;jsessionid=E55BC4C7FEA3F0C3E07706D551D0998A?sequence=1

El concepto de lifelong learning podría traducirse como: “aprendiendo a lo largo de la vida” o “aprendizaje/educación permanente”, como su nombre indica consiste en aprender durante toda la vida ajustando los conocimientos y habilidades las necesidades actuales, este paradigma puede llevarse de muchas formas, desde programas educativos formales hasta cursos informales y aprendizaje social informal. El aprendizaje a lo largo de la vida se planteó como un objetivo para el año 2030 en el Foro Mundial sobre la Educación organizado por la UNESCO en 2015. Un año antes, la UNESCO (2014) en su Estrategia 2014- 2021, y en el marco de su misión general de contribuir a la paz y al desarrollo sostenible, presenta tres objetivos estratégicos. El primero de ellos es “ayudar a desarrollar y fortalecer los sistemas educativos para que provean de oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida. Existen varios tipos de aprendizaje a lo largo de la vida de acuerdo a los espacios donde se obtienen y su rigor.

1. FormalLa rama formal del lifelong learning normalmente es parte de programas con una agenda definida y una secuencia de monitoreo consistente basado en la asistencia presencial. No está disponible todo el tiempo, sino más bien en los tiempos determinados por las instituciones que los imparten. Instancias de este tipo de aprendizaje formal pueden ser cursos en la universidad, diplomados o especialidades. 2. AutodirigidoEl aprendizaje autodirigido se da cuando los estudiantes tienen el control de la dirección y el paso del aprendizaje en cuestión. Cursos en línea que no están atados a una agenda, cursos MOOC, talleres o tutoriales de instituciones educativas o profesionales certificados, son buenos ejemplos de los esfuerzos didácticos en esta subcategoría. 3. ProfesionalUno de los tipos más comunes de lifelong learning sucede durante el desarrollo laboral. Nuestro trabajo entrena diferentes habilidades y nos ayuda a obtener conocimientos relacionado con nuestro oficio. Esta es la clase de aprendizaje a lo largo de la vida a la que todos tenemos fácil acceso, y se da inclusive cuando no la estamos buscando. Sin embargo, hay empresas que incentivan directamente este tipo de didáctica pasiva. Google y Microsoft, por ejemplo, permiten que sus empleados utilicen el 20 % de su semana en proyectos e intereses no necesariamente ligados a su rol en la compañía. 4. PersonalLo que distingue al aprendizaje personal es que se realiza fuera de las instituciones educativas y de la oficina. 5. Indirecto Se genera a partir de la experiencia humana. El aprendizaje indirecto se dispara de situaciones casuales como las conversaciones, los debates, las relaciones interpersonales, o los viajes, entre otros. 6. Informal o libreEl estudiante tiene total control sobre los contenidos, el proceso didáctico y puede ejercer este aprendizaje con acciones como ver un tutorial, asistir a una tutoría de un par, o por medio del ensayo y error. Las posibilidades son muy amplias, gracias a todas las maneras que tenemos de aprender a nuestro gusto hoy en día.

Vinculación de las prioridades de actuación a los componentes de las estrategias: Belando-Montoro, M. R. (2017). Aprendizaje a lo largo de la vida. Concepto y componentes. Revista Iberoamericana De Educación, 75, 219-234. https://doi.org/10.35362/rie7501255

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