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Frontal de Silos
DEAC Museo de Burgos
Created on March 3, 2021
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Transcript
OBSERVA BIEN LA IMAGEN...
Frontal de Silos, 1165-1170
Habrá cinco preguntas sobre ella
¿EMPEZAMOS?
¿Cuántos arcos dorados hay?
Catorce
Nueve
Doce
¡BIEN!
Hay doce arcos, uno para cada apóstol
Siguiente pregunta
¿Qué aparece representado sobre los arcos?
Un bosque
Un río
Una ciudad
¡BIEN!
Aparece representada una ciudad, que se correspondería con la Jerusalén celeste
Siguiente pregunta
¿Qué animales rodean a Jesús?
Águila, gato, cordero y mono
Perro, león, gato y paloma
Águila, toro, león y ángel
¡BIEN!
Representan a los cuatro evangelistas: ángel (Mateo), toro (Lucas), león (Marcos) y águila (Juan)
Siguiente pregunta
¿Qué letras aparecen a los lados de Jesús?
Alfa y omega
Alfa y beta
Omega e ípsilon
¡BIEN!
Aparecen el alfa y omega, que representan el principio y el fin.
Siguiente pregunta
¿ Qué tiene Jesús en su mano izquierda?
Un libro
Una cruz
Una bola
¡BIEN!
Jesús tiene un libro en su mano izquierda, mientras que con la derecha está bendiciendo
Descubrir más sobre la obra
Sobre el monasterio
Sobre la obra
Esta pieza se realizó en el taller de esmaltes del monasterio entre el 1165 y el 1170. Está realizado sobre 3 placas de roble cubiertas por placas de cobre dorado. La zona central está enmarcada por una cenefa labrada con cabujones para piedras semipreciosas, de las que solo se conservan unas pocas. Fuera de esta cenefa tenemos otra también labrada, con formas vegetales y esmaltes de animales mitológicos. En la zona central tenemos a Cristo como Maiestas Domini dentro de la mandorla mística, bendiciendo con la mano derecha y sosteniendo un libro con la izquierda. Está rodeado por las figuras de los cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). A ambos lados encontramos un conjunto de seis arcos en los que descansan las figuras de los apóstoles, todos ellos con un rostro individualizado. Y sobre todas las figuras encontramos una representación de la Jerusalén celeste.
El monasterio en origen estaba dedicado a San Sebastián, pero en el siglo XI, tras la muerte de Santo Domingo (1073) se cambia el nombre en su honor. El monasterio tuvo durante un tiempo un taller de esmaltes propio, llegando a adquirir bastante fama. Sin embargo, a finales del XII empieza a decaer y termina desapareciendo, imponiendose en la fabricación de esmaltes el taller francés de Limoges.
¡MAL!
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