Want to create interactive content? It’s easy in Genially!

Get started free

HIGIENE Y SEGURIDAD

Sil Luna

Created on November 1, 2025

Start designing with a free template

Discover more than 1500 professional designs like these:

Transcript

HIGIENE Y SEGURIDAD

Llevar una alimentación saludable no significa hacer dietas estrictas ni eliminar grupos de alimentos, sino aprender a nutrir el cuerpo de forma equilibrada y consciente. A continuación te presentamos 8 pasos prácticos que te ayudarán a mejorar tus hábitos alimenticios y a cuidar tu salud día a día.

empezar

Paso 1:

Come más frutas y verduras

Incorpora una variedad de frutas y verduras en tus comidas diarias. Son fuentes ricas en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, que fortalecen tu sistema inmunológico y ayudan a prevenir enfermedades. Integrarlas en todas las comidas del día es una forma sencilla y deliciosa de mejorar tus hábitos alimenticios.

+ info

Paso 2:

Hidrátate correctamente

Beber suficiente agua a lo largo del día es esencial para que tu cuerpo funcione bien. La hidratación ayuda a regular la temperatura corporal, eliminar toxinas y mantener tu energía. Tener siempre a mano una botella de agua puede ayudarte a mantener una ingesta constante y suficiente a lo largo del día.

+ info

Paso 3:

Reduce el consumo de azúcares añadidos

El exceso de azúcar puede aumentar el riesgo de enfermedades como diabetes y obesidad. Leer las etiquetas te ayudará a identificar productos con alto contenido de azúcares añadidos. Un paladar menos acostumbrado al azúcar puede disfrutar más los sabores reales de los alimentos.

+ info

Paso 4:

Escoge alimentos integrales

Los cereales integrales aportan más fibra y nutrientes que los refinados. Ayudan a la digestión, sacian por más tiempo y mantienen estables los niveles de azúcar en sangre. Sustituir arroz blanco por arroz integral, pan blanco por pan de grano entero o cereales azucarados por avena natural son pequeños cambios que generan grandes beneficios a largo plazo.

+ info

Paso 5:

Modera el consumo de sal

Consumir demasiada sal puede aumentar la presión arterial, provocar retención de líquidos y dañar tu salud a largo plazo. Cocina con poca sal y usa hierbas, especias o limón para dar sabor sin abusar del sodio. Aunque el cuerpo necesita sodio para funcionar correctamente, la mayoría de las personas consume mucho más del necesario, especialmente a través de alimentos procesados.

+ info

Paso 6:

Planea tus comidas

Organizar tus comidas semanales ayuda a comer mejor, evitar improvisaciones y reducir el consumo de comida rápida. Te permite ahorrar tiempo y dinero mientras eliges opciones más saludables. Incluir variedad y organizar horarios también contribuye a mantener niveles de energía estables y evitar el picoteo constante.

+ info

Paso 7:

Aliméntate con calma y propósito

Aprende a reconocer cuándo tienes hambre y cuándo estás satisfecho. Comer sin distracciones y a un ritmo tranquilo mejora la digestión y evita el exceso. Respetar tu ritmo interno ayuda a evitar comer por ansiedad o aburrimiento, y promueve una relación más positiva con la comida.

+ info

Paso 8:

Disfruta de lo que comes

Comer sano no significa dejar de disfrutar. La alimentación también debe ser placentera, variada y adaptada a ti. El equilibrio es más importante que la perfección. Incorporar tus comidas favoritas en versiones más nutritivas o en momentos especiales es parte de una alimentación realista, sostenible y feliz.

+ info

Evita dulces, refrescos, bollería industrial y cereales azucarados. Prefiere frutas enteras, yogures naturales sin azúcar o compotas caseras.

Lo ideal es beber entre 6 y 8 vasos de agua al día, más si haces ejercicio o hace calor. Las infusiones sin azúcar y frutas como la sandía también ayudan.

Busca en las etiquetas que el primer ingrediente sea "grano entero" o "integral". Evita los que dicen “multicereal” si no son realmente integrales.

Se recomienda consumir al menos cinco porciones diarias. Puedes elegirlas frescas, al vapor, asadas o en puré, evitando frituras o exceso de salsas.

Revisa las etiquetas: productos como embutidos, sopas instantáneas y snacks suelen contener grandes cantidades de sal. Prueba usar limón, ajo o cúrcuma para dar sabor.

Evita comer frente a pantallas o de pie. Respira, mastica bien y observa cómo te sientes antes de repetir plato o seguir comiendo por costumbre.

Permítete disfrutar de un postre ocasional o una comida especial sin culpa. La clave está en la frecuencia, no en la perfección.

Dedica un momento el fin de semana para armar tu menú. Haz una lista de compras basada en ese plan e intenta cocinar porciones dobles para tener comida lista para varios días.