Sustentabilidad

Sustentabilidad

Walter Pardavé Livia propone en su obra Estrategias ambientales: de las 3R a las 10R un modelo ampliado de las tradicionales “3 R” (Reducir, Reutilizar, Reciclar) para la gestión ambiental.

"Las 10 "R" son:

1. Reordenar Implica que productores, distribuidores y consumidores reconozcan su responsabilidad en los daños ambientales. Se propone internalizar los costos ambientales para que “el que contamina paga”. 2. Reformular Rediseñar productos (o sus procesos) para que empleen atributos favorables al medio ambiente, como la reciclabilidad, la biodegradabilidad, la minimización de materiales tóxicos, etc. 3. Reducir Disminuir el uso de materias primas, insumos y energía; minimizar residuos durante todo el ciclo de vida del producto. 4. Reutilizar Dar nuevos usos al producto o sus partes mientras sigan cumpliendo su función, evitando que se conviertan en residuos prematuramente. 5. Refabricar Realizar procesos de desmontaje, inspección, reabastecimiento, remontaje y ensayos finales para “volver a fabricar” con menor impacto ambiental, prolongando la vida útil.

Las 10 "R" son:

6. Reciclar Procesar los materiales resultantes para reincorporarlos como materia prima dentro de nuevos productos. 7. Revalorizar energéticamente Aprovechar el valor energético de residuos, productos o subproductos que no pueden reciclarse convencionalmente (por ejemplo, mediante combustión controlada u otros procesos térmicos) para convertirlos en energía útil. 8. Rediseñar Desde el diseño mismo del producto, del equipo o del proceso, incorporar criterios de eficiencia ambiental, modularidad, facilidad de reparación, menor cantidad de materiales, etc. 9. Recompensar Incentivar la innovación ambiental y recompensar prácticas ecológicas, por ejemplo, mediante políticas fiscales, reconocimientos, subsidios o estímulos a tecnologías limpias. 10. Renovar Actualizar productos o procesos con prácticas más sustentables para que no queden obsoletos con modelos lineales; reinventar su funcionamiento con menor impacto ambiental.

Las 10 "R" plantean un enfoque más integral de gestión ambiental que va más allá del reciclaje, abarcando desde el diseño y la responsabilidad productiva hasta incentivos, renovación y aprovechamiento energético.

Walter Pardavé menciona la R de “Respetar la vida” como una de las más importantes, porque es la base de todas las demás: cuidar la vida humana, animal y vegetal en equilibrio con la naturaleza.

En la escuela

-Cuidar a los compañeros y maestros: evitar el bullying, fomentar el buen trato y la cooperación. -Cuidar las áreas verdes: no pisar el pasto innecesariamente, no arrancar plantas, regarlas si la escuela lo permite. -No maltratar a los animales: respetar a los perros, gatos o aves que puedan estar cerca de la escuela. -Promover campañas de conciencia: carteles, exposiciones o ferias escolares sobre el valor de la vida. -Uso responsable de recursos: no desperdiciar agua en los baños ni electricidad en los salones.

En casa -Tratar con respeto a todos los miembros de la familia (evitar gritos, insultos o violencia). -Cuidar a las mascotas: darles alimento, agua, cariño y atención médica. -No malgastar agua, luz ni gas, usarlos de manera consciente. -Sembrar y cuidar plantas o un pequeño huerto familiar. -Separar la basura y reciclar para no dañar el ambiente.

En la escuela

-Practicar el buen trato entre compañeros y maestros (solidaridad, respeto y empatía). -Cuidar los espacios verdes de la escuela: no pisar el césped, no arrancar plantas, regarlas si es posible. -Participar en proyectos ecológicos o campañas de reciclaje. -Respetar a los animales que puedan estar cerca (no molestarlos ni hacerles daño). -Evitar el desperdicio de materiales escolares (papel, colores, agua, electricidad).

En la comunidad -Respetar a los vecinos: saludar, ser solidarios, no causar molestias (ruido, basura). -Cuidar los parques, áreas verdes y espacios públicos (no ensuciar, no destruir juegos o bancas). -Participar en campañas de limpieza o reforestación. -Proteger la fauna local (no maltratar aves, insectos, perros o gatos callejeros). -Apoyar iniciativas comunitarias de cuidado ambiental y bienestar social.

Respetar la vida significa cuidar de nosotros mismos, de los demás seres vivos y del entorno, actuando siempre con responsabilidad y empatía.

Walter Pardavé Livia

Promueve el cuidado del medio ambiente: implica proteger plantas, animales, agua, aire y suelo, porque de ellos depende nuestra propia vida.

Es un valor universal y permanente: no importa la edad, el lugar o la cultura, respetar la vida es un principio que debe guiar siempre nuestras decisiones.

Es la base de todas las demás R: sin respeto a la vida no tendría sentido reducir, reciclar o reutilizar, porque primero debemos valorar la existencia de las personas, los animales y la naturaleza.

Empieza con acciones pequeñas: desde apagar la luz cuando no se usa, dar agua a una mascota, no tirar basura, hasta participar en proyectos comunitarios.

Conclusion

La “R” de Respetar la vida nos recuerda que todo lo que hacemos debe orientarse a proteger, valorar y cuidar a los seres vivos y al entorno, porque de ello depende nuestro presente y el futuro de las próximas generaciones. 🌎

¡Muchas gracias!