Abuso Sexual Infantil

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Abuso Sexual Infantil

Educación

Artículo 1.- La presente guía tiene como objeto diseñar los conocimientos y las herramientas básicas para la detección y actuación ante casos de abuso sexual infantil, acoso y/o violencia escolar, maltrato infantil, así como conducta suicida en perjuicio de alumnos(as) de las escuelas de educación básica y media superior públicas y particulares con autorización y/o reconocimiento del Estado de Nuevo León, con la finalidad de proporcionar a la comunidad educativa los medios para salvaguardar sus derechos e integridad física y psicológica.

TÍTULO I: INDICADORES DE RIESGO DE ABUSO SEXUAL INFANTIL

Este apartado detalla las señales específicas que pueden indicar que un niño, niña o adolescente está siendo víctima de abuso sexual. Es crucial que la comunidad educativa esté atenta a estos indicadores para una detección temprana.

TÍTULO II: RECOMENDACIONES GENERALES EN CASOS DE SITUACIONES DE ABUSO SEXUAL INFANTIL

Esta sección ofrece pautas sobre cómo debe actuar el personal de la escuela al abordar a un alumno o alumna que podría estar sufriendo abuso sexual. El objetivo es crear un ambiente de confianza y seguridad para la víctima.

La prevención del abuso sexual es fundamental y puede llevarse a cabo mediante diversas estrategias en diferentes niveles:

Educación y concienciaciónFomento del diálogo abierto Capacitación de adultos y cuidadores Promoción de entornos seguros

TÍTULO III: NORMAS PARA LA ACTUACIÓN EN EL CASO DE ABUSO SEXUAL INFANTIL

Este título establece el protocolo de actuación formal que las autoridades escolares, principalmente el director o directora, deben seguir de manera inmediata ante la detección, notificación o denuncia de un posible caso de abuso sexual infantil.

¡Gracias!

Profra. Heydí Maytrelli García Cervantes

Profra. Patricia Zulema Rodríguez Sandoval

Los indicadores clave incluyen:

• Físicos: Molestias o dolor en los genitales, así como dificultades para caminar o sentarse. Conductuales: Uso de información o conductas sexuales inapropiadas para su edad, como forzar a otros a juegos sexuales. Pueden mostrar una sensibilidad extrema al contacto físico o, por el contrario, miedo a quedarse solos con una persona en particular.
• Emocionales: Ataques de ira, tristeza constante, o un temor y nerviosismo evidentes ante la presencia de un adulto específico, que podría ser el agresor.
• Sociales y materiales: Hablar de un nuevo amigo o amiga mayor y, de repente, tener dinero, juguetes u otros regalos sin una razón aparente. También pueden manifestar sus experiencias a través de dibujos, juegos o sueños con contenido sexual o atemorizante. Es importante recordar que la presencia de uno de estos indicadores no es una confirmación de abuso, pero sí una señal de alerta que requiere valoración y seguimiento.

Lo que SÍ se recomienda hacer: Escuchar inmediatamente: Estar disponible para escuchar al alumno/a en el momento que lo necesite, en un espacio privado y sin interrupciones. Creer y validar: Mostrarle al alumno/a que se confía en su relato y que se toma en serio lo que dice. Frases como "Siempre voy a creer en lo que me digas" son fundamentales. Asegurar que no es su culpa: Explicarle claramente que la responsabilidad es del adulto y que hizo bien en contarlo. No prometer secretos: Informarle que es necesario comunicar la situación a personal especializado para poder protegerlo/a. Comunicar a los padres o a un adulto protector: Si el abuso ocurre fuera del ámbito familiar, se debe informar a los padres o tutores. Si un familiar es el agresor, se debe contactar a un adulto de confianza que el propio alumno/a identifique como protector.

Lo que se DEBE HACER:No interrogar: El objetivo es escuchar, no hacer una entrevista. Se deben evitar preguntas que sugieran respuestas o que sean cerradas (de "sí" o "no"). No mostrar alarma ni juzgar: Mantener la calma y evitar reacciones de pánico, enojo o crítica hacia la víctima, su familia o el agresor. No pedir que repita el relato: Evitar la duplicidad de relatos para no revictimizar al alumno/a. No pedirle que muestre partes de su cuerpo ni utilizar frases que minimicen el hecho, como "ya pasó" u "olvídalo". Adicionalmente, se debe tener en cuenta que las víctimas pueden pasar por un proceso de revelación que incluye fases de negación, revelación inicial, retractación (por presión) y reafirmación.

Pasos a seguir por el director/a de la escuela:Protección de la identidad: Es primordial garantizar la confidencialidad y proteger la identidad de todos los alumnos involucrados, ya sean víctimas, testigos u ofendidos. Escucha activa: Si el señalamiento proviene de un alumno, se le debe escuchar con confianza y siguiendo las recomendaciones del Título II. Medidas de protección inmediatas: Cuidar la integridad psicosexual y emocional de los afectados mediante supervisión constante. Si el señalado es otro alumno, se protege su identidad y se informa a sus padres o tutores. Si el señalado es personal de la escuela, se le debe separar inmediatamente del contacto con los alumnos. En escuelas públicas, se notifica a la Dirección de Relaciones Laborales de la Secretaría de Educación. Notificación a autoridades externas: Se debe notificar inmediatamente a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Nuevo León y a la Coordinación Estatal de Seguridad Escolar.

Citar a padres o adulto protector: Dentro de un día hábil, se debe citar al padre, madre, tutor o adulto protector para levantar un acta de hechos e informarles sobre la situación, la necesidad de presentar una denuncia ante el Ministerio Público, el ofrecimiento de apoyo psicológico y la garantía de continuidad educativa.En caso de flagrancia: Reportar inmediatamente al 911. Informar a la autoridad educativa: Se debe comunicar por escrito a la Unidad Regional correspondiente, con copia al supervisor o inspector. Si el señalado como responsable es el propio director, cualquier miembro de la comunidad educativa debe notificar directamente a las autoridades competentes, como la Procuraduría y la Coordinación Estatal de Seguridad Escolar.