Manejo
del comportamiento
Flexibilidad en la secuencia y duración
Control del entorno
Refuerzo positivo
Preparación previa
Comunicación adaptada
Control del entorno
El entorno de exploración debe ser tranquilo, con iluminación adecuada y ausencia de estímulos distractores o ruidos externos. La disposición del mobiliario debe permitir un contacto visual directo y cómodo entre el profesional y el niño, facilitando la interacción y el seguimiento de instrucciones.
Comunicación adaptada
La comunicación con el niño debe ser clara, sencilla y ajustada a su nivel de comprensión. La utilización de un lenguaje apropiado, acompañado de gestos y expresiones faciales amigables, contribuye a reducir la ansiedad. Es fundamental explicar de forma breve y concreta cada paso de la prueba, evitando términos técnicos que puedan generar confusión o temor. Asimismo, la comunicación no verbal, como la postura corporal relajada y la sonrisa, favorece la creación de un clima de confianza.
Preparación previa
Antes de iniciar la exploración, es recomendable dedicar un tiempo a familiarizar al niño con el material y el entorno. Permitir que manipule u observe los dispositivos audiológicos bajo supervisión puede disminuir la percepción de amenaza. La presencia de un familiar cercano, preferentemente la figura de apego también proporciona seguridad emocional y facilita la cooperación.
Refuerzo positivo
La aplicación de refuerzos positivos, como elogios verbales, premios simbólicos o juegos, constituye una herramienta eficaz para motivar la participación activa del niño. Estos refuerzos deben ser inmediatos y específicos, vinculados a conductas deseables durante la prueba, para consolidar la asociación entre cooperación y recompensa.
Flexibilidad en la secuencia y duración
La duración de las pruebas debe adaptarse a la capacidad de atención del niño, evitando sesiones prolongadas que puedan generar fatiga o desinterés. En caso de detección de signos de agotamiento o irritabilidad, es aconsejable realizar pausas o dividir la exploración en varias sesiones.
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Created on September 23, 2025
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del comportamiento
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Refuerzo positivo
Preparación previa
Comunicación adaptada
Control del entorno
El entorno de exploración debe ser tranquilo, con iluminación adecuada y ausencia de estímulos distractores o ruidos externos. La disposición del mobiliario debe permitir un contacto visual directo y cómodo entre el profesional y el niño, facilitando la interacción y el seguimiento de instrucciones.
Comunicación adaptada
La comunicación con el niño debe ser clara, sencilla y ajustada a su nivel de comprensión. La utilización de un lenguaje apropiado, acompañado de gestos y expresiones faciales amigables, contribuye a reducir la ansiedad. Es fundamental explicar de forma breve y concreta cada paso de la prueba, evitando términos técnicos que puedan generar confusión o temor. Asimismo, la comunicación no verbal, como la postura corporal relajada y la sonrisa, favorece la creación de un clima de confianza.
Preparación previa
Antes de iniciar la exploración, es recomendable dedicar un tiempo a familiarizar al niño con el material y el entorno. Permitir que manipule u observe los dispositivos audiológicos bajo supervisión puede disminuir la percepción de amenaza. La presencia de un familiar cercano, preferentemente la figura de apego también proporciona seguridad emocional y facilita la cooperación.
Refuerzo positivo
La aplicación de refuerzos positivos, como elogios verbales, premios simbólicos o juegos, constituye una herramienta eficaz para motivar la participación activa del niño. Estos refuerzos deben ser inmediatos y específicos, vinculados a conductas deseables durante la prueba, para consolidar la asociación entre cooperación y recompensa.
Flexibilidad en la secuencia y duración
La duración de las pruebas debe adaptarse a la capacidad de atención del niño, evitando sesiones prolongadas que puedan generar fatiga o desinterés. En caso de detección de signos de agotamiento o irritabilidad, es aconsejable realizar pausas o dividir la exploración en varias sesiones.