Nuestros sentidos y su interacción con el espacio son la base para crear un hogar confortable.
Haz clic para descubrir cada uno:
Oído
El oído se intensifica en los días de mayor estrés, y encontrar un estímulo que invite a la calma puede marcar la diferencia. El chisporrotear de una vela, suave y constante, actúa como un pequeño recordatorio de pausa.
Vista
Después la vista, al disfrutar de un lugar ordenado que transmite nuestra forma de entender la vida y un alma que se va adecuando a las particularidades de las diferentes estaciones del año.
Olfato
El primero que se activa al llegar al hogar es nuestro olfato, con el aroma que nos recibe nada más abrir la puerta y nos indica que estamos en territorio amigo.
Tacto
El tacto también se vuelve más sensible en momentos de tensión, y rodearse de texturas agradables es clave para recuperar el equilibrio. La delicadeza de una manta gustosa sobre el cuerpo ayuda a bajar las pulsaciones de la rutina diaria.
Gusto
El gusto se convierte en un aliado para disfrutar el otoño desde casa, acompañando cada momento con sabores que reconfortan. Sopas humeantes, tartas recién horneadas o una infusión especiada se convierten en excusas perfectas para reunirnos alrededor de la mesa.