Contexto 4.4

La intervención se prolonga durante horas y el cansancio empieza a ser un factor a tener en cuenta, especialmente para ti como conductor. Consciente de ello, aplicas medidas de ergonomía para mantener tu rendimiento, ajustas periódicamente la postura en el asiento, relajando la tensión de los hombros y cambiando la posición de las piernas para mejorar la circulación. Cada cierto tiempo, cuando la situación lo permite, realizas breves paradas o relevos para bajar del camión, estirar la espalda y despejar la mente antes de retomar la conducción. Al caer la noche, redoblas estas precauciones, mantienes una iluminación suave en la cabina para reducir la fatiga visual y continúas haciendo pequeños ejercicios de movilidad en las pausas. Gracias a estos hábitos ergonómicos, logras mantenerte alerta y con plena capacidad operativa durante toda la emergencia, pese al desgaste físico y mental que conlleva un servicio tan prolongado.