Ubicación en zona segura respecto al fuego:
El camión debe situarse en un lugar donde no corra riesgo inmediato de verse alcanzado por las llamas. Esto significa posicionarse, siempre que se pueda, en la zona ya quemada o en un claro, o en un área con combustible escaso. Si tiene que estar en zona de combustible, se procura que haya distancia suficiente y que el fuego avance desde frente o de lado, pero no envolvente. Además, conviene orientarlo de cara a la amenaza con la cabina apuntando hacia el fuego o flanco activo, para que el conductor tenga el vehículo listo para salir de frente si fuera necesario (marcha adelante es más rápida que dar la vuelta). En muchas doctrinas, se recomienda aparcar mirando hacia la dirección por la que se entró, de forma que la ruta de escape ya esté encarada.
Margen de escape:
Siempre que se ubica el vehículo, se debe conservar una ruta de escape libre por si hay que retirarse de emergencia. Esto implica no encerrarse en fondos de saco sin salida, no bloquear con el propio camión la única vía, y dejar el motor encendido para poder maniobrar al instante. Por ejemplo, si están en una pista estrecha, se intenta dejar el camión en una posición y sentido que permita ir marcha atrás o adelante hacia zona segura sin complicaciones, incluso bajo humo o estrés. El conductor suele permanecer atento a esta eventualidad. Si el fuego cambia repentinamente, puede tocar la bocina tres veces (señal convenida) para avisar a su gente de reembarcar y evacuar. Por eso es vital no aparcar de forma que requiera múltiples maniobras para salir, mejor sacrificar algo de cercanía al fuego, pero estar listo para escapar. Un margen de escape es también temporal, evalúan cuánto tiempo tardaría el fuego en llegar a donde está el camión si todo falla, y si es poco, entonces esa no es ubicación segura.
Visibilidad:
El vehículo debe posicionarse de modo que tenga buena visibilidad del incendio y del entorno. Esto tiene dos facetas, la visibilidad para el conductor y la visibilidad para el equipo. Para el conductor, estacionar en un sitio donde pueda ver la mayor parte posible de su dotación y del frente de llamas, facilitando la coordinación y su rol de seguridad. No es deseable dejar el camión tras una loma que tape la vista del incendio, por ejemplo. Para el equipo, significa colocar el camión donde sea visible para otros medios, evitando ocultarlo tras curvas cerradas sin señalizar (riesgo de colisión de otra autobomba que venga). Por eso, dejan las luces de emergencia encendidas, para que entre el humo se vea el destello indicando "aquí hay un vehículo". También es importante que el camión no levante polvo justo en medio de la acción, pues podría reducir la visibilidad del incendio a los bomberos de a pie; si es muy polvoriento, mojar el suelo alrededor un poco.
Terreno firme y horizontal si posible:
Para seguridad del propio vehículo, se escoge un terreno lo más llano posible y firme. Aparcar en pendiente lateral aumenta riesgo de vuelco si el terreno cede y puede dificultar que la bomba succione el agua (si el nivel queda inclinado). En lo posible, se prefiere pendiente leve ascendente frontal, así el agua de la cisterna fluye hacia la toma y se aprovecha mejor. Evitar terreno con rocas afiladas que puedan dañar neumáticos, o debajo de árboles quemados que pudieran caer (mirar arriba por si hay ramas carbonizadas colgando).
4.2.1
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Created on September 22, 2025
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Ubicación en zona segura respecto al fuego:
El camión debe situarse en un lugar donde no corra riesgo inmediato de verse alcanzado por las llamas. Esto significa posicionarse, siempre que se pueda, en la zona ya quemada o en un claro, o en un área con combustible escaso. Si tiene que estar en zona de combustible, se procura que haya distancia suficiente y que el fuego avance desde frente o de lado, pero no envolvente. Además, conviene orientarlo de cara a la amenaza con la cabina apuntando hacia el fuego o flanco activo, para que el conductor tenga el vehículo listo para salir de frente si fuera necesario (marcha adelante es más rápida que dar la vuelta). En muchas doctrinas, se recomienda aparcar mirando hacia la dirección por la que se entró, de forma que la ruta de escape ya esté encarada.
Margen de escape:
Siempre que se ubica el vehículo, se debe conservar una ruta de escape libre por si hay que retirarse de emergencia. Esto implica no encerrarse en fondos de saco sin salida, no bloquear con el propio camión la única vía, y dejar el motor encendido para poder maniobrar al instante. Por ejemplo, si están en una pista estrecha, se intenta dejar el camión en una posición y sentido que permita ir marcha atrás o adelante hacia zona segura sin complicaciones, incluso bajo humo o estrés. El conductor suele permanecer atento a esta eventualidad. Si el fuego cambia repentinamente, puede tocar la bocina tres veces (señal convenida) para avisar a su gente de reembarcar y evacuar. Por eso es vital no aparcar de forma que requiera múltiples maniobras para salir, mejor sacrificar algo de cercanía al fuego, pero estar listo para escapar. Un margen de escape es también temporal, evalúan cuánto tiempo tardaría el fuego en llegar a donde está el camión si todo falla, y si es poco, entonces esa no es ubicación segura.
Visibilidad:
El vehículo debe posicionarse de modo que tenga buena visibilidad del incendio y del entorno. Esto tiene dos facetas, la visibilidad para el conductor y la visibilidad para el equipo. Para el conductor, estacionar en un sitio donde pueda ver la mayor parte posible de su dotación y del frente de llamas, facilitando la coordinación y su rol de seguridad. No es deseable dejar el camión tras una loma que tape la vista del incendio, por ejemplo. Para el equipo, significa colocar el camión donde sea visible para otros medios, evitando ocultarlo tras curvas cerradas sin señalizar (riesgo de colisión de otra autobomba que venga). Por eso, dejan las luces de emergencia encendidas, para que entre el humo se vea el destello indicando "aquí hay un vehículo". También es importante que el camión no levante polvo justo en medio de la acción, pues podría reducir la visibilidad del incendio a los bomberos de a pie; si es muy polvoriento, mojar el suelo alrededor un poco.
Terreno firme y horizontal si posible:
Para seguridad del propio vehículo, se escoge un terreno lo más llano posible y firme. Aparcar en pendiente lateral aumenta riesgo de vuelco si el terreno cede y puede dificultar que la bomba succione el agua (si el nivel queda inclinado). En lo posible, se prefiere pendiente leve ascendente frontal, así el agua de la cisterna fluye hacia la toma y se aprovecha mejor. Evitar terreno con rocas afiladas que puedan dañar neumáticos, o debajo de árboles quemados que pudieran caer (mirar arriba por si hay ramas carbonizadas colgando).