Este texto señala que los patrimonios alimentarios no son solo platos, recetas o semillas tradicionales; son también conocimientos, práctica

Este texto señala que los patrimonios alimentarios no son solo platos, recetas o semillas tradicionales; son también conocimientos, prácticas y saberes que representan la identidad cultural de comunidades y pueblos. La conservación de estos patrimonios es vital para mantener la biodiversidad agrícola, las prácticas sostenibles y la diversidad cultural en un escenario donde los actores económicos y políticos buscan definir qué y quién controla los recursos y prácticas alimentarias. La privatización y el dominio sobre las semillas, las prácticas tradicionales y las formas de producción obstaculizan la soberanía alimentaria y cultural de muchas comunidades, especialmente las originarias y rurales, que son las principales custodias de la biodiversidad.