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oración de la mañana

copaslinmaculada

Created on August 13, 2025

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oración de la mañana

Ciclo C

Curso 2025 - 2026

EMPEZAR

oraciones de la mañana

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Fiesta de las Familias

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Día de todos los Santos

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Miércoles de ceniza

I DOMINGO DE CUARESMA

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2 DOMINGO DE CUARESMA

Santa Paula Montal

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4 DOMINGO DE CUARESMA

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DOMINGO DE RESURRECCIÓN

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Vidas que sanan

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Bodas de Caná

En aquel tiempo había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: – No les queda vino. Jesús le contestó: – Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los sirvientes: – Haced lo que él diga. Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: – Lllenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: – Sacad ahora, y llevádselo al mayordomo. Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: – Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora. Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él. Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días Explicación El relato presenta a Jesús y su madre participando en una fiesta de bodas, en un pueblecito llamado Caná En medio de los convidados, ellos están atentos a lo que ocurre, y María siente que se acaba el vino. Y pidió ayuda a Jesús que, con alguna resistencia, acabó por hacer un signo admirable : a la entrada del banquete había unas tinajas llenas de agua, para que los que iban a comer cumplieran con la ley que manda lavarse las manos y de este modo la comida resulte una acción llena de pureza. Pues Jesús cambio el agua de las tinajas en un vino de mucha calidad. Y con este signo quiso darse a conocer como quien trasforma en alegría de fiesta, la seriedad de la ley

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

San Antón, patrón de los animales

Hoy queremos hablar de San Antón, un santo muy especial que amaba mucho a los animales. Nació hace muchísimos años en Egipto y, desde pequeño, decidió dedicar su vida a ayudar a los demás y a cuidar de la naturaleza. Vivió en el desierto, lejos de las cosas materiales, y todos los animales se acercaban a él porque sabían que les daría amor y protección. San Antón nos enseña a ser buenos con los animales y con todas las criaturas que nos rodean. Señor, ayúdanos a cuidar a los animales y a quererlos como San Antón nos enseñó. Que aprendamos a respetar la vida de todos los seres vivos y a ser amables con ellos. Te pedimos, Señor, que bendigas a nuestros animales y nos enseñes a cuidarlos siempre con cariño. Amén

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Caminos y oleaje

En la fotografía, el surfista se enfrenta a una ola gigante: es un desafío que exige equilibrio, concentración y coraje. No puede dejarse llevar por la corriente ni buscar el camino fácil; debe avanzar con determinación y confianza. De manera similar, Jesús nos invita a “esforzarnos en entrar por la puerta estrecha”. Este camino no siempre es cómodo ni sencillo: requiere decisiones conscientes, disciplina y valentía. A veces, las corrientes de la vida nos empujan hacia la facilidad, el egoísmo o la indiferencia, pero como el surfista frente a la ola, estamos llamados a mantenernos firmes, avanzar con decisión y confiar en la guía de Dios. El evangelio nos recuerda que no basta con acercarnos a Jesús solo en momentos de comodidad o en público; debemos vivirlo con coherencia, incluso cuando el camino es difícil. Preguntas: ¿Qué “olas” o desafíos grandes encuentro en mi vida que me ponen a prueba en mi fe? ¿Busco el camino fácil, o me esfuerzo por vivir según las enseñanzas de Jesús, aunque sea difícil?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Oración final Señor Jesús, ayúdame a enfrentar las “olas” de mi vida con valentía y fe. Dame equilibrio y fortaleza para mantenerme en Tu camino, aunque sea estrecho y difícil. No permitas que busque solo lo fácil o cómodo, sino que aprenda a confiar en Ti y perseverar en el bien. Que mi vida refleje mi deseo de estar siempre junto a Ti, siguiendo Tus enseñanzas y construyendo Tu Reino. Amén.

UN MENSAJE AL MUNDO

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El poder de la presencia: un voluntario en el puente

En algunos lugares hay personas anónimas que, noche tras noche, se sientan en puentes o lugares de riesgo para estar junto a quienes contemplan quitarse la vida. Su intervención no es espectacular: hablan, escuchan, ofrecen una palabra, una taza de té, acompañamiento hasta que la persona acepta ayuda profesional. Muchas vidas se han salvado gracias a ese gesto de presencia sostenida y no juzgadora. Jesús encuentra a los desesperados y no los condena; los toma de la mano, repara su dignidad y les ofrece sentido. La forma humilde y paciente del voluntario —escuchar sin soluciones inmediatas, acompañar sin huir— recuerda la mansedumbre que Jesús propone: acercarse con suavidad a quien sufre. La presencia implica coraje: enfrentarse a la propia impotencia, suspender juicios y estar disponible. En el evangelio, la cercanía humana es vehículo de la ternura divina. ¿Qué podemos aprender? • A veces lo más importante no es “arreglar” un problema, sino sostener a alguien en su dolor. • La compasión implica tiempo, constancia y disposición a no llevar la mirada a otro lado. • La humildad práctica significa aceptar que no tenemos todas las respuestas, pero sí podemos ofrecer compañía. Preguntas para reflexionar ¿A quién le doy la espalda por miedo o incomodidad, cuando su presencia exige mi tiempo? ¿Estoy dispuesto a aprender a escuchar sin apresurar soluciones? Oración Señor Jesús, concédeme un corazón valiente para acompañar al que sufre; dame palabras de consuelo y manos dispuestas a sostener. Amén.

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SE ME HAN VUELTO A HELAR

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

HAS QUERIDO VENIR A MI

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Abriendo puertas

En este dibujo vemos a Jesús abriendo una puerta muy grande con mucho cariño. Afuera hay muchas personas sonrientes que quieren recibir a Jesús y escucharlo. Jesús está enviando a sus amigos para que vayan a contar a todos que Dios los ama y quiere que vivamos con alegría y paz. Jesús les dice que no necesitan llevar muchas cosas, solo el amor y la confianza en Él. Aunque algunas personas no los escuchen, ellos deben seguir anunciando que Dios está con nosotros.

¿Cómo crees que se sienten los amigos de Jesús cuando abren la puerta para recibirlo? ¿Qué cosas importantes crees que llevan los amigos de Jesús en su mochila cuando salen a ayudar? ¿Por qué es importante ser valientes y contar a otros que Dios nos ama, aunque no todos quieran escuchar?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

PADRE NUESTRO

Buenos días, Señor Dios, nuestro Padre del cielo. Gracias por este nuevo día, por ser nuestro papá bueno que siempre nos cuida. Hoy vemos a muchos niños juntos, sonriendo y formando un círculo, como una gran familia que se quiere mucho. Tú, Padre, nos llamas a todos tus hijos y nos quieres siempre cerca, para amarnos y cuidarnos. Ayúdanos a ser buenos amigos, a compartir la alegría y a cuidar unos de otros, como hermanos que Tú nos has dado. Gracias, Padre, porque somos tu familia y nos llenas de amor y felicidad.Amén. ¿De qué manera hoy puedo hacer que alguien se sienta feliz y querido como cuando estamos todos juntos?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Queremos aprender

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Firmes en la fe

El evangelio nos habla de dar testimonio de nuestra fe, incluso cuando otros no nos comprenden o nos critican. Estas tres atletas nos muestran cómo se puede perseverar y superar grandes dificultades con valentía y esfuerzo. A pesar de lo que les falta o de los obstáculos que enfrentan, corren con fuerza y determinación. Así como ellas no se rinden, Jesús nos anima a mantenernos firmes en nuestras convicciones y a actuar con coraje frente a las dificultades. Preguntas para reflexionar: 1. ¿Qué dificultades enfrentas tú en tu día a día y cómo puedes afrontarlas con fe y perseverancia? 2. ¿De qué manera puedes ser valiente y dar testimonio de tus valores, incluso cuando otros no los comprenden? Oración: Señor, ayúdame a ser valiente y perseverante como estas atletas. Que mi corazón y mis acciones reflejen mi fe, incluso cuando me resulte difícil. Dame fuerza para superar los obstáculos y servir de ejemplo para los demás. Amén. .

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CONFÍA

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LA MUJER PERFECTA

Se cuenta que Nasrudín, un sabio que iba siempre a lomos de un borrico, llegó en una ocasión a un pueblo donde vivía un amigo de juventud que se alegró mucho de verle y le presentó a su familia. Tras servir al recién llegado una taza de té a la menta, de repente le preguntó:-Por cierto, cuando éramos dos chiquillos me decías que te casarías y que tendrías muchos hijos… ¿Cómo es que vas solo por el mundo montado en un burro? -Te lo explicaré… -dijo Nasrudín entornando los ojos con nostalgia-. De muy jovencito, decidí que iría en busca de la mujer perfecta. Para ello crucé el desierto hasta llegar a Damasco. Allí vivía una mujer muy bella y espiritual, pero le faltaban conocimientos. -¿Y qué hiciste entonces? –le preguntó su amigo muy interesado. -Seguí viajando hasta la ciudad de Isfahán. Allí conocía una mujer muy sabia en todas las ciencias y llena de bondad, pero no era guapa. Toda la familia del anfitrión seguía ahora el relato de la búsqueda de Nasrudín, que terminó diciendo: -No fue hasta entrar en El Cairo cuando encontré lo que tanto había anhelado. A través de unos conocidos pude cenar en casa de una dama que no solo era bellísima y piadosa, sino que además era un pozo de sabiduría, la joven más inteligente de toda la ciudad. -Entonces… ¿por qué no quisiste casarte con ella? -¡Claro que quise, querido amigo! Lo que pasó es que también ella quería un hombre perfecto. REFLEXIÓN Los antiguos griegos ya decían que el hombre más sabio es aquel que ha entendido que no sabe nada, porque gracias a eso querrá aprender. ¿Quién puede ser perfecto en un mundo imperfecto? La imperfección tiene muchas ventajas, siempre que la entendamos como un camino, ya que nos permite…: Tener humildad. Intentar ser hoy mejores de ayer. Ser comprensivos con los defectos de los demás. Darnos cuenta de que, muchas veces, es gracias a la imperfección que podamos conectar a fondo con las personas que nos rodean. Aceptar la imperfección no significa no querer mejorar. Al contrario, es el inicio de un viaje que, con cada éxito, nos va a hacer más felices y orgullosos de nosotros mismos. Y ojo con criticar a los demás, ya que ¡nadie es perfecto!

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Lectura del Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios. Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir». PALABRA DEL SEÑOR.

En este pasaje, Jesús nos habla de la valentía de confesar nuestra fe públicamente. Reconocer a Cristo ante los hombres no es solo pronunciar su nombre, sino vivir de tal manera que nuestras acciones, palabras y decisiones reflejen que somos sus discípulos. Jesús nos asegura que, si hacemos esto, Él mismo intercederá por nosotros ante el Padre y los ángeles. El texto también menciona la gravedad de blasfemar contra el Espíritu Santo, lo cual no es un simple insulto, sino rechazar de manera consciente y definitiva la acción salvadora de Dios en nuestra vida. Es cerrar el corazón a la gracia. Por último, Jesús nos recuerda que, en momentos de prueba, no debemos apoyarnos solo en nuestras fuerzas. El Espíritu Santo actúa como maestro interior, iluminando nuestra mente y fortaleciendo nuestro corazón para dar testimonio, incluso en circunstancias adversas. Este Evangelio nos invita a preguntarnos si nuestra fe es un simple sentimiento íntimo o una verdad que se encarna en nuestra vida y se hace visible ante el mundo. ¿En qué situaciones de mi vida me cuesta reconocer a Jesús y vivir como su discípulo? ¿De qué maneras puedo abrirme más a la acción del Espíritu Santo y confiar en su ayuda? ¿Mi manera de vivir es un testimonio que habla de Dios incluso cuando no digo su nombre?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

JESÚS MI AMIGO

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El Espíritu del Señor está sobre mí

Un día, Jesús volvió a Nazaret, el pueblo donde había crecido. Como cada sábado, fue a la sinagoga para rezar y leer la Palabra de Dios. Le dieron el rollo del profeta Isaías, y Jesús leyó en voz alta un mensaje muy especial: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha enviado a llevar la buena noticia a los pobres, a anunciar la libertad a los prisioneros, la vista a los ciegos y la esperanza a los que sufren». Después, Jesús enrolló el libro, lo devolvió y dijo: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de escuchar». Con esas palabras, Jesús nos revela que Él es el Mesías, el Hijo de Dios, enviado para traer libertad, alegría y amor. No es un profeta más, sino Aquel que cumple la promesa de Dios. Reflexión: Jesús vino a enseñarnos a vivir de un modo nuevo: no juzgando, no dividiendo, sino acogiendo, perdonando y construyendo paz. Como discípulos suyos, nosotros también tenemos una misión: llevar esperanza a los que están tristes, ayudar a los que necesitan, ser amigos de todos y transmitir la alegría de sabernos hijos de Dios. Para rezar: Señor Jesús, gracias porque viniste a traernos la libertad y la alegría. Ayúdame a ser como Tú: misericordioso, generoso y constructor de paz. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL PECADO

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BICHOS PREJUICIOSOS

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“Sarah, una niña siria que lo perdió todo”

Sarah es una niña siria que tuvo que huir de su país debido a la guerra. Un misil destruyó su casa, y perdió a su papá y a su hermano. Su mamá resultó herida y estuvo muy triste, tanto que ya no quería vivir. Sarah fue acogida por familiares y, años después, se reunió con su mamá en Líbano. Ahora viven como refugiadas, lejos de la guerra, pero también de su hogar y amigos . Hoy, al comenzar este día, pensemos en Sarah y en todos los niños que, como ella, han tenido que dejar su hogar por la guerra o la pobreza. Aunque han perdido mucho, siguen adelante con esperanza. Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedo ayudar a que todos los niños del mundo, como Sarah, tengan una vida feliz y segura? Señor Jesús, Gracias por este nuevo día. Te pedimos por todos los niños que han tenido que dejar su hogar. Ayúdanos a ser amables y generosos con ellos. Que podamos compartir nuestra alegría y cuidar de los demás, como Tú nos enseñas. Amén.

Día Mundial de la Infancia

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

San Antón, patrón de los animales

Hoy queremos detenernos a contemplar la vida de San Antón, un hombre que eligió vivir con humildad y sencillez, dedicando su vida a Dios y al cuidado de todas las criaturas. Vivió hace muchos siglos en Egipto, en el desierto, alejándose de lo material para aprender a escuchar la voz de Dios y a reconocer la belleza y el valor de cada ser vivo. Los animales, que sentían su bondad, se acercaban a él, y él los protegía con amor y paciencia. San Antón nos enseña que la grandeza no está en lo que tenemos, sino en cómo tratamos a los demás y a todo lo que nos rodea. Nos recuerda que cuidar de los animales y respetar la naturaleza es también una manera de mostrar amor a Dios y a la vida. Señor, ayúdanos a ser como San Antón: atentos, respetuosos y amorosos con todos los seres vivos. Que podamos escuchar tu voz en la belleza de la naturaleza, aprender de ella y actuar siempre con responsabilidad y cariño. Enséñanos a valorar la vida, a protegerla y a vivir en armonía con nuestro entorno. Piensa en un animal o una planta que tengas cerca, en casa o en el colegio. Durante el día, observa cómo vive, cómo se mueve, cómo crece. Reflexiona sobre cómo tus acciones pueden ayudar a cuidarlo o protegerlo. ¿Qué puedes hacer hoy para mostrar respeto y amor a la vida que te rodea? Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El encuentro que disipa el desconcierto

En el Evangelio, Herodes, aunque poderoso, está lleno de miedo e incertidumbre. Tras matar a Juan el Bautista, escucha rumores sobre Jesús que le inquietan. Quiere verlo, pero no para abrirle el corazón, sino para asegurarse de que no amenaza su poder. Herodes refleja esa parte de nosotros que, ante lo desconocido, reacciona con control y temor, sin buscar la verdad con sinceridad. Hoy también vivimos rodeados de rumores, opiniones y apariencias, y corremos el riesgo de quedarnos en lo que otros dicen de Jesús sin buscar un encuentro real con Él. Jesús no es solo una idea o un personaje del pasado: es una persona viva que quiere transformar nuestro miedo en esperanza y nuestro desconcierto en paz. La pregunta es: ¿lo buscamos de verdad o solo queremos “saber” quién es? La invitación es a ir más allá de las apariencias, abrirnos en la oración y en la experiencia personal para pasar de la distancia al encuentro. Reto: Busca un momento de silencio y pregúntate: ¿Qué imagen tengo de Jesús? ¿Lo busco de verdad o me quedo con lo que otros dicen?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Las amigas valientes de Jesús

Buenos días, Jesús. Hoy queremos comenzar el día recordando a tres mujeres muy especiales que te siguieron con amor y valentía. Junto a tus discípulos, también iban algunas mujeres que te querían, te ayudaban y creían en Ti con todo el corazón.Una de ellas era María Magdalena. Tú la sanaste cuando se sentía mal por dentro. Y desde ese día, nunca más se alejó de Ti. Fue valiente, incluso cuando todos tenían miedo. ¡Fue la primera en verte resucitado! Porque el amor siempre tiene los ojos bien abiertos. Otra era Juana, una mujer que tenía mucho, pero no se lo guardó. Compartió sus cosas contigo y con los discípulos, ayudando en lo que hiciera falta. Era generosa y servicial, una verdadera amiga. Y también estaba Susana, una mujer que no buscaba aplausos, pero siempre estaba ahí. Ayudaba, cuidaba, acompañaba. Era fiel, incluso cuando otros se iban. Aunque no se hable mucho de ella, tú la conocías bien, Jesús. Señor Jesús, hoy queremos ser como ellas: Como María Magdalena, que amó de verdad y no se rindió. Como Juana, que compartió lo que tenía. Como Susana, que estuvo contigo hasta el final. Haz que también nosotros te sigamos con alegría, en las cosas pequeñas del día: en casa, en clase, con los amigos, con quien más nos necesita. Amén.

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Vidas que sanan

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Lectura del Santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo Jesús los acogía, les hablaba del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación. 12El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado». Él les contestó: «Dadles vosotros de comer». Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente». Porque eran unos cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: «Haced que se sienten en grupos de unos cincuenta cada uno». Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos. Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos. Reflexión Dios quiere que todos tengan lo necesario para vivir con dignidad. Por ello, no podemos olvidar o ignorar el hambre y las demás necesidades que hay en el mundo. El compartir es la marca característica de la comunidad cristiana, de la Iglesia. No podemos quedarnos con los brazos cruzados. Pidámosle al Señor que seamos capaces de vivir la experiencia de compartir y de ser solidarios cada día de nuestra vida. Ahora que termina el curso y comienza nuestro período de descanso, tenemos la oportunidad de dedicar tiempo a los demás. Responde al mandato de Jesús: “Dadles vosotros de comer”.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Seguiremos!!

La canción dice: ‘Si dicen caíste, yo digo me levanto’. ¿Qué crees que significa ‘levantarse’ cuando algo malo te pasa? ¿Qué nos enseña el ejemplo de Jesús en el Evangelio sobre volver a ponerse en pie?” En el Evangelio, Jesús hace que el joven vuelva a hablar y vuelve a entregárselo a su madre. ¿Cómo podemos ‘levantar’ o ayudar a personas que han perdido la esperanza o se sienten tristes? ¿Qué podemos hacer en nuestro grupo o en clase?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

PADRE NUESTRO

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL PEQUEÑO FAROLERO

En un pueblo humilde vivía Santi, un niño con un corazón lleno de esperanza. Siempre decía que tenía una misión especial: ayudar a los demás.  Un día, encontró a Don Rubén, un anciano triste porque ya no podía trabajar en su taller. Santi lo ayudó a conseguir madera y pronto Don Rubén volvió a tallar figuras que alegraban a todos. Otro día, vio a Luisa, una niña que no podía correr y estaba triste. Santi le enseñó a pintar y ella llenó el pueblo de hermosos cuadros.  Cada vez que alguien necesitaba ayuda, Santi estaba allí con palabras de aliento y una mano amiga.  Cuando le preguntaron por qué lo hacía, respondió:  —Porque el Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado a llevar buenas noticias y esperanza a los demás.  Desde entonces, todos lo llamaron «El pequeño farolero», porque iluminaba la vida de quienes lo rodeaban. Reflexión: Ser luz para los demás  ¿Sabías que todos podemos ser como Santi, el pequeño farolero? En el cuento, Santi ayudaba a las personas de su pueblo con cosas pequeñas, pero que eran muy importantes: dar ánimo, compartir lo que tenía, o enseñar algo nuevo.  Jesús nos enseña que debemos ser como una luz para los demás, ayudando a quienes están tristes, compartiendo con quienes tienen menos, o simplemente siendo amables y alegres. Aunque no seamos grandes o fuertes, nuestras acciones pueden hacer que alguien más se sienta mejor.  Piensa en esto: ¿Hay alguien cerca de ti que necesite una sonrisa, un abrazo o una palabra amable? Tal vez algún amigo, vecino o alguien en tu familia. ¡Tú puedes ser esa luz que ilumine su día!  Recuerda que cuando hacemos el bien, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús. Él nos llena de su amor para que lo llevemos a los demás.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

TUS TALENTOS

La fotografía muestra a dos jóvenes ayudando durante una catástrofe causada por la DANA. A pesar del peligro, la incomodidad y el esfuerzo que supone, ellas eligen actuar. Están poniendo en juego sus talentos, tiempo y energía para generar un bien mayor, sin esperar reconocimiento. Este acto nos conecta con la parábola de las minas: Jesús nos entrega dones y oportunidades –nuestros talentos, nuestras habilidades, nuestra libertad– y nos llama a ponerlos al servicio del mundo. No se trata solo de hacer lo que nos resulta cómodo, sino de asumir riesgos y compromisos por el bien de otros. Quien es fiel y valiente en lo pequeño puede multiplicar el bien y transformar realidades. La pregunta no es solo “¿qué puedo hacer?”, sino también: ¿tengo el valor de actuar cuando otros miran hacia otro lado, cuando lo correcto exige esfuerzo y generosidad? La fe y los talentos que recibimos nos exigen responsabilidad, creatividad y coraje. Pregunta para reflexionar: ¿Estoy dispuesto a usar mis talentos y oportunidades para transformar la vida de otros, incluso cuando implique esfuerzo o sacrificio?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

PORQUE TE AMO

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El amigo inoportuno

Jesús contó que un hombre fue a casa de su amigo a medianoche a pedirle pan, porque tenía una visita y no tenía nada que ofrecerle. Aunque era muy tarde y todos dormían, el amigo acabó levantándose para ayudarle. ¿Por qué? Porque el hombre no se rindió y siguió insistiendo. Jesús nos quiere enseñar que Dios no se molesta cuando le pedimos cosas buenas muchas veces. Al contrario, le gusta que confiemos en Él, que le hablemos con sinceridad y que no dejemos de buscarlo. A veces las respuestas llegan más tarde de lo que queremos, pero Dios siempre escucha y da lo que necesitamos en el momento justo. Reto para hoy Hoy, piensa en algo importante que necesites de verdad (no una cosa material, sino algo que te ayude a ser mejor: paciencia, alegría, perdón, ayuda con un miedo, etc.). Escribe una pequeña oración pidiéndoselo a Dios y repite esa oración todos los días durante una semana. Y además, si hoy alguien te pide ayuda o compañía y te da un poco de pereza… recuerda al amigo de la parábola y actúa con generosidad.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LAS REGLAS DEL JUEGO

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

TE CUENTO...

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería. ¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”». PALABRA DEL SEÑOR

Los apóstoles le pidieron a Jesús: “Auméntanos la fe”, y Él les respondió que basta tener una fe pequeña, como un granito de mostaza, para hacer cosas grandes. Jesús también nos enseña a servir a los demás con humildad, sin buscar premios ni aplausos, solo por amor. ¿Qué puedes hacer hoy para demostrar tu fe, aunque sea pequeña? ¿A quién podrías ayudar esta semana sin esperar nada a cambio?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

La Casa sobre la Roca

¿Qué cosas puedo hacer hoy para que mi corazón sea fuerte y esté como una roca junto a Jesús?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Somos misioneros

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Ser como niños

Señor, en este nuevo día queremos detenernos un momento para abrirte el corazón. Vivimos en un mundo rápido, lleno de noticias, redes sociales, presión por el éxito, la imagen, la competencia... A veces sentimos que tenemos que aparentar, que debemos tenerlo todo claro, ser fuertes, adultos, autosuficientes. Pero Tú, Jesús, dijiste algo que rompe todos esos esquemas: “Les aseguro que si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos” (Mateo 18,3). ¿Qué significa eso para nosotros, adolescentes y jóvenes? Significa volver a la verdad del corazón, a la capacidad de asombrarse, de confiar, de ser humildes, de buscar el bien sin orgullo, de reconocer que no lo sabemos todo y que te necesitamos. Y en ese camino, no estamos solos. Nos has dado a cada uno un ángel custodio, que no es un cuento infantil, sino un signo profundo de tu amor: una presencia real, silenciosa, que nos cuida, que nos sugiere el bien cuando dudamos, que intercede por nosotros. En un mundo tan ruidoso, ¿cómo escucharlo? Hace falta silencio, oración, y un corazón que sepa detenerse. Ayúdanos, Señor, a aprender a escuchar más y reaccionar menos, a buscar la paz por dentro, a ser como niños sin ser inmaduros: confiando más en Ti y menos en las máscaras. Hoy te pedimos que nos des un corazón limpio, libre del cinismo, del egoísmo, de la indiferencia. Enséñanos a reconocer la voz de nuestro ángel, que muchas veces se parece a una conciencia tranquila, a una frase buena que nos viene al pensamiento, a ese impulso de hacer el bien aunque cueste.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO... Y HOY ESPECIALMENTE, REZAMOS POR LAS VOCACIONES, QUE EL SEÑOR SIGA ENVIADO A PERSONAS FELICES A HABLAR DE LA BUENA NOTICIA.

Sed misericordiosos

Buenos días, chicos. Jesús hoy nos dice una frase muy bonita y poderosa:"Sed misericordiosos, amad a todos". Eso significa: sé bueno con todos, incluso con los que a veces te cuesta querer. Escuchad esta historia:Tomás era un niño alegre que siempre jugaba con sus amigos en el recreo. Pero había un niño nuevo en el cole, llamado Carlos, que casi no hablaba y se sentaba solo. A veces hacía cosas raras y algunos niños se reían de él. Un día, comenzó a llover fuerte al salir del colegio. Todos salieron corriendo, y Tomás tenía su paraguas. Al pasar por la puerta, vio a Carlos solo, empapado bajo la lluvia. Dudó… pero recordó lo que su mamá le decía: “Dios nos pide que amemos a todos”. Así que volvió, abrió su paraguas, y dijo: — ¿Quieres venir conmigo? Carlos sonrió, y por primera vez, habló: — Gracias. Ese día, Tomás aprendió que amar como Jesús es acoger, ayudar y no dejar a nadie solo, aunque no sea tu mejor amigo. Reto del día: Hoy, busca a alguien que esté solo o triste, y hazle compañía o dile algo bonito. ¡Como Tomás con su paraguas!

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Oh Dios!, ten compasión de este pecador”. Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». PALABRA DEL SEÑOR

La parábola del fariseo y el publicano nos invita a reflexionar sobre la autenticidad de nuestra relación con Dios y con los demás. El fariseo representa la tentación del orgullo y la autosuficiencia: cree que sus obras y su moral lo hacen superior y desprecia a quienes considera “inferiores”. El publicano, en cambio, nos muestra la humildad y la sinceridad: reconoce sus límites, sus errores y su necesidad de la misericordia divina. Jesús nos enseña que la verdadera justicia y la vida espiritual no dependen de la apariencia ni de la comparación con otros, sino de la honestidad interior, del reconocimiento de nuestras debilidades y de la capacidad de abrirnos a la gracia y al servicio de los demás. Esta parábola nos desafía a evaluar no solo nuestras acciones, sino la intención y la humildad con que las realizamos. Preguntas para reflexionar: ¿En qué aspectos de mi vida me dejo guiar por el orgullo o la comparación con los demás, y cómo puedo cultivar una humildad auténtica? ¿Cómo puedo reconocer mis limitaciones y errores sin sentirme inferior, y transformar esa conciencia en acciones responsables y generosas hacia los demás?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¿Cómo está tu corazón?

Señor Jesús, hoy queremos abrirte nuestro corazón y escucharte en lo más profundo de nosotros. A veces hay ruidos, preocupaciones o miedos que nos distraen, pero ahora queremos hacer silencio para sentir tu presencia. Que esta canción nos ayude a encontrarte, a confiar en Ti y a saber que siempre estás a nuestro lado, guiando nuestros pasos. Quédate con nosotros y háblanos al corazón

¿Qué "tonterías" acumulamos a diario en nuestro corazón o mente, y en qué cosas que no duelen nos refugiamos en lugar de conectar con lo profundo y verdadero? ¿Cómo podemos, en lo cotidiano, “bajar a lo profundo” y ser parte de la familia de Jesús con gestos reales, sencillos pero de verdad?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Nuestra Señora del Rosario

¿Por qué del Rosario? Porque el rosario es una oración muy querida por María. Cuando lo rezamos, vamos meditando momentos importantes de la vida de Jesús y también de la Virgen. Es como si fuéramos caminando con ella por los momentos de alegría, dolor, esperanza y amor que vivió junto a su Hijo. El rosario no es solo repetir oraciones. Es un momento para estar tranquilos, pensar en Jesús y dejar que María nos acompañe, como una mamá que siempre está cerca, incluso cuando no la vemos. María nos enseña a decirle a Dios: "Sí" con todo el corazón, como ella lo hizo. Nos cuida, intercede por nosotros y nos invita a rezar con fe, aunque sea con palabras sencillas. ¿Qué le pedirías hoy a la Virgen María para ayudarte a ser más como Jesús en tu familia o en el cole?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Un parque de todos

En un barrio había un parque donde solo algunos niños podían jugar. Otros se quedaban mirando desde afuera porque los columpios y resbaladillas no eran para ellos. Un día, todos los vecinos se juntaron para cambiar el parque. Hicieron juegos donde cualquier niño pudiera entrar, correr o moverse, y pronto se escuchaban risas por todos lados. —Ahora este parque es como el cielo —dijo una niña—, ¡porque nadie se queda fuera! Pregunta para reflexionar: ¿Invito a todos a jugar, aunque no sean de mi grupo de amigos?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El pan de cada día

Buenos días, Dios nuestro Padre. Gracias por cuidarnos y darnos todo lo que necesitamos cada día. Hoy vemos una foto con un pan muy rico, que está en el centro y que muchas manos, de niño, mamá y papá, sostienen con cariño. Nos recuerda la oración que Tú nos enseñaste: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. El pan es importante porque nos da fuerza para jugar, estudiar y ser buenos con los demás. También nos hace pensar que Tú nos das lo que necesitamos, no solo comida, sino amor y cuidado. Ayúdanos a compartir lo que tenemos con los que más lo necesitan, y a recordar que Tú siempre estás con nosotros, como ese pan que alimenta y une a la familia. ¿Con quién puedo compartir algo bueno hoy, como compartimos el pan en familia?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LAS BIENAVENTURANZAS

En la foto vemos a varios niños caminando juntos, abrazados por los hombros. Esto nos recuerda que no estamos solos en el camino de la vida: tenemos amigos, familia y personas que nos apoyan. En las Bienaventuranzas, Jesús nos enseña que son felices los que viven en paz, los que ayudan a otros y los que saben compartir el amor. Cuando caminamos unidos, como en la foto, cumplimos ese mensaje y hacemos del mundo un lugar mejor. Pregunta para reflexionar: ¿Qué puedo hacer hoy para que alguien a mi lado se sienta acompañado y querido, como en la foto?

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

La oveja perdida

Señor, gracias porque me cuidas y me encuentras siempre, incluso cuando me siento perdido o solo. Ayúdame a sentirme seguro y amado hoy, como esa ovejita en tu historia. Amén

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Ángeles Custodios

Dios ha querido que contemos con la ayuda de los ángeles buenos y nos ha puesto un ángel a cada una de las personas al nacer para protegernos. Este ángel es el ángel de la guarda o ángel custodio que nos cuida siempre y nos ayuda en lo que necesitemos.La palabra “ángel” significa “mensajero”, es decir, el que lleva y trae noticias, ya sea de nosotros a Dios o bien de Dios para nosotros. El día 2 de octubre celebramos la fiesta de los ángeles custodios y hay una oración que gusta mucho a los ángeles que podemos aprender para este día. ¡Dale al play!

ORACIÓN: Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me dejes solo ni de noche ni de día. No me desampares, que sin ti me perdería. Hasta que descanse en los brazos de María.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO... Y HOY ESPECIALMENTE, REZAMOS POR LAS VOCACIONES, QUE EL SEÑOR SIGA ENVIADO A PERSONAS FELICES A HABLAR DE LA BUENA NOTICIA.

Queremos aprender

El dibujo nos recuerda que los Reyes Magos llevaron regalos a Jesús, y que hoy también podemos regalar algo muy especial: compartir el pan con quien lo necesita y vivir en paz con todos. Así hacemos feliz a Jesús. ¿Qué regalo sencillo puedes dar a Jesús en tu vida diaria? “Jesús, enséñame a compartir y a vivir en paz con mi familia y amigos. Amén.”

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

FELIZ AÑO NUEVO

Hoy, al amanecer de este nuevo año, damos gracias por la promesa de un nuevo comienzo. En estos días en que el mundo se iluminó con fuegos artificiales, deslumbrantes espectáculos de luces y celebraciones desde Sydney hasta Río de Janeiro, somos invitados a reflexionar sobre nuestra propia capacidad de renovarnos. Como esos lugares que saludaron el 2026 como una oportunidad para compartir, reunirnos y mirar hacia el futuro, nosotros también podemos encender una luz interna que impulse el aprendizaje, la esperanza y la gratitud. El Año Nuevo no es solo una fecha; es una oportunidad para reconocer lo vivido, para perdonar errores pasados, y para mirar con valentía y claridad el camino que estamos construyendo. Te damos gracias, Dios, por este año que comienza: por los retos que nos esperan y por el potencial que guardamos. Danos la serenidad para valorar lo aprendido, la fuerza para construir con humildad y la sabiduría para cuidar los vínculos que compartimos en esta comunidad educativa. Reto del día: Hoy, escribe (en silencio o para compartir) una breve frase que exprese algo por lo que estés agradecido al iniciar este año. Y comparte esa frase con alguien cercano: un compañero, profesor o amigo. Que juntos iluminemos el comienzo de este curso con gratitud y esperanza.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

JESÚS PASA POR AQUÍ

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pus mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?” Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dijo: “Aquí está tu recibo, escribe ochenta”. Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

? ¿Cómo interpretas esta frase: "El que es fiel en lo poco, también lo será en lo mucho"? ¿Eres fiel en las pequeñas cosas del día a día?¿Qué significa hoy "no se puede servir a Dios y al dinero"? ¿Vives tu vida con libertad frente a las cosas materiales o te condicionan demasiado?

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». PALABRA DEL SEÑOR. Jesús les decía a sus amigos que muchas cosas pueden cambiar en el mundo y que a veces suceden cosas difíciles o que dan miedo, como guerras o desastres. Pero les enseñó que no debemos asustarnos, porque Él siempre está con nosotros y nos dará fuerza y sabiduría para hacer lo correcto y ser valientes. Aunque otras personas no entiendan nuestra fe o incluso nos critiquen por seguir a Jesús, Él nos promete que cuidará de nosotros y que nuestra perseverancia nos hará fuertes. ¿Cómo puedes confiar en Jesús y ser valiente cuando algo te da miedo o parece difícil?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¿Desordenado?

Imaginemos un cuarto muy desordenado, con ropa y juguetes tirados por todas partes, libros olvidados en el suelo y ventanas abiertas. Parece un lugar donde nadie cuida lo que hay dentro. Este cuarto nos recuerda un poco a nuestra vida cuando no nos preparamos ni cuidamos lo que Dios nos ha dado. Jesús nos enseña que debemos estar atentos y ser responsables, como el administrador fiel, para aprovechar bien lo que tenemos y hacer el bien a los demás. Cuando nos preocupamos por organizar nuestro “cuarto interior” —nuestros pensamientos, acciones y corazón— estamos listos para recibir a Dios en cualquier momento, y Él se alegrará de vernos preparados. Oración: Señor, ayúdame a cuidar mi corazón y mis acciones hoy. Que sea responsable con lo que me has dado, y que siempre esté preparado para hacer el bien. Haz que mi vida sea un lugar ordenado, donde tú puedas entrar con alegría. Amén. Preguntas para reflexionar: ¿Qué cosas en mi vida necesito “ordenar” para estar más preparado para hacer el bien? ¿Cómo puedo ser como el administrador fiel y prudente que Jesús menciona, cuidando lo que me confías y ayudando a los demás

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EXALTACIÓN DE LA CRUZ

Hoy celebramos la fiesta de la Santa Cruz. La tradición cuenta que Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró en Jerusalén la cruz en la que murió Jesús. La cruz, signo de dolor y sufrimiento, se transforma para nosotros en signo de esperanza y de amor, porque nos recuerda que, aun en medio de la injusticia, el pecado y la muerte, el amor de Dios es más fuerte y vence todo lo malo. En la cruz Jesús nos mostró cuánto nos ama y nos abrió el camino de la salvación. Reto de hoy: Te invitamos a que durante esta jornada lleves la cruz en tu interior de una manera concreta: piensa en aquellas “cruces” o dificultades que hoy estás viviendo, y en vez de rechazarlas, ofrécelas a Dios como una oportunidad de crecer y de amar. También puedes pensar en alguna persona de tu entorno que esté cargando con su propia cruz, y proponerte un gesto de cercanía o apoyo hacia ella. “Señor Jesús, gracias porque en tu cruz descubrimos que el amor es más fuerte que la muerte. Ayúdanos a cargar con nuestras cruces de cada día con esperanza y a ser signo de tu amor para los demás. Amén.”

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL ÁRBOL MÁGICO

Existió una vez un carpintero que, sin importar las calamidades que hubiera sufrido, cada jornada antes de entrar en su hogar palpaba las ramas de un árbol en su jardín. Solo con eso recuperaba el buen ánimo. Ya en casa, charlaba con su esposa y sus hijos como si aquella tarde empezara sus vacaciones. Un estudiante de la casa vecina que se había fijado en aquel curioso ritual le preguntó en una ocasión qué hacía en el jardín para entrar tan contento y relajado en casa. -Pues ese es mi árbol de los problemas. –le dijo muy contento-. De muy joven me preocupaba por todo y siempre estaba disgustado con alguien. Ya se sabe… Nada más salir a la calle tenía problemas con un mal conductor, con un cliente grosero o que no paga, o bien se me estropeaba una herramienta importante… Todo eso me acababa enfadando. -¿Y ya no? –le preguntó el estudiante muy interesado. -¡Sigo teniendo disgustos, como todo el mundo! Pero ahora no dejo que entren en casa. ¿Por qué tendría que sufrirlos mi familia? Al terminar cada día de trabajo, imagino que los cuelgo en ese árbol y a la mañana siguiente los recojo de nuevo. ¿Y sabes qué? El estudiante le escuchaba, fascinado, con los ojos como platos. -Por la mañana siempre encuentro muchos menos, y son más pequeños que los de la noche anterior. REFLEXIÓN: Esta historia señala una de las principales fuentes de infelicidad de las personas: ser incapaces de disfrutar el momento porque estamos… Enfadados con alguien que nos dijo esto o lo otro. Preocupados por las cosas, en vez de ocuparnos de las cosas. Ansiosos por lo que pueda pasar, aunque no seamos adivinos para pronosticar el futuro. Tú también puedes tener un “árbol de los problemas” imaginario donde dejar descansar todo lo que te haga daño. Seguro que mañana lo verás con otros ojos… ¡Es cuestión de tiempo! Si existe un problema, ocupémonos en resolverlo, pero si llevarlo a cuestas sin hacer nada para resolverlo nos tiene que crear mal humor, tristeza, pesar, amargura o angustia, mejor dejarlo colgado en el árbol de los problemas o, mejor aún, tirarlo a la basura. Sobre esto, un psicólogo norteamericano decía a sus pacientes: -¿Puede decirme si esto que le preocupa tendrá importancia de aquí a un año? Si la respuesta es no, ya puede tirar el problema a la basura.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LOS TRES FILTROS

-¡Profesora, profesora! –gritó Ana, mientras corría por el pasillo. La niña estaba tan emocionada que le faltó poco para golpearse con una puerta para alcanzar a su maestra de inglés. Esta le sonrió. ¿Qué debía de ser aquello tan importante para que una de sus mejores alumnas la siguiera de esa manera? Cuando Ana llegó junto a ella, no podía casi respirar. -¿Alguien se ha hecho daño? –se preocupó la maestra. -No, no, ¡más grave! -¿En serio? –se alarmó aún más. Ana se puso seria. Tosió. Miró a un lado y otro del pasillo y muy nerviosa, dijo: -Unas chicas han estado hablando de usted y han dicho que… La maestra hizo un gesto con la mano y la mandó callar. -Piensa bien lo que vas a decir… Antes de nada, quiero que me digas algo: ¿lo que vas a contarme es verdad? La alumna se sorprendió ante esa pregunta. Era imposible que lo que sus compañeras habían dicho fuera verdad. ¡Era una burrada! -No lo creo –contestó-, pero… -¿Por lo menos es divertido? –suspiró la maestra-. ¿Nos vamos a reír? ¿Se lo puedo contar a los otros profesores y pasar un buen rato? Ana negó cabizbaja. -Entonces, ¿por qué quieres contármelo? Fue así como Ana comprendió que no todo lo que se oye por ahí se ha de repetir, y fue así también como la maestra de inglés nunca supo que sus alumnos decían que era bruja, hija de hechiceros, y que por las noches se comía ratones y sapos vivos para cenar. REFLEXIÓN: Cuando alguien nos viene a contar algo malo sobre nosotros, aunque diga que es por amistad, nos hace un flaco favor. Enseguida nos sentimos tristes y enfadados. Tal vez incluso perderemos a un amigo. ¿Dónde está la ventaja de conocer rumores? En los mensajes negativos, el mensajero es tan culpable como quien ha hablado mal de nosotros, ya que ente ambos consiguen que nos sintamos mal. ¿Y eso a quién le sirve? El método de “los tres filtros” que utilizaba Sócrates, y que hemos ilustrado en este cuento, nos propone tres preguntas antes de difundir una información negativa sobre alguien: Filtro de la verdad: ¿Estás seguro de que lo que vas a contarme es cierto? Filtro de la bondad: ¿Lo que vas a decirme es algo bueno? Filtro de la utilidad: ¿Me servirá de algo saber lo que has oído? Si un mensaje que puede herir no pasa la prueba de estos tres filtros, es mejor callarse.

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BLESS THE LORD

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Lectura del Santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. PALABRA DE DIOS.

En el Evangelio de hoy, Jesús le habla a un hombre llamado Nicodemo y le explica algo muy importante: Dios nos ama tanto que nos envió a su Hijo, Jesús, no para castigarnos, sino para salvarnos. A veces pensamos que si hacemos algo mal, Dios se va a enfadar con nosotros. Pero no es así. Dios no es un juez con cara seria, es un Padre con los brazos abiertos. Jesús no vino a condenar, sino a darnos una nueva oportunidad, a ayudarnos a vivir con amor y a enseñarnos el camino al cielo. Es como cuando un amigo te ayuda a levantarte después de caerte. Jesús quiere hacer eso con nosotros cada día. Solo nos pide que confiemos en Él. Preguntas para reflexionar: ¿Confías en que Jesús te quiere incluso cuando te equivocas? ¿A quién puedes ayudar hoy a levantarse con tu cariño o perdón?

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ES PARA TI

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HOY YO ME OFREZCO

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Voluntariado

Un grupo de jóvenes de la ciudad de Wad Madani, en Sudán, ha convertido su antigua escuela primaria en un albergue para personas que se han visto forzadas a huir de la capital, Jartum. Ante la llegada masiva de desplazados por los combates, estos jóvenes decidieron actuar con valentía y solidaridad, ofreciendo refugio, comida y apoyo emocional a quienes más lo necesitan. A pesar de las dificultades y del miedo, no dudaron en dar un paso adelante y asumir un compromiso con su comunidad, demostrando que la edad no es un impedimento para generar un cambio real. (acnur.org) Esta noticia nos invita a pensar en cómo nuestras acciones pueden marcar la diferencia, incluso frente a situaciones difíciles. Los jóvenes sudaneses nos muestran que la compasión y la solidaridad no dependen de la edad ni de las circunstancias: con valentía, pueden transformar miedo y caos en esperanza y ayuda. Como estudiantes y futuros adultos, también enfrentamos desafíos: presión social, decisiones importantes y conflictos internos. Jesús nos enseña que seguirlo implica actuar con amor y responsabilidad, incluso cuando nos resulta difícil o cuando el camino exige esfuerzo. Ayudar al prójimo, defender la justicia y ser solidarios no son solo buenas ideas; son compromisos que nos forman como personas y como discípulos. Hoy podemos preguntarnos: ¿cómo estamos usando nuestras capacidades y recursos para servir a los demás? ¿Estamos atentos a las necesidades de quienes nos rodean o esperamos que otros den el primer paso? Reflexionar sobre esto nos ayuda a conectar nuestra fe con la vida diaria y a vivir de manera coherente con el Evangelio. Oración: Señor Jesús, Gracias por mostrarnos que, incluso en medio de dificultades, podemos elegir el amor y la solidaridad. Ayúdanos a ser valientes como esos jóvenes sudaneses, dispuestos a tender la mano a quienes más lo necesitan. Que nuestras acciones reflejen siempre tu amor, que seamos luz en los momentos de oscuridad y esperanza para los que sufren. Danos fuerza para actuar con compasión, compromiso y alegría, siguiendo tu ejemplo cada día. Amén.

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Lectura del santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pus mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?” Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dijo: “Aquí está tu recibo, escribe ochenta”. Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero». ¿Por qué crees que el jefe se enfadó con el administrador? ¿Qué te parece que hizo el administrador para resolver su problema? ¿Fue listo o fue tramposo? Jesús dice que no podemos servir a Dios y al dinero. ¿Qué significa eso en tu vida de niño?

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¿Cómo está tu corazón hoy?

Llevamos ya varias semanas de cole. Después de las vacaciones volvemos a tener la suerte y el regalo de poder estar con nuestros compañeros y amigos cada día. Es posible que en algún momento echemos de menos a alguien de nuestra familia, pero no pasa nada porque estamos rodeados de gente que nos va a hacer felices cada día. Vamos a escuchar esta canción que seguro que nos suena: Todos los días tendremos un ratito para rezar con Jesús. Este momento es muy importante porque, aunque Jesús esté siempre con nosotros, ahora es cuando nos damos cuenta y hablamos con él. Con los ojos cerrados pensamos: ¿Cómo he recibido a mis compañeros y amigos hoy? He jugado con ellos estos días ? ¿He sido agradable con todos?

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Día Mundial de las personas sin hogar

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Un parque para todos

Existen parques y espacios recreativos diseñados desde la accesibilidad para que niños, jóvenes y adultos con discapacidades puedan disfrutar sin barreras. Nacidos muchas veces de la iniciativa de familias, estos lugares apostaron por la inclusión total: atracciones, caminos y servicios pensados para que nadie quede fuera. Más que entretenimiento, son afirmaciones públicas de que la alegría y el derecho a la vida comunitaria no son privilegio de algunos. Jesús siempre llevó la preferencia hacia los últimos: curó, acogió y defendió la dignidad de los excluidos. Un espacio inclusivo es un signo del Reino: donde todas las personas caben, donde la comunidad se adapta para que nadie esté de más. Esto desafía nuestras estructuras y actitudes: si verdaderamente creemos que toda persona es imagen de Dios, nuestras plazas, nuestras aulas y nuestros corazones deben reorganizarse para acoger. La humildad cristiana no espera que el excluido “se ajuste”, sino que la comunidad se transforme. ¿Qué podemos aprender? • La inclusión requiere imaginación y compromiso social, no solo buenas intenciones. • Celebrar la diversidad es una forma concreta de anunciar el Evangelio. • La verdadera hospitalidad cambia el diseño de los espacios y nuestras prioridades. Preguntas: ¿Qué barreras físicas o culturales hay en mi colegio y cómo puedo contribuir a derribarlas? ¿Busco la compañía de quienes son distintos a mí o permanezco en mis círculos cómodos? Oración: Señor, danos ojos que vean la dignidad en toda persona. Haznos creativos y justos para construir comunidades donde nadie sea excluido. Amén. .

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AMOR VERDADERO

En la imagen vemos a un grupo de jóvenes levanando tres símbolos: una cruz, un signo de igualdad y un corazón. Es un mensaje claro y profundo: la cruz de Jesús es igual al amor verdadero. Hoy en día escuchamos hablar mucho del amor, pero no siempre se entiende en su profundidad. Jesús es la cruz nos mostró que amar no es solo sentir bonito, sino entregarse, dar la vida por los demás, incluso cuando cuesta. La cruz nos recuerda que el amor auténtico tiene siempre algo de sacrificio, pero también que ese sacrificio da vida y esperanza. En el Evangelio Jesús mismo lo dice con claridad: "Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos" (Juan 15, 13) Si el amor verdadero se mide en la capacidad de darse ¿hasta dónde estoy dispuesto yo a amar? ¿Me quedo en palabras o soy capaz de pasar al gesto, al servicio, al perdón? ¿Qué significa para mí que la cruz de Jesús sea igual al amor? ¿Cómo puedo mostrarlo en mis relaciones con los demás, especialmente con quienes me cuesta más amar?

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Las amigas de Jesús

Buenos días, Jesús. Hoy te damos gracias por este nuevo día. Queremos contarte algo bonito: Tú, Jesús, tenías muchas personas que te querían, y algunas eran mujeres muy buenas. Una de ellas era María Magdalena. Ella estaba muy triste por dentro, pero tú la ayudaste, y desde ese día, ¡te siguió siempre! Te quiso mucho, y tú también la querías. Otra se llamaba Juana. Ella te ayudaba con sus cosas: daba comida, preparaba lo que hacía falta, y siempre estaba dispuesta a servir. Era muy generosa. Y también estaba Susana, que no hablaba mucho, pero siempre estaba contigo. Era buena, amable y ayudaba en silencio. Ellas fueron tus amigas. Te acompañaron, te cuidaron y te amaron con todo su corazón. Jesús, yo también quiero ser tu amigo. Ayúdame a amar como María, a compartir como Juana y a ayudar como Susana. Gracias por este día. Quédate conmigo en el cole y en casa. Amén.

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Sólo en Dios

Hoy, al escuchar esta canción, me detengo a pensar en las veces que he buscado consuelo en lugares equivocados o he confiado en mis propias fuerzas. "Sólo en Dios" me recuerda que, aunque las circunstancias sean inciertas, Él es mi roca firme, mi refugio seguro. Hoy elijo confiar plenamente en Su amor y en Su plan para mi vida. ¿En qué momentos de mi vida he buscado consuelo en lugares equivocados o he confiado solo en mis propias fuerzas? ¿Cómo puedo fortalecer mi confianza en Dios y reconocer Su presencia en mi día a día

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El erizo generoso

Vivía en el bosque un erizo tan lleno de púas que ningún animal salvaje se atrevía a acercarse. Iba tranquilamente de un lado para otro, importándole muy poco ver aparecer a la serpiente o al león. Nada podían contra él, porque sus terribles púas podían herir a cualquiera. Sus amigos le envidiaban, porque ellos siempre tenían que huir al encontrarse con alguna fiera. Sin embargo, el Erizo era muy generoso, se llevaba bien con todos los animales y no le importaba lo más mínimo regalar sus púas a quien se las pidiese. La última púa que le quedaba se la dio al ratón. Este la quería para usarla como espada contra un gato que le molestaba. En esto llegó la serpiente. Al ver al erizo mondo y lirondo, se dispuso a comérselo. Este, tumbado panza arriba, al sol, no se inmutó. – Cada cual debe aceptar su destino con una sonrisa – acostumbraba a decir a sus conocidos. Cuando ya la serpiente se le acercaba, todos los animales que habían obtenido alguna púa del erizo, se abalanzaron sobre ella, armados con las mismas, y la asustaron al instante. Escapó. El erizo agradeció a sus amigos su valiente gesto. ¡Qué lección tan maravillosa! Dio el arma que le servía como única defensa, porque él le daba más importancia al amor y a la amistad. ¿Y tú? ¿Eres como el erizo, que comparte lo que tiene? ¿Te gusta compartir para ver a los demás felices? Seguro que tú también te sientes feliz cuando los demás comparten sus cosas contigo…

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Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.  Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas.  Reflexión Cuatro bienventuranzas y cuatro amenazas es lo que nos presenta el evangelista Lucas. El anuncio es para todos y es buena noticia cuando se acoge y vive desde el convencimiento del querer de Dios. Él nos ha creado para ser felices. En la época de Jesús, se pensaba que el pobre, el hambriento o el que lloraba se lo merecía. Algo habría hecho para que Dios lo castigara. Jesús rompe esa mentalidad y nos presenta a Dios como Padre Misericordioso. Esa es la felicidad: sentirnos queridos y acogidos por Dios.

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Firmes en la fe

El evangelio nos habla de dar testimonio de nuestra fe, incluso en medio de dificultades, incomprensiones o persecuciones. La imagen de una flor que brota en un desierto nos recuerda que la vida, la esperanza y la bondad pueden surgir en los lugares más inesperados. Así como esa flor se abre a pesar de la aridez que la rodea, nosotros también podemos mantener nuestra fe y nuestros valores en medio de los problemas, las críticas o la indiferencia del mundo. La perseverancia y la confianza en Dios permiten que lo bueno crezca, aunque todo parezca en contra. Preguntas para reflexionar: 1. ¿Qué “desiertos” o dificultades hay en tu vida donde Dios te invita a florecer con fe y esperanza? 2. ¿Cómo puedes ser como esa flor, dando testimonio de tus valores y de tu fe incluso cuando parece difícil? Oración: Señor, ayúdame a mantenerme firme en la fe y a florecer incluso en los momentos difíciles. Que mi vida sea testimonio de esperanza y amor, y que nunca pierda la fuerza de creer en lo bueno. Amén.

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No tengáis miedo

Jesús estaba hablando con sus amigos y les decía que un día muchas cosas cambiarían, y que incluso los edificios grandes y bonitos podrían desaparecer. Les enseñó que no debemos tener miedo si vemos que pasan cosas malas en el mundo, como peleas o desastres, porque Él siempre estará con nosotros. Jesús también les dijo que a veces algunas personas no entenderán nuestra fe y que podríamos sentirnos solos o tristes por seguirlo. Pero Él nos promete que siempre nos cuidará y nos dará fuerza y palabras para ser valientes y dar testimonio de su amor. Jesús quiere que confiemos en Él y que sigamos haciendo el bien, aunque haya dificultades. ¿Cómo puedes ser valiente y ayudar a los demás, aunque a veces las cosas sean difíciles? Oración Señor Jesús, Gracias por cuidarme y darme fuerza cuando tengo miedo. Ayúdame a ser valiente y a confiar en Ti siempre.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

DAR CON CORAZÓN

El dibujo nos enseña que lo importante para Jesús no es dar mucho, sino dar con amor y de corazón. La señora dio lo poquito que tenía y Jesús le regaló muchísimos corazones de alegría. ¿Qué cosita pequeña puedes dar hoy con mucho amor? “Jesús, enséñame a dar siempre con el corazón, aunque sea poquito. Amén.”

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

SALMO 17

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Te buscaré...

¿Qué crees que quiere decir la canción cuando dice que Jesús es un "huracán de amor"? ¿Qué hizo Jesús cuando lo rechazaron? ¿Tú cómo reaccionas cuando alguien te trata mal? ¿Qué puedes hacer tú para ser más como Jesús cuando algo te enfada o te duele?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El Amigo Inoportuno

¿Me acuerdo de hablar con Dios cuando necesito algo o cuando tengo miedo?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Santa Cecilia

La Iglesia celebra a Santa Cecilia, patrona de los músicos. Según la tradición, Cecilia era una joven cristiana de Roma que, aun en medio de persecuciones, cantaba a Dios con el corazón mientras vivía su fe con valentía. Su canto no era solo música: era una expresión de amor y confianza total en Dios, incluso en momentos de dolor. Santa Cecilia nos recuerda que la música puede ser un puente entre el cielo y la tierra, un lenguaje que toca el corazón y puede llevar paz, esperanza y alegría a quien la escucha. No hace falta ser músico profesional para “cantar a Dios”: cada gesto de bondad, cada palabra de aliento y cada acto de amor es una melodía que podemos ofrecerle. ¿De qué manera puedo “poner música” a mi vida hoy, para que mis palabras y acciones transmitan armonía, paz y alegría a los demás?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Los animales que no sabían respetar

En lo alto de una montaña, vivían el conejo Serapio y sus nietas, Serafina y Séfora. Serapio era muy bueno y respetuoso, pero sus nietas eran todo lo contrario: se pasaban el día burlándose de los demás animales y faltándoles el respeto. Un día, Serapio se cansó del mal comportamiento de sus nietas y les propuso un juego: deberían escribir en una libreta la palabra ‘Disculpa’ cada vez que faltasen el respeto a alguien. Ellas aceptaron y empezaron a escribir la palabra cada vez que ofendían a alguien. Pronto se dieron cuenta de que sería más fácil respetar a los demás que ir escribiendo esta palabra todo el día. Serapio, que oyó la conversación, las felicitó por su decisión y les pidió que borrasen todas las palabras que habían escrito. Una vez las conejitas habían borrado las páginas, se dieron cuenta de que estas no quedaban igual que al principio y su abuelo les dijo que esto era lo que pasaba cuando se faltaba el respeto a alguien: las palabras quedaban en el corazón de los demás y el daño no podía repararse completamente. Desde este momento, las conejitas cambiaron su comportamiento y empezaron a respetar y a ayudar a los demás animales.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¡Levántate!

¿Has vivido o conocido alguna situación donde alguien necesitaba que “lo levantaran”? ¿Cómo podemos ser como Jesús para esas personas? ¿Qué significa para ti “volver a la vida” hoy en día?

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ME SOBREPASA

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Escribe un título genial

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Abre tu corazón

A veces, cuando estamos enojados, tristes o no entendemos algo, cerramos “la puerta” de nuestro corazón a las personas que nos quieren, como nuestra familia o amigos. Eso puede hacer que nos perdamos de escuchar palabras de amor, consejos o ayuda. Abrir el corazón significa estar dispuestos a perdonar, escuchar y entender al otro, aunque no pensemos igual.Si Jesús estuviera del otro lado de la puerta, probablemente diría: “No tengas miedo, estoy aquí para ayudarte y amarte, pase lo que pase.” Él siempre llama con paciencia, esperando a que lo dejemos entrar con nuestra confianza y amor

¿A qué cosas o personas cerramos “la puerta” a veces? ¿Qué podemos hacer para abrir el corazón y escuchar más?

Señor Jesús, ayúdame a no cerrar mi corazón por el enojo o el miedo. Enséñame a escuchar con paciencia, a perdonar y a dejar entrar a las personas que me aman. Que siempre pueda abrirte la puerta a Ti, porque sé que tu amor me trae paz

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¡Buenos días!

"¡Buenos días! Vamos a comenzar nuestra oración. Ponte cómodo, guarda silencio y piensa en algo que te llene de alegría y paz. Cierra los ojos y habla con Dios desde tu corazón."

¿Cómo crees que Jesús cuenta contigo para ser parte de su camino y misión hoy? ¿De qué manera puedes ayudar a los demás a conocer a Jesús con tus palabras y acciones?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

En la imagen vemos un puzle en forma de casa, donde cada pieza representa una responsabilidad o un deseo: dinero, familia, mascotas… La mano que intenta encajar todas las piezas simboliza nuestro esfuerzo por ordenar la vida y equilibrar lo que tenemos y lo que queremos. El evangelio nos recuerda que seguir a Jesús no es solo añadirlo a nuestra lista de responsabilidades o deseos, sino ponerlo en el centro de nuestra vida, incluso cuando eso significa renunciar a algo que creemos imprescindible. Jesús nos invita a medir bien nuestras decisiones, a planificar y a asumir compromisos, porque el discipulado requiere prioridad, esfuerzo y coherencia. Así como quien construye una torre primero calcula los recursos, nosotros debemos reflexionar sobre lo que estamos dispuestos a entregar para vivir según el Evangelio. No se trata de renunciar por miedo o imposición, sino de darle a Dios el lugar que merece, dejando que nuestras decisiones y acciones estén guiadas por el amor y el propósito de vida que Él nos propone. Preguntas para meditar ¿Qué “piezas” de mi vida estoy poniendo antes que mi relación con Dios y cómo puedo reorganizarlas para seguirlo de verdad? ¿Qué compromisos o renuncias me pide Jesús hoy para construir una vida coherente con mi fe?

No es lo que tengo, es lo que soy

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Color esperanza

La canción nos habla de tener esperanza y alegría en nuestro corazón. Nos dice que, aunque a veces nos sintamos tristes o tengamos miedo, siempre podemos encontrar luz y seguir adelante. Como niños y niñas, podemos aprender que compartir sonrisas, ayudar a los demás y ser amables hace que el mundo sea un lugar más bonito. Cada día podemos poner un “color de esperanza” con nuestras palabras y nuestras acciones. ¿Qué puedo hacer hoy para que alguien sonría y se sienta feliz? Oración Señor, ayúdame a ser valiente y alegre. Que pueda compartir mi sonrisa y ayudar a mis amigos y mi familia. Que mi corazón siempre tenga esperanza y amor. Amén.

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SI TE TENGO A TI

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

San José de Calasanz

Hace muchos años, había un hombre llamado José de Calasanz. Él amaba mucho a los niños y quería que todos pudieran aprender y ser felices. José vio que muchos niños no podían ir a la escuela y estaban tristes porque no sabían leer ni escribir. Entonces decidió abrir una escuela para ellos. Todos los días enseñaba con alegría y cuidado, y los niños aprendían jugando, leyendo y cantando. José siempre les decía: “Dios quiere que todos los niños aprendan y sean felices”. Gracias a San José de Calasanz, muchos niños pudieron aprender y descubrir lo maravilloso que es conocer y ayudar a los demás. Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedo ayudar hoy a que alguien se sienta feliz y querido como lo hicieron los niños con San José de Calasanz? Oración: Señor, ayúdame a aprender y a ayudar a los demás como San José de Calasanz. Que mi corazón sea amable y mi sonrisa lleve alegría a los que me rodean. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

San Antón, patrón de los animales

Hoy, al iniciar este día, nos dirigimos a ti, Señor, para reflexionar sobre la vida de San Antón, un hombre que, hace más de mil setecientos años, eligió vivir en el desierto de Egipto para dedicarse a la oración, la meditación y al cuidado de los demás. San Antón, conocido como el "padre del monaquismo", mostró una profunda conexión con la naturaleza y los seres vivos, enseñándonos a valorar y respetar toda forma de vida como creación divina. San Antón no solo vivió en armonía con los animales, sino que también entendió que el amor a Dios se manifiesta en el cuidado y respeto hacia todas sus criaturas. Su vida nos invita a reflexionar sobre cómo, en nuestra sociedad actual, podemos seguir su ejemplo. En los últimos tiempos, hemos sido testigos de cómo los animales desempeñan un papel fundamental en la vida de muchas personas. Por ejemplo, los perros guía, entrenados para acompañar y asistir a personas con discapacidad visual, se han convertido en compañeros indispensables que brindan autonomía y seguridad. Señor, te pedimos que nos ayudes a seguir el ejemplo de San Antón, aprendiendo a valorar y respetar a los animales y a todas las criaturas de tu creación. Que podamos ser conscientes de su importancia en nuestras vidas y actuar con responsabilidad y compasión hacia ellos. Hoy, reflexiona sobre una forma en la que puedas contribuir al bienestar de los animales en tu entorno. Ya sea informándote sobre su cuidado, apoyando organizaciones que trabajen por su protección o simplemente mostrando respeto hacia ellos en tu día a día. Recuerda que, como San Antón, cada uno de nosotros puede hacer una diferencia en la vida de los seres vivos que nos rodean. Amén.

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BLESS THE LORD

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BLESS THE LORD

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GLORIA

¡Buenos días a todos! Buscamos un momento como este… momento sin prisas para estar contigo Señor. Cerramos los ojos y con nuestras manos en la barriga, sentimos nuestra respiración… Ahora abrimos los ojos y nos preparamos para empezar.

Hemos comenzado un nuevo curso pero el tiempo pasa volando, muuuy rápido y, sin darnos cuenta, ya casi estamos terminando septiembre. Hemos vuelto a ver a nuestras profes y amigos; por todos esto y por más cosas, estamos muy contentos y comenzamos cantando “GLORIA”.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Escucha

¿Por qué crees que esta niña se está tapando los oídos? ¿Alguna vez no quisiste escuchar cuando alguien te decía algo bueno o importante? ¿Qué pasó después? ¿Qué cosas bonitas podría escuchar la niña si abre sus oídos y su corazón a lo que dice Jesús? A veces escuchamos cosas que nos ponen tristes o que no son correctas. Igual que la niña de la imagen, podemos aprender a “cerrar nuestros oídos” a lo que no nos hace bien y elegir escuchar palabras amables, consejos de nuestros papás y cosas que nos enseñen. Así cuidamos nuestro corazón y nuestros pensamientos.

Gracias, Dios, por darme oídos para escuchar cosas buenas y bonitas. Ayúdame a cerrar mis oídos a las palabras feas y abrirlos siempre a lo que me ayuda a ser mejor

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¡VOLVEMOS!

“Había una vez una clase que despertaba después de la Navidad. Los niños y niñas venían como pequeños Reyes Magos, cargados de alegría y con ganas de aprender cosas nuevas. Al entrar al colegio, Jesús les sonrió y les dijo: —Gracias por volver con corazones tan bonitos. Hoy quiero que traigáis vuestros mejores regalos: una palabra amable, una mano que ayuda y una sonrisa que ilumine a los demás. Y así, la clase empezó su aventura del nuevo año, con Jesús acompañándolos en cada juego y en cada lección. Reto del día: “Regala tres sonrisas y una palabra bonita a tus compañeros, para que la clase brille como una estrella en el cielo.”

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San José de Calasanz

Hace muchos años, en un tiempo en que no todos los niños podían ir a la escuela, vivía un hombre llamado José de Calasanz. Él amaba mucho a Dios y también a los niños. Cada vez que veía a un niño trabajando en la calle, vendiendo flores o ayudando en casa, se entristecía. Pensaba: “Todos los niños tienen derecho a aprender y a ser felices”. Un día, mientras caminaba por la ciudad, vio a un niño sentado en un banco, con un libro viejo y roto. El niño intentaba leer, pero no entendía nada. José se acercó y le dijo con una sonrisa: “No te preocupes, yo te ayudaré a aprender”. El niño levantó la cabeza sorprendido y feliz. Por primera vez alguien le ofrecía tiempo y cariño para enseñarle. José comenzó a enseñarle a leer y a escribir, pero no se detuvo ahí. Pronto, otros niños del barrio también quisieron aprender, y José decidió abrir una escuela para ellos. Algunos traían libros viejos, otros solo tenían su ilusión y muchas ganas de aprender. José enseñaba con paciencia, con alegría, y nunca dejaba que nadie se rindiera. Les contaba historias de Jesús y les enseñaba que la educación es un regalo que nos ayuda a soñar y a ayudar a los demás. Gracias a José de Calasanz, muchos niños descubrieron que podían aprender, imaginar y crecer. Él nos enseñó que, con amor y dedicación, podemos cambiar la vida de otros y hacer que el mundo sea un lugar mejor, especialmente para los más pequeños. Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedo, como José de Calasanz, ayudar a que otros niños se sientan felices, queridos y aprendan cosas nuevas?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

CON NOSOTROS

El dibujo nos muestra que Jesús siempre está con nosotros cuando ayudamos a los demás. Él sostiene y acompaña, y nos enseña que dar con amor, como compartir el pan, llena de alegría a todos. ¿Cómo puedes hoy compartir con alguien como lo hace Jesús? “Jesús, gracias porque siempre me sostienes. Enséñame a dar con amor como Tú. Amén.”

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Solidaridad

Esta canción nos habla de la solidaridad, que es ayudarnos unos a otros y compartir lo que tenemos con alegría. Nos recuerda que, al estar unidos y ser buenos amigos, le mostramos a Jesús cómo queremos vivir. Al comienzo del día, podemos pensar en cómo hoy podemos compartir y cuidar a quienes nos rodean, tal como aprendemos en la canción. Oración de la mañana: Jesús amigo, gracias por un nuevo día. Ayúdame a ser solidario y compartir con mis amigos y mi familia. Enséñame a ayudar con alegría y cariño. Amén

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El amigo inoportuno

Jesús contó que un hombre fue a casa de su amigo a medianoche para pedirle pan, porque tenía visita y no tenía nada que ofrecerle. Aunque era tarde y ya estaban todos dormidos, el amigo se levantó y le dio el pan. ¿Por qué? Porque el hombre insistió sin rendirse, y su amigo quiso ayudarle. Jesús nos enseñó esto para decirnos algo muy importante: ¡No tengamos miedo de pedirle cosas a Dios! Dios es un Padre bueno que siempre nos escucha, aunque a veces parezca que tarda.

Reto para hoy: Haz una oración en casa esta noche y pide algo bueno con todo tu corazón. Puede ser: “Señor, ayúdame a ser más bueno”, o “Jesús, cuida a mi familia”. Y no te olvides de decir: “Gracias”. Y si alguien en casa te pide ayuda… ¡no digas que no solo porque estás ocupado! Ayuda con una sonrisa.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EXALTACIÓN DE LA CRUZ

El 14 de septiembre celebramos la fiesta de la Santa Cruz. Hace mucho tiempo, Santa Elena (la mamá del emperador Constantino) encontró en Jerusalén la cruz donde murió Jesús. La cruz nos recuerda que, aunque existen cosas malas como la injusticia, el pecado y la muerte, el amor de Dios es más fuerte y vence todo lo malo. Por eso celebramos con alegría, porque en la cruz Jesús nos mostró cuánto nos ama y nos dio la salvación. Hoy te invitamos a que dibujes una cruz o un corazón en tu agenda, y dentro pongas los nombres de las personas que son muy importantes para ti. De esta forma, estermos rezando juntos por elos.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

En la fotografía vemos a un chico sentado en el sofá, soñando con cosas como una casa grande, un coche o mucho dinero. Todos tenemos sueños y deseos, y está bien imaginarlos. Pero Jesús nos recuerda que lo más importante no son las cosas que tenemos, sino el amor, la bondad y ayudar a los demás. Podemos soñar y trabajar por nuestras metas, pero siempre recordando compartir, ser generosos y cuidar nuestro corazón. Preguntas para reflexionar: ¿Qué cosas en mi vida son realmente importantes y me ayudan a ser buena persona? ¿Cómo puedo usar mis sueños y deseos para hacer feliz a los demás y acercarme a Jesús? Oración Señor Jesús, ayúdame a soñar con cosas buenas y a recordar que lo más importante es amar y ayudar a los demás. Que mis deseos me acerquen a Ti y a las personas que me rodean. Amén

No es lo que tengo, es lo que soy

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Un parque para todos

Hay un parque muy especial donde todos los juegos están hechos para que cualquier persona pueda divertirse, incluso si está en silla de ruedas o tiene alguna dificultad para caminar. Allí todos juegan juntos: nadie se queda afuera. Relación con Jesús y lo que aprendemos Jesús siempre invitaba a todos, sin dejar a nadie fuera. Un parque así nos recuerda que debemos pensar en cómo hacer que todos participen, en el juego, en clase y en cualquier actividad. La verdadera amistad y el amor de Dios no ponen barreras. Preguntas:¿Invito a todos a jugar o solo a mis amigos de siempre? ¿Busco maneras de incluir a quienes son diferentes a mí? Oración Jesús, ayúdame a abrir mi corazón para que nadie se quede fuera. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

POR TI, SEÑOR

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Me siento perdonado

En el tiempo de Jesús, el sábado era un día muy especial dedicado a Dios, y no se podía trabajar. Un día, Jesús vio a un hombre que tenía el brazo paralizado y no podía moverlo. Aunque era sábado, Jesús decidió curarlo porque no podía soportar ver sufrir a las personas. En aquel tiempo, la gente pensaba que las enfermedades eran castigos por los pecados de alguien o de su familia. Por eso, muchas personas enfermas o con discapacidad eran tratadas mal y se sentían solas o rechazadas. Cuando Jesús curó al hombre, no solo sanó su brazo, también le perdonó sus pecados y le devolvió el valor y el cariño que merecía. Su gesto no solo fue físico, sino también espiritual y social: integró al hombre de nuevo en su comunidad. Tú también puedes hacer que otras personas se sientan valoradas y aceptadas. En este nuevo curso, pregúntate: ¿Qué puedo hacer para que nadie se sienta rechazado o solo en mi entorno?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ÁNGELES DE DIOS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones | y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.  Reflexión María y José llevan al niño al templo para cumplir con la presentación del nacido y la purificación de María a los cuarenta días del parto. Simeón proclama que es el Salvador. Luego profetiza el drama doloroso de la pasión. María sufrirá con Jesús. La profetisa Ana se suma a la esperanza de Simeón. En nuestro mundo sigue habiendo necesidad de liberación: hambres, guerras, desigualdades, maltratos, egoísmos… ¿Cómo creyentes afirmamos nuestra esperanza en Jesús y con Él trabajamos por un mundo nuevo?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO... Y HOY ESPECIALMENTE, REZAMOS POR LAS VOCACIONES, QUE EL SEÑOR SIGA ENVIADO A PERSONAS FELICES A HABLAR DE LA BUENA NOTICIA.

Cuento contigo

El lápiz holgazán cambió y aprendió a hacer el bien. Jesús nos dice que, como la mujer del Evangelio, cuando amamos y pedimos perdón de verdad, Él siempre nos perdona. ¿Qué cosas buenas podemos hacer hoy para usar bien nuestro "lápiz"? ¿Eres responsable con tus tareas?, ¿obedeces a tus papás?, ¿te gusta ayudar a los más necesitados?, ¿te haces el remolón cuando te piden ayuda?...

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

Tu Amor

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

No es lo que tengo, es lo que soy

En el dibujo vemos a un niño que lleva muchas cosas. Son cosas que puede comprar o tener, pero Jesús nos recuerda que para entrar en el Reino de Dios no necesitamos todo eso. Lo más importante es nuestro corazón: ser buenos, compartir, ayudar a los demás y querer a Dios. No hace falta tener muchas cosas para ser feliz ni para estar cerca de Jesús. Lo que cuenta es amar y hacer el bien cada día. ¿Qué cosas puedo compartir hoy con los demás para hacer feliz a alguien y acercarme a Dios? Oración: Señor Jesús, ayúdame a querer más a las personas que a las cosas. Enséñame a compartir, a ser bueno y a seguirte con todo mi corazón. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El fariseo y el publicano

Jesús nos cuenta que hay personas que a veces se sienten muy orgullosas, como el fariseo que decía lo bueno que hacía. Pero otras personas saben que necesitan pedir ayuda a Dios, como el publicano que decía: “Señor, ten compasión de mí”. Jesús nos enseña que es importante ser humildes y reconocer que todos necesitamos su ayuda. Podemos imaginar que estamos jugando y uno se cree el mejor y no deja que los demás participen, mientras otro pide ayuda y juega con todos. Jesús quiere que seamos como el que pide ayuda, humildes y con el corazón abierto. Oración: Señor Jesús, ayúdame a ser humilde y a pedir tu ayuda cada día. Que siempre haga el bien sin sentirme mejor que los demás. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Dios está aquí.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Dios está aquí.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¡Buenos días!

"¡Buenos días! Vamos a empezar nuestra oración. Siéntate cómodo, en silencio, y piensa en algo bonito. Cierra los ojitos y habla con Dios desde tu corazón."

¿Qué te recuerda cuando te haces la señal de la cruz? ¿En qué momentos del día haces la señal de la cruz y por qué? ¿Qué le quieres pedir hoy a Jesús cuando te haces la señal de la cruz?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

BLESS THE LORD

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Construir sobre roca

Fuente. José Manglano

En 1989 un fuerte terremoto sacudió San Francisco. Lo sorprendente fue que no cayeron los rascacielos, sino muchas casas pequeñas y antiguas. ¿Por qué? Porque los rascacielos estaban preparados para resistir. Jesús nos habla de algo parecido en el Evangelio: dos hombres construyen una casa. Uno la hace sobre arena y otro sobre roca. Los dos se esfuerzan igual, pero cuando llegan las tormentas, solo la casa sobre roca se mantiene en pie (Mt 7, 24-27). Esto no es una parábola para ancianos, ni una historia del pasado. Nos pasa a todos. A veces ponemos el centro de nuestra vida en cosas frágiles: el éxito, los partidos que jugamos, la opinión de los demás, las notas, el dinero, las redes sociales… Y cuando esas cosas fallan, sentimos que todo se derrumba. En cambio, quien construye sobre roca, quien pone su vida en Dios, aunque tenga dificultades, aguanta de pie. Un ejemplo: un joven enfermo de SIDA, que conocieron las Misioneras de la Caridad, vivía entre dolores, pero irradiaba alegría porque sabía que Dios lo amaba. No era su salud ni sus logros lo que lo hacía fuerte, sino la certeza de ser hijo de Dios. Construir sobre arena es más rápido y cómodo, pero no dura. Construir sobre roca cuesta más, pero nos da seguridad y paz incluso en medio de las tormentas. Reto de hoy: pregúntate sinceramente: ¿Sobre qué estoy construyendo mi vida ahora mismo? Piensa en una situación concreta que te esté costando (un examen, un problema en casa, una decepción con un amigo). Ofrécela hoy a Dios en un momento de silencio y dile: “Quiero apoyarme en Ti, mi roca”.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ES PARA TI

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura el Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». PALABRA DEL SEÑOR. Jesús nos habla de un tiempo de cambios, incertidumbres y dificultades. Nos advierte que habrá conflictos, injusticias y desafíos que pueden generar miedo, incluso persecución por nuestra fe o por defender lo que es justo. Sin embargo, su mensaje no es de miedo, sino de confianza y perseverancia. Nos invita a no dejarnos engañar por falsos líderes o promesas fáciles, y a mantenernos firmes en nuestros valores, en nuestra conciencia y en nuestra relación con Dios. Cada desafío, cada momento difícil, es una oportunidad para crecer, dar testimonio y fortalecer nuestra fe. Jesús nos asegura que, aunque parezca que estamos solos o que el mundo se desmorona, Él nos acompaña y nos da sabiduría y fuerza para enfrentar las dificultades. La verdadera seguridad no está en evitar los problemas, sino en permanecer fieles y valientes frente a ellos.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

PARA SIEMPRE

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

GRACIAS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El amigo que escuchaba

Pedro tenía muchos amigos en la escuela, pero un día vio a Juan sentado solo en el recreo. Juan estaba triste porque había perdido a su perrito. Pedro no sabía qué decir, así que se sentó a su lado y lo escuchó en silencio. Después de un rato, Juan sonrió un poquito. —Gracias por escucharme —dijo Juan—, ahora me siento menos solo. Pregunta para reflexionar: ¿Hoy puedo regalarle a alguien el regalo de escucharlo con atención?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Ser como niños

Buenos días, Señor. Hoy venimos a Ti con el corazón lleno de alegría, porque nos has regalado un nuevo día para aprender, jugar, y estar con nuestros compañeros y maestros.Jesús, Tú dijiste una vez: “Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. Eso nos recuerda que Tú amas a los niños, porque ellos son sencillos, confían con el corazón y tienen alegría verdadera. Ayúdanos, Señor, a ser como esos niños que Tú mencionaste: A tener fe sin dudar, a perdonar rápido, a compartir sin esperar nada a cambio, a confiar siempre en Ti. También queremos recordar que no estamos solos. Tú nos regalaste un ángel custodio que nos acompaña siempre. Aunque no lo veamos, él está a nuestro lado, guiándonos y protegiéndonos. ORACIÓN: Ángel de la guarda, dulce compañía, no nos desampares, ni de noche ni de día. Te pedimos hoy que abramos el corazón a la bondad y al amor, como verdaderos hijos de Dios. Reto de la semana: Durante esta semana, vamos a hacer una acción buena cada día sin que nadie nos lo pida: ayudar a alguien, consolar a un compañero, dar gracias o simplemente sonreír. Y antes de dormir, vamos a dar gracias a nuestro ángel custodio por cuidarnos todo el día. Jesús, queremos estar cerca de Ti, como los niños que dejaste venir a tu lado. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO... Y HOY ESPECIALMENTE, REZAMOS POR LAS VOCACIONES, QUE EL SEÑOR SIGA ENVIADO A PERSONAS FELICES A HABLAR DE LA BUENA NOTICIA.

EL CABALLO EN EL POZO

Érase una vez un campesino muy pobre que tenía siempre problemas para ganar dinero para su familia. Era dueño de un campo de cultivo lleno de piedras y unos pocos caballos que le ayudaban a trabajarlo. Como las desgracias nunca vienen solas, una mañana descubrió que uno de sus caballos había caído en un pozo. Era tan profundo que parecía imposible rescatarlo. Aunque el animal no parecía haberse roto nada y solo relinchaba para que lo sacaran de allí, el campesino hizo cálculos y negó con la cabeza. Para rescatar al caballo haría falta una grúa, y el alquiler costaba mucho. Era más barato dejarlo ahí abajo. El campesino decidió, por lo tanto, sacrificar al animal. Sin ninguna compasión, empezó a arrojar con la pala tierra y piedras al fondo para enterrarlo, pero entonces sucedió algo inesperado. Cada vez que le caía tierra y grava, el caballo se la quitaba de encima y la pisoteaba. Así se iba acumulando en el fondo del pozo. De este modo, sin pretenderlo, el animal fue subiendo poco a poco hasta llegar a salir. La tierra que le había lanzado su amo para enterrarlo fue, gracias a su esfuerzo, lo que le sacó del pozo. REFLEXIÓN: El caballo del cuento convierte su desgracia –la tierra con la quieren enterrarlo- en la solución que le sacará fuera del pozo. Muchos geniso, cuando eran niños, trataron de ser enterrados por la envidia e incomprensión de sus profesores o por sus propios compañeros. Por ejemplo, un maestro dijo a Einstein que nunca llegaría a nada, e incluso Walt Disney, cuando trabajaba en una agencia de publicidad, fue despedido “por falta de imaginación”, según la nota escrita por su jefe. ¿Te imaginas cómo se debieron de sentir al ver los posteriores logros de esos chicos? Como nuestro caballo, los dos genios demostraron a quienes no los apreciaban que eran capaces de llegar mucho más alto que ellos. Por eso, no te preocupes cuanto sientas que no te entienden o que no te valoran. En realidad, quien critica está hablando de sí mismo, aunque parezca que lo hace de los demás: quien critica, como dice el dicho, se confiesa.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Un corazón

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Hecho con tus sueños

La canción nos habla de que nuestra vida y nuestros sueños son un regalo de Dios. Cada día es una oportunidad para usar esos sueños para hacer el bien, para ayudar a los demás y para crecer como personas. Dios nos acompaña siempre y quiere que confiemos en Él, que no tengamos miedo de intentar cosas nuevas y que nunca dejemos de soñar. Preguntas para reflexionar: ¿Qué sueño o deseo tengo hoy que puedo ofrecer a Dios para que Él me ayude a cumplirlo de manera buena? ¿Cómo puedo usar mis acciones y decisiones de hoy para acercarme a Dios y ayudar a los demás? Oración: Señor, ayúdame a vivir este día siguiendo mis sueños y haciendo el bien. Que todo lo que haga hoy sea una forma de acercarme a Ti y de ayudar a los demás. Amén. .

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El peluquero incrédulo

Cuenta la historia que un buen día un hombre, estaba en una peluquería. Mientras se cortaba el pelo, su peluquero se quejaba diciendo: «Pues yo pienso firmemente que Dios no existe, es imposible que exista. Si Él fuera verdad, no permitiría que las personas robaran o mataran. Si Dios de verdad pudiera actuar, no dejaría que los hombres/mujeres fuésemos malos». El buen hombre al que le estaba cortando el pelo no le gustó que dijera eso. Él era cristiano y un fiel creyente, pero por ser prudente no dijo nada y cerró su boca. Al salir de la peluquería vio a un hombre con una larga melena y unas barbas que casi le tapaban el cuello. Al verlo, tuvo una genial idea. Le pidió permiso, lo cogió de la mano y entró con él de nuevo en la peluquería. Entonces, el hombre, que no había podido dejar de pensar en lo que su peluquero había expresado, dijo: Pues yo creo que los peluqueros no existen. ¿Cómo no van a existir si yo soy peluquero? – Respondió ofendido el peluquero. Porque si los peluqueros existieran, este hombre no tendría esta melena y esta barba tan larga.  Claro que existen, pero tiene el cabello tan largo porque no acuden a mí para que yo le ponga solución. ¡EXACTO! – dijo el hombre – eso mismo ocurre con Dios. Dios existe, pero si las personas no lo buscan y abren su corazón, Él no puede solucionar nada. JUNTOS, LE DECIMOS A JESÚS: Jesús, gracias por dejarnos estar cerca de Ti, gracias por regalarnos el Sol de cada día. Déjanos siempre estar contigo, cuídanos y protégenos. No nos dejes que caigamos en la tentación

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”. Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”. Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”». ¿En qué momento de nuestra vida podemos parecernos al hombre rico, no por lo que tenemos, sino por lo que decidimos ignorar? ¿Qué muros sociales, económicos o emocionales se parecen a ese abismo en nuestra sociedad?¿Estás escuchando la voz de Dios hoy en tu vida? ¿A través de quién o de qué crees que te está hablando?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Fiesta de San Miguel, San Rafael y San Gabriel

Jesús comienza a predicar

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan. Fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar la libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor». Y, enrrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba, y se sentó. Toda la sinagoga tenía puestos los ojos en él. Y él se puso a decirles: – Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír. Explicación Después de bautizarse en el río Jordán, Jesús regresa a Nazaret y comienza una nueva etapa de su vida, a la que da un carácter más abierto y público. En la sinagoga de su pueblo, después de leer un pasaje del Profeta Isaías, que anuncia la libertad para los que viven como en una cárcel por la ceguera, por la rabia contra los otros, por la pobreza o por la violencia, Jesús dice que para eso ha venido él, y que con la fuerza de Dios, llevará a cabo el encargo que su Padre le ha hecho : dedicar su vida a hacer el bien y a ayudar a los demás.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

La linterna de Mateo

En un pueblo rodeado de montañas vivía Mateo, un niño alegre que en Navidad recibió un regalo muy especial: una linterna pequeña. Al principio pensó que no servía de mucho, pues solo alumbraba un espacio reducido. Pero su abuelo le dijo: —Aunque la luz sea pequeña, en la oscuridad puede guiar a alguien. La primera noche del año, mientras paseaba, Mateo vio a su vecina Clara buscando el camino de regreso a casa. Ella tenía miedo porque todo estaba oscuro. Mateo encendió su linterna y juntos encontraron la ruta segura. Clara sonrió y le dio las gracias. Otro día, Mateo vio a un compañero de la escuela triste por una discusión. Se acercó, le puso la linterna encendida en la mano y le dijo: —Así como esta luz no se apaga, yo estaré contigo para que no te sientas solo. El niño recuperó la alegría. Con el tiempo, Mateo comprendió que la linterna era un símbolo: no solo servía para alumbrar caminos, sino que le recordaba que él mismo podía ser luz con sus palabras y gestos. Reflexión: Al empezar este nuevo año, Jesús también nos invita a ser luces que iluminen a los demás. Como Mateo, podemos ayudar a nuestros compañeros con una palabra amable, animar a alguien que se siente solo o compartir lo que tenemos. Puede que nuestra luz parezca pequeña, pero cuando todos ponemos nuestra luz, la escuela y nuestras familias se llenan de alegría y esperanza. Reto para este nuevo año: Hoy, en nuestro regreso a clases, hagámonos una promesa: cada uno será una linterna encendida. .

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Las que siguieron a Jesús

Hoy recordamos a mujeres que no fueron poderosas a los ojos del mundo, pero que brillaron en el corazón de Dios. Mujeres sin protagonismo, pero con huellas profundas, porque vivieron con amor, fe y entrega.María Magdalena, rota por dentro, fue sanada por Jesús y lo siguió hasta la cruz. Fue la primera en verlo resucitado, porque el amor profundo siempre está despierto. Juana, mujer rica, puso sus bienes al servicio del Reino con generosidad discreta. Susana, casi invisible, sirvió y amó sin hacer ruido. La samaritana, escuchada sin prejuicios, se convirtió en testigo. La viuda que dio dos monedas entregó más que nadie, porque dio con el corazón. María, su madre, dijo “sí” sin entenderlo todo, y permaneció fiel incluso en el silencio. Hoy también hay mujeres así, quizá cerca de ti: que cuidan, luchan, trabajan sin ser vistas y aman sin condiciones. Ellas nos recuerdan que el Reino de Dios no se construye con poder, sino con amor. Señor Jesús, gracias por mujeres fuertes, valientes, sencillas y fieles, que te siguieron sin miedo y lo hacen aún hoy. Enséñanos a valorar los pequeños gestos y a vivir una fe real, que acompaña y no se rinde. Haznos discípulos de verdad, que sirvan y permanezcan fieles como María Magdalena, Juana, Susana y tantas otras. Danos el valor de amar y el coraje de elegirte cada día. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

En la foto vemos una chica con los brazos abiertos mirando al sol. Parece que se entrega por completo a la luz, sin miedo, sin reservas. Así es como Jesús nos invita a seguirlo: con el corazón abierto, sin poner condiciones y sin mirar atrás. La luz del sol en la imagen puede recordarnos la luz de Dios, que nos da vida y sentido. Cuando decimos priorizar el Reino de Dios, dejamos de aferrarnos a lo que nos detiene y caminamos hacia él, confiando en que su luz guiará cada paso. ¿qué cosas en tu vida podrían estar apagando tu luz o impidiéndote abrir los brazos a Dios sin reservas? ¿qué significa para ti no mirar atrás en el camino de al fe? Si el sol de la foto simboliza a Dios ¿qué pasos concretos podrías dar para ponerte más de lleno frente a su luz?

Por completo

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Queremos aprender

El dibujo nos enseña que Jesús resucitado está vivo y en medio de nosotros, dándonos alegría y paz. Su corazón abierto nos recuerda cuánto nos ama y que nunca nos deja solos. ¿Cómo puedes llevar la alegría de Jesús a los demás? “Jesús, gracias porque estás vivo y me das tu paz. Ayúdame a compartir tu alegría con todos. Amén.”

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ESCUCHADLE

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: -Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego. En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: -Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto. Explicación Hoy damos un salto enorme para pasar de celebrar a Jesús niño a Jesús adulto. Hoy le tenemos delante con treinta años, en el río Jordán, para que su primo Juan le bautice. Quienes estaban con Jesús en su Bautismo, le acogieron como el Hijo preferido de Dios, a quien podían conocer y querer Dice el evangelio que una voz, la voz de Dios que habla al corazón de sus hijos, así lo hizo saber : ¡Este es mi Hijo querido, escuchadle

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabía lo que decía. Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo». Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.  Reflexión A veces, a nosotros nos cuesta descubrir a Jesús transfigurado, con otro rostro y otros nombres. Señor, que sepamos escucharte con la gracia de tu Espíritu y podamos escucharte y amarte en los necesitados y enfermos, en los que sufren y necesitan de mi mano para levantarse y seguir caminando.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

CUIDAR LA CREACIÓN

Esta imagen muestra una ballena muerta, llena de basura, especialmente de plástico. Es un símbolo fuerte y doloroso de cómo nuestras acciones, muchas veces guiadas por la comodidad y el consumo, afectan profundamente a la creación de Dios. En el Evangelio, Jesús nos recuerda que la creación no es algo que podamos usar y tirar, sino un don precioso que debemos cuidar: "Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda" (Juan 6, 12) En este pasaje, después de la multiplicación de los panes, Jesús imvita a no desperciciar ni lo más pequeño, porque todo tiene un valor y un snetido. La naturaleza, los animales, los mares, también son esos "pedazos" que hoy estamos dejando perder por nuestra indiferencia. La ballena de la imagen parece gritar ¿qué estamos haciendo con la creación de Dios? No se trata solo de recilar, sino de tener un corazón agradecido y responsable. ¿Qué cosas de mi vida estoy "desperdiciando" o usando sin pensar, que dañan la creación y que Jesús me invita a cuidar mejor?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El palacio de los espejos

Había una vez un perro callejero. Le gustaba curiosear todos los rincones e ir de aquí para allá. En una ocasión, entró en un palacio cuyas paredes estaban recubiertas de espejos. El perro entró corriendo en una de sus acristaladas estancias. Y, al instante, vio que muchos perros corrían hacia él. Aterrado, trató de huir, pero entonces, comprobó que los perros corrían en esa dirección. Comenzó a ladrarles y, todos a una, le ladraron a él. Espantado salió del palacio y no volvió a entrar nunca más. Al cabo del tiempo, se encontró con un amigo al que le contó su experiencia. A éste le había pasado todo lo contrario. Había entrado en el palacio un día que se sentía feliz, sonreía y estaba contento. Le gustó ver que todos los perros, a su vez, le sonreían y se mostraban relajados. Y sorprendido, les sonreía más, y todos le sonrieron más y más.

REFLEXIONAMOS... ¿Había otros perros en el palacio? ¿Qué es lo que pasó realmente? Todas nuestras conductas provocan en mayor o menor medida una reacción en otros…. La vida, al igual que el eco o los espejos, nos devuelve lo que hacemos. Si somos buenos, serán buenos con nosotros. Si ayudamos, nos ayudarán...

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¡BIENVENIDOS!

"Queridos niños y niñas, hoy comenzamos un nuevo curso y estamos listos para despegar hacia un año lleno de aventuras, aprendizajes y sonrisas. Como en la canción Volar, queremos que nuestros sueños se eleven alto, que aprendamos juntos a superar los retos y a disfrutar cada momento. Que cada día sea una oportunidad para descubrir, compartir y crecer. ¡Bienvenidos a bordo, la aventura comienza ya!"

Fiesta de la Natividad de la Virgen María.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Luz de esperanza

La fotografía muestra a dos niñas en un campamento de refugiados, sosteniendo con cuidado una pequeña lámpara mientras la noche se acerca. Esa luz frágil en medio de la oscuridad nos recuerda que, aunque el mundo esté lleno de incertidumbre y dificultades, siempre podemos mantener viva la esperanza. Jesús nos invita, a través del evangelio, a estar atentos y preparados, como el administrador fiel que cuida lo que se le confía. La vigilancia no es miedo, sino responsabilidad y amor: cuidar nuestras acciones, cuidar a los demás, iluminar aunque sea con algo pequeño. Así como la luz de las niñas hace visible lo que la noche quiere ocultar, nuestras acciones justas y responsables pueden llevar claridad, esperanza y vida allí donde hay sombra. Preguntas para reflexionar: ¿Qué “luz” puedo mantener encendida hoy en medio de la oscuridad de mi entorno o de la vida de los demás? ¿De qué manera puedo ser un administrador fiel de lo que se me confía, transformando pequeñas acciones en signos de cuidado y esperanza?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que salvan

¿Estoy dispuesto a dejar que quienes me rodean —especialmente los más necesitados— me transformen, en lugar de solo buscar ayudarlos?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Confiaré

¿En qué momentos te gustaría decir “confiaré” como dice la canción? ¿Quién es esa persona (amigo, maestro, Jesús...) en quien confías y por qué?

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La historia de Nujeen Mustafa, una joven refugiada siria con parálisis cerebral

Día Mundial de la Infancia

Nujeen Mustafa nació en Kobane, Siria, en 1999. Desde su nacimiento, vivió con parálisis cerebral, lo que limitaba su movilidad y acceso a la educación. Durante años, estuvo confinada en su hogar debido a la falta de accesibilidad y apoyo para personas con discapacidad en su país. A pesar de las dificultades, Nujeen aprendió inglés viendo telenovelas americanas, demostrando una determinación y resiliencia admirables. En 2014, a los 16 años, Nujeen emprendió un viaje de 5.600 kilómetros en silla de ruedas desde Siria hasta Alemania, huyendo de la guerra y buscando un futuro mejor. Su travesía fue ardua y peligrosa, pero su valentía y esperanza la guiaron. Una vez en Alemania, Nujeen continuó su educación y se convirtió en una defensora de los derechos de las personas con discapacidad y los refugiados. Ha hablado ante el Consejo de Seguridad de la ONU y ha recibido el premio Alison Des Forges al Activismo Extraordinario de Human Rights Watch . La historia de Nujeen Mustafa nos invita a reflexionar sobre varios temas profundos: • Dignidad humana: A pesar de las adversidades, Nujeen nunca perdió su dignidad ni su deseo de aprender y contribuir al mundo. Su vida demuestra que cada persona, independientemente de sus circunstancias, posee un valor intrínseco. • Resiliencia: Nujeen enfrentó desafíos físicos, sociales y emocionales, pero su determinación y esperanza le permitieron superarlos. Su historia es un testimonio de la fuerza del espíritu humano. • Compromiso cristiano: Como comunidad católica, estamos llamados a proteger y defender los derechos de los más vulnerables, especialmente los niños y personas con discapacidad. La vida de Nujeen nos recuerda que debemos ser agentes de cambio y justicia en el mundo. ¿Qué significa para ti la dignidad humana y cómo se refleja en la vida de Nujeen? ¿Cómo podemos, como sociedad, mejorar la inclusión de personas con discapacidad y refugiados? ¿Qué enseñanzas cristianas se pueden aplicar para apoyar a los más vulnerables en situaciones de conflicto?

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CUENTO CONTIGO

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LAS BIENAVENTURANZAS

En aquel tiempo bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén, de la costa de Tiro y Sidón. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero ¡ay de vosotros los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros los que estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas Explicación Jesús decía cosas tan importantes y hablaba al corazón de tal modo que, muchos, se reunían junto a él para escucharle. Sus palabras eran nuevas, y su modo de hablar era tan original que resultaba convencer a muchos de los que le escuchaban. Decía, por ejemplo : Seréis felices si no hacéis del dinero lo más importante para vivir. Desead mucho ( eso es tener hambre y sed ) la justicia y la paz . Que vuestro corazón sea tan sensible como para llorar con los que sufren. No tengáis miedo a quienes os puedan amenazar por ser amigos míos.

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Lectura del Santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará. Reflexión A veces nos cuesta comprender la misión que tenemos en este mundo. El Señor lo sabe y por eso nos promete y garantiza que cuando recibimos el Espíritu Santo nos guiará y regalará la sabiduría necesaria para comprender el proyecto de Dios en nosotros. La Trinidad es nuestro modelo de comunidad. Padre, Hijo y Espíritu Santo, en perfecta armonía, nos compromete a vivir felices en solidaridad con los demás, dejando atrás nuestros egoísmos

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Jóvenes deportistas promueven valores de convivencia y crecimiento personal

Un grupo de niños y niñas de la Comunitat Valenciana ha participado en el proyecto "Entrenar con Referentes", impulsado por Aspromivise en colaboración con el València Basket. Este proyecto busca fomentar el deporte inclusivo y promover valores como la convivencia y el crecimiento personal entre jóvenes deportistas. Los participantes han tenido la oportunidad de conocer y practicar disciplinas como el baloncesto en silla de ruedas y la boccia, compartiendo experiencias y aprendiendo juntos en un ambiente de respeto y cooperación. Anáhuac+4Cadena SER+4deportejoven.es+4 Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedo contribuir a que todos se sientan incluidos y respetados en mi entorno, como los niños y niñas del proyecto "Entrenar con Referentes"? Oración: Señor Jesús, Gracias por el don de la amistad y el deporte. Ayúdame a ser inclusivo y respetuoso con todos, sin importar sus diferencias. Que, al igual que los niños y niñas del proyecto "Entrenar con Referentes", pueda aprender y crecer junto a los demás, promoviendo la convivencia y el respeto en mi comunidad. Amén.

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San Francisco de Asís

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ES UN REGALO

La imagen nos recuerda que cada flor en la corona es un regalo de la creación de Dios, y así como la niña recoge flores para embellecerla, nosotros podemos llenar nuestra vida con buenas acciones que alegran el corazón de Jesús. ¿Qué “flores” de bondad puedes regalar hoy a tu familia o amigos? “El fruto del Espíritu es amor, alegría y paz” (Gálatas 5,22).

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Un corazón

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Un amigo en el puente

En una ciudad hay un hombre que, todos los fines de semana, se sienta en un puente para hablar con personas que están muy tristes y piensan que su vida no tiene sentido. Él no grita ni da discursos; solo escucha, abraza y acompaña hasta que se sienten mejor y buscan ayuda. Jesús siempre escuchaba a la gente con paciencia y amor. A veces, lo que más necesitamos no son soluciones rápidas, sino alguien que nos escuche y nos acompañe. Podemos ser “ese amigo” en nuestra escuela, escuchando y apoyando a quien se siente solo o triste. Preguntas para pensar ¿He estado atento a alguien que necesite un amigo en mi salón? ¿Sé escuchar sin interrumpir ni juzgar? Oración: Jesús, enséñame a escuchar y estar cerca de quien necesita apoyo. Amén.

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A TU MEDIDA

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EL CABALLITO DE MADERA

En cierta ocasión, un padre llevó a su hijo a dar un paseo al bosque, como era pequeño, su papá lo llevaba sobre sus hombros, al rato lo puso a caminar para que se ejercitara y le dijo: debes caminar hasta la casa. Al poco rato, el niño empezó a llorar porque decía que estaba muy cansado y no podía dar “un paso más”. El padre cortó una rama de un arbusto en el bosque, la alisó con su navaja; y colocó un pequeño cordón en el extremo más grueso y le dijo al niño: – “Mira Hijo, aquí tienes tu propio caballo para que te lleve a la casa”. El niño, emocionado se animó, montó sobre aquel “caballito de madera” y comenzó a correr hasta llegar a la casa y aún después de llegar siguió corriendo por el jardín hasta que tuvo que irse a bañar y acostarse rendido. Nosotros vamos de paseo por esta vida, en ocasiones nos sentimos muy cansados y pensamos que no podemos seguir adelante. Entonces DIOS nos envía a alguien cercano para ofrecernos un “caballito de madera”. Todos necesitamos palabras y gestos que nos animen y nos alegren la vida cuando estamos tristes.

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EL ARCA DE NOÉ

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Jesús sanó a los leprosos

El evangelio nos habla de los diez leprosos que fueron sanados por Jesús, pero solo uno regresó para dar gracias. La foto que describes —un grupo de jóvenes en gris, todos hablando entre ellos, y una persona en el centro con gafas de sol y en color— nos puede ayudar a reflexionar sobre la gratitud y la fe en medio de la indiferencia. La persona en color representa al leproso que volvió: aunque está rodeado de otros que siguen su camino sin detenerse, él se destaca porque reconoce la acción de Jesús en su vida. Su seriedad y aislamiento visual simbolizan que la verdadera gratitud y la fe no siempre son ruidosas ni fáciles de ver; muchas veces implican tomar conciencia de lo que recibimos y detenernos a agradecer, incluso cuando el mundo sigue indiferente. Este evangelio nos invita a mirar dentro de nosotros mismos: ¿somos capaces de ser como ese leproso, atentos al don de Dios en nuestras vidas, incluso cuando todo a nuestro alrededor parece normal, distraído o indiferente? Ser agradecidos no es solo un acto social, sino un acto profundo del corazón que transforma nuestra relación con Dios y con los demás. En medio de la rutina, el ruido y la multitud de personas que me rodean, ¿reconozco los regalos de Dios en mi vida y me detengo a darles gracias?

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Abrazos

En la imagen vemos a dos personas abrazándose. Tal vez una está triste y la otra le ofrece consuelo. Jesús nos dice que cuando estamos cansados, tristes o preocupados, podemos ir a Él para encontrar descanso y paz. También nos invita a ser humildes y mansos, es decir, a tratar a los demás con amor, paciencia y comprensión. Así como en la foto, podemos ser un abrazo para alguien que lo necesita. No siempre se trata de dar soluciones, a veces basta con escuchar, acompañar y orar por la otra persona. Jesús agradece a Dios porque revela su mensaje a los humildes, y nosotros podemos vivirlo ayudando a los demás, sin esperar nada a cambio, confiando en que Él nos dará la fuerza y la alegría para hacerlo. ¿A quién puedo dar hoy un “abrazo” con mis palabras, gestos o acciones para que se sienta mejor? ¿Estoy dispuesto a ayudar a los demás con humildad, sin buscar reconocimiento ni recompensa? Jesús, gracias porque siempre me escuchas y me das descanso cuando estoy cansado o triste. Ayúdame a tener un corazón humilde y manso como el tuyo. Enséñame a consolar a quienes lo necesitan y a ser luz para los demás con mis palabras y acciones. Quiero seguirte siempre y confiar en Ti. Amén

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Fiesta de Santa Teresa de Jesús

Una niña devuelve tarde un libro y conmueve con su nota de disculpa

Una niña llamada Ariana devolvió un libro tarde en la biblioteca de L'Hospitalet de Llobregat y dejó una nota pidiendo perdón por su tardanza, expresando su vergüenza y reafirmando su sinceridad con corazones y su firma. Su gesto conmovió a muchas personas en redes sociales. En un mundo donde muchas veces se aplaude lo espectacular y se ignora lo pequeño, una niña logró conmover a miles simplemente dejando una nota de disculpa. No había cámaras, ni likes, ni recompensas: solo una conciencia despierta, un gesto humilde, y una verdad sencilla escrita con corazones y vergüenza infantil. Lo más impactante de esta noticia no es el retraso del libro, sino el valor de esa niña al reconocer su falta, sin excusas ni justificaciones. Esa nota breve expresa lo que muchas veces nos cuesta admitir: que equivocarse es parte de ser humanos, pero reconocerlo y pedir perdón es lo que nos hace verdaderamente grandes. En el Evangelio, Jesús elogia a una mujer que, sabiendo lo mal que había vivido, no se esconde ni finge. Llora, ama, se entrega, y en su sinceridad encuentra algo que el fariseo —seguro de sí mismo y encerrado en su juicio— no puede alcanzar: el perdón y la paz interior. Esto nos plantea una pregunta importante: ¿Qué pesa más en tu vida: parecer perfecto o tener un corazón verdadero?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

San José de Calasanz

San José de Calasanz vivió en un tiempo en el que muchos niños no podían ir a la escuela. Mientras algunos disfrutaban de libros y juegos, otros trabajaban desde muy pequeños para ayudar a sus familias, sin tiempo para aprender ni soñar. Calasanz vio el sufrimiento de esos niños y decidió actuar: fundó escuelas gratuitas, enseñó con paciencia y amor, y les devolvió algo que nadie les podía quitar: la dignidad y la esperanza. Para él, cada niño importaba, cada vida tenía valor, y la educación era una herramienta de libertad y justicia. Hoy, aunque vivimos en un mundo muy distinto, todavía hay muchas “escuelas que no abren” para algunos: niños que no pueden estudiar por la pobreza, jóvenes que sienten que nadie cree en ellos, personas que viven al margen de oportunidades por su origen o condición. Como Calasanz, podemos preguntarnos: ¿qué hago yo para que otros tengan acceso a lo que necesitan para crecer? ¿Cómo puedo devolver esperanza a quienes sienten que nadie los ve? Reflexionar sobre la vida de San José de Calasanz nos invita a mirar más allá de nuestra comodidad y preocuparnos por los demás. Nos enseña que actuar con amor y justicia no siempre es fácil; a veces implica esfuerzo, paciencia y valentía. Pero, como él mostró, una acción concreta puede transformar vidas y crear un efecto que dura mucho más allá de nosotros. Pregunta para meditar: ¿Cuáles son las “escuelas” o las oportunidades que puedo abrir en mi entorno para ayudar a otros a crecer, aprender y sentirse valorados?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

TUS TALENTOS

Mira la foto: un joven está abrazando a dos niños y todos sonríen. Él está haciendo un voluntariado, ayudando a quienes lo necesitan. Aunque no es fácil y requiere tiempo y esfuerzo, él decide compartir lo que puede dar: su cariño, su atención y su alegría. Esta imagen nos recuerda la parábola de las minas: Jesús nos da talentos y oportunidades, y nos invita a usarlos para ayudar y hacer crecer el bien a nuestro alrededor. No basta con quedarse sin hacer nada; cuando ponemos en acción lo que tenemos, podemos dar mucha alegría y esperanza a otros. Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedo usar mis talentos y tiempo para ayudar a los demás y hacerlos felices, aunque sea con cosas pequeñas?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Sed misericordiosos

Buenos días. Jesús nos invita hoy a vivir con misericordia, diciendo: "Sed misericordiosos, amad a todos".Eso no significa solo querer a los que nos caen bien, sino también perdonar, tener paciencia y dar oportunidades. En una escuela de otro país, tenían algo llamado “el banco de la paz”. Cuando dos alumnos discutían, el maestro no los castigaba, sino que los invitaba a sentarse juntos en ese banco. Allí no podían gritarse ni interrumpirse. Solo podían hablar con calma, escuchar y pedir perdón si era necesario. Un día, dos chicas llamadas Ana y Lucía discutieron por una tontería. No se hablaban. El profe las mandó al banco. Al principio no querían ni mirarse. Pero pasados unos minutos, comenzaron a hablar. Se dieron cuenta de que el orgullo las había separado más que el problema. Al final, se dieron la mano y volvieron a jugar juntas. Ser misericordioso es tener la valentía de dar el primer paso, de perdonar, de buscar la paz. Reto del día: Si estás enfadado con alguien, acércate y habla con él o ella con calma. Y si no estás enfadado con nadie, busca hacer una acción de paz con alguien que creas que lo necesita.

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

Caminos y oleaje

En la foto, un surfista está frente a una ola gigante. Para montarla necesita equilibrio, concentración y valentía. No puede dejar que la corriente lo lleve ni buscar el camino fácil; debe avanzar con seguridad y confianza. De manera parecida, Jesús nos invita a “entrar por la puerta estrecha”. Esto significa que seguirlo no siempre es fácil ni cómodo: requiere tomar buenas decisiones, esforzarnos y ser valientes. A veces, la vida nos empuja a hacer lo más fácil, como ser egoístas o no preocuparnos por los demás, pero como el surfista frente a la ola, debemos mantenernos firmes, avanzar con decisión y confiar en Dios. El evangelio nos enseña que no basta acercarnos a Jesús solo cuando todo va bien o cuando otros nos ven; debemos seguirlo siempre, incluso cuando el camino es difícil. Preguntas para pensar: ¿Qué “olas” o problemas grandes tengo en mi vida que ponen a prueba mi fe? Oración: Señor Jesús, ayúdame a enfrentar las “olas” de mi vida con valentía y fe. Dame equilibrio y fuerza para seguir tu camino, aunque sea estrecho y difícil. No dejes que busque solo lo fácil; enséñame a confiar en Ti y hacer siempre el bien. Que mi vida muestre mi deseo de estar siempre contigo, siguiendo tus enseñanzas. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

CON AMOR ETERNO

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Fuente. José Manglano

La madre Angélica y su televisión.

Hoy conocemos la historia de una mujer sorprendente: Madre Angélica. Su nombre real era Rita Rizzo, nació en una familia rota y en un barrio pobre de Estados Unidos. Humanamente parecía tener todo en contra: padre ausente, madre muy difícil, y además, de mayor, quedó inválida y con muchos dolores físicos. Y sin embargo, con una confianza absoluta en Dios, fundó un canal de televisión católico (EWTN) que llega a millones de personas en todo el mundo. Muchos decían que ella no era la persona adecuada, que no tenía estudios ni medios, que era imposible… Pero ella repetía: “Si Dios me mete en esto, Él lo sacará adelante”. Madre Angélica pasó su vida apoyándose en la Providencia de Dios, rezando horas delante del Santísimo, convencida de que no importan nuestras limitaciones cuando confiamos de verdad en Él. Su vida es un recordatorio de lo que Jesús nos dijo en el Evangelio: “Mirad los lirios del campo… si Dios cuida así de la hierba, ¡cuánto más de vosotros, hombres de poca fe!” (Lc 12). Dios también puede hacer cosas grandes con nosotros, aunque pensemos que no somos capaces o que no tenemos lo necesario. El secreto es confiar y dejarnos llevar por Él. Reto de hoy: piensa en una dificultad, un miedo o un proyecto que te parezca imposible. Escríbelo en un papel y, junto a ello, escribe: “Señor, confío en Ti”. Durante el día, cuando te cueste algo, recuerda esas palabras y entrégaselo a Dios como hizo Madre Angélica.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Jesús sanó a los leprosos

El evangelio nos cuenta que Jesús sanó a diez leprosos, pero solo uno regresó para darle gracias. Esto nos enseña algo importante: a veces recibimos mucho de Dios y de los demás, pero nos olvidamos de reconocerlo. La sonrisa de la chica en la foto nos muestra lo que pasa en el corazón cuando sentimos gratitud de verdad: alegría, paz y cercanía con Dios. Dar gracias no es solo decir “gracias”, sino reconocer con el corazón todo lo que Dios nos da y dejar que eso transforme nuestra manera de vivir y de tratar a los demás. ¿Qué regalos de Dios en mi vida me hacen sentir alegría y cómo puedo demostrar mi gratitud con mi corazón y mis acciones? Oración Señor Jesús, Gracias por todas las cosas buenas que recibo cada día, visibles e invisibles. Ayúdame a reconocer tu amor en mi vida, a dar gracias de corazón y a vivir cada día mostrando tu bondad a los demás. Que mi gratitud no sea solo palabras, sino acciones que reflejen tu amor. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Voluntariado

Un grupo de jóvenes en Sudán decidió ayudar a personas que tuvieron que abandonar sus casas en Jartum por los conflictos. Ellos convirtieron su antigua escuela en un lugar donde estas personas pueden dormir, comer y sentirse acompañadas. Aunque tenían miedo y las cosas eran difíciles, no dudaron en ayudar. Nos muestran que, aunque seamos jóvenes, podemos hacer cosas grandes para ayudar a los demás. (acnur.org) Esta noticia nos hace pensar que todos podemos ayudar, incluso cuando las cosas son complicadas. Los jóvenes sudaneses nos enseñan que ser solidario y ayudar a los demás no depende de la edad. Con valentía, transformaron miedo y problemas en esperanza y ayuda. Nosotros, como estudiantes, también enfrentamos desafíos: problemas en la escuela, con amigos o decisiones importantes. Jesús nos enseña que seguirlo significa actuar con amor y ayudar, incluso cuando no es fácil. Podemos preguntarnos: ¿Cómo estamos usando lo que sabemos y lo que tenemos para ayudar a los demás? ¿Estamos atentos a las personas que nos necesitan o esperamos que otros hagan algo primero? Pensar en esto nos ayuda a vivir nuestra fe todos los días y a ser más como Jesús. Oración: Señor Jesús, Gracias por enseñarnos que siempre podemos elegir el amor y ayudar a los demás, aunque haya dificultades. Ayúdanos a ser valientes como los jóvenes sudaneses y a dar nuestra ayuda a quien lo necesite. Que nuestras acciones siempre muestren tu amor, y que podamos ser luz y esperanza para los demás. Danos fuerza para actuar con cariño y alegría cada día. Amén.

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NO TEMAS

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SER COMPASIVOS

La fotografía nos muestra a una familia que ha tenido que abandonar su hogar, llevando solo lo que pueden cargar, cansados y con miedo. Nos conmueve porque refleja el sufrimiento de muchas personas que buscan seguridad y un lugar donde vivir en paz. Jesús nos enseña que cuidar y acompañar a los que sufren es una forma de amarlo a Él; cuando abrimos nuestro corazón y ayudamos a los demás, estamos dando esperanza y consuelo en medio de la dificultad. Esta imagen nos invita a ser compasivos y a reconocer que cada persona, aunque diferente a nosotros, merece amor y cuidado. ¿Cómo puedes abrir tu corazón y tus manos para ayudar a alguien que lo necesita, aunque sea con un gesto pequeño? “Tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron” (Mateo 25,35

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GRACIAS, DIOS.

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¿HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR DIOS?

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Tus talentos

Mira el dibujo: hay tres personas Dos de ellas han cuidado sus plantas y han dado frutos. Una tiene muchos instrumentos y otra tiene pocos, pero su planta también creció fuerte. Las dos la riegan, con una gran sonrisa. La tercera persona no cuidó su planta y no creció nada. Esto nos enseña que no siempre se necesita tener muchas cosas para hacer crecer algo; lo importante es poner cariño, cuidado y atención. Pregunta para pensar: ¿Cómo puedes cuidar tú las cosas que te confían, como tu trabajo, tus amigos o tu familia, para que crezcan fuertes y felices?

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Gran Promesa

Algunas personas se burlan de él y no le creen, pero un hombre que estaba junto a él reconoce que Jesús es bueno y le pide que se acuerde de él. Jesús, lleno de amor, le promete que estará con él en el cielo. Esto nos enseña que, aunque a veces otros no nos comprendan o se burlen de nosotros, Jesús siempre nos escucha y nos ama. También nos muestra la importancia de reconocer lo bueno y pedir ayuda a Dios con confianza. ¿Tú le pedirías a Jesús que te ayude cuando lo necesites, confiando en que siempre te escucha? Oración Señor Jesús, gracias por amarnos siempre y escucharnos. Ayúdame a confiar en ti, a pedir tu ayuda cuando la necesite y a reconocer lo bueno que haces en mi vida y en la de los demás. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Por los sin techo

Hoy vamos a rezar por las personas que no tienen casa. Hay personas que duermen en la calle, que tienen frío, que están solas. Nosotros queremos pedirle a Jesús que las cuide mucho. Cada frase que digamos, la vamos a hacer con un gesto. ¿Listos? Todos con las manos abiertas hacia el cielo. Todos dicen: “Jesús, cuida a las personas que no tienen casa.” Manos en forma de techo sobre la cabeza. Todos dicen: “Dales un lugar calentito para dormir.” Manos sobre el corazón. Todos dicen: “Enséñanos a compartir y a querer como Tú.” Palmas juntas en señal de oración (como para decir gracias). Todos dicen: “Gracias, Jesús, por nuestra casa, nuestra cama y nuestro pan.” Todos aplauden una sola vez, suave Todos dicen: “Amén.” ¿Qué podemos hacer nosotros por los que no tienen casa?

Día Mundial de las personas sin hogar

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Es la LUZ

Cuando Jesús era un bebé, María y José lo llevaron al templo de Jerusalén, como decía la Ley de Moisés, para presentarlo a Dios. Allí había un hombre bueno y justo llamado Simeón, que esperaba con mucha fe al Mesías. El Espíritu Santo le había dicho que no moriría antes de ver al Salvador. Cuando vio al niño Jesús, Simeón lo tomó en brazos y dio gracias a Dios diciendo: «Señor, ya puedo irme en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, la luz que alumbrará a todas las naciones». María y José se quedaron asombrados de lo que escuchaban. Simeón también les dijo que Jesús sería signo de contradicción y que María sufriría mucho por Él. En ese momento apareció Ana, una profetisa muy anciana que pasaba el día en el templo rezando. Ella también dio gracias a Dios y habló a todos sobre aquel niño que traería la salvación. Después, María y José regresaron a Nazaret, y Jesús fue creciendo, lleno de sabiduría y de la gracia de Dios. Reflexión: Este evangelio nos recuerda que Jesús es la luz que vino al mundo para salvarnos. Simeón y Ana nos enseñan a esperar con paciencia y fe en las promesas de Dios. También nos recuerdan que seguir a Jesús no siempre será fácil: habrá momentos de dolor, pero su amor nos da la fuerza para seguir adelante. Hoy en nuestro mundo sigue habiendo injusticias, guerras y egoísmos. Como creyentes, estamos llamados a trabajar con Jesús para hacer un mundo nuevo, más justo y lleno de paz.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

VIVIR POR AMOR

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¿Qué significa que Dios amó al mundo? ¿Qué parte del texto de gusta más y por qué? ¿Cómo puedes compartir este amor con tus amigos y familiares?

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

Lectura del santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”. Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”. Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”». ¿Cómo crees que se sentía Lázaro al estar solo, enfermo y con hambre, sin que el hombre rico lo ayudara? ¿Qué cosas podríamos hacer nosotros hoy para ayudar a personas que tienen menos que nosotros? ¿Por qué crees que Jesús quiere que escuchemos a personas que enseñan cosas buenas, como Moisés o los profetas?

Fiesta de San Miguel, San Rafael y San Gabriel

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Lectura del Santo Evangelio según San Juan

Por su parte, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».  Reflexión La misericordia, la bondad sobre el juicio y la acusación, el perdón… son actitudes que siguen siendo necesarias hoy. Todos necesitamos nuevas oportunidades, sentimientos de reconocimientos, signos de nueva confianza. El evangelio de hoy nos invita a ponernos ante Jesús con nuestra realidad pecadora, descubrir con alegría que somos perdonados por Dios. Acércate este domingo al confesionario, reconoce tus pecados y siéntete perdonado y amado por Dios.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

TODOS LOS SANTOS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

NUESTRA ACTITUD

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas con sentido

En este video, Lucía Rodríguez comparte su experiencia tras participar en una misión en Ecuador con la Delegación de Misiones de Alcalá de Henares. Con entusiasmo y gratitud, relata cómo esa vivencia ha sido un verdadero regalo para ella y para la Iglesia. Su testimonio refleja cómo la cercanía a quienes sufren puede transformar nuestra mirada y encender en nosotros el deseo de amar y servir con humildad y alegría

¿Cómo puedo dejar que las experiencias de encuentro con quienes sufren cambien mi forma de mirar y compartir? ¿Qué pequeño gesto hoy podría ser un “regalo” para alguien que lo necesita, desde la sencillez?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EXALTACIÓN DE LA CRUZ

El 14 de septiembre celebramos la fiesta de la Santa Cruz. Hace mucho tiempo, Santa Elena (la mamá del emperador Constantino) encontró en Jerusalén la cruz donde murió Jesús. La cruz nos recuerda que, aunque existen cosas malas como la injusticia, el pecado y la muerte, el amor de Dios es más fuerte y vence todo lo malo. Por eso celebramos con alegría, porque en la cruz Jesús nos mostró cuánto nos ama y nos dio la salvación. Hoy te invitamos a que dibujes una cruz o un corazón en tu agenda, y dentro pongas los nombres de las personas que son muy importantes para ti. De esta forma, estermos rezando juntos por elos.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Dar con el corazón.

Jesús está enseñando que lo más importante no es tener muchas cosas, sino dar con el corazón. La balanza nos muestra que el amor y la bondad pesan más que el oro y el dinero. Jesús nos recuerda que debemos ser buenos y responsables, usando lo que tenemos para ayudar a los demás. Cuando somos generosos y cuidamos lo que Dios nos da, estamos preparando nuestro corazón para Él y para hacer el bien a los demás, tal como nos enseñó Jesús en la parábola del administrador fiel. ¿Qué es más valioso: dar amor y ayudar a los demás o solo tener cosas materiales? ¿Cómo podemos ser responsables y ayudar a los demás en casa o en la escuela? Oración Señor Jesús, ayúdame a usar mi corazón para hacer el bien, compartir con los demás y ser siempre responsable. Que mis acciones sean más grandes que mis cosas y que siempre te busque a Ti primero. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Queremos aprender

Hoy quiero aprender cosas nuevas y descubrir todo lo bueno que hay a mi alrededor. Ayúdame a jugar, a aprender y a compartir con mis amigos. Que mi día sea como una galaxia llena de letras, colores y alegría. Amén. ¿Qué cosas nuevas quiero aprender hoy? ¿Cómo puedo ayudar a mis amigos a que también aprendan y se diviertan?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Él tiene la llave

En este dibujo vemos a Jesús ayudando a un amigo que estaba cargado con una bola que representa el pecado. Jesús tiene la llave que puede liberar a su amigo y quitarle ese peso. Esto nos recuerda que Jesús siempre quiere ayudarnos, perdonarnos y darnos fuerza cuando sentimos tristeza o miedo. Con su amor, podemos sentirnos libres y felices. ¿Hay algo que me preocupa o me hace sentir pesado y que puedo confiar a Jesús? ¿Cómo puedo ayudar a los demás para que se sientan libres y felices como el amigo de Jesús en el dibujo? Oración Jesús, gracias por tu amor y por liberarnos de lo que nos hace sentir tristes o preocupados. Ayúdame a confiar en ti todos los días y a ser bueno con los demás. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas con sentido

En este video, Rocío Campos, una joven madrileña, comparte su experiencia tras pasar un año realizando una misión en Malawi. Con humildad y gratitud, narra cómo al volver a casa sintió la necesidad de que su vida reflejara lo que había vivido: un deseo profundo de servir, de estar cerca de los más necesitados, y de permitir que esa experiencia transformara su forma de ver y actuar en el mundo. ¿Cómo me cambiaría si viviera una experiencia donde no soy el centro, sino que me dedico a servir a los demás sin buscar reconocimiento? ¿Qué pequeñas acciones de servicio puedo hacer hoy que reflejen ese corazón humilde y manso que Jesús nos propone?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

NUESTRO EQUIPO

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Juan

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Reflexión Puede haber momentos en los que los cristianos, seguidores de Jesús, sintamos temor y cerremos las puertas de nuestro corazón al Espíritu Santo. Pero esa no es la actitud propia del discípulo de Jesús. Si nos dejamos invadir por el Espíritu sentiremos la fuerza y amor del Padre. Ese amor nos dará una fuerza inmensa para cumplir nuestra misión ante los que sufren dolor, injusticia o abandono.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

En la imagen vemos a un hombre que, a pesar de su dificultad física, levanta en alto a un niño con una sonrisa. Sus muletas no lo detienen; su amor y su fuerza interior son más grandes que cualquier limitación. Jesús, en el Evangelio, agradece al Padre porque su mensaje no se revela a los orgullosos ni a los autosuficientes, sino a los humildes, a los que saben que necesitan ayuda. También nos promete descanso y alivio cuando las cargas pesan demasiado, invitándonos a seguirlo con mansedumbre y humildad. Esta escena nos recuerda que la verdadera grandeza no está en tenerlo todo perfecto, sino en amar profundamente desde nuestra realidad, incluso cuando es difícil. La humildad abre el corazón para recibir la fuerza de Dios, y esa fuerza se convierte en amor que levanta a otros. Oración Señor Jesús, hoy quiero agradecerte por todas las veces que, aun en mi debilidad, me has dado fuerza para amar. Ayúdame a no esconder mis fragilidades, sino a ofrecerlas para que Tú las transformes. Enséñame a vivir con humildad, a descansar en Ti cuando me sienta cansado, y a levantar a los demás con mis palabras, gestos y acciones. Que mi vida sea un reflejo de tu amor manso y humilde. Amén. Preguntas para reflexionar ¿En qué momentos de mi vida he sentido que mis limitaciones me acercan más a Dios que mis éxitos? ¿Cómo puedo, desde mi propia fragilidad, ser apoyo y descanso para alguien hoy? ¿Vivo la humildad como una debilidad o como una oportunidad para que Dios actúe en mí?

Abrazos

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Fiesta de Santa Teresa de Jesús

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¿Qué hay de nuevo, viejo?

Fuente. José Manglano

Hoy estrenamos un año nuevo, como cuando estrenamos unos zapatos o una camiseta. Pero el año no es solo algo que pasa: ¡es tiempo! Y en ese tiempo estamos nosotros, con nuestra vida, nuestras luchas y alegrías. A veces la gente se pregunta: “¿Para qué sirve Jesús?” Y piensan que no es práctico, que no les soluciona los problemas. Y tienen razón: Jesús no nos ahorra los esfuerzos, no nos evita sufrir, ni hace el trabajo por nosotros. Pero, al mismo tiempo, lo aporta todo: nos da la certeza de que somos amados siempre, nos acompaña en cada paso, nos da luz y sentido a nuestra vida. Por eso hoy, al comenzar el año, queremos darle gracias a Dios por hacernos nuevos cada día, porque en Él nada está perdido y siempre hay esperanza. Le pedimos vivir en su gracia, para que cada día sea verdaderamente nuevo y podamos contagiar a los demás la alegría de sabernos amados. Que al vernos, puedan decir de nosotros: “Mira ese, ¡está más contento que un niño con zapatos nuevos!” Reto de hoy: busca en tu entorno una persona a la que puedas regalarle una sonrisa, un gesto de cariño o una palabra amable. Hazlo como signo de esa alegría nueva que Dios te da.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Las bienaventuranzas

En la imagen vemos a una persona mayor ofreciendo comida a quien lo necesita, y lo hace con una gran sonrisa. No es solo un gesto de caridad, es un acto profundo de amor. En las Bienaventuranzas, Jesús dice: 'Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia'. La verdadera felicidad no está en acumular, sino en compartir; no en recibir, sino en darse. Esa sonrisa muestra que servir a los demás no empobrece, sino que enriquece el alma. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de ser esa mano que ayuda, ese rostro que transmite esperanza. Pregunta para reflexionar: ¿En qué momentos de mi vida he experimentado la alegría de ayudar sin esperar nada a cambio?

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

Me siento perdonado

En el tiempo de Jesús, el sábado era un día muy especial para Dios, y no se podía trabajar. Un día, Jesús vio a un hombre con el brazo enfermo. Él no podía moverlo. Jesús, que siempre quiere ayudar, lo curó aunque fuera sábado, porque no soporta ver a las personas sufriendo. En aquel tiempo, la gente pensaba que si alguien estaba enfermo era porque él o su familia habían hecho algo malo. Por eso, muchas personas enfermas eran tratadas mal y se sentían solas. Cuando Jesús curó al hombre, también le quitó la tristeza y el rechazo. Le devolvió la alegría y el cariño de los demás. Tú también puedes hacer que otras personas se sientan queridas y aceptadas. En este nuevo curso, piensa: ¿Qué puedo hacer para que nadie se sienta solo o rechazado en mi colegio?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

AL CONTEMPLARTE EN LA CRUZ

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Gran corazón

Jesús contó esta historia: Había una vez un hombre que cuidaba el dinero de un jefe muy rico. Pero ese hombre no cuidó bien las cosas que no eran suyas. Cuando el jefe se enteró, se molestó, porque quería alguien en quien confiar. Jesús dijo: “Si tú cuidas bien las cosas pequeñas, te confiarán cosas grandes. Pero si no eres fiel en lo pequeño, ¿cómo te confiarán algo importante?” Y Jesús terminó diciendo algo muy sabio: “No podemos amar mucho el dinero y amar a Dios al mismo tiempo. Solo uno puede ser el primer lugar en tu corazón.” Jesús, gracias por este nuevo día. Quiero aprender a cuidar lo que me das: mi mochila, mis juguetes, mis amigos y lo que es de todos. Ayúdame a decir la verdad, a portarme bien, y a hacer las cosas con amor, aunque nadie me vea. Quiero que confíes en mí. Y quiero tenerte siempre en el primer lugar de mi corazón. Amén. ¿Qué cosas pequeñas puedes cuidar hoy para hacer feliz a Jesús? ¿Alguna vez hiciste algo bueno, aunque nadie te estuviera mirando? ¿Qué es más importante: tener muchas cosas o tener un corazón bueno?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ALEGRÍA

La imagen nos recuerda que, aunque a nuestro alrededor haya tristeza, Jesús nos invita a ser como ese globo amarillo que sonríe y da alegría a los demás. Cuando confiamos en Él, nuestra luz puede iluminar a quienes se sienten apagados. ¿Cómo puedes hoy ser una sonrisa para alguien que lo necesite? “Ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5,14).

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¿QUIÉN ES JESÚS?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Nuestra Señora del Rosario

Hoy celebramos a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, una fiesta que nos recuerda no solo una devoción antigua, sino una forma concreta de caminar con Dios en la vida diaria. El Rosario no es solo una repetición de oraciones. Es una meditación profunda sobre la vida de Jesús, desde la mirada y el corazón de su Madre. Es un “compendio del Evangelio”, como decía San Juan Pablo II, y un camino de oración que nos enseña a contemplar, a confiar y a amar. En un mundo que va rápido y vive en lo superficial, el Rosario nos propone detenernos, hacer silencio interior y mirar la vida de Cristo con ojos nuevos. Nos enseña a confiar en medio de las dudas, a amar sin medida, y a encontrar paz en lo simple. María no es una figura lejana. Es una madre presente, que nos toma de la mano y nos lleva a Jesús. Cuando rezamos el Rosario con fe, nos abrimos a su consuelo, a su fortaleza y a su ejemplo. ¿Cómo crees que la práctica del Rosario puede ayudarte a enfrentar las dificultades o decisiones importantes en tu vida?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

En esta fotografía vemos a un niño que está muy feliz mientras recibe una flor de una persona que lo cuida con mucho cariño. La alegría del niño es contagiosa, y podemos ver cómo la confianza y el amor hacen que se sienta seguro y contento. En el Evangelio, Jesús nos invita a seguirlo con entrega total, sin poner condiciones ni mirar atrás. Como este niño que confía plenamente y recibe la flor con alegría, nosotros también estamos llamados a confiar en Jesús, a entregarnos sin miedo y a priorizar lo que Él nos ofrece: su amor y el Reino de Dios. Seguir a Jesús es como recibir esa flor especial que nos llena de alegría y nos hace caminar hacia adelante, sin mirar atrás ni pensar en lo que dejamos atrás, porque Él siempre quiere lo mejor para nosotros. ¿Cómo podemos mostrar que confiamos en Jesús como este niño confía en la persona que le da la flor? ¿Qué cosas podríamos dejar atrás para seguir a Jesús con alegría y sin condiciones

Confía

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido». Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». Había también por encima de él un letrero: «Este es el rey de los judíos». Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía: «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso». PALABRA DEL SEÑOR. En este pasaje vemos a Jesús en la cruz. Algunas personas se burlan de él y no creen que sea el Hijo de Dios, pero uno de los malhechores que estaba crucificado junto a él reconoce que Jesús es justo y le pide que se acuerde de él. Jesús, lleno de amor y misericordia, le promete que estará con él en el cielo ese mismo día. Este evangelio nos enseña varias cosas importantes: que Jesús siempre escucha a quienes confían en él, que nunca es tarde para pedir perdón, y que la fe y la humildad pueden abrirnos la puerta al amor de Dios. Nos invita a mirar nuestra vida y reconocer cuando necesitamos su ayuda y guía. ¿Confías en Jesús lo suficiente como para pedirle ayuda cuando te sientes triste o has cometido algún error?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería. ¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”». PALABRA DEL SEÑOR

Los apóstoles le dicen a Jesús: “Auméntanos la fe”, como quien reconoce que no basta con lo que ya tienen. Jesús responde que una fe pequeña pero auténtica puede mover lo imposible. Después, les recuerda que la verdadera fe se demuestra en el servicio humilde, sin buscar reconocimiento, como quien sabe que servir es parte de amar, no una forma de ganar méritos. En un mundo que aplaude los logros y busca constantemente ser visto, este mensaje nos invita a vivir la fe desde la humildad y la autenticidad, no desde la apariencia. ¿En qué situaciones sientes que te falta fe? ¿Cómo podrías pedirle hoy a Dios que la aumente? ¿Qué significa para ti servir con humildad en tu entorno (familia, amigos, colegio) sin buscar reconocimiento?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Oh Dios!, ten compasión de este pecador”. Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». PALABRA DEL SEÑOR

En este evangelio, Jesús nos cuenta la historia de dos hombres que fueron a orar al templo. Uno de ellos, el fariseo, estaba muy orgulloso de todo lo que hacía y se comparaba con los demás, pensando que él era mejor. El otro, el publicano, sabía que necesitaba la ayuda de Dios y le pedía con humildad que tuviera compasión de él. Jesús nos enseña que Dios valora más la humildad y el corazón sincero que el orgullo y la vanidad. Preguntas: ¿Me creo a veces mejor que los demás o intento ser humilde como el publicano? ¿Cómo puedo pedir ayuda a Dios y reconocer mis errores sin sentirme mal por ello?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Un corazón

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

SACRIFÍCIO

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¿Qué quieres contar a Dios?

GENTE ESPERANZADA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

¿En qué aspectos estoy llamado a dejarme transformar por los demás antes que “arreglar” mis propias ideas o planes? ¿Qué gesto concreto de cercanía y presencia puedo hacer hoy en mi entorno, que refleje ese corazón manso y atento al que Jesús nos enseña?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL CUENTO DE ALICIA

Un día, una niña llamada Alicia pensó: “Quisiera conocer a Dios. ¿Dónde lo podré encontrar?”. Dios escuchó su pregunta y a la mañana siguiente le regaló un bello amanecer. Pero Alicia no le dio importancia. En el colegio, le preguntó a la profesora de Religión y ella le respondió: – Dedica todos los días unos minutos a estar en silencio y sentirás a Dios. Alicia lo intentó, pero no lo consiguió, pues le gustaba mucho hablar. Dios deseaba que Alicia lo encontrara, así que siguió enviándole señales de su presencia. Una tarde, unos pajaritos se posaron en su ventana y comenzaron a cantar una bella melodía, pero Alicia estaba tan distraída jugando que no los oyó. Salió a pasear al parque y entró en una iglesia. Pero allí sólo vio imágenes inmóviles, de piedra, que no hablaban, y se marchó de allí. Cuando llegó a su casa, su madre se acercó y le dio un beso. Alicia no se dio cuenta; estaba muy concentrada pensando en cómo podía encontrar a Dios. Esa misma noche se acostó muy triste porque le parecía que era imposible encontrarse con Dios. Pero mientras dormía, Dios le dijo en sueños:  – Alicia, hoy te he enviado muchas señales: el bello amanecer, los pajaritos, la iglesia y el beso de tu mamá. Todos son regalos para que te puedas encontrar conmigo. Al día siguiente, Alicia sintió un cambio muy importante en su interior. Al fin lo había encontrado. Sintió que Dios estaba en su corazón, en las personas cercanas y en la naturaleza. REFLEXIÓN: ¿Y yo, también quiero encontrarme con Dios? Pues, pienso unos segundos donde lo podré encontrar y se lo digo a mis amigos de clase.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Construyendo el Reino

Señor, esta joven sentada en la Plaza del Obradoiro mira la catedral, quizá después de un largo camino. Desde su espalda no vemos su rostro, pero podemos imaginar todo lo que ha vivido: pasos cansados, momentos de duda, encuentros que han alegrado su corazón.Yo también estoy en camino, Señor, aunque no siempre sea por senderos de piedra. Ayúdame a detenerme como ella, a contemplar, a darte gracias por lo que ya he recorrido y a confiar en lo que me falta por vivir. Que mi mochila no pese más de lo necesario, y que nunca falten en ella la fe, la esperanza y el amor

¿Qué podría estar sintiendo esta persona al quedarse en silencio en medio de la plaza? ¿Qué nos enseña este momento de pausa sobre la confianza que Dios quiere de nosotros cuando nos envía a su misión?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

HÉROE

Cuando vez esta imagen, parece que todos miran a un héroe esperando a que haga algo grande. A veces, en la vida, sentimso que los demás esperan que siempre seamos fuertes, perfectos o que tengamos todas las respuestas. Pero Jesús nos enseña algo distinto: la verdadera grandeza no está en impresionar, sino en servir y amar. Él no buscaba aplausos, sino dar su vida por nosotros. ¿Qué es más importante en mi vida: que me reconozcan los demás o que mis acciones de verdad ayuden y sirvan a otros? "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos" (Mc 10, 45)

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

DÍA DE FIESTA

San José de Calasanz, Ruega por nosotros. Amén

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Un restaurante donde todos tienen una nueva oportunidad

Imaginad un restaurante donde los cocineros y meseros antes vivían en la calle, sin casa y sin trabajo. Ahora, en este lugar, les enseñan a cocinar, a atender mesas y a trabajar en equipo. Así ganan dinero, se sienten útiles y vuelven a tener esperanza. ¡Y la comida es hecha con mucho cariño! Jesús siempre se acercaba a los que otros no querían cerca: pobres, enfermos o solos. Les daba un lugar en su mesa y los trataba con respeto. Este restaurante es como la mesa de Jesús: todos son bienvenidos y reciben amor y oportunidades. Nosotros podemos hacer lo mismo cuando tratamos bien a los demás y les damos la oportunidad de brillar. ¿Alguna vez he dado una oportunidad a alguien que otros no querían incluir? ¿Cómo puedo ayudar a que alguien se sienta valioso en mi clase? Oración Jesús, ayúdame a tratar a todos con respeto y cariño, como Tú lo haces conmigo. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Estad atentos

Jesús contó esta historia: Había un hombre muy rico que tenía ropa bonita y comía mucha comida rica todos los días. Cerca de su casa vivía un hombre pobre llamado Lázaro. Estaba enfermo, tenía hambre y se acostaba en la puerta del rico esperando que le dieran algo de comer. Pero el hombre rico nunca le ayudaba. Con el tiempo, los dos murieron. Lázaro fue al cielo con Dios, y el rico no. Desde lejos, el rico vio a Lázaro feliz y le pidió ayuda. Pero ya era tarde. No se podía cruzar de un lugar al otro. Entonces, el rico pidió que alguien fuera a decirle a sus hermanos que cambiaran su forma de vivir y ayudaran a los demás. Pero le dijeron: “Ya tienen las enseñanzas de Dios. Si no escuchan ahora, tampoco escucharán aunque alguien vuelva del cielo para decírselo”. Preguntas para reflexionar: ¿Cómo crees que se sentía Lázaro cuando nadie le ayudaba? ¿Qué podemos hacer nosotros cuando vemos a alguien que necesita ayuda? ¿Qué crees que nos quiere enseñar Jesús con esta historia?

Fiesta de San Miguel, San Rafael y San Gabriel

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ALLÍ ESTOY

La fotografía nos muestra que, al unir nuestras manos formando una cruz, no solo hacemos un símbolo: aprendemos que la fuerza y el amor de Jesús crecen cuando nos apoyamos unos a otros. La cruz nos recuerda que Jesús dio su vida por nosotros, y que cada gesto de unidad, amistad y ayuda es una manera de acercarnos a Él y llevar luz a quienes nos rodean. El cielo despejado nos invita a confiar en que, con Jesús, siempre hay esperanza y claridad incluso en los momentos difíciles. ¿De qué manera puedes unir tu corazón con los de tus amigos para mostrar el amor de Jesús en tu escuela o familia? “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18,20).

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

DÍA DE TODOS LOS SANTOS

Hoy reflexionamos a partir del video titulado “Francisco: La vocación universal a la santidad”, donde se nos recuerda que cada persona está llamada a vivir una vida santa, no por ser perfecta, sino por responder con humildad y amor al llamado que Dios nos hace. En la fiesta de Todos los Santos celebramos a aquellas personas —conocidas y anónimas— que vivieron ese llamado con entrega y sencillez. Hoy, al escuchar este mensaje, somos invitados a reconocernos también como parte de esa gran familia de santos, llamada a iluminar el mundo con la vida sencilla, humilde y entregada. ¿Cuál es mi pequeño gesto diario que puede transformar mi entorno en un lugar más santo y humano?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LA GRAN CONVOCATORIA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Estoy a tu lado

En la vida todos pasamos por momentos difíciles: pérdidas, fracasos, desilusiones. A veces pensamos que no podemos hacer nada para aliviar el dolor de alguien, pero la presencia, la empatía y el apoyo silencioso pueden ser un regalo inmenso. Cerrar los ojos al sufrimiento de otros nos hace indiferentes; en cambio, acercarnos y escuchar abre caminos para sanar.Si Jesús estuviera en esta escena, tal vez diría: “No están solos, yo camino con ustedes en el dolor. Ámense y acompáñense como yo lo he hecho con ustedes.” Su mensaje sería una invitación a ser manos y hombros dispuestos para consolar

¿Qué crees que está sintiendo la chica de la imagen? ¿Alguna vez te has sentido así? ¿Qué papel crees que juega cada persona en la escena? ¿Quién escucha de verdad y quién solo mira desde fuera? Jesús también quiso consolar y escuchar, pero fue rechazado. ¿Alguna vez tú también has cerrado la puerta a alguien que traía un mensaje de amor o verdad?

Señor, ayúdame a reconocer el dolor de los demás y a no ser indiferente. Dame un corazón compasivo, que sepa escuchar y acompañar sin juzgar. Enséñame a ser un reflejo de tu amor, incluso cuando no tengo palabras, y a ofrecer siempre esperanza y consuelo

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Sed humildes

Jesús contó que dos hombres fueron a orar al templo. Uno se creía muy bueno y decía lo mucho que hacía bien, mientras que el otro sabía que necesitaba la ayuda de Dios y le pedía que tuviera compasión de él. Jesús nos enseña que es importante ser humildes y reconocer que todos necesitamos a Dios. Oración: Señor Jesús, ayúdame a ser humilde y pedir tu ayuda siempre. Que haga el bien sin sentirme mejor que los demás. Amén. Pregunta para reflexionar: ¿Soy humilde y pido ayuda a Dios, o me creo mejor que los demás?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Ama, ama y ensancha el alma

Esta canción nos enseña que el amor es la llave para abrir nuestro corazón y hacerlo más grande. Cuando amamos, no solo ayudamos a los demás, sino que también nos sentimos más felices y en paz con nosotros mismos. Hoy, al escucharla, pensemos en cómo podemos ser más amables y generosos con los demás. ¿Qué puedo hacer hoy para mostrar amor y amabilidad a los demás? ¿Cómo puedo hacer que mi corazón sea más grande y lleno de luz?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

Una vez que la gente se agolpaba en torno a él para oír la palabra de Dios, estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca». Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes». Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.   Reflexión El Papa Francisco siempre nos ha insistido en que seamos “una Iglesia en salida”. Ir a los ambientes donde está la gente. No esperar a que las personas lleguen, sino ir hacia ellas. Jesús, que sepamos ser misioneros en nuestros ambientes más cercanos y hablemos de ti con palabras y obras.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Aleluya

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

UN CORAZÓN MÁS GRANDE

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Los patitos valientes

Había una vez un estanque lleno de patitos, todos jugando felices entre los nenúfares. Un día, mientras nadaban, vieron que una pequeña tortuga había caído al agua y no podía salir sola. Todos los patitos se quedaron mirando, sin saber qué hacer. Algunos decían: “¡Está muy lejos! ¡No podemos ayudarla!” Otros solo se quedaban mirando y diciendo: “¡Pobre tortuga!” Pero tres patitos valientes decidieron acercarse. Se ayudaron entre ellos, se acercaron a la tortuga y la empujaron con cuidado hasta la orilla. La tortuga salió del agua y les sonrió, muy agradecida. Los demás patitos se dieron cuenta de que, aunque tenía miedo, ayudar a los demás era lo más importante. Aprendieron que no importa lo grande o pequeño que seas, siempre puedes ser valiente y hacer el bien. Y desde aquel día, todos los patitos del estanque recordaban: “Ayudar a los demás siempre es lo correcto, aunque nos dé un poquito de miedo.” Pregunta para reflexionar después del cuento ¿Tú qué harías si ves a alguien que necesita ayuda y nadie más lo hace?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Con los brazos abiertos

Jesús está feliz, con los brazos abiertos, rodeado de niños y personas que lo siguen con alegría y amor. Todos están sobre un gran libro (que representa la Palabra de Dios), y a su alrededor ya no hay peleas ni espadas, sino paz, corazones y amistad. Jesús nos llama a estar con Él y a seguirlo con el corazón contento, sin mirar atrás ni pensar en lo que dejamos, porque con Jesús tenemos lo más importante: el amor, la paz y la alegría verdadera.

¿Qué cosas buenas crees que Jesús te puede enseñar si decides seguirlo con alegría? ¿Qué puedes hacer tú hoy para seguir a Jesús con todo tu corazón?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios. Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir». PALABRA DEL SEÑOR

Jesús les dice a sus discípulos que no tengan miedo de decir que creen en Él. Ser cristiano no es algo para esconder, sino para vivirlo con alegría y valentía. Si nosotros reconocemos a Jesús delante de las personas, Él nos reconocerá delante de Dios. También les recuerda que, cuando llegue un momento difícil en el que tengan que defender su fe, no estarán solos. El Espíritu Santo estará con ellos y les dará las palabras y la fuerza para hablar. Esto significa que Dios siempre nos acompaña y nos ayuda a mantenernos firmes en lo que creemos, aunque otros no estén de acuerdo. ¿Qué cosas me ayudan a no tener miedo de decir que creo en Jesús? ¿Confío en que el Espíritu Santo me ayuda cuando tengo que hacer algo difícil por mi fe?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

BRASAS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LOS GEMELOS OPUESTOS

Un relato de autor desconocido cuenta que un hombre acaudalado tenía dos hijos gemelos de signo contrario. Desde el mismo día en que nacieron, eran tan diferentes que nadie podía creer que fueran hermanos. De ellos, uno era muy pesimista y siempre estaba triste, mientras que el otro era un oportunista incorregible y siempre se reía. A punto ya de cumplir dieciocho años, el padre quiso regalarles algo especial y su mejor amigo le aconsejó: -Deberías hacer un regalo que compense sus diferencias de ánimo. Al pesimista dale un obsequio impresionante y al optimista, algo que no valga para nada. Aunque era una idea un poco extravagante, el padre decidió seguir el consejo de su amigo. La mañana de su cumpleaños, pidió a sus dos hijos que salieran con él al jardín. Los gemelos se sorprendieron al ver dos bultos, cubiertos cada uno de ellos con una manta: uno era enorme y el otro pequeño. El pesimista retiró la manta de su regalo y descubrió una potente moto japonesa. Al verla, rompió a llorar. Su padre no entendía nada. -¡Me la regalas porque quieres que me mate! El optimista trató de consolar a su hermano, pero era inútil. Su padre le pidió entonces que levantara su manta para ver qué le había correspondido. Pensó que así el otro entendería cuán afortunado era. Al destapar su regalo debajo de la manta apareció un enorme excremento de caballo. El chico empezó a aplaudir muy feliz, dando saltos de entusiasmo. Gritaba tanto que los vecinos empezaron a asomarse a las ventanas, sorprendidos. El hermano pesimista, que aún estaba disgustado con su moto, le preguntó entonces de malas maneras: -¿Eres idiota o qué te pasa? ¿De qué te alegras? -Si aquí hay este excremento, es que mi caballo anda cerca. –contestó rebosante de felicidad. REFLEXIÓN: Cuando vemos el mundo, lo teñimos con nuestra propia mirada. Por lo tanto, si lo miramos con tristeza, todo nos parecerá triste, mientras que, si lo hacemos desde la alegría, nunca nos faltarán motivos para sonreír. Los dos hermanos del cuento simbolizan dos actitudes extremas que puedes tomar ante la vida: verlo todo negro o encontrar en cada cosa un motivo de celebración. Es más, lo importante ya no solo es si miramos el vaso y lo vemos medio lleno o medio vacío. Lo importante es que tomemos la responsabilidad de llevar el vaso, es decir, que pase lo que pase pensemos qué podemos hacer para mejorar las circunstancias que vivimos y las de los seres a los que amamos.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Te quiero de día, te quiero de noche.

Fuente. José Manglano

El salmo dice: “Durante el día, Señor, contemplo tu misericordia. Durante la noche, tu fidelidad”. En el día todo se ve claro: el sol ilumina, entendemos mejor las cosas, todo parece tener sentido. Así pasa también en la vida: cuando nos va bien, es fácil descubrir la misericordia de Dios, ver que nos cuida y que nos da motivos para agradecer. Pero también está la noche. En la oscuridad no vemos el camino, tropezamos, nos sentimos inseguros. Así son los momentos difíciles: cuando no entendemos lo que pasa, cuando parece que Dios está callado o incluso ausente. Ahí es cuando necesitamos recordar algo fundamental: Dios es fiel. Aunque yo no lo sienta, aunque no lo entienda, Él no me abandona. La vida cristiana es aprender a apoyarse en esa certeza: de día, me alegro en la misericordia de Dios; de noche, me agarro a su fidelidad. Reto de hoy: durante el día, busca un momento de luz (algo bueno que te pase, una sonrisa, una palabra amable) y da gracias a Dios por su misericordia. Y cuando llegue un momento difícil (un enfado, un cansancio, un problema), repite en tu interior: “Señor, confío en tu fidelidad”.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Estamos Tú y yo

La canción “Sólo estás tú” expresa un deseo íntimo: quedarse en la verdad, sin máscaras, sin prisas, en un espacio donde no importa lo que los demás vean, sino lo que verdaderamente importa: esa presencia única que lo llena todo. Jesús, al confrontar a los fariseos, va justo en contra de lo superficial y el escaparate. Denuncia la hipocresía de quienes se cuidan por fuera —cumpliendo ritos, cuidando la apariencia— mientras su corazón queda vacío de amor y sinceridad. Jesús nos invita a una justicia que nace de dentro, auténtica, sin espectáculo, sin artificios. Esta canción, desde su sencillez, nos puede inspirar a vivir “solo Tú” de verdad, es decir, dejar que Dios sea el centro de nuestra vida, sin adornos, sin pretensión, solo confesando nuestra pobreza y dejando que Él nos transforme desde el interior. ¿En qué aspectos de tu vida te resulta difícil mostrar una fe auténtica, sin fingir para quedar bien, y cómo podrías avanzar hacia una relación más verdadera con Dios?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Evangelio según San Lucas

En cambio, a vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros». Reflexión Hoy hemos escuchado que hay que amar a los enemigos y bendecir a los que nos insultan. ¡Qué difícil resulta eso! Pero no hay otra manera para que el Reino de Dios se implante en nuestro mundo. Solo la misericordia podrá cambiar el mundo. Con Dios, todo es posible, pero pon de tu parte.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

A TU MEDIDA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

TÚ ERES MI DIOS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Sed misericordiosos

Jesús nos dice hoy algo que parece sencillo, pero que puede cambiar el mundo si lo vivimos de verdad: "Sed misericordiosos, amad a todos." Muchas veces, nos movemos en grupos, con quienes nos sentimos cómodos, con quienes nos entienden. Pero ¿qué pasa con los que quedan fuera? ¿Qué pasa con el “alumno invisible”?Hace un tiempo, un profesor de secundaria notó que había un chico llamado Iván que nunca participaba. No hablaba con nadie. Muchos lo consideraban raro, y algunos incluso lo ignoraban o se burlaban por lo bajo. Un día, el profe propuso una actividad: “Cada uno deberá escribir algo bueno de cada compañero en un papel anónimo.” Después, el profesor reunió los mensajes y los entregó a cada alumno. Iván se quedó en silencio largo rato leyendo el suyo. Luego, se acercó al profesor y dijo en voz baja: — No sabía que los demás pensaban esto de mí. Hoy es la primera vez que me siento parte de la clase. Amar a todos significa abrir los ojos y el corazón, ver a quien nadie mira. Tener misericordia es dar una palabra, una mirada, una oportunidad. No hace falta hacer cosas grandes, sino vivir con un corazón grande. Reto del día: Hoy, dedica tiempo, palabras o atención a alguien que suele ser ignorado o juzgado. Hazle sentir que es valioso. Y al final del día, pregúntate: ¿qué sentí al amar sin esperar nada a cambio?

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

DÍA DE TODOS LOS SANTOS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LA CAJITA DE LA ALEGRÍA

En un pequeño pueblo, la maestra Ana tenía una cajita especial llamada la cajita de la alegría. Cada niño podía poner en ella algo bonito: un dibujo, una sonrisa, una palabra amable. Un día, los niños del aula estaban muy contentos porque era el Día Mundial de la Infancia. Uno de ellos, Tomás, estaba triste porque no podía jugar con sus amigos en el recreo. Sofía le dijo: —No te preocupes, Tomás. Hoy todos podemos compartir nuestra alegría. Entonces, juntos empezaron a poner en la cajita: risas, abrazos, dibujos y palabras bonitas. Cada cosa hacía que la cajita brillara y se llenara de luz. Al final del día, todos los niños comprendieron que la verdadera alegría crece cuando la compartimos. Oración: Señor Jesús, Gracias por este día y por todos los niños del mundo. Ayúdanos a compartir nuestra alegría, nuestras sonrisas y nuestro cariño. Que nadie se sienta solo y que podamos hacer que todos se sientan amados y felices. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Te buscaré...

¿Qué crees que quiere decir la canción cuando dice que Jesús es un "huracán de amor"? ¿Qué hizo Jesús cuando lo rechazaron? ¿Tú cómo reaccionas cuando alguien te trata mal? ¿Qué puedes hacer tú para ser más como Jesús cuando algo te enfada o te duele?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

SÁLVAME

Esta foto nos recuerda lo que sentimos cuando la vida nos supera: problemas, miedos, presión... como si nos estuviéramos ahogando. En esos momentos, lo más difícil a veces no es nadar, sino atreverse a pedir ayuda. El Evangelio nos muestra a Pedro, que caminaba sobre el agua, pero empezó a hundirse; y al gritar "¡Señor, sálvame!", Jesús lo tomó de la mano y lo levantó. Jesús no nos pide ser invencibles, nos pide confiar en Él y dejar que nos sostenga. ¿Me atrevo a pedir ayuda a Dios y a los demás cuadno siento que me hundo o prefiero aparentar que todo está bien? "Al momento Jesús, extendió la mano, lo sostuvo..." (Mt 14, 31)

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Atención: Circunferencias al desnudo.

Fuente. José Manglano

¡Este año tiene que ser redondo! ¿Y cómo lograrlo? Igual que cuando dibujamos una circunferencia: si lo intentamos a mano alzada, siempre queda imperfecta. Pero si usamos un compás, hasta lo que parecía difícil se vuelve sencillo. El secreto del compás está en tener un centro firme donde apoyar la punta. Si el centro se mueve, la circunferencia se deforma; pero si está bien sujeto, el trazo sale perfecto. Nuestra vida cristiana se parece mucho a eso. Podemos intentar vivir solos, “a mano alzada”, pero tarde o temprano nos damos cuenta de que nos falta firmeza, que todo se nos descoloca. En cambio, si ponemos a Cristo como centro de nuestra vida, todo se ordena: lo que antes parecía imposible, se vuelve posible; lo que parecía sin sentido, encuentra dirección. Este año puede ser redondo si nuestro centro no son las modas, las prisas o los caprichos, sino Jesús. Si nos apoyamos en Él, podremos girar con libertad alrededor de ese centro seguro y descubrir que nuestra vida tiene forma, sentido y belleza. Reto de hoy: piensa qué cosas ocupan ahora el centro de tu vida (estudios, amigos, redes, deportes, etc.). Escribe en un papel cuál te quita más tiempo o energía y luego añade: “Hoy quiero que mi centro seas Tú, Jesús”. Guárdalo en tu mochila o estuche para recordarlo durante la semana

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL BURRO EN VENTA

Un campesino anciano tenía un lindo burro y quería venderlo en la feria del pueblo. Llamó a su hijo para que lavara bien al burro y para que lo acompañara. Salieron caminando con el burro a su lado y dos mujeres que pasaban por ahí se rieron de ellos y decían: -“Que tontos, van caminando cuando podrían montar el burro”. El anciano escuchó eso y le dijo a su hijo que montara el burro. Siguieron su camino y dos abuelas que estaban en el camino, al verlos, criticaron al muchacho diciendo que era un egoísta al montar él dejando que el anciano camine. El anciano padre tomó entonces el lugar del hijo montando el burro y siguieron camino. Así lo hicieron, y siguieron camino, pero no tardaron en aparecer unos jóvenes que enfurecidos los criticaron por ser crueles con el burro cargándolo con tanto peso. El anciano y su hijo decidieron alzar al burro y llevarlo, para ello le ataron las patas, para que no pateara. Al cargarlo, el burro se sintió incómodo y se movió tanto que, mientras cruzaban un puente, se cayó al caudaloso río. La corriente se llevó al burro que con sus patas atadas no pudo salir, y finalmente el anciano y su hijo regresaron tristes por no haber podido lograr su cometido. ENSEÑANZA: Si a todos quieres complacer, feliz a nadie podrás hacer.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

COMO HERMANOS

La imagen nos enseña que, así como los niños pintan juntos un arcoíris con muchos colores, Dios nos creó diferentes pero todos formamos parte de su gran familia. Cuando compartimos y trabajamos unidos, reflejamos el amor de Jesús. ¿De qué manera puedes hoy compartir tus dones con los demás? “Ámense los unos a los otros como yo los he amado” (Juan 15,12).

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LA PESCA MILAGROSA

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidio que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: -Rema mar adentro y echad las redes para pescar. Simón contestó: -Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes. Y puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a lo socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: -Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: -No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Explicación Jesús nos pide que pase lo que pase no nos rindamos aunque, a veces, no den resultado nuestros esfuerzos a la primera. Hay que ser constantes y confiados. Si le escuchamos y aprendemos de él, seguro que nuestra vida dará buenos frutos. Todo lo que realicemos debemos hacerlo con una confianza muy grande en su Palabra.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO... Y HOY ESPECIALMENTE, REZAMOS POR LAS VOCACIONES, QUE EL SEÑOR SIGA ENVIADO A PERSONAS FELICES A HABLAR DE LA BUENA NOTICIA.

Las bienaventuranzas

Mira esta imagen: Jesús está con niños felices y todos juntos formamos la palabra “Felicidad”. ¿Sabes qué? Jesús nos enseña en las Bienaventuranzas que la verdadera felicidad está en cosas bonitas como ser humildes, amables, y ayudar a los demás. Cuando somos buenos con los demás, cuando compartimos y cuando confiamos en Jesús, estamos viviendo como Él nos enseñó y eso nos hace realmente felices por dentro. Pensamos en silencio qué cosas buenas hacemos y qué momentos de felicidad vivimos.

Rezamos juntos: Padre Nuestro...

¿Cómo está tu corazón?

Señor Jesús, hoy queremos abrirte nuestro corazón y escucharte en lo más profundo de nosotros. A veces hay ruidos, preocupaciones o miedos que nos distraen, pero ahora queremos hacer silencio para sentir tu presencia. Que esta canción nos ayude a encontrarte, a confiar en Ti y a saber que siempre estás a nuestro lado, guiando nuestros pasos. Quédate con nosotros y háblanos al corazón.

¿Qué significa para ti escuchar la Palabra de Dios? ¿Cómo puedes "poner en práctica" lo que escuchas de Jesús en tu vida de todos los días (en casa, en el cole, con tus amigos)?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Nuestra Señora del Rosario

Hoy celebramos a la Virgen María, a quien llamamos Nuestra Señora del Rosario. María es la mamá de Jesús y también nuestra mamá del cielo. Ella siempre nos cuida y nos escucha con mucho amor. Cuando rezamos el rosario, le estamos diciendo: “María, te quiero. Gracias por estar conmigo”. El rosario es una oración muy especial, donde recordamos la vida de Jesús y le pedimos a María que nos ayude a ser buenos como Él. Hoy es un día bonito para decirle a la Virgen: “¡Gracias, mamá María, por cuidarme siempre!” ¿Quieres decirle hoy a la Virgen una oración cortita para darle las gracias o pedirle algo con amor?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

BLESS THE LORD

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO... Y HOY ESPECIALMENTE, REZAMOS POR LAS VOCACIONES, QUE EL SEÑOR SIGA ENVIADO A PERSONAS FELICES A HABLAR DE LA BUENA NOTICIA.

Un corazón

La canción Un Corazón nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad y propósito en la vida. A través de sus letras, se nos recuerda que cada individuo es único y valioso, pero que juntos formamos una unidad más grande. Esta unidad no solo se refiere a la conexión entre personas, sino también a nuestra relación con lo divino y el propósito que se nos ha otorgado. En una sociedad que a menudo valora la individualidad por encima de la comunidad, Un Corazón nos desafía a mirar más allá de nuestras diferencias y a reconocer que, a pesar de ellas, compartimos un propósito común. Es una invitación a la reflexión sobre cómo nuestras acciones y decisiones impactan no solo en nosotros mismos, sino en el colectivo. Al meditar sobre esta canción, podemos cuestionarnos cómo estamos contribuyendo al bienestar común y si nuestras acciones reflejan el propósito que se nos ha encomendado. Señor, ¿cómo puedo abrir mi corazón para escuchar Tu voluntad en mi vida? ¿Qué puedo hacer hoy para amar y servir a los demás con sinceridad y generosidad?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Está en ti

Lucas era un niño que quería encontrar a Dios. Lo buscó en el bosque, en las montañas, en la iglesia e incluso en la ciudad, pero no lo encontraba. Conoció personas, escuchó historias y aprendió muchas cosas, pero seguía sintiendo un vacío. Un día, sentado junto a un río, se dio cuenta de algo muy importante: Dios no estaba en un lugar concreto, sino dentro de él, en cada gesto de bondad, en cada sonrisa y en los momentos de paz. Desde entonces, Lucas compartió con los demás que la búsqueda de Dios es, sobre todo, un viaje interior: basta con mirar en el corazón para encontrarlo. Preguntas para pensar: ¿Dónde has buscado tú a Dios? ¿Crees que también está dentro de ti?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ESCOJO LA VIDA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¡BIENVENIDOS!

"Hoy arrancamos un nuevo curso y, con él, una nueva oportunidad para despegar hacia nuestros sueños. Como en la canción Volar, queremos dejar atrás el miedo, atrevernos a explorar lo desconocido y vivir cada día con energía y propósito. Este año es nuestra pista de despegue: aprenderemos, nos superaremos y construiremos juntos el futuro que queremos. ¡Bienvenidos a bordo, que comience el vuelo!"

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Haced lo que Él os diga

Un día, en Caná de Galilea, se celebraba una boda muy alegre. María, la madre de Jesús, estaba allí, y también Jesús con sus discípulos. De pronto, ocurrió algo preocupante: se terminó el vino, algo muy importante en aquella fiesta. Entonces María se acercó a Jesús y le dijo: “No tienen vino”. Jesús respondió que aún no había llegado su hora, pero María, confiando en Él, dijo a los sirvientes: “Haced lo que Él os diga”. Había allí seis grandes tinajas de piedra, muy grandes, como para guardar muchísima agua. Jesús dijo a los sirvientes que las llenaran de agua. Ellos obedecieron y, cuando sacaron un poco para llevarlo al encargado de la fiesta, el agua se había convertido en vino, y no en cualquier vino, sino en el mejor de todos. Fue el primer signo que Jesús realizó, y así sus discípulos comenzaron a creer más en Él. Este milagro nos enseña algo muy bonito: a veces, también nuestra vida se queda “sin vino”, es decir, sin alegría, sin amor o sin ilusión. Y quizá no nos damos cuenta. Pero María nos recuerda lo más importante: escuchar a Jesús y hacer lo que Él nos diga. Cuando lo hacemos, nuestra vida se llena de un “vino nuevo”: la alegría de amar, de compartir y de vivir cerca de Dios.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL ÁRBOL GENEROSO

Había una vez un árbol fuerte y frondoso que amaba con todo su corazón a un niño. Desde que era pequeño, el niño solía jugar bajo su sombra, trepar por sus ramas y descansar en sus raíces. El árbol lo esperaba con alegría, le regalaba flores y hojas para que se coronara como “rey de la selva”, y cada tarde era feliz con solo verle sonreír. Pero el tiempo pasó y el niño creció. Ya no quería jugar, sino tener cosas. Un día llegó triste porque necesitaba dinero, y el árbol le dijo: —Toma mis manzanas, véndelas en el mercado y así conseguirás lo que necesitas. El niño aceptó y el árbol fue feliz con la ofrenda de sus frutos. Más tarde, el niño —ya joven— volvió preocupado porque quería una casa. El árbol le ofreció sus ramas más fuertes para construirla, y aunque perdió parte de sí mismo, volvió a ser feliz por ayudarlo. Con los años, el niño regresó convertido en hombre. Esta vez quería viajar lejos, conocer el mar y descubrir nuevas tierras. El árbol le ofreció lo único que le quedaba: su tronco. Así, el hombre construyó una barca y se marchó. El árbol, aunque quedó reducido casi a nada, fue feliz con su entrega. Pasó mucho tiempo. Un día, el niño de antes regresó convertido en anciano, cansado y sin fuerzas. No quería ya ni riquezas ni viajes, solo un lugar donde descansar. Entonces el árbol, viejo y agotado, le dijo: —Ven, siéntate en lo poco que queda de mí, en mi tronco. Aquí encontrarás reposo. Y así fue: el anciano se sentó, cerró los ojos y descansó. El árbol, aunque ya apenas quedaba de él, fue feliz con su última ofrenda. Reflexión Este cuento nos enseña que el amor verdadero se demuestra en la generosidad: en dar sin esperar nada a cambio. El árbol siempre estuvo dispuesto a ofrecer lo mejor de sí para hacer feliz al niño. Nosotros también podemos ser “árboles generosos”: compartiendo nuestro tiempo, ayudando a los demás, escuchando a un amigo que está triste, o dando una sonrisa en lugar de quedarnos solo con lo nuestro. Jesús nos enseña a amar de esa manera: a ser generosos, alegres y dispuestos a dar, porque en ese dar encontramos la verdadera felicidad.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Nuestra Señora, Virgen de la Almudena

Querida Virgen de la Almudena, Madre amorosa de todos, te pedimos que nos cuides y nos acompañes cada día. Ayúdanos a ser buenos con nuestros amigos y familiares, a aprender de nuestras tareas con alegría, y a compartir siempre lo que tenemos con quienes lo necesitan. Protégelos a nuestros seres queridos y a nuestra ciudad, y enséñanos a seguir a Jesús con amor y confianza. Gracias, Virgen de la Almudena, por tu cariño y tu ejemplo de bondad. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Padre Nuestro

Hoy contemplamos una mano abierta, mirando hacia el mar y la costa, bajo un cielo gris donde, a lo lejos, se asoma un rayo de luz. Nos recuerda la oración que Jesús nos enseñó: el Padre Nuestro. En esa oración, reconocemos a Dios como nuestro Padre cercano, que nos invita a abrir las manos y el corazón, incluso cuando el camino parece nublado o incierto. La mano abierta es símbolo de entrega y confianza. No es una mano que aprieta, ni que se cierra ante el miedo o la duda, sino que se abre, dispuesta a recibir, a dejar ir lo que nos pesa y a aceptar la luz que Dios nos ofrece. El mar ante nosotros puede representar la inmensidad de la vida y sus desafíos, el horizonte gris nuestras preocupaciones y dificultades, y ese rayo de luz, la esperanza y la presencia constante de Dios, que nos llama a avanzar, a confiar y a pedir: “Danos hoy nuestro pan de cada día”, pan que no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma, la paz interior y la fuerza para seguir adelante. ¿En qué situaciones siento que necesito abrir más mi mano y mi corazón para confiar en Dios y aceptar su luz?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL VALOR DE COMPARTIR

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

El amigo inoportuno

Jesús nos cuenta una parábola aparentemente sencilla: Un hombre recibe una visita inesperada y no tiene pan para ofrecerle. A medianoche va a casa de su amigo a pedirle ayuda. El otro, ya acostado, no quiere levantarse… pero finalmente lo hace porque el primero insiste.Podríamos pensar que Jesús está comparando a Dios con alguien al que hay que “molestar” hasta que se canse. Pero no es eso. Jesús nos está mostrando algo más profundo: Nos enseña que la verdadera oración no es una lista de peticiones rápidas. Es un acto de confianza, de relación constante, de insistencia que nace del amor. El hombre que pide pan no lo hace por capricho: lo hace por otro, porque hay alguien en su casa que necesita ser atendido. Y eso también nos enseña: Orar no es solo hablar con Dios de “mis” cosas, sino ponerme en pie por otros, ser intercesor, ser puente. En este texto, Jesús dice después: “Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá…” Pero pide una cosa más: perseverancia. En un mundo donde todo lo queremos al instante, Dios nos propone una experiencia distinta: esperar, confiar, volver a pedir, volver a hablar… volver a amar. Reto personal Haz silencio. Cierra los ojos. Piensa: ¿Qué le estoy pidiendo a Dios con sinceridad? ¿He dejado de orar porque no veo resultados? ¿Estoy dispuesto a insistir… no porque Dios no me escuche, sino porque necesito crecer en confianza?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Más allá del juicio: el valor de un corazón roto

Después de los atentados de París en noviembre de 2015, Antoine Leiris perdió a su esposa en el ataque a la sala Bataclan. Días después, escribió una carta viral titulada: “No tendréis mi odio”, dirigida a los terroristas. En ella decía: “El viernes por la noche robasteis la vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo. Pero no tendréis mi odio.” Antoine no justificó el mal. No minimizó el dolor. Pero eligió no odiar. Eligió no encerrarse en el juicio. Eligió amar. En el Evangelio, Jesús se encuentra con dos corazones: El de una mujer pecadora, rota por dentro, pero llena de amor y fe. Y el del fariseo, limpio por fuera, pero frío y orgulloso. Jesús no elige al que parece bueno, sino al que ama con el corazón roto. Porque Dios no busca apariencia, busca verdad. No quiere perfección sin alma, sino amor que nace del dolor y se entrega sin reservas. El fariseo mira desde arriba. La mujer se arrodilla. El fariseo piensa que no necesita perdón. La mujer llora porque sabe que sí. Y Jesús... abraza al corazón que se abre. ¿Hay en mí actitudes de juicio que me alejan del amor? ¿Prefiero parecer perfecto ante los demás o ser sincero ante Dios? ¿Qué pasaría si me atreviera a dejar que Jesús viera lo que escondo, lo que duele, lo que me pesa? Señor Jesús, dame un corazón humilde como el de la mujer del Evangelio. Líbrame del orgullo que juzga, del miedo que esconde, y de la apariencia que aleja. Enséñame a amarte con todo lo que soy, incluso con mis errores. Y que en tu perdón, pueda volver a empezar.

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Me siento perdonado

En la cultura de Jesús, el sábado era un día sagrado dedicado a Dios, en el que no se permitía trabajar. Sin embargo, Jesús se encuentra con un hombre con el brazo paralizado y, movido por la compasión, decide curarlo en ese día. Su acción nos recuerda que el amor y la misericordia de Dios están por encima de cualquier norma estricta cuando se trata del bienestar humano. En aquel tiempo, muchas personas pensaban que la enfermedad o la discapacidad eran consecuencia de pecados personales o familiares. Esta visión condenaba a los enfermos al aislamiento y al rechazo social. El sufrimiento de estas personas no era solo físico, sino también emocional y social: su dignidad era constantemente cuestionada. Cuando Jesús sana al hombre, no solo restaura su salud física; también le perdona los pecados y lo reintegra en la comunidad. Su gesto va mucho más allá de una simple curación: devuelve valor y dignidad a alguien que había sido marginado, mostrándonos que la verdadera justicia y compasión implican reconocer la humanidad de cada persona. Como estudiantes y jóvenes adultos, estamos llamados a reflexionar: ¿Cómo respondemos ante las injusticias y el sufrimiento que vemos a nuestro alrededor? ¿Nos limitamos a observar, o estamos dispuestos a actuar para restaurar la dignidad de quienes son marginados? El desafío es reconocer nuestra responsabilidad y cultivar la solidaridad activa, no solo en lo personal, sino también en nuestra comunidad y sociedad. Pregunta para reflexionar: ¿Qué puedo hacer yo, desde mis capacidades y mi entorno, para que nadie sea ignorado, rechazado o menospreciado?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

  • Usa este espacio genial para escribir tus fuentes de información. Citar de dónde has sacado la info, siempre es un plus.
  • Las Normas APA (Manual de publicaciones de la Asociación Americana de Psicología) son indispensables a la hora de citar bibliografía.
  • Se trata de una serie de directrices para citar cualquier tipo de proyecto: tesis, informes, presentaciones… ¡Lo que sea!
  • Estas referencias incluyen información sobre el autor, la fecha de publicación, el título y la fuente.
  • Te dejamos por aquí una pequeña guía: tipografía Arial o Times News Roman, 12 pt, interlineado 2.0, alineado a la izquierda y sin justificar.
  • También es importante enumerar todas las fuentes que has citado a lo largo del artículo. Para ello, crea una página de referencias después del cuerpo principal.
  • En la página de referencias debes escribir el título de la sección, en negrita y centrado. En la segunda línea se enumeran las referencias, en orden alfabético.

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Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola: También les dijo: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. Él le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”». Reflexión Esta conocidísima parábola, nos quiere enseñar algo. A veces, perdemos de vista que Dios es un Padre para nosotros y vivimos la religión de una manera lejana, creyendo que solo tiene prohibiciones y deberes, olvidándonos de experimentar la alegría de ser hijos y hermanos.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Jesús sanó a los leprosos

Jesús está arrodillado, levantando a un hombre enfermo y triste. Él lo ayuda, lo sana y lo llena de alegría. Este hombre, al sentirse mejor, sonríe y da gracias a Jesús por cuidarlo y salvarlo. Así como Jesús ayudó a los leprosos en la historia, también nos ayuda a nosotros cuando tenemos miedo, estamos tristes o necesitamos su amor. ¿Recuerdo dar gracias a Jesús cuando me ayuda o cuando me siento feliz y seguro? Oración Señor Jesús, Gracias por cuidarme y ayudarme cada día. Ayúdame a ser agradecido y a decir “gracias” por todo lo bueno que me das. Enséñame a ayudar a los demás con alegría, como Tú nos enseñas con tu amor. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Él nos encuentra

Jesús cuida de todos nosotros. Así como la oveja perdida fue buscada y encontrada, y la mujer estaba feliz al encontrar su moneda, Jesús también se alegra cuando nos acercamos a Él y cuidamos de los demás. Cada persona es valiosa para Él, ¡y para nosotros también! ¿Qué puedo hacer hoy para cuidar a alguien que se sienta solo o triste? Oración Señor, ayúdame a cuidar y querer a los demás, y a hacer que todos se sientan importantes y felices. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

SEAS QUIEN SEAS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LOS DOS LOBOS: ¿QUIÉN QUIERES SER?

Alrededor del fuego por las noches, los indios de un pueblo cherokke se reunía para contarse historias y celebrar la vida. Los ancianos repetían, cada invierno, las mismas leyendas, para que los jóvenes no las olvidaran y aprendieran de ellas. Era una tribu guerrera, enzarzada siempre en alguna batalla: contra otros pueblos por la tierra, contra la naturaleza para sobrevivir… -Pero la batalla más importante que libramos es la que tiene lugar en nuestro interior –explicaba el chamán de la tribu-. En el corazón del hombre viven dos lobos: uno de ellos es violento, lleno de rabia, y el otro es bueno y compasivo. Los niños abrían los ojos. Los más valientes gritaban feroces. Los más pequeños se asustaban. Una niña muy cariñosa preguntó entonces al chamán: -¿Y cuál de los dos ganará? Vencer era siempre lo más importante para aquellos futuros guerreros y guerreras. -Ganará aquella bestia que vosotros alimentéis –respondió el viejo chamán-. Si dais de comer envidia, celos, rabia o soberbia a vuestro corazón, ganará el lobo malo. Si por el contrario lo nutrís de alegría, compasión, amor y lealtad, ganará el bueno. En este caso, seréis grandes hombres y mujeres, dignos de ser cherokees. REFLEXIÓN: Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino Todo empieza en los pensamientos, así que es importante que alimentemos aquellos que nos hacen mejores y nos acercan a los demás y que dejemos morir de hambre los que nos cargan de negatividad. Y así podemos elegir a qué lobo alimentamos en cada instante, en cada pequeña acción, en cada palabra, en cada gesto. Podemos vestir cada circunstancia de seda o de ácido, de desprecio o de aprecio, de mal humos o de invitación a la alegría. La elección está en nuestras manos.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

REGLAS BÁSICAS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

FORTALECER EL ALMA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

BIENVENIDO

El dibujo nos muestra que Jesús es el regalo más grande que Dios nos dio: vino a nuestras casas y a nuestras familias para llenarnos de amor y alegría. Con Él, siempre estamos acompañados. ¿Cómo puedes abrir tu corazón para recibir a Jesús cada día? “Jesús, gracias por venir a mi casa y darme tu amor. Quédate siempre conmigo. Amén.”

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

¿Para quién soy?

¿Cómo resuena en mí la frase “¿Para quién soy yo?” en este momento de mi vida? Oración final para rezar juntos Señor Dios, tú me conoces por mi nombre y me llamas a descubrir mi vocación. Ayúdame hoy a escuchar tu voz entre tantas que me rodean. Que mi vida refleje para quién soy realmente, y que camine con libertad y compromiso, respondiendo con valentía a tu amor. Amén.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

La alegría que viene del corazón

Buenos días, Señor. Gracias por este nuevo día y por enseñarnos que lo que más importa no es cómo nos vemos por fuera, sino cómo somos por dentro. Jesús nos dice que no basta con aparentar ser buenos o hacer cosas para que los demás nos vean, sino que nuestro corazón esté limpio y lleno de amor de verdad. Hoy, como en la canción que escuchamos, queremos aprender a sentirnos bien siendo sinceros, felices con lo que somos y con el cariño que damos a los demás. Ayúdanos a vivir con alegría verdadera, sin fingir, y a ser justos desde nuestro corazón, siendo amables y generosos cada día. Amén. ¿Cómo puedo mostrar mi alegría y ser buen amigo sin tener que aparentar ser alguien que no soy?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

San Francisco de Asís

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Corazón humilde

En el dibujo vemos a una persona en el primer lugar del podio, rodeada de mucha gente que lo mira. A un lado, Jesús está con otra persona, enseñándole que lo más valioso no es el premio, sino tener un corazón bueno, humilde y dispuesto a ayudar. Jesús, gracias por amarme como soy. Ayúdame a ser humilde y sencillo de corazón, a no querer ser el primero siempre, sino a compartir y ayudar a los demás. Cuando me sienta cansado o triste, quiero descansar en Ti. Enséñame a seguirte con alegría y a tener un corazón manso y humilde como el tuyo. Amén. Pregunta para reflexionar: ¿Qué es más importante para Jesús: ganar un premio o tener un corazón humilde?

Fiesta de Santa Teresa de Jesús

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Construyendo el Reino

Señor Jesús, hoy veo a estos jóvenes caminando por la naturaleza. Ellos llevan poco equipaje, pero caminan con alegría y confianza. Enséñame a caminar así por la vida: sin cargarme de cosas que no necesito, pero llevando siempre en mi corazón tu amor. Que pueda disfrutar de la belleza que has creado, cuidar la naturaleza y ayudar a mis amigos en el camino.

¿Qué crees que sienten estos jóvenes al empezar su camino con solo lo necesario? Si tuvieras una mochila y te enviaran a ayudar a otros, ¿qué pondrías dentro? ¿Por qué es importante caminar juntos cuando queremos hacer cosas buenas?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ALEGRÍA

Mira la alería de este niño: no tiene lujos, pero se emociona con algo tan sencillo como el agua. A veces creemos que la felicidad está en tener más cosas, pero el Evangelio nos recuerda que lo verdaderamente valioso está en lo simple y en el corazón agradecido. Jesús nos invita a descubrir el Reino de Dios en lo pequeño, en lo que damos por "normal" pero en realidad es un regalo: ¿Estoy valorando lo que tengo cada día o vivo comparándome con lo que me falta? "El que es fiel en lo muy poco, también en lo mucho es fiel" (Lc 16, 10)

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

TÚ ERES MI HIJO AMADO.

En aquel tiempo, la gente tenía mucha curiosidad y se preguntaba si Juan el Bautista sería el Mesías. Pero Juan les dijo claramente: “Yo bautizo con agua, pero viene alguien más grande que yo, tan especial que ni siquiera merezco desatarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”. Un día, cuando muchos se estaban bautizando, también Jesús se acercó a recibir el bautismo. Mientras oraba, el cielo se abrió y el Espíritu Santo bajó sobre Él como una paloma. Entonces se escuchó una voz del cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”. Este momento es muy importante porque marca el inicio de la misión de Jesús. Dios nos muestra que Jesús es su Hijo, y que está muy feliz con Él. Pero también nos recuerda algo a nosotros: por el bautismo, todos somos hijos de Dios. Eso significa que no estamos solos, que tenemos un Padre que nos quiere y que nos invita a seguir el ejemplo de Jesús. Ser hijos de Dios nos llama a vivir con amor, ayudando a los demás, compartiendo lo que tenemos y llevando esperanza. Igual que Jesús comenzó su misión después del bautismo, nosotros también estamos llamados a comenzar cada día nuestra misión: hacer el bien y anunciar con nuestras acciones la buena noticia de que Dios nos ama.

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

REZAMOS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Vidas que sanan

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. PALABRA DE DIOS.

El Evangelio de hoy es uno de los más conocidos y poderosos de toda la Biblia: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” Este no es solo un mensaje bonito, es una revolución silenciosa de amor. En un mundo que juzga rápidamente, que excluye, que a veces hiere, Jesús entra con una propuesta diferente: no vino a condenar, sino a salvar. Eso significa que nadie está fuera del amor de Dios, ni tú, ni yo, ni siquiera el que más se ha equivocado. Jesús no vino con dedo acusador, vino con las manos llenas de compasión, con la cruz como signo del amor más grande. Cuando entiendes eso, algo cambia dentro de ti. Descubres que no necesitas ganarte el amor de Dios: ya lo tienes. Y eso te impulsa a mirar al mundo con más ternura, con menos juicio, con más misericordia. Preguntas para reflexionar: ¿Qué significa para ti saber que Dios te ama sin condiciones, incluso en tus momentos más oscuros? ¿Estás dispuesto a mirar a los demás como Jesús te mira a ti: con compasión y sin condena?

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Preparad el camino al Señor

Señor, hoy queremos detenernos a contemplar la vida de San Juan Bautista, aquel hombre que fue llamado desde antes de nacer para preparar el camino de tu Hijo. Su nacimiento fue anunciado como un milagro, y desde pequeño, mostró un corazón dispuesto a escuchar tu voluntad y a vivir con sencillez y entrega. San Juan eligió una vida en el desierto, lejos de lo cómodo y lo fácil, alimentándose de la Palabra y de la oración. Allí aprendió a conocer la verdad y a discernir lo que realmente importa, preparándose para su misión de señalar la luz en medio de la oscuridad. Con valor y humildad, bautizaba a quienes deseaban acercarse a Ti, no buscando reconocimiento, sino guiando a otros hacia el amor y la justicia. Señor, danos también a nosotros ese coraje para hablar con verdad y actuar con justicia, incluso cuando no es fácil. Ayúdanos a no dejarnos arrastrar por lo superficial, sino a escuchar la voz que nos llama cada día y a transformar nuestro corazón. Que aprendamos a reconocer lo que debemos cambiar en nosotros mismos y a abrir nuestro espíritu a la gracia que nos renueva. Que, como Juan, podamos preparar espacios de encuentro y paz a nuestro alrededor. Inspíranos a vivir con humildad y entrega, siendo testigos de tu amor en cada palabra, en cada acción y en cada decisión. Que nuestras vidas sean, como la de Juan, un camino de preparación, de luz y de esperanza para los demás. Amén.

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Un restaurante donde el trabajo devuelve la dignidad

En varias ciudades han surgido restaurantes y proyectos sociales gestionados por personas que han vivido o viven en situación de calle. Estos lugares funcionan como microempresas de reinserción: ofrecen formación en cocina y servicio, empleo remunerado, apoyo psicológico y un espacio de comunidad. No es solo “dar un empleo”, es construir rutinas, confianza y la posibilidad real de reconstruir la vida. Los clientes comen sabiendo que su comida financia formación y que, al sentarse, están participando en un proceso de justicia y acompañamiento. Jesús se acerca a los marginados; su mesa está con los excluidos, los que no cuentan para la opinión pública. El gesto de dar trabajo y dignidad a quien fue invisibilizado recuerda esa cercanía: no se trata de caridad paternalista, sino de reconocer la dignidad de la persona como hijo o hija de Dios. Jesús revela el Reino a los humildes —quienes aceptan recibir ayuda y quienes están dispuestos a servir sin buscar honor— y nos llama a transformar estructuras que excluyen. Aprendemos que la compasión madura incluye formación, oportunidades y relaciones que permiten que una persona se integre con autonomía. ¿Qué podemos aprender? - La solidaridad que transforma es aquella que empodera, no que coloca al otro en deuda permanente. - Dignidad significa ofrecer responsabilidades, confianza y acompañamiento. - Ser cristiano no es solo sentir pena, sino construir alternativas sociales que respeten la libertad y el talento de cada persona. ¿En qué espacios puedo aportar para que las personas recuperen dignidad y autonomía? Oración breve Señor, danos ojos para ver la dignidad donde otros solo ven necesidad. Haznos compañeros valientes que crean oportunidades y restauren la esperanza. Amén

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Semilla de mostaza

Un día, los amigos de Jesús le dijeron: “Señor, ayúdanos a tener más fe”. Y Jesús les respondió: “Si tuvieran fe tan pequeña como una semillita de mostaza, podrían hacer cosas maravillosas”. Luego Jesús les explicó que cuando ayudamos a los demás, no debemos esperar que nos den las gracias todo el tiempo, sino hacerlo con alegría, porque amar y servir es lo que Dios quiere de nosotros. Jesús nos dice que aunque nuestra fe sea pequeña como una semillita, si confiamos en Él, podemos hacer cosas buenas. También nos enseña a ayudar con amor, sin esperar premios. ¿A quién puedes contarle hoy que Jesús siempre te ayuda, aunque no lo veas?

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

EL SEMBRADOR

¿Qué tipo de tierra crees que eres tú hoy? (Piensa si tu corazón está listo para escuchar la palabra de Dios y dejar que crezca dentro de ti.) ¿Qué puedes hacer para que la semilla de la bondad y el amor crezca en tu corazón y en el de tus amigos?

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Evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». Había también por encima de él un letrero: «Este es el rey de los judíos». Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía: «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso». PALABRA DEL SEÑOR.

En este pasaje, Jesús está crucificado y enfrenta burlas y desprecio de quienes no reconocen su misión. Sin embargo, uno de los malhechores reconoce su inocencia y su divinidad, y le pide a Jesús que se acuerde de él. La respuesta de Jesús, prometiéndole el paraíso, revela la profundidad de su misericordia y su capacidad de perdonar incluso en el momento más extremo de sufrimiento. Este evangelio nos invita a reflexionar sobre la fe, la humildad y el arrepentimiento. Nos recuerda que no se trata de haber vivido una vida perfecta, sino de reconocer nuestra necesidad de Dios y abrirnos a su gracia. También nos confronta con la realidad del sufrimiento y la injusticia, mostrando que la respuesta de amor y perdón puede transformar incluso las situaciones más difíciles. ¿Qué significa para ti que Jesús ofrezca perdón y salvación incluso a alguien que ha vivido en el error? ¿Cómo podemos practicar la misericordia y el perdón en nuestra vida cotidiana, especialmente con quienes nos han hecho daño?

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EL FAROL DEL CIEGO

Una leyenda oriental cuenta que, hace mucho tiempo, había un muchacho llamado Kabir que cada atardecer salía a dar una vuelta por los oscuros callejones de la ciudad. La joven Rohana lo observaba, noche tras noche, desde su ventana, que al ser la más alta del edificio le permitía ver los paseos de aquel chico que siempre llevaba en una mano un farol de aceite y en la otra un bastón blanco con el que tanteaba el suelo. Cuando preguntó a sus hermanos mayores por este hecho, le dijeron que, efectivamente Kabir era completamente ciego. -¿Y para qué necesita entonces una lámpara de aceite? –preguntó Rohana intrigada. Nadie supo darle respueta. Curiosa como un gato, para aclarar aquel misterio, una noche Rohana decidió aguardar al ciego del farol en un cruce de caminos por el que siempre pasaba. Al llegar Kabir, que era bello como un ángel, la joven lo detuvo posando la mano delicadamente en su hombro. -¿Quién eres? –preguntó él con voz suave. -Mi nombre es Rohana. Tú no me conoces, pero yo sí sé quién eres tú. Hace tiempo que te observo y quería preguntarte algo… ¿Por qué, siendo ciego, alumbras tu camino con una lámpara de aceite? Kabir rio con expresión bondadosa, mostrando los dientes más blancos que la joven había visto en su vida. Luego explicó: -Yo no necesito el farol para alumbrar mi camino, ya que la oscuridad es mi hogar y me muevo por ella como pez en el agua. Llevo la lámpara encendida para que los demás no choquen conmigo. Rohana quedó tan impresionada por aquella respuesta que se enamoró inmediatamente del chico del candil. REFLEXIÓN: “Sé una luz”. Todo lo bueno que hacemos por nosotros sirve también a los demás. Así como la luz del ciego ilumina el camino de los otros, cualquier mejora personal acaba beneficiando a las personas que nos rodean: Aprender algo nuevo que luego vamos a enseñar. Hacer un descubrimiento que merece ser compartido. Una respuesta que arroje luz sobre el problema que preocupa a un amigo. Tener en cuenta al otro y relacionarnos desde el respeto y el aprecio a los demás genera no solo entornos de gran bienestar, sino que también ayuda a que la calidad de vida que compartimos entre todos sea mucho mejor.

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La mesa de Don Panadero

Había una vez un panadero que tenía una mesa muy grande en su panadería. Cada mañana hacía pan calentito y lo ponía en la mesa. Un día, pasó un niño con ropa rota y el panadero le invitó a sentarse y comer. Después llegó una señora muy cansada, y también le ofreció pan. Pronto, mucha gente que no tenía dónde comer se sentó alrededor de la mesa. El panadero decía: —En mi mesa siempre hay lugar para todos, porque así es como Dios nos invita a su mesa. Pregunta para reflexionar: ¿A quién puedo invitar hoy a “sentarse en mi mesa” jugando o compartiendo algo mío?

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¿Quién es Jesús para ti?

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Jóvenes de Parla salvan a una mujer del mar en Irlanda

Ocho adolescentes del Instituto Humanejos de Parla, en la Comunidad de Madrid, se convirtieron en héroes tras rescatar a una mujer inconsciente en el mar durante un viaje escolar en Bray, Irlanda. Ante la indiferencia de los presentes que solo grababan con sus móviles, decidieron actuar. Pese a las condiciones adversas del mar y la baja temperatura del agua (11 °C), lograron sacarla a la orilla y reanimarla. Uno de ellos resultó lesionado durante el rescate. Esta acción ejemplar ha sido reconocida tanto por su instituto como por las autoridades locales. El País En un mundo que muchas veces parece acostumbrado a la indiferencia, estos ocho jóvenes nos muestran que la verdadera valentía no depende de la edad ni de la fuerza física, sino de la capacidad de actuar con compasión, responsabilidad y sentido del deber. Mientras muchos miraban desde la orilla y se limitaban a grabar con sus móviles, ellos decidieron asumir riesgos para salvar la vida de otra persona. Este acto nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vida y nuestras prioridades. ¿Cuántas veces somos espectadores del sufrimiento ajeno sin intervenir? La indiferencia puede parecer segura, cómoda y sin consecuencias, pero la acción con amor y compromiso siempre deja una huella profunda en quienes ayudamos y en nosotros mismos. El Evangelio nos llama a ser “luz del mundo” (Mateo 5:14), y estos jóvenes son un ejemplo concreto de cómo podemos encarnar ese mensaje hoy. Ser luz no significa destacar para recibir reconocimiento, sino iluminar la vida de los demás con gestos de solidaridad, justicia y misericordia. Su acción nos desafía a vivir nuestra fe de manera activa: no basta con creer en Dios, también debemos traducir esa fe en decisiones valientes y en actos concretos que beneficien a los demás. En nuestra vida cotidiana, puede que no enfrentemos rescates en el mar, pero sí tenemos oportunidades para ser valientes: ayudar a un compañero que sufre, defender a quien es injustamente tratado, consolar a quien está solo o denunciar lo que es injusto. Cada acción, por pequeña que parezca, refleja el amor de Dios en el mundo. En mi vida diaria, ¿actúo con valentía y compasión, o a veces me limito a observar sin intervenir? ¿Cómo puedo ser “luz del mundo” en mis acciones cotidianas?

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Where is the love?

La canción nos invita a mirar nuestro mundo con ojos atentos y críticos. Habla de injusticia, violencia, odio y desigualdad, y nos recuerda que todos tenemos responsabilidad en lo que sucede a nuestro alrededor. A veces podemos sentirnos pequeños frente a tanto sufrimiento, pero la letra también nos impulsa a actuar: a hacer el bien, a cuidar de los demás, a mostrar amor y compasión donde parece que no hay. Cuando escuchamos “Where is the love?”, podemos preguntarnos: ¿estamos contribuyendo a la paz y la solidaridad en nuestro entorno, o nos dejamos arrastrar por la indiferencia y la violencia? El mundo necesita personas que, con pequeñas acciones diarias, hagan la diferencia: escuchar, ayudar, compartir, defender lo justo. Cada gesto cuenta, y cada elección nuestra puede sembrar amor en lugar de odio. Oración Señor, ayúdame a ser un instrumento de paz y amor. Que mis palabras y acciones construyan unidad y comprensión, y que no me cierre ante el sufrimiento de los demás. Dame valor para actuar con justicia y compasión cada día. Amén.

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Conocer antes de juzgar

Hoy en día, en las redes sociales y en la escuela, a veces escuchamos cosas sobre otras personas que no sabemos si son verdad o no. Por ejemplo, hace poco hubo un caso en una escuela donde un grupo de niños comenzó a decir cosas sobre una compañera nueva, sin conocerla bien. Muchos tenían miedo o se alejaban de ella sin saber realmente quién era. Esto se parece a lo que pasó con Herodes en el evangelio. Él escuchaba rumores sobre Jesús y estaba confundido y un poco asustado, pero no conocía la verdad. En lugar de confiar en lo que otros decían, la mejor forma es acercarse y conocer bien a la persona, sin miedo ni prejuicios. Cuando conocemos a alguien realmente, podemos entender mejor quién es y descubrir cosas buenas que a veces no se ven a simple vista. Reto para esta semana: Te invito a que esta semana hables con alguien que no conozcas bien o que creas que otros no entienden bien. Pregúntale cómo está, escucha lo que tiene para contar y trata de conocerlo mejor antes de formar una opinión sobre él o ella. ¡Verás cómo aprenderás mucho más y ayudarás a que todos se sientan más aceptados y felices!

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Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

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Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

AMOR SIN CONDICIÓN

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SOIS LA SAL

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QUIÉN DICES QUE SOY

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ENSÉÑAME A PERDONAR

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ES PARA TI

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ES PARA TI

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ES PARA TI

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

BLESS THE LORD

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

BLESS THE LORD

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

BLESS THE LORD

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

CONTIGO LATIMOS MÁS

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

PARA MARÍA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

MARÍA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

HÁGASE

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

DIJÍSTE SÍ

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

MARÍA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

AHÍ TIENES A TU MADRE

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

PEQUEÑA MARÍA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

UNA LUZ EN MI CIUDAD

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LA PUERTA ESTÁ ABIERTA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

AMÉN

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

What a beautiful Name

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

ERES MI GUÍA

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...

LO VOLVERÍA A HACER

REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO...