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La competición de la hormiga, el saltamontes y la avispa

Ludo y Lecto

Created on June 3, 2025

Lecto nos relata La competición de la hormiga, el saltamontes y la avispa

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Transcript

En los Relatos de Lecto, hoy leeremos La competición de la hormiga, la avispa y el saltamontes. ¿A ver si al final del relato sabéis cuál es la moraleja?

En una pequeña aldea en el bosque convivían en armonía insectos de todas las formas y tamaños. Un día, decidieron organizar una gran competición de velocidad para averiguar quiénes eran los insectos más rápidos. Los participantes escogidos fueron una avispa, un saltamontes y una hormiga y como jueza imparcial, una sabia libélula.

La competición consistía en ir desde la aldea hasta un colorido campo de flores y volver tan rápido como fuera posible. La avispa, el saltamontes y la hormiga se alinearon en la línea de salida, preparados para aquella emocionante carrera.

¡Debéis llegar al campo de flores y volver!

Cuando la libélula dio la señal, los participantes partieron de inmediato. La avispa zumbó velozmente por el aire, el saltamontes dio grandes saltos hacia adelante y la hormiga comenzó a correr con todas sus fuerzas.

Preparados, listos.... ¡Ya!

A medida que avanzaban, cada insecto se sumía en sus propios pensamientos, dudando de sus posibilidades de ganar.

Sin embargo, a pesar de sus inseguridades, los tres insectos decidieron esforzarse al máximo. La avispa voló con determinación, el saltamontes concentró toda su energía en sus saltos y la hormiga avanzó con valentía, sin detenerse un solo instante.

Cuando finalmente llegaron a la meta, todos se sorprendieron. ¡Habían llegado exactamente al mismo tiempo! Se miraron entre sí, primero con sorpresa y luego soltaron una gran carcajada. Se dieron cuenta de que, en lugar de centrarse en sus propias habilidades, habían estado pensando solo en lo que creían que les faltaba.

¡Habéis llegado al mismo tiempo!

JA, JA, JA, JA, JA

Los tres insectos comprendieron en ese momento una valiosa lección, en lugar de enfocarse en lo que no podían hacer, debían valorar sus propias fortalezas. Entendieron que tenían diferentes habilidades y que eso los hacía especiales. Cuando daban lo mejor de sí mismos, podían llegar lejos. Desde entonces, cada uno aprovechó al máximo sus propias cualidades y nunca más dudaron de su valía.

Estaba tan enfocado en no poder correr o volar que olvidé lo fuertes que son mis patas traseras y lo lejos que puedo llegar a saltar.

Pensaba que no tenía oportunidad; olvidé lo rápido que puedo correr.

Estaba tan preocupada por no poder saltar o correr que olvidé lo rápido que puedo volar.

La moraleja de este relato es que debemos valorar nuestras propias fortalezas, en lugar de centrarnos en aquello que creemos que nos falta.

¿Cuál es la moraleja?

Puedo correr, pero no salto como el saltamontes, ni vuelo como la avispa. ¿Tendré alguna oportunidad?

Puedo volar rápido, pero no salto largas distancias como el saltamontes, ni corro tan rápido como la hormiga.

Puedo dar saltos largos, pero no soy tan rápido corriendo como la hormiga, ni vuelo como la avispa. Tal vez esta carrera no sea para mí.