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LA CASA DE TÁNTALO
Glaukopis
Created on March 31, 2025
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Transcript
TÍESTES + LAODAMÍA
NÍOBE
ANAXIBIA +ESTROFIO
ATREO + AÉROPE
MENELAO + HELENA
AGAMENÓN + CLITEMNESTRA
PÉLOPE + HIPODAMÍA
TÁNTALO + DÍONE
PITHEO
ORESTES
EGISTO
TÁNTALO II
PÍLADES
PLÍSTENES
ELECTRA
IFIGENIA
HERMÍONE
PELOPIA
BROTEAS
Atreo, hijo de Pélope, conspiró con su madre y su hermano gemelo Tiestes, para acabar con la vida de su hermanastro Crisipo, el favorito de su padre. Cuando este crimen se descubrió ambos hermanos fueron desterrados y excluidos del trono. Hermes, deseoso de vengarse en los descendientes de Pélope por el asesinato de su hijo Mirtilo, introdujo un cordero dorado en el rebaño de Atreo. Cuando este encontró el cordero, decidió quedarse su lana dorada, a pesar de que había prometido sacrificar lo mejor de su ganado a Artemisa. Su hermano Tiestes, siempre celoso de Atreo, maquinó quedarse con el tesoro de Atreo. La reciente esposa de este, Aérope, estaba enamorada de Tiestes e intentó seducirle. Tiestes aceptó, con la condición de que robara el cofre con la lana del cordero de Atreo y se lo diera. Los micénicos invitaron a Atreo y Tiestes a un encuentro en la sala de consejos para determinar quién de ellos debería convertirse en rey. Atreo propuso que se diera el cetro al poseedor del cordero dorado. Para su sorpresa, Tiestes aceptó e incluso le pidió a Atreo que lo declarara públicamente. Cuando este hubo repetido su propuesta frente a toda la ciudad, Tiestes sacó el cofre que contenía la lana dorada y se declaró rey de Micenas. Sin embargo, Zeus no quedó contento con el desenlace. Envió a Hermes a decirle a Atreo que acordara con Tiestes que, si el sol cambiaba su curso y se ponía por el este, Tiestes abdicaría en favor de su hermano. Tras el acuerdo, Zeus ordenó a Helios que revirtiera su curso por el cielo y “por primera y última vez, el sol se puso por el este”. Tiestes se vio obligado a abdicar en Atreo, cuya primera orden como rey fue desterrar a su hermano de la ciudad.
Tras el destierro de Tiestes, Atreo se enteró del adulterio de Aérope y prometió vengarse. Envió un emisario a Tiestes, simulando la reconciliación y pidiéndole que volviera para gobernar conjuntamente el reino. Tan pronto como Tiestes aceptó la oferta, Atreo asesinó a los tres hijos de Tiestes, los descuartizó y los hirvió en un caldero. Después de que Tiestes comiera a placer, Atreo hizo traer un segundo plato que contenía las cabezas, manos y pies cortados de los hijos de Tiestes. Este cayó horrorizado, vomitando, y juró venganza contra su hermano, antes de que Atreo lo desterrara nuevamente. Mientras estaba exiliado del reino, Tiestes fue a consultar al oráculo, que le dijo que había de tener un nuevo descendiente con su propia hija, Pelopia. Solamente un hijo nacido de dicho incesto sería capaz de matar a Atreo. Decidido a vengarse a cualquier precio, así lo hizo Tiestes; se disfrazó ante Pelopia y la sedujo. Mientras tanto, el oráculo había aconsejado a Atreo que permitiera regresar a Tiestes de su exilio, o afrontara las consecuencias de su crimen. Al ir en busca de su hermano, Atreo se encontró con Pelopia, que supuso era hija de un rey local, se enamoró de ella y se casaron al poco tiempo. Cuando Pelopia dio a luz al hijo de Tiestes, Atreo supuso que era suyo. El niño se llamó Egisto o “cabra fuerte” porque fue amamantado por una cabra y creció en el palacio de Atreo. Más adelante, Atreo desconfió del paradero de su hermano y envió a sus hijos Agamenón y Menelao a localizarlo. Cuando lo lograron, lo llevaron de vuelta a Micenas, donde fue encerrado en una mazmorra. Cuando Atreo lo supo, ordenó a Egisto que fuera a la celda y lo matara, aunque todavía era un joven. Al bajar a las mazmorras para cumplir su misión, Egisto fue superado enseguida por Tiestes, que le prometió que le perdonaría la vida si hacía lo que le iba a pedir.
Más adelante, Atreo desconfió del paradero de su hermano y envió a sus hijos Agamenón y Menelao a localizarlo. Cuando lo lograron, lo llevaron de vuelta a Micenas, donde fue encerrado en una mazmorra. Cuando Atreo lo supo, ordenó a Egisto que fuera a la celda y lo matara, aunque todavía era un joven. Al bajar a las mazmorras para cumplir su misión, Egisto fue superado enseguida por Tiestes, que le prometió que le perdonaría la vida si hacía lo que le iba a pedir. La primera petición de Tiestes a Egisto fue que trajera a su madre a la celda. El chico así lo hizo y llevó a Pelopia, que abrazó a su padre, perdido desde hacía tiempo, con la alegría de volverlo a ver. Esa alegría se transformó rápidamente en horror, cuando Tiestes admitió que él era el padre de Egisto. Al saberlo, Pelopia tomó la espada que Egisto le había dado para matar a Tiestes, y se suicidó. Entonces Tiestes dio a Egisto su última petición, le ordenó matar a Atreo, cosa que hizo tal como se le pedía, con lo que Tiestes recuperó el trono, aunque no por mucho tiempo. Agamenón, el hijo de Atreo, pronto arrebataría el reino de su malvado tío, al reclamar para sí el título de rey de Micenas y enviar a Tiestes al exilio por tercera y última vez.
Agamenón, hijo mayor de Atreo y Aérope, fue desterrado junto a su hermano Menelao de Micenas cuando Egisto y Tiestes asesinaron a Atreo. Con ayuda de reyes extranjeros lograron regresar y recuperar el trono. No obstante, decicieron reforzar su reino, casándose con las hijas del muy poderoso rey Tindáreo. Agamenón se casó con Citemnestra, hija biológica del rey, con lo que se aseguró el trono de MIcenas, y Menelao con Helena, hija de Zeus a quien Tindáreo crió como propia, que convirtió a Menelao en rey de Esparta y evitó la previsible competencia de ambos hermanos por el poder. Cuando Helena huyó con el príncipe troyano Paris, Menelao pidió ayuda a Agamenón quien puso en marcha al resto de los reyes griegos y organizó la gran expedición contra Troya, ávido de sus riquezas, aunque para ello tuvo que sacrificar a su propia hija Ifigenia en el altar de Ártemis. Como rey de reyes dirigió la contienda durante los diez años de esta y, a pesar de sus enfrentamientos con el héroe Aquiles, consiguió conquistar la ciudad y hacerse con un gran botín entre el que se contaba como esclava Casandra, hja del rey de Troya con dotes adivinatorias. Ella le advirtió del cruel recibimento que le esperaba, pero el rey no la creyó y entró confiado en su palacio de Micenas. Durante los años de ausencia Egisto, que había permanecido como regente, había seducido a Clitemnestra y juntos habían preparado el asesinato del rey en cuanto volviera de la guerra. Así Agamenón es brutalmente asesinado y los autores del crimen continuan reinando impúnemente en Micenas durante años. Solo la joven Electra, hija del rey asesinado, mantiene vivo el espíritu de la venganza, pero tendrá que esperar a que su hermano menor, Orestes, llegue a la edad necesaria y regrese de casa de su tía, donde ha sido criado, para ejecutar el castigo pendiente.
En la mitología griega, Tiestes es hijo de Pélope y de Hipodamía, nieto de Tántalo, hermano gemelo de Atreo y padre de Egisto. Fue desterrado de Olimpia junto con su hermano Atreo, por matar a Crisipo, su medio hermano. Rivalizó con Atreo por el trono de Micenas. Sedujo a la mujer de Atreo y la persuadió de que robara un cordero de oro de los rebaños de Atreo para así tomar el trono. Zeus intervino haciendo una prueba en la cual Atreo salió victorioso. Atreo se convirtió en rey y lo desterró. Tiestes volvió de su exilio por orden de Atreo. Atreo, para vengarse del adulterio, ofreció un banquete donde los hijos de Tiestes eran la comida. Tiestes, al darse cuenta, maldijo a su hermano gemelo y huyó de ahí. El oráculo de Delfos le advirtió que solo podría vengarse si concebía un hijo con Pelopia, su misma hija. El que nació fue Egisto, quien mató a Atreo y le hizo recuperar el trono; sin embargo, fue derrocado tiempo después por los hijos de Atreo.
Pélope, hijo de Tántalo, fue recompuesto por los dioses y vuelto a la vida con un hombro de marfil. Tras varias vicisitudes perdio su reino y tuvo que volver a empezar. Hipodamía era la hermosa hija del rey de Pisa Enómao, que había ofrecido la mano en matrimonio de su hija a cualquiera que pudiera vencerlo en una carrera de carros. El desafiante tenía que llevar a Hipodamía en su carro hasta el istmo de Corinto mientras que Enómao les daría caza armado en su propio carro. Si llegaban a salvo a su destino, podrían casarse; sin embargo, si el rey lograba alcanzarlos, le daría muerte al pretendiente. La ventaja del rey eran los caballos veloces que su padre, Ares, le había entregado. Pélope quiso probar suerte y le rogó ayuda a Poseidón quien le prestó sus caballos y su carro . Luego, se acercó al auriga de Enómao, Mírtilo y le prometió la mitad del reino y la oportunidad de pasar una noche con Hipodamía si accedía a traicionar a su amo. Este, enamorado de Hipodamía, no dudó en prestarle ayuda a Pélope reemplazando los ejes de las ruedas del carro del rey por ejes de cera. Pélope hizo un sacrificio a Atenea antes de la carrera. Enómao perseguía de cerca a Pélope y estaba listo para atacarlo cuando se rompió una de las ruedas del carro del rey, que murió en la caída. Mientras los enamorados y Mírtilo celebraban la victoria, Pélope, para no tener que cumplir su promesa, arrojó al auriga al mar. Otras fuentes indican que Hipodamía lo acusó de intentar violarla y Pélope lo mató en un ataque de ira.
Tántalo era hijo de Zeus y Pluto, hija de Cronos y Rea. Deseoso de probar si los dioses realmente lo sabían todo, Tántalo mató, cortó en pedazos y cocinó en un guiso a su propio hijo Pélope y planeó servirlo a todos los dioses en la cena. El plan fracasó cuando los olímpicos se dieron cuenta inmediatamente de que algo iba mal, excepto una de ellos. Deméter, disgustada por no haber encontrado aún a su hija perdida Perséfone, se comió distraídamente un trozo del hombro de Pélope. Por eso, cuando se descubrió la maldad de Tántalo, los dioses decidieron recomponer a Pélope y devolverle la vida, con una prótesis de hombro hecha de marfil. Por su atrevimiento, Tántalo vio maldecidos su reino y su dinastía y, en la otra vida, recibió uno de esos castigos aternos que Zeus infligía de vez en cuando a los mortales más malvados. Tántalo estaba obligado a permanecer de pie en un estanque de agua, pero nunca podría beber de él y saciar su sed, ya que el agua se secaría cada vez que se agachara a beber. Como frustración añadida, fue colocado debajo de un árbol, pero nunca llegaría a agarrar la suculenta fruta que colgaba de sus ramas.
Egisto es hijo de Tiestes y de la propia hija de éste, Pelopia, a la que su padre cuando un oráculo le reveló que encontraría el vengador en el hijo que tuviese con su propia hija. Atreo se casó con Pelopia sin saber quién era la muchacha e hizo educar al niño como si fuera suyo. Cuando ya fue mayor, lo envió a Delfos a buscar a Tiestes para darle muerte. Egisto obedeció y volvió conduciendo a Tiestes llevando la espada que su madre había sustraído en la noche de su violación. Al ver el arma Tiestes descubrió toda la verdad y puso a Egisto de su parte . Egisto con esa misma espada fue en busca de Atreo y lo ejecutó. Mientras los Atridas Agamenón y Menelao se hallaban en Troya, Egisto, que se había quedado en el Peloponeso, trató de seducir a Clitemestra. Clitemestra, alentada por el rencor hacia su esposo tras el sacrificio de Ifigenia, la hija mayor del matrominio, se entregó a él y vivieron juntos hasta el regreso de Agamenón. Egisto había apostado espias en la orilla para informarse de la llegada del rey, y cuando Agamenón se presentó, fingió alegría y repeto para, a continuación, asesinarlo con ayuda de Clitemnestra. Tras la muerte de Agamenón reinó todavía durante siete años en Micenas, antes de ser muerto, a su vez, por Orestes, hijo de Agamenón.
Orestes es hijo de Agamenón y Clitemnestra. Cuando su padre se marchó a la guerra de Troya y , por seguridad, para evitar que su madrepudierapagar con el el rencor hacia Agamenón, fue enviado a sugerencia de su hermana Electra, a casa de sus tíos Anaxibia y Estrófilo. Ellos lo criaron junto a su propio hijo Pílades y los muchachos se convirtieron en inseparables para siempre. Cuando llegó a la mayría de edad regresó a Micenas, sereencontró con su hermana Electra y castigó de su propia mano a los asesinos de su padre: Egisto y Clitemnestra, su propia madre, de quien no tuvo piedad. Este hecho provocó la aparición de las Erinies (Furias) que lo acosaron de remordimientos hasta rondar la locura y lo obligaron, porque los dioses así se lo aconsejaron, a solicitar ser juzgado por el tribunal de Areópago de Atenas.