10. Descubrimiento de
rómulo y remo
Empezar
-Año: 1614 -Autor: Peter Paul Rubens -Técnica: Óleo sobre lienzo -Estilo: Barroco -Tamaño: 210 x 212 cm -Localización: Museos Capitolinos, Roma
Ficus Ruminalis, higuera donde quedó varada la cesta de los hermanos, en el Palatino
Rea Silvia y Río Tíber
Urna del Tíber, manantial del río
el pastor Faústulo
Pájaro carpintero, consagrado a Marte, padre de los gemelos, alimentándolos
Loba capitolina
Rómulo y Remo
ATRIBUTOS
la loba, la higuera, el pájaro carpintero
A Rómulo y Remo se les suele representar recién nacidos mientras los amamanta la loba.
La escena representa el momento en que el pastor Fáustulo, a la derecha, encuentra a los niños, que están siendo amamantados por la loba. La mujer joven parece ser Rea Silvia, madre de los gemelos. El anciano que aparece a su lado podría ser una representación del río Tíber.
Tito livio. ab urbe condita, i (1.3 - 1.4)
Fue sucedido por Proca, quien tuvo dos hijos, Numitor y Amulio. A Numitor, el mayor, le legó el antiguo trono de la casa Silvia. Sin embargo la violencia pudo más que la voluntad paterna o que el derecho de primogenitura, pues su hermano Amulio le expulsó y se apoderó de la corona. Añadiendo crimen sobre crimen, asesinó a los hijos de su hermano y convirtió a la hija, Rea Silvia, en virgen vestal; así, con apariencia de honrarla, la privó de toda esperanza de descendencia. [1,4] Sin embargo, los hados ya habían decretado el nacimiento de esta gran ciudad y de la fundación del más poderoso imperio después de los dioses. La vestal fue violada por la fuerza y dio a luz gemelos. Declaró a Marte como su padre, ya sea porque realmente lo creía, o porque la falta pudiera parecer menos grave si una deidad fue la causa de la misma. Pero ni los dioses ni los hombres la protegieron a ella o a sus hijos de la crueldad del rey; la sacerdotisa fue enviada a prisión y se ordenó que los niños fuesen arrojados al río.
Por un enviado del cielo, ocurrió que el Tíber desbordó sus orillas, y las franjas de agua estancada impidieron que los que estaban llevando a los niños se aproximaran al curso principal. Esperaban que esta agua estancada fuera suficiente para ahogarlos por lo que, con la impresión de estar llevando a cabo las órdenes del rey, expusieron a los niños en el punto más cercano de la inundación, donde ahora se halla la higuera Ruminal (se dice que había sido anteriormente llamada Romular). El lugar era entonces un páramo salvaje. La tradición continúa diciendo que, después que la cuna flotante, en la que los niños habían sido abandonados, hubiera sido llevada a tierra firme por las aguas que se retiraban, una loba sedienta de las colinas circundantes, atraída por el llanto de los niños, se acercó a ellos, les amamantó y fue tan dulce con ellos que un pastor del rey la encontró lamiendo a los niños con la lengua. Según la historia, el nombre del pastor era Fáustulo. Se llevó a los niños a su choza y los dio a su esposa Larentia para que los criara. Algunos autores piensan que a Larentia, porque había prostituído su cuerpo, era llamada "Loba" entre los pastores, y que este fue el origen de la historia maravillosa.
Tan pronto como los niños, así nacidos y criados, llegaron a ser hombres jóvenes, aunque no descuidaban sus deberes pastoriles, prefeían recorrer los bosques en expediciones de caza. Como su fuerza y valor se fueron así desarrollando, solían no sólo acechar a los feroces animales de presa, sino que incluso atacaban a los bandidos cuando cargaban con su botín. Distribuían lo que conseguían entre los pastores con quienes, rodeados de un grupo cada vez mayor de jóvenes, se asociaron tanto en los peligros como en las diversiones y pasatiempos.
OVIDIO. fastos, ii (384 - 423)
La vestal Rea Silvia dio a luz un fruto celeste, cuando su tío paterno administraba el reino. Éste ordenó llevar a los pequeños y ahogarlos en el río. ¿Qué es lo que estás haciendo? Uno de ellos será Rómulo. Los sirvientes cumplen a regañadientes la orden deplorable, pero llorando llevan a los gemelos al lugar ordenado, […] Cuando llegaron allí, pues no podían avanzar más, dijo uno u otro de ellos. “¡Pero qué parecidos son! ¡Qué hermosos son los dos! Sin embargo, éste es el que tiene más vigor de los dos. Si la casta se ve en la cara, y no engaña.
la apariencia, sospecho que en vosotros hay no sé qué divinidad… Ahora bien, si algún dios fuese el autor de vuestra existencia, os traería ayuda en ocasión tan crítica. También vuestra madre os traería ayuda, si no estuviese necesitada ella, que en un solo día ha sido madre y se queda sin hijos. ¡Seres nacidos a un tiempo y que a un tiempo vais a morir, id a las aguas a un tiempo!” Terminó y se los quitó del pecho. Los dos dieron un vagido a la vez, como si se hubieran enterado. Los sirvientes volvieron a su casa con las mejillas humedecidas.La arqueta los sostuvo, como había quedado, en la superficie del agua. ¡Ay, qué gran destino llevaba la pequeña tablilla! La arqueta, impulsada entre selvas sombrías, se detuvo en el barro conforme disminuía la corriente del agua[…] Una loba recién parida llegó hasta los gemelos expuestos; ¡oh, maravilla!: ¿quién puede creer que el animal no hizo daño a los niños? No hacer daño es poco. Se paró y con el rabo acaricia a las tiernas crías y con la lengua lamía la figura de los dos cuerpos. Podría conocerse que eran hijos de Marte, no tuvieron temor. Ellos tiran de las ubres y se alimentan con ayuda de una leche que no era la prometida. Ella dio nombre al lugar y el lugar, a su vez, a los Lupercos.
plutarco. vidas paralelas, i, 2-4 (Vida de rómulo)
...[2] No sólo esto, sino que aun los que con más fundada razón designan a Rómulo como denominador de aquella ciudad, no convienen entre sí acerca de su origen; porque unos sostienen que fue hijo de Eneas y Doxitea la de Forbante, y que siendo niño, fue traído a la Italia con su hermano Remo, y habiéndose perdido en el río, que había salido de madre, los demás barcos, aquel en que navegaban los dos niños había arribado a una orilla muelle, y salvos, por tanto, inesperadamente, se puso al sitio el nombre de Roma; otros, que Roma, hija de aquella Troyana, la cual hija casó con Latino el de Telémaco, dio a luz a Rómulo; y otros, que fue Emilia la de Eneas y Lavinia, conocida por Marte. Finalmente, otros hacen en este punto relaciones del todo fabulosas: que Tarquecio rey de los Albanos, hombre sumamente injusto y cruel, tuvo dentro de su palacio una visión terrible:un falo que salió de entre el fuego, y estuvo permanente por muchos días.
Había en el país Tirreno un oráculo de Tetis, del cual vino a Tarquecio la respuesta de que una virgen se ayuntase con la fantasma, porque nacería de ella un hijo muy esclarecido, excelente en virtud, en fortuna y en valor. Dio parte del oráculo Tarquecio a una de sus hijas, mandándole que se ayuntase a la fantasma; mas ésta lo miró con abominación, y envió a una de sus criadas. Cuando Tarquecio lo llegó a entender, lo llevó muy mal, e hizo prender a entrambas para darles muerte; pero habiéndoseleaparecido Vesta entre sueños, y desaprobándole aquel rigor, les dio a tejer cierta tela, presas como estaban, tejida la cual habían de casarse: tejían ellas de día; pero de noche, por orden de Tarquecio, destejían otras lo tejido. Dio a luz la criada dos gemelos, y Tarquecio los entregó a Teracio con orden de que les diese muerte; pero éste los expuso a la orilla del río, donde una loba acudía a darles de mamar, y diversas aves, trayéndoles de su cebo, lo ponían en la boca a los niños, hasta que un vaquero que lo vio, y lo tuvo a maravilla, se atrevió a acercarse, y los llevó consigo; y habiéndose salvado por este medio, acometieron después a Tarquecio, y le vencieron. Así lo cuenta un historiador llamado Promatión, que dio a la luz una historia de Italia.
[3] Mas la relación que pasa por más cierta, y tiene mayor número de testigos en su favor, la publicó el primero entre los griegos en sus más señaladas circunstancias, Diocles Perapetio, a quien en las más de las cosas sigue Fabio Píctor, y aunque todavía otras diversas sentencias acerca de estos mismos sucesos, la más recibida, para venir ya al caso, es en esta forma: la sucesión de los reyes de Alba, descendientes de Eneas, vino a recaer en dos hermanos, Numitor y Amulio; y habiendo Amulio hecho dos partes de todo, poniendo el reino de un lado, y en otro, en contraposición, las riquezas y todo el oro traído de Troya, Numitor hizo elección del reino. Mas sucedió que Amulio, dueño de los intereses, le usurpó también el reino con la mayor facilidad; y por temor de que su hija tuviese sucesión, la creó sacerdotisa de Vesta, para que permaneciese doncella y sin casarse por toda su vida; llamábase Ilia, según unos; Rea, según otros, y según otros, Silvia. Al cabo de poco fue denunciada de que, contra la ley prescrita a las vestales, estaba encinta; y hubiera sufrido su terrible pena, a no haber sido por Anto, la hija del Rey, que intercedió por ella con su padre; pero, sin embargo, fue puesta en prisión y separada de todo trato, para que no pudiese suceder su parto sin noticia de Amulio.
Dio a luz dos niños de aventajada robustez y hermosura, con lo que, creciendo más el temor de Amulio, dio orden a uno de sus ministros para que se apoderase de ellos y los quitase del medio. Dicen algunos que este ministro se llamaba Fáustulo; pero otros piensan que éste era el nombre del que los recogió. Puso, pues, los niños en una cuna, y bajó al río para arrojarlos en él; pero hallándolo crecido y arrebatado, tuvo miedo de acercarse, y dejándolos junto a la orilla se dio por cumplido. Hacía el río remansos, con lo que la creciente llegó a la cuna, y levantándola blandamente, la fue llevando a un sitio sumamente muelle, al que ahora llaman Quermalo, y en lo antiguo Germano, porque a los hijos de unos mismos padres los Latinos los llaman germanos. [4] Había allí cerca un cabrahigo, al que llamaron Ruminal, o por Rómulo, como opinan los más, o por los ganados que al medio día sesteaban a su sombra, o más aún por la lactancia de los niños, porque los antiguos a la teta decían ruma, y a cierta Diosa que creen preside a la crianza de los niños le llaman Rumilia, y le hacen sacrificio abstemio, libándole con leche.
Estando, pues, allí expuestos los niños, cuentan que una loba les daba de mamar, y que un quebrantahuesos los alimentaba también y defendía. Esta ave se tiene por consagrada a Marte, y los latinos la tienen en gran veneración y honor; por lo que la madre de los niños, que decía haberlos tenido de Marte, se concilió gran fe: bien que se dice haberle venido este error de que el mismo Amulio, en traje de guerrero, la violentó y desfloró. Otros sospechaban que el nombre de la nutriz, por su anfibología, fue el que dio ocasión y asidero a esta fábula, porque los latinos llamaban lobas, de esta especie de fieras, a las hembras, y de las mujeres a las que eran malas de sus cuerpos, y tal parece que era la mujer de Fáustulo, que crió a estos dos infantes, llarnada Aca Larencia. Hácenle sacrificios los Romanos y libaciones en el mes de abril el sacerdote de Marte, dándose a la misma fiesta el nombre de Larencia.
eutropio. breviario, i, 1-2
El Imperio Romano, casi el más pequeño en sus comienzos y el mayor en desarrollo que la memoria de los hombres puede recordar en todo el mundo, tiene su origen en Rómulo, quien, hijo de Rea Silvia, virgen vestal, y, según se cree, de Marte, nació junto con su hermano Remo de un único parto. Rómulo, después de haberse dedicado al robo viviendo entre pastores, fundó a los dieciocho años una pequeña ciudad en el monte Palatino el 21 de abril, en el tercer año de la sexta olimpiada, en el 394 después de la caída de Troya, según cuentan algunos con más o menos detalle.
resumen del mito
Amulio y Numitor, hijos de Procas, rey de Alba Longa, descendientes de Eneas, sucedieron a su padre. Sediento de poder, Amulio expulsó al hermano y obligó a Rea Silvia, única hija de Numitor, a permanecer virgen convirtiéndola en vestal. Pero el dios Marte ignoró la prohibición y yació con la muchacha, quien dio a luz a dos gemelos. Por ello, Amulio encerró a Rea Silvia en prisión y ordenó a un siervo abandonar a los recién nacidos en las aguas del Tíber. Sin embargo,los sirvientes no quisieron matar a los pequeños y los dejaron en su cesta flotando sobre el río. La cesta se quedó encallada en la orilla y los pequeños fueron criados por una loba. En ese lugar habitaba el pastor Fáustulo, quien los confió al cuidado de su mujer, Larentia. Al hacerse mayores, Rómulo y Remo conocieron su origen y, tras matar a Amulio, devuelven Alba Longa a Numitor. Luego fundaron una nueva ciudad en el lugar en que habían sido abandonados. Después de estos acontecimientos, los gemelos decidieron fundar su propia ciudad y eligieron para ello el punto del Tíber en el que habían sido abandonados y donde la loba los amamantó. Pero por desgracia se inició una pelea entre ellos.
resumen del mito
Por lo que decidieron esperar a una señal de los dioses. Rómulo acudió a la colina del Palatino y Remo a la del Aventino, siendo el primero en divisar la señal de los dioses: seis buitres volando. Al momento llegó Rómulo diciendo que había visto doce buitres. Después de una nueva pelea en la que participaron también sus seguidores, Remo fue asesinado por su hermano. Rómulo se convirtió en el único regidor y le puso a la ciudad su nombre.