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Musicofilia

Beth Juárez

Created on March 25, 2025

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Transcript

Oliver Wolf Sacks, comendador de la Orden del Imperio Británico, ​ citado como Oliver Sacks, fue un neurólogo y escritor británico de origen judío, aficionado a la química y divulgador de la ciencia, sobre todo de lo relativo a su especialidad

Es posible que su desarrollo o su forma vengan determinados por la cultura en que vivimos o por las circunstancias de la vida, o por nuestros talentos o debilidades individuales, pero está tan arraigada en la naturaleza humana que uno la consi- deraría algo innato, tan innata como es para E. O. Wilson la «biofilia», nuestra afi- nidad con las cosas vivas.

Qué curioso resulta ver a toda una especie –miles de millones de personas– interpretando y escuchando pautas tonales que carecen de significado, ocupando y dedicando gran parte de su tiempo a lo que denominan «música».

Musicofilia

Musicofilia repentina Un hombre que, tras ser alcanzado por un rayo, desarrolla una obsesión por la música, a pesar de no haber mostrado mucho interés antes. Se vuelve pianista y compositor casi de la noche a la mañana. Este caso muestra cómo un evento neurológico puede despertar una sensibilidad musical extrema. Epilepsia musicogénica Personas que experimentan ataques epilépticos inducidos por ciertos tipos de música o ritmos específicos. Un caso notable es el de un paciente que, cada vez que escuchaba una melodía en particular, sufría una crisis epiléptica. Alucinaciones musicales Personas que empiezan a escuchar música en su cabeza sin que haya un estímulo externo. Un hombre mayor comienza a "oír" canciones de su infancia como si estuvieran sonando en la habitación, pero en realidad solo estaban en su mente. En algunos casos, estas alucinaciones aparecen después de la pérdida de audición o un problema cerebral. Gusanos cerebrales o "earworms" Canciones o melodías que se quedan atrapadas en la mente de una persona y se repiten sin control. Aunque es algo común para muchas personas, hay casos en los que estas repeticiones se vuelven obsesivas e interfieren con la vida diaria. Imaginería musical e imaginación sonora Algunas personas tienen una memoria musical tan vívida que pueden "escuchar" la música con gran detalle en su mente. Sacks menciona casos de músicos que pueden "tocar" mentalmente sin necesidad de escuchar sonidos reales.

Primera parte... Poseidos por la musica

Casi todos tenemos música sonando sin cesar dentro de nuestras cabezas.

"Una musicalidad variada" Sacks explora cómo la musicalidad no es homogénea en todas las personas; algunas tienen habilidades musicales sorprendentes, mientras que otras tienen dificultades para procesar la música debido a condiciones neurológicas específicas. Examina casos de personas con amusia, sinestesia, habilidades musicales extraordinarias (savants musicales) y otros fenómenos relacionados con la percepción musical.

Segunda parte Una musicalidad variada

Sensibilidad musical: amusia y disarmonía Amusia: Incapacidad para percibir tonos o ritmos musicales correctamente. Algunas personas no pueden reconocer melodías familiares o diferenciar entre notas. Disarmonía: Cuando los sonidos musicales se perciben como desagradables o caóticos en lugar de armoniosos. El tono absoluto (o "oído absoluto") Capacidad de identificar y reproducir una nota musical sin referencia externa. Algunas personas nacen con esta habilidad, mientras que otras pueden desarrollarla con entrenamiento intensivo desde la infancia. Amusia coclear Un tipo de amusia causada por problemas en el oído interno, que hace que los sonidos musicales se distorsionen o se perciban como ruido. Percepción del sonido en estéreo La capacidad del cerebro para distinguir direcciones y profundidad en el sonido. Algunos pacientes con daño cerebral pierden esta habilidad y perciben todos los sonidos como si vinieran de un solo punto. Savants musicales Personas con discapacidades cognitivas severas que poseen habilidades musicales extraordinarias. Un caso notable es el de un hombre con autismo severo que podía tocar piezas complejas de piano después de escucharlas solo una vez. Percepción musical en personas con ceguera Sacks menciona cómo algunas personas ciegas desarrollan una percepción musical más aguda, lo que les permite reconocer sonidos con mayor precisión. Algunos incluso pueden tener "oído absoluto" o una memoria musical excepcional. Sinestesia musical Fenómeno en el que una persona experimenta múltiples sentidos al escuchar música (por ejemplo, "ver" colores cuando escucha ciertas notas o sentir texturas con diferentes sonidos). Algunos músicos famosos, como Olivier Messiaen, tenían sinestesia y usaban su percepción única para componer.

En esta sección, Sacks explora la relación entre la música, la memoria y el movimiento. Analiza cómo la música puede activar recuerdos en personas con amnesia o demencia, cómo puede ayudar a personas con trastornos del lenguaje y del movimiento, y cómo el ritmo y la sincronización son esenciales para la experiencia humana.

Tercera parte, memoria movimiemto y musica

Sacks explora cómo la música afecta la memoria y el movimiento, mostrando su impacto en personas con trastornos neurológicos. Música y memoria Casos de amnesia severa: Pacientes como Clive Wearing, incapaces de recordar su vida, pero con intacta memoria musical. Alzheimer: La música puede despertar recuerdos en pacientes con demencia y mejorar su bienestar. Música y lenguaje Personas con afasia (dificultad para hablar) pueden recuperar el habla a través del canto. La música activa áreas del cerebro diferentes al lenguaje hablado. Música y trastornos del movimiento Síndrome de Tourette: Músicos con Tourette pueden tocar sin sufrir tics. Parkinson: La música con ritmo ayuda a mejorar la movilidad y reducir la rigidez. Ritmo y sincronización El ritmo regula el movimiento y la coordinación, siendo usado por atletas y en terapias de rehabilitación. Distonía del músico Músicos con movimientos repetitivos pueden desarrollar espasmos musculares, lo que puede afectar su carrera. Conclusión La música es más que arte; es una herramienta poderosa para tratar trastornos neurológicos, mejorar la memoria, facilitar la movilidad y ayudar en la rehabilitación.

Cuarta Parte: "Emoción, identidad y música" – Musicofilia de Oliver Sacks

En esta sección, Sacks explora la relación entre la música, las emociones y la identidad personal. Analiza cómo la música puede despertar sentimientos profundos, influir en nuestra personalidad y ayudarnos a conectar con nuestra propia historia y con los demás.

En esta parte del libro, Oliver Sacks explora cómo la música nos afecta a nivel emocional, personal y social. No es solo algo que escuchamos, sino una fuerza que moldea nuestra identidad y puede influir en la memoria, la salud mental y la conexión con los demás. Música y emociones La música puede evocar sentimientos profundos sin necesidad de palabras. Puede hacernos llorar, llenarnos de energía o transportarnos a momentos específicos de nuestra vida. También se usa como terapia en casos de depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático. Música y memoria , aun n cuando algunas personas pierden recuerdos debido a enfermedades como el Alzheimer, la música sigue siendo un puente con su pasado. Una canción puede reactivar memorias y emociones que parecían olvidadas. Música y conexión social, nos une con otras personas en rituales, conciertos, fiestas y tradiciones culturales. Cantar o bailar en grupo genera una sensación de pertenencia y bienestar. Estados alterados, La música puede inducir trance en ciertos rituales, ayudar a la concentración, mejorar el rendimiento deportivo e incluso, en algunos casos raros, desencadenar ataques epilépticos. Conclusión: La música es una parte esencial de la vida humana. Nos ayuda a recordar quiénes somos, nos conecta con los demás y puede ser una herramienta poderosa para la salud emocional y mental

Compositores como Mozart, Beethoven o Paul McCartney han creado piezas en sueños y las han recordado al despertar. Algunos pacientes con daño neurológico experimentan alucinaciones musicales en la fase entre el sueño y la vigilia, escuchando canciones inexistentes como si fueran reales. Hay personas que desarrollan un oído musical más agudo después de experiencias con sueños musicales intensos.

Dos extremos en la percepción musical: Personas profundamente atraídas por la música para muchos, la música es algo esencial en su vida, generando emociones intensas y hasta sensaciones físicas. Algunos experimentan frisson (escalofríos o piel de gallina) al escuchar ciertas canciones. La música puede llegar a ser tan poderosa que algunos la describen como "una droga" o "un lenguaje del alma". Personas indiferentes o incluso incómodas con la música Existen casos de amusia congénita, donde el cerebro simplemente no procesa la música como algo significativo. Algunas personas perciben la música como ruido o no entienden por qué otros la encuentran placentera. En ciertos trastornos neurológicos, la música puede ser irritante o carecer completamente de sentido. Música y melancolía La música también puede ser un reflejo de la melancolía y la tristeza, especialmente en pacientes que sufren de depresión clínica o trastornos afectivos. Para muchos, escuchar música triste puede ser una forma de procesar el dolor o la pérdida, ayudando a liberar emociones que no pueden expresarse de otra manera. Sin embargo, en algunos casos, la música melancólica puede sumergir aún más a las personas en su tristeza, convirtiéndose en una forma de “auto-sufrimiento”.

Música y esquizofrenia Sacks discute cómo algunas personas con esquizofrenia experimentan alucinaciones musicales, es decir, escuchan música o sonidos que no existen en el mundo real. Estas alucinaciones pueden ser tanto agradables como perturbadoras, y las personas que las experimentan a menudo no son conscientes de que la música que oyen no es real. En algunos casos, la música puede ser parte del mundo interno de la persona esquizofrénica, reflejando sus angustias o pensamientos desordenados. En el contexto de la esquizofrenia, la música a veces se convierte en una forma de escape o de autoexpresión, pero también puede intensificar los sentimientos de alienación o paranoia. La música como un síntoma de la enfermedad En los casos más graves, las alucinaciones musicales pueden ser tan intensas que la música parece dominar la experiencia mental del individuo, dificultando la capacidad para diferenciar la realidad de lo imaginado.

El caso de Harry S.: Música y emoción" Harry S. es un hombre que, tras sufrir un daño cerebral, desarrolla una conexión extremadamente intensa con la música. Su caso es particular porque, aunque cognitivamente está intacto, experimenta emociones desproporcionadas y a veces incontrolables cuando escucha música. ¿Qué le sucede a Harry S.? Después de sufrir un accidente cerebrovascular, su cerebro cambia la forma en que procesa la música. Antes del daño, disfrutaba la música de manera normal, pero ahora la siente de una manera exagerada y visceral. La música puede hacerlo sentir eufórico, llorar sin razón aparente o sumergirlo en una profunda melancolía, como si le estuviera afectando de manera directa y sin filtros.

La música como respuesta involuntaria Sacks describe cómo algunas personas con trastornos en los lóbulos temporales experimentan lo que él llama una "respuesta irreprimible" a la música. Para algunas personas, la música se convierte en una necesidad compulsiva, casi como si el cerebro no pudiera evitarla. Esto puede manifestarse en la necesidad de escuchar música en todo momento o en la incapacidad de detener los pensamientos musicales.

Conclusión final de Musicofilia En la conclusión del libro, Oliver Sacks reflexiona sobre el poder profundo de la música en la vida humana, especialmente cuando se encuentra entrelazada con la neurología y las experiencias emocionales. La música tiene un efecto terapéutico innegable para muchas personas con trastornos neurológicos. Sacks observa que, incluso en casos donde los cerebros de las personas están dañados o alterados, la música puede servir como una puerta a la identidad y la comunicación emocional. Sacks resalta que la música es fundamental para la condición humana y que, aunque las personas pueden experimentar la música de formas inusuales o anómalas debido a trastornos neurológicos, sigue siendo un medio poderoso para conectar con las emociones, el cuerpo y los demás. La experiencia musical se convierte no solo en una respuesta cognitiva, sino también en un proceso emocional profundo que puede transformar y sanar. A través de los ejemplos clínicos presentados en el libro, Sacks nos invita a comprender la música no solo como una forma de arte, sino como una herramienta neuropsicológica poderosa, capaz de afectar el cerebro y la mente de formas profundas y a veces sorprendentes. La música, al final, es una de las formas más humanas de experimentar el mundo, capaz de ir más allá de nuestras limitaciones cognitivas y emocionales.