Módulo 4. Fases ABP - Reflexionar

El Aprendizaje Basado en Proyectos: la metodología ideal para educar en ciudadanía global

¡Comencemos!

Por: Juan José Vergara

MÓDULO

Fases en el desarrollo de un proyecto

¡iniciemos!

Conocer las distintas fases del ABP en la práctica según el modelo de Vergara, 2016.

Identificar los elementos que identifica el enfoque de ABP como herramienta para la ciudadanía global: Qué es y qué no es ABP.

Objetivos del módulo

Para empezar, el ABP es un enfoque didáctico que cambia las escuelas, apostando en la formación de ciudadanos globales y comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Qué es y qué no es el ABP?

Reflexionemos...

No es una moda de la innovación tecnológica.

No es un simulacro y su finalidad no es aprobar un examen.

No es un diseño artificial de los docentes para aglutinar materias.

No es una simple actividad interdisciplinar.

Herramienta de aprendizaje comuntario.

Aquel que trabaja en la realidad y, por tanto, las consecuencias del aprendizaje tienen una acción comprometida en la vida de los aprendices.

Un itinerario formativo que responde a las necesidades concretas del alumnado.

Aquel que aborda el eje temático con referencia a las preguntas del estudiantado y la comunidad en la que habita.

En este curso, destacamos el ABP como:

No busca diseñar alguna actividad que llame la atención del alumnado.

No es un enfoque rígido, ni una receta cerrada.

Por tanto, es un marco de pensamiento y acción que compromete a personas que aprenden en su realidad, la necesidad de conocerla profundamente y decidir qué hacer con ella.

Un modelo donde el personal docente se convierte en un agente provocador y de acompañamiento de los aprendizajes del alumnado.

Un marco abierto de diseño didáctico que incorpora distintas miradas, herramientas y enfoques.

En este curso, destacamos el ABP como:

La fórmula del ABP

Reflexionemos...

El enfoque de proyectos es un marco flexible, pero también es posible identificar distintos “momentos” o “fases” en su desarrollo. Estas se caracterizan por desarrollar tareas específicas para las que debemos apoyarnos en acciones concretas

La fórmula del ABP...

versal

Trans

Arquitectura

Evaluación

Acción

Estrategia

Intención

Mirada

Ocasión

Fases del ABP...

¿Qué es?

Aplicabilidad

Rol del docente

"La Ocasión"

¿Qué es?

Aplicabilidad

Rol del docente

"La Intención"

¿Qué es?

Aplicabilidad

Rol del docente

"La Mirada"

¿Qué es?

Aplicabilidad

Rol del docente

"La Estrategia"

¿Qué es?

Aplicabilidad

Rol del docente

"La Acción"

¿Qué es?

Aplicabilidad

"La Evaluación"

¡Te invitamos a ver el siguiente resumen!

¿Qué es?

Aplicabilidad

"La Arquitectura"

¡Continúa avanzando por el módulo!

Para edificar La Arquitectura del proyecto muchos usan recursos online –blogs, web, redes, infografías, paneles digitales, presentaciones dinámicas, realidad aumentada, inteligencia artificial, etc.-. Otros llenan las paredes de sus escuelas de carteles, dibujos, sonidos, proyecciones, etc. Algunos –fantásticos y fanáticos de la educación- hacen las dos cosas. Convierten el centro y su proyecto en algo emocionante.

Es el momento de cuestionarse el efecto comunitario de lo investigado. De interrogar qué proyección puede tener en el entorno del centro. En las familias, la localidad, la comunidad donde se inserta. También de celebrar que el aprendizaje se ha producido y que el grupo ha sido el protagonista de esta historia. En definitiva, pensar el impacto de las acciones que se diseñan y reflexionar sobre los valores que subyacen. Es lo que convertirá un simple proyecto en un auténtico proyecto comprometido con la comunidad.

Esto supone incorporar una nueva pregunta:¿Qué sabemos? --> ¿Qué queremos saber? --> ¿Cómo lo hacemos? Lo ideal es que el desarrollo de un proyecto permita recorrer, de forma paralela, distintos itinerarios de indagación. Las herramientas de que disponemos para este momento del proyecto son muchas:

• Las estructuras de aprendizaje cooperativo.
• Las dinámicas de entrenamiento grupal.
• Los retos o problemas.
• Los recursos del pensamiento creativo.
• Herramientas de Liderazgo Participativo (Art of Hosting)
• El juego (gamificación)
• La realidad aumentada, la Inteligencia Artificial y el resto de recursos TIC y audiovisuales

Para que todo esto suceda es necesario que exista una Arquitectura que permita hacer visible el proyecto. Un espacio en el que cada miembro del proyecto –y también quienes no han participado en él- puedan consultar los materiales, recorrer el día a día, compartir con quienes lo protagonizan cada momento del mismo.

Un proyecto tiene que poder ser contado como una historia. Como la bonita historia de un grupo que se sorprende ante una Ocasión y decide emprender una aventura: el aprendizaje. Un proyecto tiene que poder ser narrado. Una narración en la que existe un inicio a partir del cual comienzan a pasar cosas, se crean preguntas, información, relaciones, emociones, itinerarios de indagación, de creación. Se suman personas de dentro y fuera de la escuela acompañando un proceso que al final termina con alguna acción comprometida con el aprendizaje y el grupo que lo lidera.

En la práctica, la rutina de trabajo en La Mirada será -en primer lugar- demostrar al grupo que ya sabe muchas cosas sobre el tema que protagoniza el proyecto. Demostrar la gran cantidad de información que tiene sobre él. También poner de manifiesto las dudas y los puntos que necesitan ser investigados. Todo ello para llegar a la gran pregunta: ¿Qué queremos saber? En La Mirada el grupo recorre una rutina sencilla pero aplastante para provocar el aprendizaje: ¿Qué sabemos? --> ¿Qué queremos saber?

Los docentes deben evaluar las posibilidades que ofrece la Ocasión y revisar los contenidos de cada una de sus materias. También es un momento en el que pensar estratégicamente: ¿Qué fortalezas y debilidades tiene emprender este proyecto ahora?

En esta fase la tarea del docente es fundamental ya que debe poner en relación aquellos objetivos de aprendizaje que se planteaba al analizar "La Ocasión" con los intereses de conocimiento del alumnado. De esta forma los contenidos de las distintas materias escolares se convierten en herramientas que están al servicio del aprendizaje.

Cuando los docentes deciden lanzar el proyecto lo primero que necesitan es generar la Intención del alumnado para llevarlo a la realidad. En este momento el personal docente hace posible que el grupo DECIDA emprender el proyecto.

En definitiva, entender la evaluación en tres dimensiones que la diferencian de la simple acción de calificar:

• Rendir Cuentas: Reconocer qué hemos aprendido, qué he sentido, cómo lo he hecho, con quién, qué habilidades he puesto en juego, como se han desarrollado, qué acciones he emprendido.
• Dar Sentido: Interrogarse sobre uno mismo. Cómo me ha cambiado la forma de percibir el mundo, mi comunidad, la realidad que habito; cómo me ha cambiado como persona, qué utilidad concreta tiene lo que he aprendido y cómo puedo ponerlo en práctica.
• Marcar la Dirección: Después de este aprendizaje; qué decido hacer con ello, qué acciones decido emprender, qué nuevos aprendizajes me interesan.

Las herramientas para la evaluación son muchas: rubricas, portafolios, evaluación creativa, situada, etc.

La Nueva Escuela Mexicana (NEM) apuesta decididamente por la capacidad de los maestros y maestras para decidir -a partir de su expertise como profesionales de la educación- sobre su práctica docente, para formar a ciudadanas y ciudadanos críticos, autónomos, incluyentes, empáticos y solidarios (Secretaría de Educación Pública, 2022). En la práctica, invita a que los docentes contextualicen su trabajo con relación a la comunidad donde desarrollan su labor. Esto deben hacerlo con dos referencias fundamentales: 1. Los criterios técnicos de carácter pedagógico que se imponen en su labor y los referentes científicos relacionados con el área de conocimiento que centra su atención. 2. La identidad sociocultural de la comunidad en la que diseña sus clases. También infiere los out-put esperados de su labor: 1. Los resultados académicos de sus aprendices en relación a los niveles de logro esperados para su aprendizaje 2. Que el aprendizaje construido por el alumnado revierta sobre la propia comunidad de forma que se convierta en un agente activo y comprometido con la misma. Las decisiones que las y los docentes toman en relación a su labor exige de nuevos enfoques en la enseñanza. En este sentido, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha propuesto el empleo del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) como una de las herramientas de las que puede disponer el docente para diseñar sus clases.

Te presentamos un resumen de las fases en el desarollo de un proyecto revisados a lo largo del Módulo.

Llega un momento en la vida de un proyecto en el que hay que interrogar al grupo: ¿Y con esto que hacemos? Es un momento fundamental y que caracteriza la forma de trabajar en el ABP.

1. A lo largo del proyecto el grupo ha reconocido el interés por trabajar y aprender en torno a una Ocasión.
2. Ha decidido emprender la aventura de aprender en la Intención.
3. Se ha reconocido un grupo capaz de producir ideas, intereses e iniciativas.
4. También de desarrollar interrogantes en la Mirada.
5. Posteriormente ha diseñado distintos itinerarios de indagación sobre el tema en la Estrategia.

Se trata es de interrogarles sobre "qué dice el tema planteado de ellos y ellas mismas":

• ¿Qué te preocupa sobre el tema?
• ¿Cómo lo reconoces en tu realidad inmediata, tu comunidad?
• ¿Qué sientes, piensas sobre ello?
• ¿Qué dicen tus amistades, tu familia?

La Intención es un momento fundamental en el desarrollo del ABP, es necesario desplegar herramientas y recursos que permitan al alumnado ver que nos comprometemos con una sentencia: “El aprendizaje es un acto intencional: aprendo porque quiero”.

Tras todo esto el grupo debe decidir qué hacer con el producto de su investigación. ¿Qué va a hacer con todo lo aprendido? ¿qué acciones va a acometer que se comprometan con su aprendizaje? Es el momento de la Acción.

La Intención termina cuando el grupo decide emprender el proyecto. A partir de ahí se abre un espacio de posibilidades, dudas, inseguridades. Pero también el espacio en el que todos los miembros del grupo se comprometen con un apasionante reto: el aprendizaje.

Para conseguir que el grupo se reconozca como un grupo inteligente es necesario cuidar –entre otras cosas- las interacciones de forma que faciliten los intercambios igualitarios:

• ¿Cómo se disponen las mesas en el aula?
• ¿Cómo se recogen las aportaciones de los miembros del grupo?
• ¿Cómo y para qué se usa el silencio?
• ¿Quién dicta las normas para hablar o callarse?
• ¿Hay conectividad libre o está prohibida?
• ¿Cómo se utilizan los agrupamientos y con qué finalidad?

En La Mirada el papel del docente es fundamental. Su tarea inicial es demostrar al grupo la potencia que tiene para construir aprendizajes en torno a cualquier tema. Lo primero es demostrarle que es un grupo inteligente. Un grupo inteligente es más que la mera suma de sus miembros. Es aquel que es eficaz en la meta que se ha impuesto, cuida el bienestar de sus miembros, socializa las potencialidades individuales a favor de la producción colectiva y aprovecha la diversidad de las personas que lo componen.

Tengo descritas hasta seis posibles fuentes de “la Ocasión” para el nacimiento de un proyecto. En todas ellas el trabajo del equipo de docentes es preguntarse:

• ¿Qué es realmente importante que mi alumnado aprenda con relación a este tema?
• ¿Cómo conecta este tema con un área que considero preferente en la educación de la ciudadanía del siglo XXI?
• ¿Cómo puede servir mi área/asignatura/materia para ayudar a la comprensión profunda de la Ocasión?
• ¿Qué competencias y habilidades creo que debo desarrollar en este momento con mi alumnado?
• ¿Qué elementos del currículo podré desarrollar con esta Ocasión?

Crear la Intención no es motivar. No se trata de diseñar alguna actividad que llame la atención del alumnado. Esto sería demasiado frágil para mantener un proyecto vivo a lo largo de un tiempo. Es la fase de la “Ingeniería del deseo”.

El grupo diseña los itinerarios que van a permitir construir el aprendizaje.

La función más relevante de la Evaluación es la de ser un instrumento que invita a reflexionar sobre el aprendizaje desde el principio y entre todos los que intervienen en él. La evaluación debe servir para ayudar en el aprendizaje. Su función principal es servir para que docentes y alumnado puedan reflexionar juntos sobre el proceso que están viviendo y cómo mejorarlo continuamente.

Evaluar no es Calificar. Calificar es un proceso de Etiquetado. Es la acción de poner una etiqueta –numérica normalmente- al alumno y alumna midiendo el grado de adquisición de determinados contenidos de aprendizaje. Este etiquetado puede hacerse con mayor o menor acierto. En último extremo responde a la idea de que el aprendiz debe rendir cuentas de su aprendizaje con vistas a promocionar en el sistema educativo; o lo que es lo mismo a ser etiquetado a su vez como alumno-ciudadano exitoso o bien fracasado, excluido, “con problemas”, etc.

Es ese momento especial en el que los docentes desarrollan la escucha y son capaces de reconocer algo como una posibilidad educativa: Un grupo de niños están fascinados por las hormigas en el patio del recreo, un suceso importante es motivo de discusión en el centro. Se aproxima el día de la mujer y los docentes piensan que puede ser una estupenda ocasión para iniciar un proyecto. O simplemente deciden desencadenar el inicio del proyecto organizando una acción provocada invitando a alguna persona especial o haciendo que algo espectacular suceda en el centro.

Es autor -entre otros libros- de “Aprendo porque quiero. El ABP paso a paso” SM-BIE), “Narrar el aprendizaje. La fuerza del relato en el ABP” (SM_BIE, 11 ediciones) y el “Un aula un proyecto. El ABP y la educación a partir de 2020” (Narcea). Colaborador habitual de distintas publicaciones educativas de diferentes países. Conferenciante y cursillista internacional en entidades públicas, privadas, universidades, etc. Puedes visitar algunos de sus proyectos en juanjovergara.com

Juan José Vergara

Especialista en innovación educativa y metodologías activas. Maestro y Pedagogo especializado en gestión y dirección de centros educativos con estudios de postgrado en animación sociocultural y en educación de adultos. Especializado en metodologías activas: Aprendizaje Basado en Proyectos y Problemas (ABP), Aprendizaje Servicio, Emprendimiento Social, Técnicas Activas de Evaluación y Modelos de Programación por Proyectos. También sobre el uso de herramientas aplicables a las metodologías activas; tecnología, creatividad, dinámicas y estructuras cooperativas, evaluación formativa.