NUT1914_U2_T2

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Evaluación de programas de prevención indicada: Impacto y lecciones aprendidas

Zonas urbanas:

• Más disponibilidad de alimentos saludables, pero su costo es más elevado.
• Mayor publicidad de productos ultraprocesados que afectan la elección de alimentos.

Zonas rurales:

• Menos acceso a frutas, verduras y proteínas de calidad.
• Creciente consumo de refrescos y comida procesada por su bajo costo y fácil distribución.

Reflexión: Aunque las ciudades tienen más opciones saludables, las campañas de publicidad y la falta de tiempo favorecen el consumo de comida rápida. En zonas rurales, la falta de infraestructura y la pobreza limitan el acceso a una alimentación equilibrada.

Zonas urbanas (Ciudades y áreas metropolitanas)

• Mayor acceso a alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
• Vida sedentaria con largas jornadas laborales y menor tiempo para la actividad física.
• Mayor dependencia del transporte motorizado y menos caminatas diarias.
• Estrés laboral y social que contribuye a malos hábitos alimenticios.

Zonas rurales (Comunidades pequeñas y marginadas)

• Cambio en los patrones de alimentación: más consumo de productos industrializados y menos alimentos tradicionales.
• Reducción de la actividad física debido a la mecanización del trabajo agrícola.
• Menor acceso a servicios de salud y prevención de enfermedades crónicas.
• Mayor presencia de pobreza alimentaria: desnutrición coexistiendo con obesidad.

Conclusión clave: Las razones detrás del crecimiento de la obesidad son diferentes en cada entorno, lo que requiere estrategias personalizadas para su prevención y control.

Tendencia clave: Aunque la obesidad sigue siendo más prevalente en las ciudades, su crecimiento en las zonas rurales ha sido más acelerado, con un aumento de 6.4 puntos porcentuales en la última década, en comparación con 3.4 puntos en zonas urbanas.

Tendencias generales según ENSANUT 2012, 2018-19 y 2021-23