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Infografía Arte

Paula Reyes

Created on November 29, 2024

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Transcript

Paula Reyes, Arianne Ginés, Eva Español y Eduard Cano

EVITERNO

Eviterno: “Que tiene principio, pero no fin” Esta expresión latina, representa nuestro trabajo ya que a lo largo de este hemos querido explicar la presencia de la religión, las formas que adopta, como se representaba con el arte y la función que tenía y cómo ha afectado socialmente. Reflejar lo que representa Dios, siendo este un ser omnipotente e infinito, en todo este colectivo de piezas en el cual está presente de forma céntrica en todas ellas, haciendo que todo lo representado gire en torno a él y la ideología cristiana. Explicaremos esta cuestión a partir de las seis obras que hemos escogido: “La Maestà”, "La pesca milagrosa" “La virgen del canciller Rolin”, “El Juicio final de la catedral de Autun”, Díptico de wilton” y “El Frontal de Altar de la Mare de Déu del Coll”. Todas las anteriores son cuadros menos “El Juicio final de la catedral de Autun”. Nuestro objetivo propuesto es mostrar las diferentes representaciones de la religión durante el periodo de la época medieval siendo un tema muy importante y presente en la vida de las personas. Tanto así que la mayoría de obras de este periodo hablan sobre estos temas. Este periodo tiene el objetivo de acercar y educar a las personas hacia la espiritualidad y alejarlas del pecado y el mal.

INTRODUCCIÓN

JUSTIFICACIÓN

El arte medieval está profundamente vinculado con la región, tanto de manera estética, como de herramienta para la educación espiritual y el refuerzo de creencias teológicas. Las obras que hemos seleccionado para esta exposición comparten un mismo tema: la intervención divina en la vida humana, ya sea a través de milagros, la intervención de la virgen o el poder legítimo de los monarcas, los cuales eran considerados elegidos por Dios. En las obras de La Pesca Milagrosa y La Virgen del Canciller Rolin se destaca la gracia divina como una forma de salvación directa, por otro lado, en el Díptico de Wilton y el Juicio Final de la Catedral de Autun se explora la relación entre lo divino y lo terrenal, mostrandose como en el arte medieval se reflejaba el poder de los monarcas y la importancia de la salvación eterna. A través de estas obras no solo se intentaba educar a los fieles sobre la moral cristiana, también se buscaba legitimar el orden social y político. La Virgen María, como figura intercesora, ocupa un papel central en muchas de estas obras, como en el Frontal de Altar de la Mare de Déu del coll, La Maestà y La Virgen del Canciller Rolin, donde hace de puente entre el mundo terrenal y espiritual. Estas obras no solo representan devoción religiosa durante la época medieval, sino que también es una visión del mundo, donde lo divino impregna todos los aspectos de la vida.

Gracias por vuestra atención

Autor:Anónimo, Escuela inglesa o flamenca Fecha:c. 1395-1399 Estilo: Gótico tardío

Díptico de Wilton

Descripción general: El Díptico de Wilton es una obra devocional compuesta por dos paneles que representan a la Virgen María con el Niño Jesús en el panel izquierdo, y al rey Ricardo II acompañado de sus santos patronos en el derecho. Esta obra fue diseñada para la meditación y la oración privada, refleja la profunda religiosidad y el simbolismo político del siglo XIV. La obra manifiesta la conexión entre lo terrenal y lo divino, vinculando al monarca con la protección celestial. Técnica y materiales: Esta obra está hecha con témpera y oro sobre madera. El uso del oro en el fondo crea un espacio divino que va más allá de lo material, por otro lado,la técnica de la témpera permite un detallado acabado en las figuras y elementos ornamentales. Las dimensiones de cada panel son 53 x 37 cm. Composición y estilo: En el panel izquierdo, se representa a la Virgen María y el Niño rodeados por ángeles. La Virgen María viste con un manto azul decorado con motivos dorados, simbolizando su pureza y realeza. En el panel derecho, se nos enseña a Ricardo II arrodillado en actitud de oración, presentado por San Juan Bautista, San Edmundo y San Eduardo el Confesor. La obra combina la sofisticación decorativa flamenca con la simetría y jerarquía gótica. Importancia y contexto: El Díptico de Wilton es una declaración política y religiosa que subraya la legitimidad divina del reinado de Ricardo II. Esta obra fué creada en un contexto de tensiones internas en Inglaterra. Refleja la influencia cultural de Europa continental en el arte inglés del siglo XIV, especialmente de la pintura flamenca y francesa. Historia del cuadro: Se conoce la identidad del rey arrodillado debido a que los ángeles que rodean a la Virgen lucen la librea de Ricardo II, el White Hart («ciervo blanco», pues en esta expresión hart es una palabra antigua que significaba «ciervo»), que también aparece en el brocado de la tabla izquierda y en la parte exterior del díptico. Mientras Ricardo se arrodilla, el Niño Jesús lo bendice y también se dirige hacia un banderín sostenido por un ángel. Este banderín es el símbolo del reino de Ricardo. Lleva la cruz de San Jorge, el símbolo de Inglaterra. Los tres santos que presentan a Ricardo arrodillado a la Virgen con el Niño se cree que fueron venerados por el rey, pues cada uno tuvo su propia capilla en la abadía de Westminster. Cada santo lleva el atributo simbólico por el que se los reconoce en el arte. El díptico de Wilton se pintó dentro de los últimos cinco años del reinado de Ricardo. Debido a que el estilo gótico internacional se había divulgado por Europa, la nacionalidad del pintor no puede asegurarse. Abundan teorías a favor del artista, sobre si era inglés, francés o italiano, y algunos historiadores del arte apuntan la posibilidad de que fuera un artista bohemio, quizá llevado a Inglaterra por la primera esposa de Ricardo II, Ana de Bohemia. La exquisita cualidad de la pintura se cree, por la mayor parte de los historiadores del arte, que indica que el artista era probablemente del Norte de Francia. Muestra parecidos con las miniaturas de los manuscritos de Pol de Limbourg.

Simbolismo y Elementos:Esta obra está inmersa en representaciones simbólicas. La mezcla de lo real y lo fantástico; Los personajes son representados de manera realista, pero el conjunto de la escena está impregnado de un profundo misticismo. Los monstruos, los ángeles y los demonios coexisten con los hombres, creando una atmósfera a la vez aterradora y fascinante. La representación del mundo invisible: El tímpano es una verdadera ilustración del mundo invisible medieval. Las almas de los difuntos, las fuerzas del bien y del mal se representan de manera tangible. Esto es lo que eleva la obra a una representación icónica, no es una mera representación divina sino que va más allá de lo terrenal. Una función pedagógica: El tímpano tenía una función didáctica. Servía para recordar a los fieles las consecuencias de sus actos e instarlos a llevar una vida virtuosa. Importancia y Contexto: Al tratarse de una obra esculpida, suma importancia en los creyentes de la época, al entrar a la iglesia. La mayoría eran analfabetos lo que dificultaba su aprendizaje como lectores. De esta forma al ser una obra esculpida el mensaje no podía ser jamás ignorado. Transmite sin necesidad de palabras lo que necesitaban saber; si pecan serían juzgados por Cristo, el mayor poder espiritual. La importancia de los tímpanos radica en su capacidad para representar el mundo invisible de una manera comprensible y accesible, al mismo tiempo que enfatizaban la moralidad cristiana y el juicio final. Historia del cuadro El Juicio Final está dominado por Cristo Juez en la mandorla, que adquiere dimensiones gigantescas. A su derecha aparecen apóstoles, ángeles, la Jerusalén celestial y la Virgen María. A su izquierda se encuentra la escena en que se pesan las almas: con cuidado, el ángel sostiene el plato con los escogidos; algunos de estos ascienden ya a gozar de la visión beatífica. Desesperadamente, un monstruo del infierno intenta hacer descender hacia su lado el otro plato. En el dintel, encuentra espacio la resurrección de los muertos, que un ángel separa en salvados y condenados. El extremo está ocupado, del lado de los condenados, por el infierno, al que son lanzados los pecadores. Especialmente grotesco aparece el motivo de las manos como garras, que hacen por la cabeza y el cuello a uno de los infelices. El relieve de Juicio Final en Autun forma parte de una serie de representaciones que tenían el objetivo de advertir a los fieles sobre la importancia de la salvación del alma. El portal occidental, donde se encuentra esta escultura, simboliza la entrada al templo sagrado y también al Cielo, representando la idea de que, al entrar a la iglesia, el creyente conectaba con el espacio a través de lo que representaba y le indicaba que se aproximaba al Juicio Final. Haciendo arrepentirse a los fieles de los pecados y vivir una vida justa para evitar la condena eterna.

Juicio Final de la catedral de Autun

Descripción General: La obra esculpida en la iglesia de Saint-Lazare, Autun, representa el juicio final. Se trata de una escena bíblica donde los muertos son separados y juzgados por sus actos. Refleja la visión medieval del Juicio Final, una representación simbólica del destino eterno de las almas al final de los tiempos; salvación o condena. De forma más específica se encuentra en el tímpano de la iglesia; la entrada. Técnica y materiales: Este relieve consiste en piedra tallada, técnica comúnmente empleada en obras románicas. Tallada sobre piedra caliza original de la iglesia, Gislebertus utiliza dos técnicas, la más relevante; el alto relieve, que da mayor profundidad a la obra, y en la zona de figuras menos prominentes el bajo relieve. Estas esculturas están finamente talladas para tener expresiones faciales comprensibles. a Aunque no se sabe de forma exacta, se supone que una parte de este tímpano originariamente debía estar pintado de forma parcial para resaltar los detalles (técnica común) y dar vida a la obra. Composición y Estilo: Se caracteriza por tener una composición rica en patrones, casi como si los personajes estuvieran repetidos en serie. Era un recurso bastante común del arte románico, que ayudaba a dar más coherencia, a visualizar la representación de forma más clara. También las columnas son constituidas con ese recurso repetitivo junto con ornamento vegetal alrededor. Se trata de una composición más armoniosa del estilo románico característico Francés que integra a la iglesia en la edad media.

Autor: Gislebertus de Autun Fecha: 1130 aproximadamente Estilo: Románico

Descripción General La Maestà es un retablo encargado para el altar principal de la Catedral de Siena, donde se representa a la Virgen María en el rol de Madre de Dios. Esta obra de temática espiritual está dividida en dos secciones: El anverso: La Virgen y el Niño son el centro de la escena, rodeados de ángeles y santos, mostrando la majestuosidad divina. El reverso: Escenas narrativas de la vida de Cristo, desde la Anunciación hasta la Pasión y Resurrección, que refuerzan el mensaje de salvación. Técnica y Materiales La obra fue realizada con temple sobre madera, utilizando pigmentos naturales mezclados con yema de huevo. Esta técnica era común en la pintura medieval y permitía una gran precisión en los detalles. Las dimensiones son imponentes, con un total de 314 cm de altura y 173 cm de ancho, lo que resalta su carácter monumental. Composición y Estilo Esta obra destaca por su simetría, elegancia y una representación idealizada de los personajes.La Virgen es representada en un trono majestuoso, en una postura solemne, donde se destaca su posición como madre de Dios y Reina del Cielo. La luz dorada simboliza la divinidad, y los santos la armonía y sacralidad que refuerza la trascendencia de la Virgen y Jesus. Importancia y Contexto La Mestà se considera una de las obras más importantes del arte gótico italiano y un símbolo del poder espiritual de Siena en la Edad Media. La obra además de servir como objeto de devoción religiosa, servía para reflejar el prestigio de la ciudad. Las escenas de la vida de Cristo en el reverso actúan como mensaje didáctico. Historia del cuadro: Se conoce la identidad del rey arrodillado debido a que los ángeles que rodean a la Virgen lucen la librea de Ricardo II, el White Hart («ciervo blanco», pues en esta expresión hart es una palabra antigua que significaba «ciervo»), que también aparece en el brocado de la tabla izquierda y en la parte exterior del díptico. Mientras Ricardo se arrodilla, el Niño Jesús lo bendice y también se dirige hacia un banderín sostenido por un ángel. Este banderín es el símbolo del reino de Ricardo. Lleva la cruz de San Jorge, el símbolo de Inglaterra. Los tres santos que presentan a Ricardo arrodillado a la Virgen con el Niño se cree que fueron venerados por el rey, pues cada uno tuvo su propia capilla en la abadía de Westminster. Cada santo lleva el atributo simbólico por el que se los reconoce en el arte. El díptico de Wilton se pintó dentro de los últimos cinco años del reinado de Ricardo. Debido a que el estilo gótico internacional se había divulgado por Europa, la nacionalidad del pintor no puede asegurarse. Abundan teorías a favor del artista, sobre si era inglés, francés o italiano, y algunos historiadores del arte apuntan la posibilidad de que fuera un artista bohemio, quizá llevado a Inglaterra por la primera esposa de Ricardo II, Ana de Bohemia. La exquisita cualidad de la pintura se cree, por la mayor parte de los historiadores del arte, que indica que el artista era probablemente del Norte de Francia. Muestra parecidos con las miniaturas de los manuscritos de Pol de Limbourg.

La Maestà

Autor: Duccio di Buoninsegna (1255-1319) Fecha: 1308-1311 Estilo: Gótico italiano (Escuela Sienesa)

Composición y estilo:La obra tiene una composición muy equilibrada, típica del arte románico. En el centro está la Virgen María, representada de forma solemne, sentada en un trono decorado y con el Niño Jesús en sus brazos. A su alrededor, las escenas de la vida de Jesús y algunos santos están organizadas en cuadros simétricos, lo que hace que todo se vea ordenado y fácil de entender. El estilo es simple y directo, sin intentar ser realista. Las figuras son rígidas y planas, pero los colores vivos y los detalles decorativos hacen que la obra sea llamativa. Más que parecerse a la realidad, se centra en transmitir un mensaje religioso y en invitar a la devoción. Importancia y contexto: El Frontal de la Mare de Déu del Coll era un frontal de altar muy importante para los creyentes de la época, ya que se encontraba en el altar de la iglesia. En un tiempo en el que muchas personas no sabían leer, las imágenes eran la mejor manera de enseñarles sobre la fe. Esta obra no solo decoraba, sino que comunicaba un mensaje claro sobre la vida de la Virgen, Jesús y los santos, sin necesidad de palabras. La forma en que está organizada, con diferentes escenas de la vida de Cristo y figuras religiosas, ayudaba a la gente a entender las historias sagradas solo con mirarlas. El estilo de la obra, sencillo y simbólico, no buscaba ser realista, sino destacar lo espiritual y enseñar los principios cristianos. Así, invitaba a los fieles a reflexionar sobre su fe y su moralidad. Historia del cuadro: Este frontal, es una obra profundamente simbólica que refleja los valores y creencias religiosas del románico medieval. La Virgen María es representada no solo como la madre de Cristo, sino también como la protectora y mediadora de los fieles ante Dios. A través de esta obra. El objetivo de este cuadro era comunicar la importancia de la devoción a la Virgen, y cómo, a través de la oración y la fe, los creyentes podían obtener consuelo, protección y la gracia divina entre ellos. Usa del arte como medio educativo para todas aquellas personas que no sabían leer, permitiéndoles entender y conectar con los misterios de la fe cristiana.

Descripción General: El Frontal de la Mare de Déu del Coll es una obra religiosa que muestra a la Virgen María sentada en un trono con el Niño Jesús en sus brazos, ocupando el centro de la obra. A su alrededor, se representan diferentes escenas de la vida de Jesús y figuras de santos. Todo está compuesto de forma simétrica y ordenada, con colores intensos y llamativos. La obra tiene un estilo sencillo y serio, típico del arte románico, pensado para transmitir devoción y enseñar historias religiosas. Técnica y materiales: La obra está hecha con la técnica de temple sobre madera, una forma muy usada en el arte románico. La base es una tabla de madera, probablemente de pino, que se preparaba cubriéndola con una mezcla de yeso o cola para dejarla lisa y lista para pintar. Para los colores, se usaban pigmentos naturales mezclados con huevo, lo que hacía que las pinturas fueran muy duraderas y con tonos vivos. También es posible que algunas partes, como los fondos, estuvieran decoradas con pan de oro para hacerlas más llamativas y darle un aspecto especial y sagrado. La obra no busca ser realista, sino transmitir mensajes religiosos, usando figuras sencillas y colores fuertes para destacar lo más importante.

Frontal de Altar de la Mare de Deu del Coll

Autor: Anónimo Fecha: 1120-1140 aprox Estilo: Románico

Autor: Jacopo di Cione Fecha: 1444 Estilo: Gótico Italiano

La Pesca Milagrosa

Descripción general: La pesca milagrosa es una obra que representa el milagro de San Juan (21:1-14), cuando Jesús se aparece ante sus discípulos después de la resurrección y les ayuda a pescar una gran cantidad de peces. La obra es una representación detallada de la naturaleza y la vida humana. La escena simboliza la fe y la intervención divina. Técnica y materiales: La pintura fue realizada con la técnica del temple sobre tabla, lo que permite hacer detalles finos y conseguir una gama de colores brillantes y simbólicos. El uso del temple sobre madera es ideal para capturar los detalles del paisaje, las figuras y la acción de la pesca ya que permite una ejecución precisa y un acabado de gran calidad. Composición y estilo: En la obra se ve a los discípulos en la barca lanzando una red, mientras que al otro lado se ve a Jesús representado de manera serena, los observa desde la orilla. La escena pasa al aire libre, utilizando el espacio de manera ordenada, con un fondo detallado que incluye elementos arquitectónicos y paisajes naturales. La luz y el color se utilizan de forma simbólica para dar una sensación de lo milagroso y divino. Importancia y contexto: La Pesca Milagrosa pertenece a la pintura gótica italiana, una época en la que se empezaban a consolidar los primeros avances hacia el Renacimiento. Aunque la obra aún mantiene muchos de los rasgos estilísticos medievales, como la representación plana y simbólica de los personajes, también comienza a mostrar una mayor importancia a los detalles. El milagro de la pesca es un símbolo de la abundancia divina y la fe a Cristo, también refleja la devoción a los episodios bíblicos y la tradición cristiana. Historia del cuadro: La obra La pesca milagrosa de 1444 se sitúa en un periodo de gran desarrollo artístico en Flandes, caracterizado por el Renacimiento nórdico y el auge del arte flamenco. La religión seguía siendo el centro de la vida cotidiana, y las obras religiosas se usaban tanto para la devoción como para reflejar el poder de los mecenas. En este contexto, el arte se convierte en un medio para expresar la fe y también para afirmar el estatus social, con un estilo detallado y realista que refleja la riqueza y los intereses de la burguesía de la época. Este cuadro representa un episodio bíblico narrado en los evangelios, particularmente en el Evangelio de San Lucas, que se conoce como el "milagro de la pesca". A través de un estilo detallado y realista, Jacques Daret no solo ilustra una historia bíblica, sino que transmite un mensaje de fe, obediencia y transformación espiritual.

La Virgen del Canciller Rolin

Técnica y materiales: Se trata de una técnica que él mismo perfeccionó y le permitió desarrollarla basada en profundidad, textura y realismo muy avanzado para su época. El óleo le ayudó a ser más preciso en cuanto a los pequeños detalles. La escena se desarrolla dentro de un edificio lujoso y elegante, con un fondo de paisaje idealizado. En el medio, está la figura de la Virgen María con el Niño Jesús sentado sobre su regazo. María parece estar relajada y se le ha dibujado con un halo dorado que indica santidad. Composición y Estilo: Van Eyck utiliza una composición equilibrada, combina un fondo arquitectónico detallado con la figura central de la Virgen. María idealizada, se encuentra sentada sobre un trono adornado. Su rostro transmite paz y calma, de la misma forma que el Niño Jesús. Se ven muy reflejados el volumen y el realismo que Van Eyck utilizaba por la forma en la que utiliza la luz y la sombra en la figura de la virgen. Simbolismo y Elementos: La Virgen y el Niño: La Virgen representa la pureza divina y el Niño Jesús, la salvación. El paisaje: El paisaje que se ve a través de la ventana, simboliza la conexión entre lo divino y lo terrenal, mostrando el paso entre los mundos espiritual y material. El canciller Rolin: Su pose y vestimenta lujosa reflejan su alto estatus social, pero su actitud de devoción indica que el poder terrenal debe estar subordinado a lo divino. Importancia y Contexto: Esta pieza es un gran ejemplo en el Renacimiento flamenco y la obra más importante de Van Eyck en cuanto al óleo. La pintura destaca el realismo minucioso, sobre todo en los pequeños pero importantes detalles de las telas, la luz y las superficies reflectantes, característica típica de este movimiento. También refleja el poder eclesiástico y de la nobleza demostrando la conexión entre ellos. Este retrato de Eyck muestra al comitente junto a la Virgen María en un ambiente lujoso, con el objetivo de resaltar su poder económico y social. La obra refleja el gusto renacentista que llegaba a los Países Bajos, incluyendo una arquitectura clasicista en lugar de la gótica y algunos elementos de este periodo. La forma en la que se trata la perspectiva, será muy importante ya que se observa en las losas del suelo, mientras que el paisaje flamenco, detallado, probablemente represente Lieja o una ciudad cercana. Van Eyck emplea la pintura al óleo, destacando el uso de colores brillantes y el detallismo, especialmente en el ropaje de los personajes. El naturalismo de las figuras es notable, con un retrato realista del canciller que refleja su personalidad. La Virgen, aunque idealizada, mantiene características flamencas, lo que muestra la maestría técnica de van Eyck. A pesar de la naturalidad de las poses, las figuras conservan una rigidez que remite al gótico.

Autor: Jan van Eyck Fecha: 1435 Estilo: Gótico flamenco Descripción General La Virgen del Canciller Rolin es una pintura de temática religiosa donde se muestra a la Virgen Maria con el Niño Jesús en su regazo. La obra nos presenta al canciller Nicolas Rolin en actitud de oración ante la Virgen y el Niño. La obra provoca una sensación de profundidad y realismo.