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1. Presencia en redes sociales. La gestión activa de perfiles en plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn para interactuar con audiencias, responder a preguntas y comentarios, y compartir contenido relevante. Lovejoy & Saxton (2012) destacan que una presencia sólida en redes sociales permite a las organizaciones construir relaciones más cercanas con sus públicos y manejar la percepción pública en tiempo real.

2. Marketing de contenidos. La creación y distribución de contenido relevante y valioso para atraer y retener a una audiencia. Pulizzi (2014) señala que el marketing de contenidos ayuda a establecer la autoridad y la credibilidad de una organización, lo cual es crucial para la gestión de la reputación.

3. SEO y SEM. Las técnicas de optimización de motores de búsqueda (SEO) y marketing en motores de búsqueda (SEM) mejoran la visibilidad de la marca en línea. Chaffey y Ellis-Chadwick (2019) explican que una estrategia bien implementada de SEO y SEM puede aumentar el tráfico hacia el sitio web de la organización y mejorar su presencia en los resultados de búsqueda.

4. Análisis de datos y métricas. El uso de herramientas analíticas para medir el impacto de las campañas y el engagement del público. Friedman & McGuire (2018) subrayan que el análisis de datos proporciona insights valiosos sobre cómo los públicos responden a las iniciativas digitales, permitiendo ajustes estratégicos en tiempo real.