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En enero de 2017, un informe conjunto de la CIA, el FBI y la NSA confirmó la intervención rusa en las elecciones presidenciales de EE UU de 2016, donde Donald Trump ganó contra Hillary Clinton. El 19 de enero de 2018, Twitter reveló que más de 50,000 cuentas vinculadas a bots rusos habían generado más de 3.8 millones de tweets, representando aproximadamente el 19% de los tweets sobre las elecciones, con más del 80% a favor de Trump. De manera similar, Facebook registró 80,000 publicaciones relacionadas con la empresa rusa Internet Research Agency (IRA) a través de más de 470 cuentas. En la campaña presidencial de EEUU más reciente, China, Irán y Rusia han desplegado una nueva generación de bots más sofisticados, junto con organizaciones nacionales que utilizan estrategias de desinformación para influir en el resultado electoral y desestabilizar la confianza en el sistema electoral. Estas interferencias han sido denunciadas por medios de comunicación por su impacto en la tensión social, la incertidumbre y la posible incitación a la violencia entre partidarios.

Estudio de caso