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TRABAJO INVESTIGACIÓN SALUD MENTAL

FOBIA SOCIAL

  • Definicón.
  • Cómo surge este trastorno.
  • Partes del cerebro afectadas.
  • Síntomas y consecuencias.
  • Remedios.
  • Cómo se relaciona todo con redes sociales.

ÍNDICE

El 7% al 13% de la población mundial experimenta trastorno de ansiedad social en algún momento de su vida.

Es uno de los trastornos de ansiedad más comunes

La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, es un trastorno psicológico caracterizado por un miedo intenso y persistente a ser evaluado negativamente en situaciones sociales. Las personas que la padecen temen ser juzgadas, humilladas o rechazadas por los demás, lo que afecta su capacidad para interactuar con otros en contextos sociales.

Definición

3. Factores Ambientales

2. Factores Ambientales

1. Factores Genéticos y Biológicos

el TAS

Cómo surge

Esas áreas son: Amígdala. Cortex prefontal. La corteza cingulada anterior. La corteza visual y otras áreas sensoriales.

El cerebro de una persona con trastorno de ansiedad social (TAS) muestra algunas diferencias en su funcionamiento y estructura en comparación con el cerebro de una persona sin este trastorno. Estas diferencias son principalmente en las áreas relacionadas con el procesamiento emocional, el miedo y la regulación de la ansiedad.

Cómo es el cerebro de una persona con TAS

3. Menor conectividad entre la amígdala y el córtex prefrontal

2. Sobreactivación de la corteza visual y otras áreas sensoriales

1. Mayor activación de la amígdala

Perspectiva neurocientífica del cerebro de una persona con TAS

Las principales consecuencias del TAS son: ·Aislamiento Social ·Problemas en las Relaciones Personales ·Depresión y Trastornos Concurrentes

  • Preocupación excesiva
  • Miedo intenso al juicio
  • Sentimientos de inferioridad
  • Evitación de situaciones sociales
  • Dificultad para hablar con desconocidos
  • Sudoración excesiva

Sintomas y consecuencias del TAS

Consecuencias

Sintomas

3. Medicamentos

2. Terapia de Exposición

1. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

el TAS

Cómo remediar o calmar

El trastorno de ansiedad social (TAS) tiene una relación complicada con las redes sociales, especialmente en los adolescentes, quienes son los principales usuarios de estas plataformas. Por un lado, las redes sociales pueden parecer un espacio seguro para interactuar, ya que evitan el contacto cara a cara. Sin embargo, su uso también puede agravar los síntomas del TAS. Los adolescentes con TAS a menudo utilizan las redes sociales para evitar interacciones presenciales y comunicarse de forma más controlada. Esto puede darles una sensación inicial de alivio, pero a largo plazo refuerza la evitación de situaciones sociales reales, perpetuando su ansiedad. Por otro lada, las redes sociales fomentan la comparación constante. Los usuarios tienden a comparar su apariencia, logros y demás con los demás, lo que aumenta su miedo al juicio y sentimientos de inferioridad. Los "me gusta" y comentarios se convierten en métricas de validación que, si son escasas, pueden intensificar la ansiedad social. Además, el temor a ser juzgados online, como por publicaciones o fotos, genera una nueva forma de ansiedad anticipatoria, conocida como "ansiedad digital", lo que puede afectar tanto su bienestar como su autoestima.

esto con las redes sociales

Cómo se relaciona todo

GRACIAS

La amígdala es una región del cerebro clave en la gestión de las emociones, especialmente el miedo. En las personas con TAS, la amígdala tiende a estar hiperactiva cuando se enfrentan a situaciones sociales. Osea que experimentan una respuesta de miedo exagerada en situaciones normales.

Se ha encontrado que las personas con TAS pueden experimentar una sobreactivación de las áreas cerebrales relacionadas con la percepción visual y otros sentidos cuando se enfrentan a situaciones sociales. Esto podría estar relacionado con la tendencia a hiperanalizar cada detalle de una interacción social, como las expresiones faciales o el lenguaje corporal de los demás, lo que aumenta la sensación de ansiedad.

En individuos con TAS, se ha observado que la conexión entre la amígdala y el córtex prefrontal puede ser más débil. Esto significa que, en momentos de ansiedad social, la amígdala envía señales intensas de miedo sin que el córtex prefrontal pueda controlarlas o racionalizarlas adecuadamente. Como resultado, el miedo a las situaciones sociales no es regulado de manera eficaz, y la persona percibe la amenaza como mucho mayor de lo que realmente es.

Herencia genética: Existe evidencia de que el trastorno de ansiedad social puede tener una predisposición genética. Si un familiar cercano (como uno de los padres) tiene trastorno de ansiedad social o algún otro trastorno de ansiedad, es más probable que una persona desarrolle este trastorno. Desequilibrios químicos en el cerebro: El TAS puede estar relacionado con un desequilibrio en los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina, que regula el estado de ánimo Anomalías en el cerebro

Experiencias tempranas: Las experiencias sociales durante la infancia y la adolescencia son cruciales para el desarrollo de las habilidades sociales. Los niños que han experimentado situaciones de rechazo, burlas o humillaciones (como el bullying) pueden desarrollar ansiedad social como una respuesta protectora frente a situaciones similares en el futuro. Educación y crianza: Un ambiente familiar sobreprotector o extremadamente crítico puede aumentar la probabilidad de desarrollar TAS. Los niños que crecen en hogares donde se les enseña a temer el juicio de los demás o se les muestra poca aceptación de sus emociones pueden ser más vulnerables.

Temperamento: Los niños que tienen un temperamento naturalmente más tímido, introvertido o que son más sensibles a las críticas pueden ser más propensos a desarrollar fobia social. Un niño muy introvertido o que experimenta altos niveles de ansiedad en situaciones nuevas puede ser más vulnerable. Patrones de pensamiento negativos: Las personas con TAS tienden a tener patrones de pensamiento distorsionados. Por ejemplo, suelen anticipar lo peor en las situaciones sociales, creen que todo el mundo las está observando y juzgando, o temen ser humilladas, incluso cuando no hay evidencia de que esto ocurra. Estos pensamientos refuerzan la ansiedad y el miedo.

La Terapia Cognitivo-Conductual es una de las formas de tratamiento más efectivas para el trastorno de ansiedad social. En la TCC, se trabaja con un terapeuta para identificar y modificar los pensamientos negativos y las creencias distorsionadas que alimentan la ansiedad social.

Consiste en enfrentar directamente las situaciones que causan ansiedad, paso a paso. Cómo ayuda: Con la exposición repetida, la persona aprende que sus miedos no son tan terribles como pensaba y que puede manejar la ansiedad sin evitar la situación. Esto reduce gradualmente el miedo y la evitación.

En algunos casos, los médicos recetan medicación para ayudar a controlar los síntomas de la ansiedad social, especialmente cuando los síntomas son graves. Medicamentos comunes: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): Como la sertralina o el fluoxetina, que son antidepresivos utilizados para tratar la ansiedad general y social. Benzodiazepinas: Medicamentos como el alprazolam o el lorazepam que pueden ser útiles a corto plazo para calmar la ansiedad, aunque su uso prolongado no se recomienda debido al riesgo de dependencia. Betabloqueantes: Como el propranolol, que puede ayudar a controlar los síntomas físicos de la ansiedad (como el temblor y la taquicardia) en situaciones sociales específicas.