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Transcript

Preparad el camino al Señor, y escuchar la Palabra de Dios. Voz que clama en el desierto: "preparad en camino al señor, haced rectas todas sus sendas, preparad el camino al señor.

PREPARAD EL CAMINO

Ven Señor, no tardes en llegar y la paz al mundo le darás. Con tu luz podremos caminar. La noche se vuelve claridad.

Ven señor

"Danos un corazón dispuesto." Señor, quiero abrir mi corazón a tu llamada. A veces tengo miedo de salir de mi comodidad, pero sé que tú me invitas a algo más grande. Haz que mi vida sea una respuesta a tu amor, que pueda vivir con valentía y ayudar a construir un mundo mejor. Amén.

"Una espera con propósito." Jesús, a veces me cuesta esperar, quiero todo rápido y fácil. En este Adviento, enséñame a vivir la espera con paciencia y con el corazón lleno de ilusión. Haz que en este tiempo no solo espere tu llegada, sino que me esfuerce por ser mejor y ayudar a los demás. Amén.

Demos razones para sonreír Señor, en este Adviento quiero ser parte de lo bueno que sucede en el mundo. Aunque a veces los problemas parecen demasiado grandes, sé que puedo marcar una diferencia. Hazme una persona generosa y dispuesta a ayudar. Amén. Reto: Piensa en una acción concreta para mejorar algo en casa o en el colegio y empieza a hacerla.

Jesús, llegamos al final de este tiempo en el colegio antes de Navidad. Te doy gracias por todo lo que he vivido y aprendido. Te pido que llenes mi corazón de amor, paz y gratitud para vivir la Navidad junto a mi familia y amigos. Ayúdame a recordar siempre que la Navidad eres tú. Amén.

Un corazón lleno de amor para ti

Caminar hacia ti Jesús, en este camino hacia la Navidad, quiero aprender a caminar contigo. Haz que cada día me acerque más a tu amor. Ayúdame a no desanimarme cuando las cosas no salgan como espero y a confiar en que siempre estás a mi lado. Amén.

Bajo tu protección María, madre buena, pongo este día bajo tu protección. Cuida de mis pasos, de mi mente y de mi corazón. Guía mis decisiones y ayúdame a ser una mejor persona. Que pueda vivir este día con paz, alegría y gratitud. Madre, no me sueltes nunca de tu mano. Amén.

Evangelio Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 10-18 En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: «¿Entonces, qué debemos hacer?». Él contestaba: «El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo». Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: «Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?». Él les contestó: «No exijáis más de lo establecido». Unos soldados igualmente le preguntaban: «Y nosotros ¿qué debemos hacer?». Él les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga». Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga». Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.

Evangelio del día Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38 En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”» María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

Madre de todos María, tú eres la madre de todos, especialmente de los que más sufren. Hoy te pido que cuides de quienes se sienten solos, de quienes han perdido la esperanza y de quienes no saben cómo encontrar a Jesús en sus vidas. Enséñanos a ser instrumentos de tu amor, llevando consuelo y alegría a los demás. Amén.

María, modelo de fé y confianza María, tú supiste decir "sí" a Dios con valentía, sin miedo a lo desconocido. Ayúdame a confiar en el plan de Dios para mi vida, aunque a veces no lo entienda. Enséñame a ser valiente como tú, a escuchar la voz de Dios en mi corazón y a vivir con fe cada día. Acompáñame siempre con tu amor de madre. Amén.

03 de Diciembre - Día Internacional de las Personas con discapacidad

Demos razones para sonreír Señor, en este Adviento quiero ser parte de lo bueno que sucede en el mundo. Aunque a veces los problemas parecen demasiado grandes, sé que puedo marcar una diferencia. Hazme una persona generosa y dispuesta a ayudar. Amén. Reto: Piensa en una acción concreta para mejorar algo en casa o en el colegio y empieza a hacerla.

Seamos luz en la oscuridad Señor, en un mundo que a veces parece lleno de sombras, quiero ser una luz que ayude a otros. Enséñame a no rendirme cuando veo problemas, a tender la mano en lugar de criticar y a llenar de esperanza los lugares donde vivo. Que mis palabras y acciones reflejen tu amor. Amén.

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Jesús, tú me recuerdas que la luz más grande está dentro de mí. Aunque a veces me sienta inseguro o tenga miedo, ayúdame a creer en las capacidades y talentos que me has dado. Dame valor para usarlos al servicio de los demás. Amén.

Nuestra luz interior

“ESTAD EN VELA, ATENTOS, QUE COMIENZA EL JUEGO” Jesús, en este Adviento te esperamos. Ayúdanos a ver tu amor en las personas buenas que nos rodean. Haz que nuestro corazón sea un lugar donde Tú puedas vivir. Despiértanos de nuestro egoísmo y llénanos de alegría para recibirte con un gran abrazo. Amén. (Pasa el cursor por la ventana para leer el evangelio de esta semana)

"Caminar hacia ti." Jesús, en este camino hacia la Navidad, quiero aprender a caminar contigo. Haz que cada día me acerque más a tu amor. Ayúdame a no desanimarme cuando las cosas no salgan como espero y a confiar en que siempre estás a mi lado. Amén.

Amor en acción Jesús, el amor que nos traes no es solo palabras bonitas, es algo que transforma. Ayúdame a vivirlo en las cosas prácticas: ser más paciente con mi familia, ayudar a un compañero, ofrecer mi tiempo a quien lo necesite. Que mi vida refleje el amor que tú me das. Amén.

María, madre de la esperanza Madre, tú esperaste a Jesús con alegría y confianza. En este tiempo de Adviento, enséñame a esperar con esperanza, a no perder la fe en los momentos difíciles y a ver lo bueno en cada día. Ayúdame a mirar al futuro con ilusión, sabiendo que Jesús siempre está a mi lado. Amén.

Evangelio del día Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 25-28. 34-36 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

Regalos que no se compran Señor, a medida que se acerca la Navidad, recuérdame que las cosas más importantes no se compran: el tiempo con los demás, las palabras sinceras, los abrazos y la ayuda desinteresada. Ayúdame a dar este tipo de regalos en estos días. Amén.

La alegría de las cosas sencillas Señor, en este día, ayúdame a disfrutar de las cosas simples: una conversación con amigos, una canción que me gusta, un momento de risa. Que no olvide que la verdadera alegría no está en lo material, sino en las personas, en los pequeños gestos de amor y en tu presencia constante. Enséñame a ser alguien que lleva alegría a los demás, especialmente a quienes más lo necesitan. Amén.

Evangelio Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 39-45 En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

Jesús, que la alegría que me das no se quede solo en mí, sino que contagie a los demás. Haz que con mis palabras y mis gestos pueda alegrar el día a alguien. Ayúdame a ser amable y paciente, incluso cuando tenga prisa o estrés. Amén.

Alegría que contagia

Comparte una sonrisa. Hoy, intenta sonreírle a todas las personas que te encuentres.