Cuento de Motricita
Jenny Arlet Aguilar
Created on November 23, 2024
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Transcript
MOTRICITA
¿Había una vez una pequeña semilla llamada Motricita. ...
Motricita era muy especial, porque tenía el poder de hacer crecer a los niños fuertes y felices. .
Un día, conoció a Lupita, una niña que pasaba horas jugando con su teléfono. Lupita era muy inteligente, leía mucho y resolvía rompecabezas con facilidad, pero rara vez se movía. Sus músculos estaban débiles, le costaba subir las escaleras y se cansaba con facilidad.
Motricita le explicó: “El estudio es importante, pero tu cuerpo también necesita crecer y fortalecerse. Yo te puedo ayudar. Si te mueves, si juegas, si exploras, crecerás fuerte y sana, y aprenderás aún mejor”.
Motricita le dijo: “Don Ricardo, nunca es demasiado tarde para moverse. Incluso pequeños movimientos, como estirarse o caminar un poco cada día, pueden hacer una gran diferencia”.
Motricita también conoció a Don Ricardo, un señor mayor que pasaba sus días sentado en una silla. Don Ricardo había descuidado su motricidad durante años. Le costaba caminar, tenía dolores en las articulaciones y se sentía débil
MORALEJA:
Motricita, la pequeña semilla, nos enseña que el desarrollo de la motricidad es importante en todas las etapas de la vida. Para los niños, el movimiento es fundamental para su crecimiento físico, cognitivo y emocional. Para los adultos, mantener la actividad física ayuda a prevenir enfermedades, mejora la salud mental y mantiene la independencia.
¿Qué podemos hacer para impulsar el desarrollo motriz?
NIÑOS:
ADULTOS:
Recuerda, ¡muevan sus cuerpos y sus mentes! ¡Motricita los necesita!
Lupita dudó, pero decidió probar. Motricita la guió a un parque. Lupita corrió, saltó, trepó a un árbol, jugó a las escondidas y se divirtió como nunca antes. Se sintió llena de energía y su mente estaba más despejada.
Pero Motricita era tímida, y a veces se escondía en el suelo, olvidada entre las raíces de los árboles.
Motricita, al verla, sintió una punzada de tristeza.
Al día siguiente, Lupita fue a la escuela con más entusiasmo. Aprendía más rápido, se concentraba mejor y se sentía más segura de sí misma. Motricita estaba feliz de verla crecer fuerte y saludable.
Con el tiempo, Lupita creció y se convirtió en una mujer adulta. Pero nunca olvidó la lección de Motricita. Siempre se mantuvo activa, practicando yoga, caminando en la naturaleza y bailando. Su cuerpo se mantuvo fuerte y saludable, su mente ágil y su espíritu alegre.