Cuento 1
paula toro
Created on November 19, 2024
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Transcript
"Más allá del regaño"
Cuento:
EMPEZAR
En una pequeña escuela infantil, trabajaban Clara y Ana, dos educadoras con experiencias y maneras de enseñar muy diferentes. Clara, nueva en el equipo, puesto que había empezado sus prácticas recientemente, había llegado con entusiasmo y muchas ideas sobre cómo cuidar y educar a los más pequeños. Ana, en cambio, era una veterana en la escuela, conocida por su carácter firme pero también, a veces, por su falta de tacto.
SIGUIENTE
Un día, durante el almuerzo en el comedor, ocurrió algo que podría cambiar las dinámicas de ambas. Una de las niñas, Sofía, que estaba en su trona, decidió levantarse para intentar coger una galleta que se le había caído.
SIGUIENTE
En un segundo, la pequeña perdió el equilibrio y cayó de cabeza al suelo. El comedor entero quedó en silencio mientras el golpe resonaba.
SIGUIENTE
SIGUIENTE
Clara, la chica de prácticas, sin pensarlo, corrió hacia Sofía, la levantó con cuidado y la abrazó con ternura. La pequeña tenía un gran moretón en la frente y un poco de sangre en el labio y lloraba desconsoladamente.
SIGUIENTE
Sin embargo, antes de que Clara pudiera hacer mucho más, Ana, la educadora veterana, se acercó rápidamente, tomó a Sofía de manera brusca y comenzó a regañarla a gritos por haberse puesto de pie.
- ¡Eso no se hace! ¡Mira lo que te ha pasado! - Exclamaba Ana.
OPCIÓN A: Clara, sorprendida, trató de intervenir.
OPCIÓN B: Clara, no reacciona y se mantiene al margen.
IR
IR
SIGUIENTE
- Ana, quizás... - No, Clara. Tú eres nueva, no entiendes. Estos niños tienen que aprender, y la mejor forma es mostrarles las consecuencias - Respondió Ana, sin bajar el tono de voz.
SIGUIENTE
Pero a Clara, a pesar de sus dudas, algo en su interior le decía que no podía quedarse en silencio. Decidió intervenir, aunque con un tono suave, para no generar conflicto.- Ana, entiendo que te preocupe lo que ha pasado, pero Sofía ahora está muy asustada y herida. Necesita tranquilidad, no un regaño - dijo Clara con calma.
Ana la miró, sorprendida por su intervención, pero no respondió inmediatamente. Clara siguió hablando con voz suave: - Lo más importante ahora es que Sofía se sienta mejor, luego podremos hablar sobre lo sucedido. Los niños aprenden más cuando se sienten seguros, no cuando tienen miedo.
SIGUIENTE
Ana no soportaba que le llevaran la contraria y añadió: - Si alguien tiene que decirme como hacer mi trabajo es la directora, tú no.
¿Qué decide entonces hacer Clara?
SIGUIENTE
Clara se quedó paralizada por un momento, observando la escena con el corazón encogido. Sofía, que seguía llorando, parecía más asustada por los gritos que por el golpe.
Clara decidió no intervenir, era consciente de que una confrontación directa con Ana podría complicar aún más la situación.
SIGUIENTE
- Estos niños necesitan aprender límites. Si no entienden que hay consecuencias, van a seguir haciéndolo. - Dijo Ana.
SIGUIENTE
Clara en ese momento, sólo se decidió a afirmar y no decir nada más y continuó con su día de prácticas.
SIGUIENTE
Pero algo en su interior le decía que no podía dejarlo así. Esa noche reflexiona acerca de lo ocurrido en el aula y finalmente decide…
IR
IR
OPCIÓN A: Hablar con la directora.
OPCIÓN B: No hablar con la directora.
SIGUIENTE
Clara, inquieta, decidió hablar con la directora al final de su jornada.
SIGUIENTE
- Hoy, en el comedor, Ana regañó a Sofía de manera brusca después de que se cayera. Creo que los niños necesitan consuelo y calma, no castigos - explicó Clara.- Entiendo tu preocupación, Clara. Aquí hemos trabajado de cierta manera, y los padres esperan ver resultados claros. Pero tendré en cuenta lo que me dices, por si podemos solucionar algo - dijo la directora.
SIGUIENTE
Clara asintió, aliviada de haber hablado, aunque sabía que cambiar las cosas tomaría tiempo.
¿La directora toma medidas o hace como si no hubiera pasado nada?
SIGUIENTE
Clara pensó que hablar con la directora eran asuntos mayores así que, aunque aún preocupada por la reacción de Ana, decidió centrarse en su trabajo y no hacer más comentarios sobre la situación.
SIGUIENTE
Pero a medida que los días pasaban, vio más de cerca la forma en que Ana gestionaba las caídas y errores de los niños. Cada vez que alguno se caía o cometía un error, Ana reaccionaba con regaños bruscos.
SIGUIENTE
Una tarde mientras Ana se mantenía al margen, Clara se acercó a los niños, les sonrió y les dijo con calma:
- No pasa nada chicos, lo intentaremos de nuevo mañana. - Esto no sirve de nada , si no se les mantiene firme no te tendrán autoridad - dijo Ana.
SIGUIENTE
De nuevo a Clara vuelven a surgirle las dudas, ¿es preferible actuar por ella misma o es mejor no hacer nada contra esto y acabar las prácticas sin problemas?
OPCIÓN A: La directora decide cambiar.
IR
IR
OPCIÓN B: La directora decide seguir igual.
SIGUIENTE
La directora, después de escuchar a Clara, reunió al equipo docente para reflexionar sobre el incidente. Propuso talleres de habilidades sociales para aprender a manejar este tipo de situaciones con calma y empatía. También se habló sobre la necesidad de reducir el número de niños por educador en el comedor, para prevenir accidentes y mejorar la calidad de la atención.
Se implementaron nuevas estrategias y recursos:
Asegurarse de que todos los niños en las tronas estuvieran correctamente asegurados.
SIGUIENTE
Contar con profesionales como orientadores o docentes especializados.
Informar a las familias sobre medidas de seguridad y protocolos para generar confianza.
Incluir sesiones de formación para las educadoras sobre cómo manejar situaciones de emergencia y la importancia de una respuesta emocional adecuada.
SIGUIENTE
Con el tiempo, Ana y Clara comenzaron a trabajar juntas en nuevos proyectos. Clara le mostró a Ana cómo las emociones de los niños podían ser manejadas con calma y cómo esto ayudaba al desarrollo emocional.
SIGUIENTE
Clara intentó seguir adelante y pasarlo por alto, pero las actitudes de Ana no cambiaron. En cada incidente, Ana seguía regañando a los niños de forma brusca, mientras Clara intentaba consolarlos con ternura.
SIGUIENTE
Un día, después de que Miguel se cayera de una silla, Clara decidió hablar nuevamente con la directora.
SIGUIENTE
- Ana sigue regañando a los niños después de accidentes, y creo que eso les afecta emocionalmente, dijo Clara. La directora respondió: - Entiendo, pero cambiar todo de golpe podría causar más problemas. Los padres esperan ver disciplina.
SIGUIENTE
Frustrada, Clara entendió que cambiar la situación no sería fácil. Sin embargo, decidió seguir trabajando con amor y paciencia.
Con el tiempo, Clara se dio cuenta de que su enfoque era positivo para los pequeños, aunque no todos lo entendieran.
IR
IR
OPCIÓN A: Decide actuar ella.
OPCIÓN B: No decir ni hacer nada.
SIGUIENTE
Poco a poco, Clara empezó a ganarse la confianza de los niños, quienes se sentían más seguros y relajados con su manera de abordar los problemas. Ana observaba desde lejos, molesta por la diferencia en los enfoques, pero Clara decidida seguía con su manera de actuar.
SIGUIENTE
Conforme fueron pasando los días Clara se dio cuenta de que su enfoque estaba haciendo una diferencia en el bienestar emocional de los niños y que sus técnicas y estrategias que trabajó mientras estudiaba el Ciclo Superior si que servían al aplicarlas correctamente.
SIGUIENTE
Decidió seguir aplicando todo lo que ya sabía mientras Ana, poco a poco, también empezaba a utilizarlas sin darse cuenta.
SIGUIENTE
Clara, aunque preocupada por el ambiente que Ana mantenía, decidió no enfrentarse más a la situación. Optó por seguir el día a día y se limitó a observar cómo Ana manejaba a los niños con su enfoque autoritario. Pero, las caídas y errores continuaron siendo recibidos con regaños.
SIGUIENTE
Sin embargo, mientras veía a los niños frustrados y ansiosos, Clara sintió mucha incomodidad. Sabía que algo no iba bien, pero la presión de no causar más conflictos la hizo permanecer en silencio. Decidió enfocarse en su propio aprendizaje, pero con el corazón encogido, reconociendo que los niños merecían un enfoque diferente.
SIGUIENTE
A medida que las semanas pasaban, Clara se dio cuenta de que su silencio solo agravaba su sentimiento de impotencia.
Aunque no podía cambiar todo de inmediato, algo dentro de ella le decía que debía continuar buscando la forma de intervenir, por pequeña que fuera, para apoyar a los niños de la mejor manera posible.
FIN DEL CUENTO