Semana 12
Materia: Introducción a la Terapia Física
Temario Unidad 12: Tracción cervical y lumbar y sus diferentes modalidades 12.1 indicaciones 12.2 contraindicaciones
La tracción cervical es una técnica utilizada para aliviar el dolor y mejorar la movilidad en la región cervical. Se basa en aplicar una fuerza de estiramiento controlada en el cuello, lo que ayuda a descomprimir estructuras como las vértebras cervicales, discos intervertebrales y nervios.
• Descompresión de los nervios espinales: Reduce el dolor causado por la compresión nerviosa. • Disminución de la presión en los discos intervertebrales: Puede aliviar síntomas en casos de hernias. • Relajación muscular: Mejora la tensión en los músculos cervicales. • Aumento del rango de movimiento: Facilita la movilidad del cuello. • Mejora en la circulación sanguínea: Ayuda a la regeneración de tejidos.
Efectos terapéuticos:
Tracción manual: - Realizada por el fisioterapeuta. - Permite ajustar la fuerza y dirección de forma precisa. - Indicada especialmente para la primera valoración o para pacientes con alta sensibilidad.
Tipos de tracción cervical:
Tracción mecánica: - Utiliza dispositivos diseñados para aplicar tracción de forma constante o intermitente. - Permite una fuerza controlada durante un tiempo determinado. - Común en clínicas con equipo especializado. Tracción en casa: - Mediante dispositivos de tracción domiciliarios aprobados y supervisados por el fisioterapeuta. - Ideal para continuidad del tratamiento en casos leves o moderados.
• Dolor cervical crónico o agudo: Por tensión muscular o compresión de estructuras cervicales. • Radiculopatías cervicales: Cuando existe compresión nerviosa que causa dolor o debilidad en los brazos. • Hernias de disco cervical: Para reducir la presión en los discos y aliviar los síntomas. • Espondilosis cervical: (artrosis cervical) para mejorar la movilidad y reducir el dolor. • Contracturas musculares cervicales. • Cefaleas cervicogénicas: Relacionadas con tensiones en la región cervical.
12.1 indicaciones
• Fracturas o inestabilidad cervical. • Enfermedades inflamatorias activas como artritis reumatoide severa. • Osteoporosis avanzada. • Tumores o infecciones en la columna cervical. • Lesiones medulares graves. • Hipermovilidad articular.
12.2 contraindicaciones
1. Valoración previa: Identificar las necesidades y límites del paciente. 2. Dosificación adecuada: Determinar la fuerza, duración y frecuencia según el caso. 3. Monitoreo constante: Verificar la respuesta del paciente durante la sesión. 4. Combinar con otras técnicas: Terapia manual, ejercicios específicos y agentes físicos (calor, ultrasonido).
Puntos importantes al aplicar tracción cervical:
La tracción cervical se fundamenta en aplicar una fuerza de distracción a lo largo del eje longitudinal del cuello, buscando efectos como: • Separación de las vértebras: Esto reduce la compresión sobre discos intervertebrales, raíces nerviosas y articulaciones facetarias. • Tensión en los tejidos blandos: Estira músculos, ligamentos y cápsulas articulares, promoviendo relajación muscular y alivio del dolor.
Bases biomecánicas de la tracción cervical
• Aumento del espacio foraminal: Mejora la circulación neural y reduce la presión sobre raíces nerviosas comprimidas. • Redistribución del núcleo pulposo: En casos de hernias discales, la tracción ayuda a recentrar el núcleo pulposo, disminuyendo su protrusión.
Fuerza aplicada: • Baja intensidad (5-10% del peso corporal): Ideal para relajación muscular y pacientes sensibles. • Moderada intensidad (10-25% del peso corporal): Útil para tratar radiculopatías y compresión moderada. • Alta intensidad (25-50% del peso corporal): Indicada en hernias discales o para efectos más profundos, siempre bajo supervisión.
Dosificación y parámetros terapéuticos
Duración: • Tracción intermitente: 10-30 segundos de tracción con periodos de descanso. Efectivo para dolor radicular y contracturas. • Tracción continua: Aplicada de manera constante durante 10-20 minutos. Indicada para relajación profunda y reducción del dolor.
Frecuencia de las sesiones: • De 1 a 2 veces por semana, dependiendo de la gravedad del cuadro y la respuesta del paciente.
A nivel muscular: • Inhibe reflejos de contracción excesiva mediante la activación de mecanorreceptores. • Favorece la elongación de músculos como el trapecio superior, escalenos y elevador de la escápula. A nivel articular: • Aumenta la separación en las articulaciones facetarias, mejorando la movilidad y reduciendo el dolor.
Efectos fisiológicos detallados
A nivel neural: • Disminuye la presión sobre las raíces nerviosas comprimidas. • Facilita la recuperación de la conducción nerviosa, reduciendo parestesias y debilidad en las extremidades superiores. A nivel circulatorio: • Mejora el flujo sanguíneo local, favoreciendo la reparación de tejidos dañados y reduciendo procesos inflamatorios.
Tracción manual: • Técnica realizada por el fisioterapeuta, ideal para ajuste preciso en base a la respuesta del paciente. - Paciente en decúbito supino. - Fisioterapeuta posiciona sus manos bajo el occipucio y mentón, aplicando tracción suave y progresiva. - Se puede realizar movimientos angulares para focalizar la tracción en segmentos específicos.
Métodos de aplicación
Métodos de aplicación
Tracción mecánica: • Utiliza dispositivos como el Hill DT Spinal Decompression o sistemas como Saunders Cervical Traction. • Permite ajustes automáticos en fuerza, ángulo y ritmo de la tracción. Autotrácción domiciliaria: • Uso de dispositivos supervisados, como poleas cervicales, para mantener los beneficios entre sesiones en clínica.
• Valoración previa exhaustiva: Evaluar rangos de movimiento, pruebas ortopédicas y signos neurológicos. • Monitorización durante la sesión: Preguntar regularmente al paciente sobre su comodidad y síntomas. • Progresión gradual: Incrementar la intensidad de manera progresiva según tolerancia.
Precauciones adicionales
La tracción puede potenciarse combinándola con: • Ejercicios de estabilización cervical (fortalecimiento de músculos). • Terapia manual (movilización articular y masaje). • Técnicas de neurodinamia para aliviar la irritación del nervio. • Uso de agentes físicos como ultrasonido o TENS.
Complementos a la tracción cervical
1. Altura de la camilla: - Ajusta la camilla a una altura que te permita mantener una postura ergonómica. Generalmente, a la altura de tu cadera o pelvis. - Esto evita sobrecargar tus brazos y columna mientras realizas la técnica. 2. Postura del terapeuta: - Colócate de pie o sentado detrás de la cabeza del paciente. - Mantén la espalda recta y relaja los hombros. - Distribuye tu peso entre ambos pies o, si estás sentado, apoya los pies firmemente en el suelo para mayor estabilidad.
Posición del terapeuta:
3. Manos del terapeuta: - Una mano se coloca en la base del cráneo, sosteniendo el occipucio. - La otra mano puede: - Sostener el mentón o mandíbula inferior con suavidad (técnica de apoyo bimanual). - Apoyarse también en el occipucio si prefieres no usar la mandíbula para evitar incomodidad.
1. Preparación: - Coloca al paciente en decúbito supino (boca arriba), con una almohada o rodillo bajo las rodillas para mayor comodidad. - Asegúrate de que la cabeza esté alineada con la columna y que el cuello no esté hiperextendido.
Protocolo de tracción cervical manual:
2. Ejecución: - Desde tu posición, realiza un agarre firme pero cómodo. - Aplica una fuerza de distracción axial (en dirección del eje longitudinal del cuello). - Mantén la fuerza constante durante el tiempo indicado (generalmente 15-30 segundos). - Si necesitas ajustar la posición cervical, inclina ligeramente la cabeza hacia adelante o hacia los lados para enfocar la tracción en un segmento específico.
3. Descanso del terapeuta: - Si necesitas realizar varias repeticiones, utiliza pausas entre cada tracción para evitar tensión en tus brazos y hombros.
• Utiliza tus antebrazos y peso corporal para generar la fuerza de tracción, en lugar de depender únicamente de la fuerza de tus manos. • Monitorea la respuesta del paciente continuamente; la tracción no debe causar dolor ni malestar. • Si realizas la técnica en una camilla con respaldo ajustable, inclina ligeramente el respaldo para facilitar el acceso al cuello del paciente.
Radiculopatía cervical (compresión nerviosa). Objetivo: Descomprimir la raíz nerviosa y reducir el dolor irradiado al brazo. 1. Posición del paciente: - Decúbito supino sobre la camilla. - Cabeza en posición neutra o con ligera flexión (10°-20°) para enfocar en los segmentos C5-C7. 2. Método de tracción: - Mecánica intermitente: - Ajustar la fuerza inicial al 10-15% del peso corporal (6-8 kg, incrementando gradualmente en cada sesión). - Configurar ciclos: 30 segundos de tracción, 10 segundos de descanso. - Duración: 15 min.
Ejemplos prácticos
- Manual: - Coloca una mano en la base del cráneo y otra en la mandíbula inferior o mentón. - Aplica tracción progresiva durante 15-20 segundos, descansa 10 segundos y repite 5-10 veces. 3. Complemento: - Ejercicios de neurodinamia para el nervio afectado (por ejemplo, deslizamiento del nervio mediano).
Dolor cervical mecánico (por tensión muscular o artrosis) Objetivo: Aliviar la tensión muscular y mejorar la movilidad articular. 1. Posición del paciente: - Sentado con respaldo o en decúbito supino. - Coloca un rodillo cervical bajo el cuello para mantener una ligera lordosis fisiológica.
2. Método de tracción: - Manual: - Paciente en supino; coloca ambas manos bajo el occipucio. - Aplica un estiramiento suave y constante durante 10 minutos, con pausas para evitar fatiga muscular. - Mecánica continua: - Usar una fuerza de 5-7% del peso corporal (3-5 kg). - Duración: 15-20 minutos. 3. Complemento: - Termoterapia previa para relajar músculos cervicales. - Movilización articular pasiva de las articulaciones facetarias.
Cefaleas cervicogénicas (por disfunción articular o muscular) Objetivo: Reducir la tensión en músculos suboccipitales y mejorar la movilidad de segmentos C1-C2. 1. Posición del paciente: - Decúbito supino, con el cuello en posición neutra. - Apoya ligeramente la cabeza en tus manos. 2. Método de tracción: -Manual: - Realiza tracción específica sobre la región occipital: - Sostén el occipucio y aplica una fuerza de distracción suave durante 5-10 segundos.
- Alterna con rotaciones leves hacia ambos lados para liberar tensión en C1-C2. - Repite 8-10 veces. 3. Complemento: - Estiramientos de músculos suboccipitales y trapecio superior. - Técnicas miofasciales en la región cervical superior.
Contractura muscular cervical aguda (por estrés o postura incorrecta) Objetivo: Relajar músculos contracturados y aliviar el dolor. 1. Posición del paciente: - Sentado con respaldo alto para sostener la cabeza, o en supino con la columna cervical en posición neutra. 2. Método de tracción: -Manual: - Coloca las manos sobre el occipucio y mentón. - Aplica una fuerza de tracción leve y sostenida durante 1-2 minutos. - Realiza movimientos laterales suaves para elongar la musculatura contracturada.
-Mecánica continua: - Fuerza inicial de 3-5 kg, aumentando progresivamente según tolerancia. - Duración: 10-12 minutos. 3. Complemento: - Aplicación de calor superficial o ultrasonido previo a la sesión. - Estiramientos guiados de músculos cervicales.
Hernia discal avanzada (con dolor severo y limitación funcional) Objetivo: Reducir la protrusión del disco y aliviar la compresión radicular. 1. Posición del paciente: - Decúbito supino, con el cuello ligeramente flexionado para enfocar en los segmentos afectados.
2. Método de tracción: -Mecánica intermitente: - Fuerza inicial del 10% del peso corporal, aumentando gradualmente hasta un máximo del 25% (bajo supervisión estricta). - Ciclos de tracción: 60 segundos de tensión, 20 segundos de descanso. - Duración: 20 minutos. 3. Complemento: - Ejercicios de estabilización profunda del cuello. - Reeducación postural para prevenir recaídas.
Técnica de autotrácción domiciliaria supervisada Indicada en: • Casos leves de dolor cervical mecánico o contracturas recurrentes. Equipo necesario: • Dispositivo de polea cervical o almohadilla inflable cervical. 1. Instrucciones al paciente: - Ajustar el dispositivo a una altura cómoda, en posición sentada o semirrecostada. - Comenzar con una fuerza leve (2-3 kg) durante 10-15 minutos. - Realizarlo de 2 a 3 veces por semana bajo indicaciones claras del fisioterapeuta.
La tracción lumbar es una técnica terapéutica que aplica una fuerza de distracción en la región lumbar de la columna vertebral para aliviar la compresión de las estructuras óseas, musculares, nerviosas y articulares.
Tracción lumbar
1. Descompresión de los discos intervertebrales: Mejora el espacio entre las vértebras para aliviar la presión sobre el núcleo pulposo. 2. Aliviar la compresión nerviosa: Reduce los síntomas radiculares, como el dolor, parestesias y debilidad en las extremidades inferiores. 3. Relajación muscular: Disminuye la tensión en los músculos paravertebrales y lumbares. 4. Mejorar la movilidad articular: Facilita el movimiento en las articulaciones intervertebrales. 5. Alivio del dolor: Mediante mecanismos de inhibición neuromuscular y mejora de la circulación local.
Objetivos principales:
• Distracción vertebral: Aumenta el espacio entre los cuerpos vertebrales y las articulaciones facetarias, reduciendo la presión en los discos y raíces nerviosas. • Redistribución del núcleo pulposo: Especialmente útil en protrusiones y hernias discales. • Relajación de los tejidos blandos: Estiramiento controlado de músculos, ligamentos y cápsulas articulares. • Aumento del espacio foraminal: Alivia la compresión en raíces nerviosas.
Mecanismos de acción:
1. Hernia discal o protrusión lumbar. 2. Radiculopatía lumbar (como el síndrome de ciática). 3. Espondilosis lumbar (degeneración articular). 4. Contracturas musculares lumbares. 5. Síndrome facetario lumbar. 6. Dolor lumbar crónico de origen mecánico. 7. Estenosis del canal lumbar (si no está contraindicada). 8. Escoliosis funcional con dolor asociado.
Indicaciones clínicas:
1. Fracturas o inestabilidad vertebral. 2. Osteoporosis avanzada o severa. 3. Tumores o infecciones en la columna vertebral. 4. Mielopatía o daño medular activo. 5. Aneurismas abdominales. 6. Hipermovilidad articular o espondilolistesis severa. 7. Embarazo avanzado. 8. Hernias abdominales o cirugías recientes en la región lumbar.
Contraindicaciones:
Tracción lumbar mecánica Descripción: • Utiliza dispositivos mecánicos (como mesas de tracción) que aplican una fuerza controlada, ya sea de manera continua o intermitente. Indicaciones: • Hernias discales. • Estenosis lumbar. • Dolor radicular crónico. • Contracciones musculares severas.
Modalidades de tracción lumbar:
Modalidades: • Intermitente: Se alterna entre periodos de tracción y relajación. Es útil para contracturas musculares y dolor radicular. • Continua: Aplica una fuerza constante durante toda la sesión. Usada para relajación muscular y alivio del dolor. Ventajas: • Permite una dosificación precisa (fuerza, duración y ángulo). • Ideal para sesiones prolongadas sin fatigar al terapeuta. • Indicada para condiciones crónicas o graves.
Desventajas: • Requiere equipo especializado. • Menor adaptabilidad inmediata a cambios en la respuesta del paciente.
Tracción lumbar gravitacional Descripción: • Utiliza el peso corporal del paciente para generar la fuerza de tracción, generalmente mediante dispositivos de inversión (mesas gravitacionales o botas de inversión). Indicaciones: • Dolor lumbar leve a moderado. • Hernias discales. • Contracturas musculares crónicas.
Ventajas: • Simula una descompresión natural de la columna. • Fácil de realizar en sesiones domiciliarias si se instruye correctamente. Desventajas: • No es adecuada para pacientes con hipertensión, glaucoma o vértigo. • El ángulo de inversión debe controlarse para evitar molestias.
Tracción lumbar domiciliaria Descripción: • Uso de dispositivos portátiles como cinturones de tracción o poleas que el paciente puede emplear en casa. Indicaciones: • Mantenimiento del alivio entre sesiones en clínica. • Condiciones crónicas o recurrentes que no requieren supervisión constante.
Ventajas: • Económica y conveniente para el paciente. • Fácil de usar tras la capacitación inicial. Desventajas: • Riesgo de mal uso si no se instruye adecuadamente. • Fuerza limitada en comparación con métodos mecánicos o manuales.
Tracción lumbar activa Descripción: • Combina la fuerza de tracción con el movimiento activo del paciente, generalmente en dispositivos que permiten el movimiento de las extremidades inferiores mientras se aplica tracción. Indicaciones: • Rehabilitación funcional. • Mejorar la movilidad articular lumbar.
Ventajas: • Facilita el fortalecimiento muscular mientras se descomprime la columna. • Mejora el control neuromuscular. Desventajas: • Requiere supervisión y equipo especializado. • No es adecuada en etapas agudas de dolor.
Tracción lumbar acuática Descripción: • Se realiza en una piscina terapéutica, utilizando el principio de flotación para reducir la carga sobre la columna mientras se aplica tracción mediante cinturones o pesas. Indicaciones: • Dolor lumbar severo con intolerancia a la carga. • Pacientes con obesidad. • Rehabilitación postquirúrgica de la columna.
Ventajas: • Ambiente cómodo y de bajo impacto. • Menor riesgo de irritación de estructuras dolorosas. Desventajas: • Requiere acceso a una piscina terapéutica. • Menos fuerza de tracción en comparación con métodos mecánicos.
1. Fuerza aplicada: - Inicial: 25-30% del peso corporal (progresando según tolerancia). - Máximo: Hasta el 50% del peso corporal para descompresión efectiva. 2. Duración: - Intermitente: Ciclos de 30-60 segundos de tracción, con 10-20 segundos de descanso. - Continua: De 10 a 20 minutos, dependiendo del objetivo. 3. Frecuencia: 2-3 veces por semana, ajustándose según la respuesta clínica.
Parámetros terapéuticos generales:
Hernia discal lumbar: • Posición: Decúbito supino con piernas flexionadas sobre un soporte (posición de 90°-90°). • Fuerza: Inicia con el 30% del peso corporal, aumentando gradualmente. • Duración: 15 minutos en modalidad intermitente (60 segundos de tracción, 20 segundos de descanso). • Complementos: Ejercicios de estabilización lumbar y movilizaciones articulares.
Protocolo práctico según la patología:
Contractura muscular lumbar: • Posición: Decúbito prono con la columna en ligera extensión. • Fuerza: 20-25% del peso corporal. • Duración: 10-15 minutos en modalidad continua. • Complementos: Termoterapia y masoterapia previa.
Síndrome facetario lumbar: • Posición: Decúbito supino con piernas en flexión moderada. • Fuerza: 25-30% del peso corporal. • Duración: 15-20 minutos en modalidad intermitente. • Complementos: Movilización articular lumbar y estiramientos específicos.
Posición del terapeuta en tracción manual: 1. Altura de la camilla: Ajustada para evitar flexionar excesivamente la espalda. 2. Postura del terapeuta: Espalda recta y peso distribuido entre ambos pies. 3. Manos: Agarrar los tobillos o región proximal de las piernas del paciente si está en supino, aplicando tracción axial controlada.
Errores comunes a evitar • Forzar la tracción en pacientes con tensión muscular. • Aplicar la tracción desde una postura inadecuada, lo que puede causar lesiones al terapeuta. • No adaptar la dirección o fuerza según las necesidades del paciente. • Realizar movimientos bruscos.