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¡Descubre la historia completa!

Este proyecto adapta de manera resumida e interactiva un libro de Jostein Gaarder, El misterio de Navidad. Dándole forma de calendario de adviento, que es el objeto protagonista del libro original. En el libro, cada capítulo representa una ventanita de un calendario de adviento que a su vez, lleva por título el de cada uno de los días de diciembre desde el 1 hasta el 24, pensado para que se lea un capítulo al día, al igual que se abre una ventanita de un calendario de adviento.Jostein Gaarder es un escritor, profesor y filósofo noruego.

Créditos

Si te ha gustado este viaje, no te pierdas ningún detalle leyendo la historia original en la que está basado. En el libro no se deja atrás ningún detalle de la aventura de Elisabet, ni de ninguno de los personajes que se unen ella. Además, se detallan mucho mejor los lugares y las épocas por las que Elisabet viaja.Pero lo más mágico es que desentrañarás un misterio que no está del todo presente en este proyecto interactivo. Se trata del enigma alrededor del viejo Juan y su conexión con la propia Elisabet y el calendario, y cómo Joakim y su familia consiguen resolverlo y entender la historia alrededor de la creación del calendario mágico. ¿Te lo vas a perder?

Este proyecto ha sido creado por Jorge De la Torre, profesor de Educación Primaria.No guarda ningún tipo de relación con la obra original o su autor, para el que se reservan todos los derechos. Ha sido creado con un propósito académico y sin ánimo de lucro.

Jorge De la Torre

jdelatorrechavero@gmail.com

1 de diciembre

Joakim y su padre recorren la ciudad en busca de un calendario de adviento, pero todas las tiendas están agotadas. Finalmente, en una librería antigua y llena de libros, Joakim se siente atraído por un calendario viejo y desgastado con una imagen navideña que lo cautiva. Se apresuró a cogerlo y se lo enseñó a su padre.En él había una imagen de José y María inclinados sobre el pequeño Niño Jesús en el pesebre. Al fondo se veían los Reyes Magos arrodillados. Delante del establo estaban los pastores con sus ovejas, y desde el cielo bajaban volando los ángeles. Uno de ellos tocaba una trompeta.Los colores del calendario eran pálidos, como si hubieranestado expuestos al sol durante todo el verano.A pesar de que su padre intenta explicarle que probablemente no está en venta, Joakim insiste.Un anciano librero, al verlo, exclama sorprendido:—¡Precioso! Y auténtico… original. Casi parece hecho en casa.—¿Puedo comprarlo por 75 øre? —pregunta Joakim, mientras lee la etiqueta.

El librero extrañado decide regalárselo, ya que les explica que ese calendario no forma parte de su tienda. Joakim le explica que lo ha encontrado en una estanteria, entonces el librero cae en la cuenta y dice:—Entonces debe haberlo dejado aquí el viejo Juan, será una de sus bromas, es un hombre que vende flores en la plaza, muy agradable, a veces entra aquí a pedirme un vaso de agua y como agradecimiento deja una rosa o algún dibujo por la tienda.Esa noche, Joakim apenas duerme pensando en el calendario, seguro de que esconde algún secreto. ¿Qué ocurrirá cuando abra la primera ventanita? Al despertar, abre con nerviosismo la ventanita del día uno y descubre un papelito fino y doblado que cae sobre su cama. Intrigado, lo despliega y comienza a leer la historia de una niña llamada Elisabet, quien sigue a un corderito que cobra vida tras estar observándolo en el escaparate de una tienda, guiándola hacia el exterior de la ciudad. Su madre grita:—¡Elisabet! ¡Vuelve! —pero ella, decidida a seguir al corderito, desaparece entre la nieve.Joakim esconde el papelito en un cofrecillo secreto que tiene en su escritorio. Durante el resto del día, no puede dejar de preguntarse: ¿Quién es Elisabet y qué más revelará el calendario?

2 de diciembre

Joakim despierta temprano el 2 de diciembre, impaciente por abrir la segunda ventanita de su calendario mágico. Al abrirla, ve una pequeña imagen de un bosque nevado con un ángel abrazando a una niña. Sin embargo, lo que más le emociona es el nuevo papelito que cae del calendario. Ansioso, lo desdobla y comienza a leer la continuación de la historia de Elisabet.En el papelito, la historia describe cómo Elisabet sigue al corderito, que la lleva a través de la ciudad hasta un bosque cubierto de nieve. El viaje parece imposible, pues en el bosque ya no hay rastros de la nieve de Navidad, sino flores primaverales como anémonas y fárfaras. Confundida, Elisabet intenta entender si ha viajado a un país donde siempre es verano o si ha estado corriendo tanto que ya ha llegado la primavera. Mientras se hace estas preguntas, oye el tintineo del cascabel del cordero, y vuelve a seguirlo.Justo cuando está a punto de alcanzar al corderito, Elisabet tropieza y cae. Al levantar la mirada, descubre una figura resplandeciente con alas blancas: es un ángel, quien la observa con una sonrisa y le dice:—¡No temas!

Elisabet, aún en el suelo, responde:—No creas que te tengo miedo —dice con algo de orgullo, mientras se reincorpora.El ángel se presenta como Efiriel y explica que también va en camino hacia Belén, el lugar donde nació el Niño Jesús. Cuando Elisabet expresa su deseo de unirse al corderito en su viaje, Efiriel asiente y le ofrece su compañía:—Podemos ir juntos. Yo también voy en esa dirección.Elisabet, cautivada por la oferta, comienza su recorrido junto al ángel y el corderito. Conforme avanzan, Efiriel le revela algo asombroso: para llegar a Belén no solo deben viajar a través del espacio, sino también hacia atrás en el tiempo, pues deben regresar dos mil años al pasado. Esta revelación fascina a Elisabet, quien sigue al ángel sin cuestionar más, ya decidida a alcanzar su destino en Belén.

3 de diciembre

El 3 de diciembre, Joakim se despierta con el primer rayo de luz, ansioso por abrir la siguiente ventanita de su calendario mágico. Al hacerlo, aparece la imagen de un coche antiguo que lo desconcierta; no entiende qué relación puede tener con la Navidad. Sin embargo, el papelito doblado que cae al abrir la ventanita capta toda su atención, y rápidamente se sumerge en la historia.En el papelito, la historia continúa con Elisabet y el ángel Efiriel, quienes siguen al corderito a través de un paisaje cubierto de nieve. En su camino, el ángel le dice que han llegado cerca de la ciudad de Halden, muy próxima a Suecia, explicándole que su ruta hacia Belén pasa por allí. Sin embargo, cuando un coche antiguo los adelanta en el camino, Elisabet se sorprende y exclama:—¡Ese coche debe de ser muy viejo!Efiriel sonríe y le explica que, en realidad, ese coche es nuevo para la época en la que ahora se encuentran, que es principios del siglo XX. Confusa, Elisabet intenta entender cómo puede ser posible, hasta que el ángel aclara:—Estamos viajando en el tiempo, no solo a través del espacio. Cada paso que damos nos lleva hacia atrás, acercándonos al momento en que nació el Niño Jesús.

Efiriel le muestra su “reloj de ángel”, el cual marca el año 1916, y agrega que viajar hacia atrás en el tiempo es algo que solo un ángel puede hacer, pues es un “camino en diagonal”, un atajo en la historia que los llevará hasta Belén. Elisabet asiente, fascinada, mientras el pequeño grupo sigue avanzando.En el camino, aparece otra oveja que se une al corderito. El ángel explica que esta oveja también se dirige a Belén, donde el Niño Jesús será recibido por pastores y rebaños enteros. Elisabet, entusiasmada, llama a la oveja:—¡Corderito, corderito! —pero la oveja y el corderito no se detienen; ambos siguen su marcha hacia Belén.Mientras Joakim termina de leer y guarda el papelito en su cofrecillo, se pregunta cómo es posible que el calendario tenga tantos detalles sobre la historia de Elisabet y su viaje al pasado. No puede evitar pensar en Juan, el hombre misterioso que dejó el calendario en la tienda, y en lo que el librero le dijo sobre él. Quizás, si logra hablar con Juan, podrá descubrir más sobre el misterio del calendario mágico y de los papelitos que le guían hacia una historia cada vez más antigua y mágica.

4 de diciembre

Joakim despierta el 4 de diciembre aún más intrigado. Abre la cuarta ventanita del calendario y ve la imagen de un hombre con una túnica azul y un cayado, como si fuese un pastor. Al caer el nuevo papelito, lo abre y se sumerge de inmediato en la historia.En el papelito, la historia continúa con Elisabet y el ángel Efiriel, quienes avanzan junto al corderito y la oveja por el paisaje invernal. Al llegar a un puente que cruza el río Göta, Efiriel le explica que están siguiendo una antigua ruta hacia Belén, la cual recorre tanto el espacio como el tiempo, llevándolos cada vez más atrás en la historia. Mientras cruzan el río, ven pastos verdes donde el corderito se detiene a comer. Justo entonces, un hombre con túnica y cayado se aproxima y saluda solemnemente:—Paz a vosotros. Soy Josué, pastor de ovejas.Efiriel sonríe y asiente.—Josué es uno de los nuestros —explica a Elisabet.Al oír esto, Josué se une a la comitiva y cuenta que él también se dirige a Belén para recibir al Niño Jesús. Al verlo, Elisabet tiene una idea:—Si eres un pastor de verdad, podrías pastorear al corderito para que venga aquí.

Josué asiente con dignidad y, con algunos gestos hábiles, logra que el corderito se acerque hasta ella. Elisabet, finalmente, acaricia su suave lana y exclama con emoción:—¡Por fin te he alcanzado! Debes de ser el animal de peluche más rápido del mundo.Con el rebaño completo, Josué golpea su cayado contra el suelo y anuncia:—¡A Belén, a Belén!Joakim guarda el papelito en su cofrecillo, satisfecho con lo que ha leído, pero también inquieto. La historia parece más real de lo que podría haber imaginado.

5 de diciembre

El 5 de diciembre es sábado, y Joakim se despierta temprano, deseoso de descubrir la siguiente parte de la historia. Al abrir la quinta ventanita, encuentra una imagen de una barca de remo con un pastor, un ángel, una niña y varias ovejas a bordo. Un nuevo papelito cae, y Joakim se sienta a leer.El relato sigue con Elisabet, Efiriel y Josué, el pastor, acompañados por el corderito y la oveja, mientras atraviesan Suecia. Pronto, llegan a un gran castillo rodeado de prados y paisajes llanos. Mientras avanzan, el ángel señala el año que marca su “reloj de ángel”: 1789, un nuevo paso atrás en el tiempo. Justo al pasar un bosque, Josué se detiene al ver una oveja atrapada en una trampa. Con movimientos cuidadosos, suelta la pata de la oveja y la ayuda a levantarse.—Ahora esta oveja también irá con nosotros a Belén —dice Josué.La oveja responde con un sonoro “beee” y se une al rebaño, mientras Efiriel explica que el viaje a Belén no solo sigue un camino físico, sino que atraviesa la historia misma, llevándolos cada vez más cerca del nacimiento de Jesús. Elisabet, fascinada, se queda en silencio, guardando estas palabras en su corazón.

La oveja responde con un sonoro “beee” y se une al rebaño, mientras Efiriel explica que el viaje a Belén no solo sigue un camino físico, sino que atraviesa la historia misma, llevándolos cada vez más cerca del nacimiento de Jesús. Elisabet, fascinada, se queda en silencio, guardando estas palabras en su corazón.El grupo sigue avanzando hasta llegar al mar, donde encuentran una barca para cruzar a Dinamarca. Con las ovejas y los pastores acomodados a bordo, Efiriel y Josué comienzan a remar vigorosamente, mientras el ángel Efiriel canta suavemente para animarlos:—¡A Belén, a Belén!Desde la orilla opuesta, un anciano observa cómo cruzan el mar y sonríe de forma enigmática. Joakim no puede evitar pensar en el viejo Juan y en su papel en esta historia mágica.

6 de diciembre

El domingo 6 de diciembre, Joakim se despierta con la sensación de que cada día se adentra más en el misterio del calendario. Abre la sexta ventanita y ve la imagen de una torre redonda. Como cada mañana, un papelito cae del calendario, y Joakim lo despliega emocionado.La historia de Elisabet continúa con la llegada de la comitiva a la costa danesa. Al desembarcar, los peregrinos son recibidos por un hombre vestido elegantemente, con ropajes exóticos y la piel oscura. Elisabet, impresionada, susurra:—¡Un rey!Efiriel sonríe y confirma que es uno de los Reyes Magos:—Bienvenido, Baltasar, Rey de Nubia —anuncia el ángel.Baltasar se presenta con una reverencia y toma la mano de Elisabet, saludándola con amabilidad. Al saber que la comitiva se dirige a Belén, Baltasar decide unirse al grupo, diciendo:—Voy a saludar al Niño Jesús, el verdadero rey.

Guiados por Efiriel, el grupo recorre las calles empedradas de Copenhague. Baltasar se detiene para explicar que la ciudad se está transformando en una capital importante y señala la Torre Redonda, construida recientemente para observar el firmamento. Explica que, gracias a esta torre y sus instrumentos, los astrónomos pueden estudiar los cielos y las estrellas que guiarán a los Reyes Magos hacia el nacimiento de Jesús.Después de recorrer Copenhague, la comitiva sigue avanzando a través de Dinamarca, cruzando praderas y aldeas. En el camino, Elisabet observa cómo Baltasar y Efiriel conversan con entusiasmo sobre las maravillas del cielo y el tiempo, y empieza a entender que su viaje está destinado a un propósito especial. Josué, el pastor, levanta su cayado y, como cada día, exclama:—¡A Belén, a Belén!Joakim guarda el papelito en su cofrecillo y repasa lo que ha aprendido de los personajes. La presencia de Baltasar, uno de los Reyes Magos, intensifica el sentido sagrado del viaje de Elisabet. Por un momento, Joakim se pregunta si realmente está leyendo sobre eventos antiguos o si está ocurriendo algo mágico.

7 de diciembre

Joakim se despierta el 7 de diciembre, ansioso por descubrir el siguiente fragmento de la historia. Al abrir la séptima ventanita de su calendario mágico, aparece la imagen de una oveja pastando junto a una alta muralla. Emocionado, toma el papelito que ha caído y comienza a leer.En el papelito, la historia de Elisabet continúa. Tras recorrer Dinamarca junto al ángel Efiriel, el pastor Josué, el Rey Mago Baltasar y las tres ovejas, la comitiva llega a un imponente castillo en la isla de Fyn. Efiriel les dice que se encuentran ante el castillo de Nyborg, el más antiguo de Escandinavia. Al pasar cerca de una de las murallas, Elisabet señala emocionada:—¡Allí hay otra oveja!El ángel asiente y responde:—Es una de los nuestros. Viene con nosotros a Belén.La oveja parece entender, y rápidamente se une al pequeño rebaño. Justo entonces, un soldado emerge del castillo y los confronta, acusándolos de ser “ladrones de ovejas”. Al ver a Efiriel, el soldado se detiene en seco y, con voz temblorosa, exclama:—¡No temas! —dice el ángel suavemente—. Esta oveja debe venir con nosotros hasta la Tierra Santa.

El soldado, asombrado, cae de rodillas y permite que la oveja se una a la comitiva. Josué golpea el suelo con su cayado y repite el llamado que ya se ha vuelto familiar para todos:—¡A Belén, a Belén!El grupo continúa su viaje a través de Fyn hasta llegar al estrecho Pequeño Belt, donde encuentran una barca y piden ayuda a un pescador para cruzar. Al ver al ángel, el pescador, asombrado, acepta ayudarlos y repite solemnemente:—Amén… amén.Una vez en la otra orilla, el grupo de peregrinos prosigue su marcha, y Elisabet, ahora acompañada por cuatro ovejas, sigue con entusiasmo al ángel y al Rey Mago en su camino hacia Belén.Joakim guarda el papelito junto con los otros y se queda pensando en el poder del calendario para atraer a tantos personajes a la historia. Este nuevo rebaño de ovejas y el misterioso recorrido por tierras lejanas lo hacen imaginarse cada detalle del viaje de Elisabet. Además, siente que debe encontrar al viejo Juan para preguntarle si realmente conoce el secreto de estos papeles que lo están llevando, día a día, a una historia cada vez más antigua y llena de maravillas.

8 de diciembre

El 8 de diciembre, Joakim se despierta algo tarde por lo que tiene que ir deprisa al colegio y no le da tiempo a abrir el calendario por la mañana. Al volver del colegio esa misma tarde, había un desconocido frente a la verja del jardín.—¿Tú eres Joakim? —preguntó. Joakim se detuvo en el jardín sobre el caminito que su padre había limpiado de nieve, y se volvió hacia el hombre. Era bastante mayor y parecía buena persona. Pero a Joakim no le gustó que alguien a quien no conocía supiera su nombre.—Sí —contestó— soy yo.El hombre asintió con la cabeza y se acercó a la verja para apoyarse en ella.—Eso me parecía. Yo me llamo Juan. Soy el que vende flores en el mercado.Joakim se quedó mudo.—¿Sabías que en el calendario de Navidad hay unos misteriosos papelitos? —preguntó por fin Joakim.—Nadie puede saberlo mejor que yo —contestó el viejo con una sonrisa llena de secretos.—¿Está hecho a mano?—Sí, completamente… y es muy antiguo. Pero, claro, también cuenta una historia muy antigua.

—¿Eres tú el que ha hecho el calendario? —siguió preguntando Joakim.—Sí y no…Joakim tenía miedo de que el viejo se marchara, así que se apresuró a hacerle otra pregunta:—¿Todo eso sucedió de verdad o te lo has inventado?Juan se puso serio. —Está muy bien que preguntes, pero no siempre resulta fácil contestar. De todas formas todavía no es Navidad, así que será mejor que hablemos más adelante.El viejo Juan se marchó y Joakim entró corriendo en casa para abrir la ventanita del calendario. Al abrirla encontro la imagen de un pastor con un corderito a los hombros.En el papelito, la historia sigue a Elisabet y su grupo, quienes avanzan por tierras danesas. La comitiva llega a una colina desde donde se divisa una hermosa vista, llena de flores silvestres.De repente, Josué se da cuenta de que algo falta. —¡Falta un corderito! —exclama con preocupación. Justo en ese momento, un hombre con túnica de pastor aparece, llevando al corderito sobre sus hombros. Al acercarse al grupo, se presenta como Jacobo, otro pastor en camino hacia Belén. Efiriel, al verlo, anuncia: —Es uno de los nuestros.