La educación en la época colonial

La educación en la época colonial

Equipo 4

Olmos Meza Nayeli Rodriguez Garcia Fatima Dolores Mani Arlette Adareli

Actividad1.1

ÍNDICE

01. Instituciones educativas dirigidas a mestizos y criollos

02. Los colegios universitarios

03. Modernización de la enseñanza superior

04. Final de la época colonial

01. Instituciones educativas dirigidas a mestizos y criollos

1.1. Impactos educativos de la mezcla de etnias

1.2. Colegio de San Juan de Letrán

A partir de las uniones entre soldados españoles e indígenas, surgió un grupo social heterogéneo: los mestizos. La legislación de Indias había considerado la importancia de regular la educación de los nuevos cristianos desde antes de las conquistas.

1.3. Colegio de la Caridad

1.4. La educación elemental privada durante la época

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02. Los colegios universitarios

2.1. La Real y Pontificia Universidad De México

La Universidad fue formalmente establecida en 1551 por Luis de Velasco bajo la orden de Carlos V. La organización de la Universidad siguió el modelo europeo, con un Claustro que administraba cátedras en Teología, Derecho, Artes y Medicina mediante el método escolástico. Fue fundamental en la difusión del conocimiento en Nueva España y, en el siglo XVIII, se consolidó como un centro académico de prestigio.

02. Los colegios universitarios

2.2. El Colegio de comendadores de San Ramón Nonato

Fue fundado en 1628 por Fr. Alonso Enríquez de Toledo para formar personas capacitadas en el gobierno del obispado. Complementario al Colegio de San Nicolás, tenía como objetivo preparar a estudiantes para la Real y Pontificia Universidad. El colegio surgió como una alternativa educativa ante la imposibilidad de crear nuevas universidades en la región.

02. Los colegios universitarios

2.3. El Real Colegio Seminario de México

Fundado en 1592, era una institución educativa vinculada a la Universidad y orientada a aplicar las decisiones del Concilio de Trento, administrada por prelados con autonomía para establecer sus cátedras. Con el tiempo, se reconocieron los estudios de conventos de órdenes religiosas y se extendió la regulación a seminarios y colegios jesuíticos, los cuales adquirieron el rango de "reales", obteniendo privilegios como becas de la Corona, preferencia en beneficios eclesiásticos y precedencia en actos públicos.

02. Los colegios universitarios

2.4. El Colegio Mayor de Santa María de Todos Santos

Fundado el 15 de agosto de 1573 en Nueva España, fue el más destacado por su financiamiento sólido, el derecho de los becarios a elegir al rector y una rigurosa selección de estudiantes, quienes debían ser bachilleres. Siguiendo el modelo español, fue impulsado por Francisco Michón Rodríguez Santos y apoyado por los Jesuitas, con diez becas asignadas a legistas, canonistas y teólogos. La admisión incluía pruebas de nobleza y competencia, y el colegio formó a numerosos obispos y juristas.

02. Los colegios universitarios

2.5. El Real Colegio y Seminario de San Ildefonso

El Colegio fue fundado en 1583 por jesuitas en Ciudad de México y se reconstruyó en el siglo XVIII como un ejemplo destacado del barroco civil. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, el edificio tuvo diversos usos, como cuartel y sede de varias instituciones educativas. En 1867, con las reformas de Juárez, se convirtió en la Escuela Nacional Preparatoria, influyendo en el sistema educativo liberal mexicano.

02. Los colegios universitarios

2.6. Los Reales Colegios de Puebla

Entre 1578 y 1702, los jesuitas fundaron colegios en Puebla de los Ángeles, como el Colegio del Espíritu Santo y el Colegio de Indios de San Francisco Xavier. Tras su expulsión en 1767, estos fueron cerrados, pero en 1772, los colegios de San Ignacio y San Jerónimo reabrieron y en 1790 se fusionaron en el Real Colegio Carolino. Este funcionaba bajo el clero secular, con organización supervisada por un rector nombrado por el obispo, y ofrecía estudios en filosofía y teología, principalmente a criollos. La admisión requería limpieza de sangre y el pago de colegiatura, y los estudiantes podían acceder a becas y grados.

03. Modernización de la enseñanza superior

3.1. Primeros establecimientos laicos

La educación laica en México durante el siglo XVIII surge como un movimiento para emancipar la enseñanza del control clerical, especialmente en instituciones educativas.

03. Modernización de la enseñanza superior

3.2. La renovación de la enseñanza superior en México durante el siglo XVIII

1723-1777

1768-1787

José Rafael Campoy, filósofo jesuita, es parte del movimiento de modernización educativa.

Alzate publica varios artículos científicos en periódicos como el Diario Literario de México y Observaciones sobre la Física.

1729-1790

1772-1773

José Antonio Alzate publica la Gaceta de Literatura, divulgando ciencia moderna y criticando la Escolástica.

José Ignacio Bartolache publica el Mercurio Volante, abordando temas de ciencias y artes, en pro de la educación y reforma de ideas.

1731-1787

Francisco Javier Clavijero promueve la enseñanza de filosofía griega auténtica y el estudio de fenómenos físicos.

1777

Diego de Guadalaxara Tello publica Advertencias y Reflexiones sobre el uso y conservación de relojes e instrumentos.

1745-1783

Juan Benito Díaz de Gamarra aplica métodos experimentales y se distancia de la Escolástica en el Colegio de San Miguel el Grande.

03. Modernización de la enseñanza superior

3.3. Paralelo entre

Francisco Javier Clavijero y

José Antonio Alzate

Francisco Javier Clavijero (1731-1787) y José Antonio Alzate (1729-1790) fueron dos destacados reformadores educativos del siglo XVIII en México que trabajaron por modernizar la educación superior en Nueva España. Ambos, influenciados por la Ilustración, criticaron la filosofía escolástica y promovieron el pensamiento científico basado en la observación. Clavijero se enfocó en renovar la enseñanza en los Colegios Jesuitas, incorporando materias modernas y promoviendo el estudio de la filosofía griega original. Por su parte, Alzate, reconocido científico, difundió los avances científicos europeos a través de su Gaceta de Literatura y abogó por una educación más práctica. Sus contribuciones fueron fundamentales para establecer las bases de una educación más científica y crítica en México.

04. Final de la época colonial

4.1. La Escuela Patriótica y el inicio de una nueva nación

La Escuela Patriótica, fundada en 1773 en la Ciudad de México por el filántropo indígena Francisco Zúñiga, fue una institución pionera que funcionaba como escuela-hospicio para niños necesitados. Su objetivo era proporcionar educación cristiana y cívica, formando ciudadanos útiles para la Patria. A pesar de su impacto positivo, la institución enfrentó dificultades financieras cuando el virrey desvió sus recursos hacia la Metrópoli para gastos de guerra. Este proyecto educativo representó uno de los primeros intentos de forjar una identidad nacional a través de la educación, aunque también evidenció las deficiencias del gobierno colonial en la gestión educativa durante el periodo previo a la Independencia.

04. Final de la época colonial

4.2. La Constitución de Cádiz

Promulgada en 1812 durante la ocupación napoleónica en España, estableció una monarquía constitucional que introdujo importantes reformas, incluyendo las diputaciones provinciales con autonomía administrativa. En Nueva España, aunque su implementación enfrentó resistencias del virrey Venegas, permitió mayor participación criolla en la política local. Destacó por ser la única constitución española que dedicó un título completo a la educación, influenciada por ideales ilustrados que promovían una educación universal, gratuita y accesible. Los liberales gaditanos consideraban la educación fundamental para la democracia y el progreso. Aunque fue derogada en 1815 por Fernando VII y restaurada en 1820 hasta la independencia de México en 1821, su legado influyó significativamente en el enfoque educativo y los derechos civiles del México independiente.

El Jardín Botánico

Fundado en 1787, se dedicó desde sus inicios a la enseñanza e investigación botánica, con un propósito práctico en medicina y farmacología. Bajo la dirección de Martín Sessé y la colaboración de Vicente Cervantes, organizó expediciones científicas para enriquecer sus colecciones y ampliar el conocimiento botánico. Además de su función educativa, buscaba impulsar la industria y el comercio aprovechando recursos naturales.

La Escuela de Minería

Inaugurada en 1792 y fundada por el Tribunal de Minería con la aprobación de Carlos III, tenía el objetivo de formar especialistas en metalurgia y explotación de recursos minerales en la Nueva España. Fue una institución científica y laica, con un edificio diseñado por Manuel Tolsá, inaugurado en 1813. Destacó en la formación de científicos como Andrés Manuel del Río, descubridor del vanadio, y Joaquín Velázquez de León.

El Colegio de Nuestra Señora de La Caridad fue fundado en la Ciudad de México para educar a mestizas pobres, huérfanas o abandonadas, protegiéndolas de la vagancia y posibles abusos. Sin embargo, el enfoque cambió pronto hacia una educación más elitista, priorizando a españolas de "limpio linaje". A finales del siglo XVII, el Colegio de San Miguel de Belem surgió como alternativa para mujeres de cualquier condición, enfocándose en criterios económicos y sociales en lugar de étnicos.

La Academia de las Nobles Artes de San Carlos de la Nueva España

Fundada en 1781 y promovida por el virrey Mayorga y Carlos III, buscaba centralizar la enseñanza de pintura, escultura y arquitectura bajo la tradición europea. Artistas como Manuel Tolsá contribuyeron con obras importantes, como la estatua de Carlos IV. Con apoyo real en materiales y financiamiento, se consolidó como el principal centro de formación artística en la Nueva España.

El Colegio de las Vizcaínas

Fue fundado en 1767 en la Ciudad de México por la iniciativa de colonos vascos y navarros para educar a niñas y mujeres viudas en oficios útiles, como la confección de ropa. Tras una lucha de 16 años, obtuvo autonomía del poder eclesiástico y civil gracias al Papa Clemente XIII y al rey Carlos III. Aunque inicialmente solo admitía a niñas españolas, luego amplió su matrícula a todas las clases sociales, consolidándose como una institución laica en el México virreinal.

El destino de los mestizos en la Nueva España variaba según la situación e intereses de sus padres. Los mestizos reconocidos, gracias al estatus y riqueza de sus madres, accedían a educación y oportunidades, mientras que los hijos de relaciones extraconyugales con madres indígenas enfrentaban marginación. Sin embargo, algunos mestizos mejoraban su situación con ayuda de familiares y realizaban trabajos en comunidades indígenas o en la burocracia. La imprenta motivó el interés por la educación elemental, y en 1600 se promulgó la Ordenanza de los Maestros, regulando la enseñanza primaria. Pese a restricciones, mestizos y mulatos lograron ser maestros, eludiendo limitaciones legales, en un sistema educativo influido por la Iglesia y con poca regulación.

La Real Cédula del 5 de febrero de 1515, sobre los matrimonios entre españolas e indios al decretar que: “las dichas indias e indios tengan entera libertad para casarse con quien quisieren, así con indios como con naturales destas partes y que en ello no se les ponga ningún impedimento”.

El Colegio de San Juan de Letrán se fundó entre 1529 y 1547. Su propósito inicial era proteger a los niños mestizos y promover la responsabilidad de los padres, con el respaldo de Carlos V. Aunque buscaba formar a jóvenes cristianos con habilidades laborales, pronto decayó, y sus intentos de revitalización no mejoraron su calidad educativa. En el siglo XVIII, hubo esfuerzos de reorganización, pero continuaron los problemas de financiación y gestión.