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EMPEZAR

LOS WARREN

ALICIA CRUZ, MARTA VELA Y ELENA NAVARRO

Vídeo introductorio

¿QUÍENES ERAN?

Ambos eran dueños del Museo del Ocultismo que se encuentra en Connecticut. Hoy en día, las películas basadas en algunos de sus casos paranormales más destacados están cerca de completar las 10 películas.A lo largo de su carrera, los Warren investigaron más de 10 mil hechos paranormales; sin embargo, dentro de todos ellos destacan cuatro: la casa poseída de Amityville, el caso de la muñeca Annabelle, la historia del hombre lobo y los sucesos en la casa de la familia Perron.

ED WARREN

Edward Warren Miney nació el 7 de septiembre de 1926 igualmente en Bridgeport, Connecticut. Ed comenzó a vivir experiencias paranormales entre los 5 y 12 años de edad. Entre las 2 o 3 de la mañana, cuando todos dormían, sucedieron una serie de hechos inexplicables. Ed narró en una entrevista de Secrets of the Supernatural que las puertas de su armario se abrían por sí solas, a los pocos segundos salían de él unas luces flotantes con rostros que lo miraban fijamente.

LORRAINE WARREN

Lorraine Rita Moran, conocida como Lorraine Warren, nació el 31 de enero de 1927 en Bridgeport, Connecticut. Fue educada en un colegio católico de niñas, en donde, según una entrevista realizada en 2013, tuvo su primera experiencia cercana con lo paranormal, ya que en el año 1933, a la edad de 7 años, comenzó a ver luces alrededor de las personas. Sin embargo, ella no sabía qué eran esas luces o cuál era su significado.

Caso 1: Anabelle

Annabelle fue el regalo de una madre a su hija Donna en 1970, quien estaba en ese momento estudiando enfermería. La joven, de 18 años, colocó el presente en la habitación del apartamento de estudiante que compartía. Le ayudaba a recordar a su madre. Pero poco a poco, empezó a ver cosas extrañas , como narró después.

Según su testimonio, la muñeca aparecía diariamente en una posición diferente a la que la había dejado, con las piernas cruzadas, los brazos en distinto ademán... Hasta el punto de que, con el tiempo, Donna llegó a afirmar que hasta cambiaba de habitación. La cosa no acabó ahí, puesto que empezaron a aparecer notas escritas por alguien desconocido con mensajes como «Ayúdanos» o «Ayuda a Lou». Y, un día, descubrió un hilillo de lo que parecía sangre bajo la muñeca...

Caso 2: Los Perron

Roger y Carolyn Perron finalmente compraron su casa de ensueño en los meses de invierno de 1970. Lo que ellos no sabían, era que la casa estaba llena de agonía y muerte. Dos antiguos residentes se colgaron, uno de ellos en una de las vigas del granero. Sin embargo, una vez que se mudaron, los espíritus comenzaron a hacerse presentes. "Tuvimos uno que mi hermana le llamaba 'Manny', era un alma compasiva. Creemos que en realidad era Johnny Arnold, que se suicidó en el alero de la casa en el 1800", dijo Perron, "Se parecía en la casa a cuidar de nosotros. Siempre apareció en el mismo lugar, en el pasillo del frente entre el comedor y la cocina. La aparición solía siempre apoyarse contra la puerta y ponía una sonrisa torcida como si él se divirtiera con los niños. Tan pronto hacíamos contacto visual con él, se desaparecía." "Todos los que han vivido en la casa que conocemos han experimentado algunos tipos de fenómenos sobrenaturales", dijo Perron, "Algunos han salido gritando y corriendo por sus vidas.

Caso 3:La maldición de Enfield

La localidad británica de Enfield es asociada a uno de los fenómenos paranormales más conocidos en el género del terror. Allá, entre los años 1977 y 1979, la familia Hodgson denunció ser acosada por fuerzas malignas en su casa; y Janet, la hija de 11 años, parecía ser la más afectada por la temible presencia. El caso que fue documentado por Maurice Grosse sirvió como inspiración a la famosa película “El conjuro 2”.

Peggy Hodgson, una madre soltera de cuatro niños pequeños escuchó un fuerte ruido procedente del dormitorio de sus hijas que interrumpió su sueño. Como cualquier madre, inmediatamente pensó que estaban peleando, por lo que decidió ir a decirles que se detuvieran y se fueran a dormir. Sin embargo, cuando abrió la puerta, se encontró con algo mucho peor: Janet y Margaret estaban acorraladas en una esquina, aterrorizadas hasta la médula, afirmando que la cómoda se había movido sola hacia la puerta. Peggy no les creyó, claramente, pero después de intentar mover la cómoda ella misma, se dio cuenta de que sus pequeñas hijas nunca habrían podido hacerlo. Justo después de esto la familia huyó de su casa esa noche hacia la de sus vecinos, Vic y Peggy Nottingham.

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