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Transcript

Julian carax, penelope y Miquel Moliner

BILLETES A PARIS

La primera vez que Carax fue a la mansión de los Aldaya, fue la primera vez que vio a Penelope; fue un amor a primera vista, y desde entonces los dos nunca se dejaron de querer. Al principio no se atrevían a hablar, pero poco a poco fueron uniéndose más gracias a Jacinta, ya que ella siempre les cubría. De lo mucho que se querían, llegaron a planear fugarse juntos a París para no pasar más tiempo separados. Para eso Carax acudió a uno de sus mejores amigos, Miquel Moliner. Su amigo se inventó un nombre falso, y mandó a un hombre a que recogiera los billetes del tren para que su mejor amigo y su novia pudieran irse a París. Pero el plan no salió como lo planearon, ya que la madre de Penélope unos días antes les pilló juntos en el cuarto de Jacinta, en el cual Penelope moriría unos meses después, desangrándose. Y al final Carax tuvo que huir solo a París, la ciudad en la que vivió durante varios años, con la esperanza de volver a ver a Penelope algún día.

jULIAN CARAX Y DANIEL SEMPERE

PLUMA

La historia de la pluma empieza en París. Carax le tenía puesto el ojo a una pluma de Victor Hugo, pero no se la podía permitir. Pero todo cambió cuando Nuria fue a París a tener un encuentro con Carax, para que pudiese llevarse consigo su nueva obra. Puesto que ella trabajaba en la editorial donde Carax publicaba sus libros. Nuria, antes de ir, sabía mucho de Carax, ya que se llevaba con uno de sus amigos, Miquel. Nuria pasaba mucho tiempo con él, y eso hizo que con el tiempo Miquel se enamorara de ella, pero ella nunca pudo sentir lo mismo, porque su corazón pertenecía a Carax. (Aunque tiempo después se casaría con él por pena). Después de un par de semanas con Carax, el último día antes de irse decidió comprarle la pluma —que tanto quería. Tiempo después, cuando Carax sufrió el accidente, ninguno de los dos trabajaba, y los ahorros que dejó Miquel se acabaron. Tuvo que vender la pluma. Que después de un tiempo compraría el señor Sempere para su hijo, ya que su hijo anhelaba tenerla. Al final la pluma vuelve a su propietario inicial, Carax.

La noticia de que Bea había huido de su casa llegó a Daniel; preocupado, decidió ir a la mansión abandonada de los Aldaya a buscarla. Al llegar, encontró a Bea, quien le explicó que Carax había previsto que él iría por ella, y que su llegada traería consigo a su mayor enemigo: Fumero. Alarmado, Daniel intentó localizar a Julián, pero ya era tarde. Fumero le había seguido hasta allí. Fumero apuntó con su arma a Daniel, amenazando con dispararle en la boca si no le decía dónde estaba Carax. Desesperado, Daniel no tuvo más remedio que guiarlo hasta él. Segundos después empezaron a forcejear; Carax logró arrebatarle la pistola a Fumero, quien pidió ayuda a su compañero. Aunque al principio se negó, al final Fumero le arrebató el arma. En el momento en que Fumero estaba a punto de dispararle a Carax, Daniel se interpuso entre ellos. Eso causó que la bala le atravesara la piel. Lleno de furia, Carax volvió a forcejear con Fumero, y aunque una bala le perforó la mano, logró arrastrarlo hasta el patio. Allí, en un último acto de venganza, estampó a Fumero contra la estatua del ángel, acabando con su vida.

carax y fumero

PISTOLA

Ese día Daniel estaba en la librería; decidió ir a la trastienda a revisar algo, cuando alguien derrepente entró. Él pensaba que era Fermín, pero al salir vio que no había nadie. En cambio había una foto en el mostrador, un poco quemada. En la foto aparecían dos personas jóvenes; eran Julián y Penelope. En la parte trasera de la foto ponía el apellido Fortuno (El apellido de Carax). En otra ocasión, cuando Daniel consiguió entrar a la casa del sombrerero, mientras rebuscaba entre las cosas de Julian, encontró una foto de una chica que se le hacía conocida. Era Penelope. En la parte trasera de la foto, ponía: Te quiere, Penelope. Tiempo despues cuando fue a casa de Nuria, le pregunto a ver si sabia quienes era. Ella asintio, diciendo que el de la foto era Julian. Pero que no reconocia a la chica con la que estaba.

Penelope y julian carax

FOTO

la mansion de los aldaya

VELA

Bea le dice a Daniel que quiere enseñarle una cosa que nunca habrá visto de Barcelona. Y al quedar, ella le lleva a la mansión de los Aldaya, que en ese entonces estaba abandonada. Al entrar para poder iluminar la habitación encendieron una vela. Bea le empezó a relatar todo lo que pasó en esa casa antes de que fuera de la familia Aldaya. Resulta que se decía que esa casa estaba poseída por el espíritu de la trabajadora de los antiguos propietarios, cuya trabajadora asesinó a su jefa y pocas horas después se suicidó. El propietario después de eso empezó a tener alucinaciones y a volverse loco. El señor Aldaya no tardó en aprovecharse para beneficiarse y así quedarse con la casa. Muchos justifican todas las desgracias de la familia (como la pérdida de su dinero, de su mujer y la de su hija…) con que la casa estaba embrujada y que ahora ellos estaban malditos. Después de la pérdida de su mujer, el señor Aldaya decidió vender la casa. Poco después descubren que los restos de Penelope seguían en esa casa junto con los de su hijo.

Cuando Ricardo fue a recoger a Carax, fue a recogerlo en su Mercedes Benz, lo cual impresionó a Carax, ya que era la primera vez que se montaba en uno así. Lo que no sabia era que no estaba con un tipo cualquiera, sino que estaba con su padre biológico. Según cuenta Nuria, Ricardo no veía a su progenitor (Jorge Aldaya) como alguien que podía ocupar su lugar en un futuro, ya que lo veía mimado. Ahí es cuando algo dentro de él le hace pensar en Carax. Eso hace que quiera darle la oportunidad que se merece; lo mete a la escuela a la que va su hijo. Y gracias a eso se hace amigo de él, y de Miquel Moliner, Fernando Ramos y por un tiempo Javier Fumero. Poco a poco Ricardo empieza a verlo como su futuro progenitor. Lo que no sabia era que nada iba a salir como él planeaba, ya que sus hijos se querían. Y para cuando lo descubrió era muy tarde.

sEÑOR ALDAYA Y JULIAN CARAX

COCHE

dANIEL SEMPERE

LA SOMBRA DEL VIENTO

La sombra del viento. Toda esta historia empezó cuando Señor Sempere llevó a su hijo (Daniel Sempere) al Cementerio de los Libros Olvidados a la edad de los 10 años. Lo llevó ahí para que pudiera coger un libro y "lo adoptase". Lo que no sabían eran los problemas que les iba a acusar en un futuro el libro que iba a elegir Daniel. Daniel, al leer la novela, se empieza a interesar por Julian Carax y por su colección de libros, y cuando un buen amigo de su padre (Barcelo) le contó la trágica historia de Carax, hizo que Daniel se interesara por la historia de Carax, así con el tiempo intenta averiguarlo todo sobre él con la poca información que va consiguiendo de la gente. Ese libro no solo trajo cosas negativas como la muerte de Nuria. También hizo que se uniera más con Bea y con Fermín, hizo que conociera a nuevas personas, hizo que el padre de Nuria pudiera conocer más a su hija y, sobre todo, hizo que Carax volviera a ser el mismo.

Después de mucho tiempo, Julián y Miquel se reencontraron en un bar, compartiendo una comida rápida. En medio de la conversación, Miquel le advirtió a Carax que tuviera cuidado, ya que Fumero buscaba a Carax con el fin de atraparlo. Julián, en cambio, sacó una pistola de debajo de su abrigo diciendo: "No tienes de qué preocuparte". Momentos después, Miquel notó a un grupo de policías acercándose al lugar. Con las ideas claras, le propuso un plan: Él se haría pasar por él, ya que a su vida le faltaban unos pocos meses. Julián dudó, pero al final aceptó. Le entregó su pasaporte, una copia de La sombra del viento, y la pistola. Carax se alejó del bar, y Miquel, decidido, se levantó para confrontar a los policías. Apenas un par de segundos después Miquel, gracias a los balazos proporcionados por los policías, murió.

carax y miquel

PISTOLA

La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, me atrapó desde el principio. Su mezcla de misterio y drama, con los personajes siniestros, me hizo querer seguir leyendo. La novela cuenta la historia de Daniel y sus ganas de saber toda la vida de Julián Carax. Cada personaje aporta un toque único al libro, y que todos estén conectados hace que sea mas interesante. Aunque Daniel es el narrador principal, en algunos momentos como al leer cartas o relatar sucesos del pasado el narrador cambia, y eso hace que podamos vivir la historia desde diferentes perspectivas. A medida que leía el libro, me sentí muy identificada con Daniel, y su curiosidad por descubrir lo que la gente oculta. Además, esta novela me recordó a otras de Zafón, como El príncipe de la niebla, donde el autor mezcla el amor, el drama y el misterio, creando historias intensas y que enganchan. En resumen, La sombra del viento es uno de los mejores libros de Carlos Ruiz Zafón, ya que refleja su esencia, con la que envuelve al lector. Aunque el final me decepcionó un poco, ya que no se sabe mucho de Carax, lo recomiendo totalmente a la gente que le gusta las historias de misterio.

HIBA ALAOUI

OPINIÓN

Los sugus eran las chuches favoritas de Fermin, y siempre nos hacía saber que llevaba un puño de ellos en el bolsillo. Y siempre que podía le daba a Daniel un par, los cuales siempre le sacaban de algún apuro. Por ejemplo, el día que fue a preguntar por la familia Aldaya. Se topó con un hombre pasando por ahí y le preguntó por ellos. Le dijo que intentó meterse a la casa con sus amigos y cuando lo consiguió escuchó unas voces, lo cual hizo que no volviera a pisar esa mansión nunca más, ya que creía que estaba poseída. También le comentó que la última vez que se supo de los Aldaya fue cuando perdieron sus empresas; y a causa de eso, decidió ir a Argentina a abrir una empresa textil, ya que ahí según ellos tenía más probabilidades de éxito. Después de una charla con el señor sobre ellos, le ofreció como recompensa uno de los sugus que le había dado Fermin unos días antes.

FERMIN

SUGUS

Julian Carax era hijo de un humilde sobrero de Barcelona, y de una mujer de nacionalidad francesa. Por lo que se rumoreaba, Carax no era hijo de Fortuny. (cosa que tiempo después se acaba confirmando). Desde muy pequeño tuvo interés por la literatura, cosa que al sombrero no le hizo mucha gracia. Y al llegar a la edad de los 18 años, tuvo que escapar a París y seguir con su sueño de escritor. Y eso fue lo que hizo, pero al parecer no tuvo mucho éxito en ello.

julian carax

FUEGO

Cuando Carax volvió a Barcelona, su sueño de volver a ver a Penelope se desvanece poco a poco. Y con la decepción de saber que nunca más volvería a ver a Penelope, quiso deshacerse de todo lo que le entrelazaba con su antiguo yo. Empezó a quemar todos sus libros con tal de olvidar todo su pasado, y con ello su sufrimiento. Pero una de las muchas veces que intentó deshacerse de sus libros, se quemó y eso hizo que se le desfigurara la cara y con ello su alma de por vida. Otra de las cosas que entrelaza a Julian con el fuego es que en sus primeros encuentros con Daniel, Julian dejaba un rastro de olor a papel quemado, y Daniel llegó a la conclusión de que los cigarrillos que se fumaba no eran de tabaco, si no de hojas de sus novelas que en ese entonces Carax odiaba.

El padre de Julian Carax, el Señor Fortuny. El señor Fortuny se dedicaba a hacer sombreros. Era hombre que aparentaba ser borde y con poca amabilidad, pero en el fondo solo quería ser amado. Su mujer meses antes de casarse le puso los cuernos con el Señor Aldaya, y se quedó embarazada. Él siempre supo que el hijo no era suyo, y al principio parece que no lo quería, pero a medida que leemos el libro vemos que realmente lo quería más que a nadie en este mundo.

Señor fortuny y Fermin

SOMBRERO

Por otra parte, tenemos a Fermín Romero de Torres, que, al principio de la novela, vivía en la calle por culpa de Fumero. Fermín trabajaba como espía, y una vez que los policías mataron a uno de sus jefes lo arrestaron y lo torturaron para que pudiera contarles la información que querían. Después de eso estuvo varios años en la cárcel, y después de salir de ella no tuvo a donde acudir. Y gracias a Daniel y al señor Sempere, pudo salir de ella. Ya que le ofrecieron un trabajo en su librería, y con su primer sueldo se pudo comparar un sombrero.

Carax, Penelope, Daniel y nuria

LAS CARTAS

Las cartas en esta novela son un objeto muy importante. En la novela hay varias cartas que son muy importantes. Una de ellas fue la carta que le escribió Penelope a Julian diciéndole lo mucho que le quería, pero que por desgracia nunca llegó a leer. Otra fue cuando Jorge Alada quiso hacer que Carax se olvidara de Penelope, obligando a su hermana a escribir una carta diciéndole que su amor nunca fue real. La cual entregó a Miquel, pero que no llegó a su destino, ya que Miquel sabía que lo que decía Penélope no tenía sentido. Otra de las cartas, y la más importante, fue la que le escribió Nuria a Daniel contándole toda la verdad (sus sentimientos hacia Carax, su marido Miquel, cómo ayudó a Carax, Fumero…).