Academicismo arquitectónico en México.
JOSE RAFAEL CUAUTLE COYOTL
Created on October 18, 2024
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Transcript
Academicismo arquitectonico en México.
TFG / TFM
Nombre:
José Rafael Cuautle Coyotl
18 Octubre 2024
Licenciatura: Arquitectura.
Introducción
El academicismo arquitectónico en México se refiere a un estilo y enfoque formal que prevaleció entre los siglos XIX y principios del XX, influido principalmente por las academias europeas, especialmente la Academia de Bellas Artes de París. Este estilo buscaba transmitir normas clásicas de diseño, basadas en el equilibrio, la simetría y el uso de elementos ornamentales.
3. Decoración y Detalles Ornamentales
7. Urbanismo y Espacio Público
6. Énfasis en la Monumentalidad
5. Influencia Europea
Caracteristicas
1. Inspiración Clásica
2. Simetría y Proporción
4. Materiales Utilizados
Ejemplos de Edificios Notables:
Palacio de Minería (Ciudad de México, siglo XIX): Un edificio diseñado por el arquitecto Manuel Tolsá, un claro exponente del academicismo clásico.Teatro Juárez (Guanajuato): Combina un exterior ecléctico con fuerte influencia académica y un interior lujoso, con decoraciones clásicas.Instituto Científico y Literario de Toluca: Un claro ejemplo de la influencia académica en la arquitectura educativa de la época.
Este periodo coincide con el auge del neoclasicismo en la arquitectura, un estilo que promovía el retorno a las formas clásicas de la antigua Grecia y Roma, en contraste con los estilos barroco y churrigueresco que habían sido predominantes en México.
Periodo
El Palacio de Minería fue construido entre 1797 y 1813, durante el final del periodo virreinal en la Nueva España, bajo el gobierno del Virrey Miguel de la Grúa Talamanca, marqués de Branciforte.
Ornamentos
1. Frontón Principal
En la parte central de la fachada, sobre la entrada principal, se ubica un frontón triangular que corona el acceso. Este elemento es característico de la arquitectura clásica, y aunque su decoración es contenida, incluye detalles escultóricos que le otorgan prestancia y simetría. El frontón presenta bajo relieves que, aunque no son excesivamente ornamentados, añaden un toque de solemnidad y equilibrio.
2. Cornisas y Molduras
Las cornisas recorren el perímetro superior del edificio, rematando la fachada con una línea decorativa horizontal que subraya el estilo clásico. Estas molduras son sencillas pero bien proporcionadas, destacando la horizontalidad de la construcción. Las molduras también están presentes alrededor de las ventanas y puertas, dándoles un marco decorativo que realza su presencia sin restar sobriedad al conjunto.
3. Columnas y Pilastras
Aunque no tiene una profusión de columnas libres en su fachada, el Palacio de Minería utiliza pilastras adosadas para enfatizar la verticalidad del edificio. Estas pilastras, que remiten a los órdenes clásicos, son decoradas de manera sencilla, siguiendo las pautas del estilo neoclásico.Las columnas interiores que rodean el patio central son un ejemplo de la elegancia clásica que Manuel Tolsá integró en el diseño, con capiteles jónicos que añaden un toque ornamental, aunque de manera discreta.
Ornamentos
4. Escalera Monumental
La escalera principal del interior del palacio es uno de los elementos más ornamentados del edificio, con un diseño monumental que no solo sirve de conexión entre los pisos, sino también como una pieza arquitectónica decorativa. Los barandales de la escalera tienen detalles de hierro forjado, añadiendo un toque ornamental más elaborado en contraste con la sobriedad del resto del edificio.
5. Ventanas y Puertas
Las ventanas están decoradas con marcos de cantera que incluyen sencillas molduras que destacan su presencia. En algunos casos, están coronadas por frontones curvos o triangulares, reminiscencias de la arquitectura clásica. Las puertas principales, tanto exteriores como interiores, cuentan con marcos de cantera con molduras sencillas, pero bien definidas, en consonancia con el carácter académico del edificio.
6. Esculturas y Relieves (Interior)
Aunque el exterior es más austero en cuanto a esculturas, el interior del palacio cuenta con algunos relieves y ornamentos que decoran los muros y espacios, en particular en las áreas ceremoniales y en los salones. Los relieves escultóricos y las decoraciones en techos y marcos de puertas internas, aunque no son numerosos, aportan una sensación de solemnidad y elegancia.
Ornamentos
7. El Caballito (Estatua de Carlos IV)
Aunque la estatua de Carlos IV, conocida como El Caballito, ya no se encuentra frente al Palacio de Minería, originalmente fue parte del conjunto arquitectónico. Esta estatua ecuestre, obra de Manuel Tolsá, es una de las más famosas de la Ciudad de México y fue concebida como un complemento ornamental importante para el edificio.
8. Balaustradas y Detalles de Hierro Forjado
Las balaustradas en balcones y otros elementos de hierro forjado, aunque son sobrios, destacan por su diseño detallado y la calidad del trabajo artesanal. Estos ornamentos aportan un toque de ligereza y refinamiento al conjunto.
Técnicas constructivas
1. Uso de la Cantera y Piedra Local
El material predominante en la construcción del Palacio de Minería fue la piedra de cantera, un material abundante en la región y ampliamente utilizado en la arquitectura novohispana. La cantera, por su durabilidad y capacidad para ser tallada, permitió crear los detalles ornamentales del edificio, como molduras, frontones y marcos de ventanas y puertas. También se empleó piedra de origen volcánico para los cimientos y otras partes estructurales del edificio, lo que aseguró su resistencia y estabilidad en el suelo lacustre de la Ciudad de México.
2. Técnicas de Cantería
Los trabajos de cantería fueron fundamentales para lograr la solidez y la belleza estética del edificio. Los bloques de piedra fueron cortados y labrados con precisión, una técnica que requería de especialistas altamente capacitados. Estas piedras eran ensambladas sin el uso de mortero visible, creando muros perfectamente alineados. La precisión en el trabajo de cantería es particularmente evidente en la fachada y en los patios internos, donde las piedras están perfectamente encajadas.
6. Metodología
3. Muros de Carga
El Palacio de Minería está construido con muros de carga de piedra, que soportan el peso de los techos y las bóvedas. Estos muros gruesos, de gran estabilidad, eran la técnica constructiva predominante antes de la llegada de estructuras de acero y concreto. Los muros macizos ayudaron a dar al edificio una sensación de robustez y monumentalidad, al tiempo que contribuían a la estabilidad en un terreno complicado como el del centro de la Ciudad de México, que es en gran parte lacustre.
4. Bóvedas y Arcos
Las bóvedas y arcos de medio punto fueron elementos estructurales clave en el Palacio de Minería, tanto en su interior como en los patios y pasillos. Estas estructuras permitían distribuir el peso de los techos y pisos superiores hacia los muros de carga, al tiempo que creaban espacios amplios y luminosos. En particular, el patio central está rodeado de arcos de medio punto que descansan sobre columnas y pilastras, un diseño que combina funcionalidad con estética neoclásica.
Técnicas constructivas
5. Cimentación Adaptada al Suelo Lacustre
Debido a que la Ciudad de México está situada en lo que fue un lago, el terreno es blando y difícil para la construcción. Para adaptarse a estas condiciones, se utilizó una técnica especial de cimentación profunda, que incluía la colocación de pilotes (grandes estacas de madera) en el suelo para estabilizar el edificio y evitar el hundimiento. Esta técnica fue similar a la empleada en otros grandes edificios coloniales y virreinales, como la Catedral Metropolitana.
6. Sistema de Entramados de Madera
En algunas partes del edificio, especialmente en techos y entrepisos, se utilizó un entramado de vigas de madera para soportar las cubiertas. Esta técnica, combinada con la mampostería de piedra, permitía la creación de techos planos o ligeramente abovedados, necesarios para los grandes salones y áreas de estudio. La madera también fue utilizada en elementos estructurales interiores, como la gran escalera monumental, donde las barandillas están hechas de madera y hierro forjado.
6. Metodología
7. Hierro Forjado
Aunque el hierro forjado se utilizó principalmente en detalles ornamentales, como las balaustradas y las rejas, también jugó un papel en la estructura de la escalera monumental y otros elementos funcionales. El uso del hierro fue una innovación que comenzaba a incorporarse en la arquitectura de la época y que permitía crear estructuras más ligeras y resistentes.
8. Eficiencia en la Iluminación y Ventilación
El diseño del edificio consideraba la iluminación y ventilación natural. Los grandes ventanales y los patios permiten la entrada de luz a los interiores, mientras que los techos altos y los pasillos amplios garantizan una ventilación adecuada, algo crucial en una ciudad de clima templado como la Ciudad de México. Esta eficiencia en la distribución de la luz y el aire reflejaba las tendencias neoclásicas de crear espacios amplios y luminosos, pensados no solo para ser estéticamente agradables, sino también funcionales
9. Técnicas Ornamentales
Aunque las técnicas constructivas están centradas en la estabilidad y la funcionalidad, también se emplearon métodos artesanales avanzados para la creación de los ornamentos neoclásicos que decoran el edificio, como las molduras, frisos y cornisas en piedra. Estos detalles se integran de manera armónica con la estructura general, resaltando la monumentalidad del edificio sin sobrecargarlo de decoraciones.
Relación con el Contexto Urbano
Claridad en la Circulación
Centralidad y Jerarquía Espacial
Eje Central
Proporción y Modulaciones Clásicas
Principios ordenadores
Simetría
Arquitecto a cargo:
La construcción del edificio estuvo a cargo de Manuel Tolsá, un arquitecto y escultor español que llegó a la Nueva España en 1791 y jugó un papel clave en la transición estilística hacia el neoclasicismo. Tolsá fue también director de la Real Academia de San Carlos, una de las instituciones más influyentes en la formación artística de la época.
Gracias
En algunos casos, también se incorporaba el hierro forjado en rejas y balcones, un material que cobraba protagonismo en la arquitectura decimonónica.
Se utilizaban piedra y mármol, materiales nobles que evocaban el prestigio y durabilidad. En muchos casos, estos materiales eran de importación europea, aunque también se usaban canteras locales.
Columnas y órdenes clásicos: Se utilizaban columnas de los órdenes dórico, jónico y corintio, con un fuerte apego a las reglas de proporción de la arquitectura grecorromana.Frontones: Los edificios frecuentemente contaban con frontones triangulares o curvos, decorados con figuras alegóricas o motivos históricos.Arcos y bóvedas: El uso de arcos de medio punto y bóvedas eran comunes, como en los teatros y edificios públicos.
Los edificios académicos mostraban un gran respeto por la simetría tanto en sus fachadas como en la distribución de sus espacios interiores.La proporción armónica era central, buscando la perfección en las relaciones entre los diferentes elementos arquitectónicos.
La influencia francesa era predominante, derivada del contacto de arquitectos mexicanos con las escuelas y corrientes artísticas europeas.
- El Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, es un ejemplo icónico de esta mezcla, con elementos del art nouveau combinados con academicismo clásico.
El academicismo también influyó en el diseño de plazas, avenidas y parques, promoviendo una organización geométrica y monumental de los espacios públicos.
- Los ejes visuales y el diseño de avenidas rectas y anchas se volvieron fundamentales para lograr el impacto visual deseado.
Uno de los principios fundamentales en la arquitectura neoclásica es la simetría. El Palacio de Minería sigue este principio tanto en su fachada como en la distribución de sus espacios internos. La fachada principal está perfectamente balanceada, con elementos repetidos a ambos lados de un eje central que coincide con el acceso principal. Este orden simétrico se refleja en las ventanas, puertas, y en el remate con el frontón triangular sobre la entrada. Los espacios internos, como el patio central y las galerías, también respetan esta simetría, proporcionando un sentido de equilibrio y armonía visual.
El edificio fue diseñado siguiendo las reglas de proporción que derivan de la arquitectura clásica, basadas en la idea de que las partes de un edificio deben relacionarse entre sí de manera coherente. El patio central es un ejemplo claro de este principio, donde las proporciones de los arcos, las columnas y los espacios circundantes están cuidadosamente calculadas para crear un ambiente de grandeza y equilibrio. Las pilastras y columnas siguen proporciones clásicas, basadas en los órdenes arquitectónicos griegos y romanos, lo que refuerza el sentido de armonía en todo el edificio.
El Palacio de Minería se organiza en torno a un eje central que define la simetría del edificio. Este eje se extiende desde la entrada principal, pasa por el patio central, y organiza la distribución de los espacios interiores. A lo largo de este eje, se alinean los elementos más importantes del edificio, como el acceso principal, la escalera monumental y el patio central, que sirve como corazón organizador del conjunto.
El patio central actúa como el punto focal del edificio, alrededor del cual se organizan las diferentes áreas. Esta disposición es típica de los edificios académicos de la época, donde el patio es un espacio de circulación y socialización, pero también de representación. La escalera monumental, ubicada dentro del edificio y con acceso desde el patio, también refleja el principio de jerarquía espacial. Esta escalera es un elemento destacado y simbólico, que no solo conecta los diferentes niveles, sino que también marca la importancia del movimiento dentro del edificio.
El diseño del Palacio de Minería favorece la claridad en la circulación, con pasillos amplios y accesos bien definidos. Los usuarios del edificio podían moverse de manera lógica entre los diferentes espacios, guiados por la disposición clara de los elementos. La distribución del edificio en torno a su patio central, con corredores que lo rodean, facilita la interconexión entre los distintos niveles y áreas del edificio.
El Palacio de Minería también responde a su entorno urbano. Su fachada monumental se orienta hacia una de las calles principales del centro de la Ciudad de México, y su diseño busca integrarse armónicamente con el contexto arquitectónico de la época. Al ser parte de una ciudad de carácter monumental y con edificaciones virreinales importantes, el palacio también refleja su papel como un edificio institucional de gran relevancia.