CL_FONA_Taller1_M2-R2-Descripciones-Contexto-Escenarios

Taller Novela Descripciones y contexto de escenarios

La descripción fue uno de los recursos fundamentales de la narrativa decimonónica, es decir, el culmen de la narrativa tradicional. Autores como Hugo, Balzac, Tolstoi, Austen, Dumas, Flaubert, Dickens, etcétera, eran grandes descriptores. Hay que entender la función de la descripción en el siglo XIX, en el que la inmensa mayoría de la población carecía de una educación universal (incluso en los países “desarrollados”), si no era directamente analfabeta y le leían, y en el que la fotografía (no se diga el cine o el video) no existían o eran muy precarios y la experiencia y referentes visuales de la mayoría eran muy reducidos.

La descripción

En ese terreno, la descripción literaria ocupaba un espacio cultural necesario, al igual que la narración del contexto cultural, histórico, geográfico y físico de los espacios de la narración. En pleno siglo XXI, esto ha cambiado. Existe, ahora, una multitud de referencias visuales concretas, un mucho mayor acceso a la información, otros códigos culturales con respecto a la descripción. Hay que tener esto en cuenta y no reproducir linealmente el descripcionismo decimonónico, sino reinterpretarlo a la realidad literaria del siglo XXI (puede hacerse el ejercicio de contrastar las descripciones pormenorizadas de la narrativa del XIX con las descripciones más sintéticas), en ocasiones incluso de corte poético, de la narrativa en general a partir de modernismo y en adelante.

Referencias visuales

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Descripción del personaje

Atmósfera, espacios

Reflexiones, "flujo de conciencia"

Personajes, atmósferas y reflexiones

Joyce o Faulkner fueron pioneros en este recurso, lo mismo que Virginia Woolf. De un modo menos radical que en sus escrituras, este recurso ha pasado a formar parte del arsenal común a todo tipo de narradores.

Monólogo interior

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Hay que ponderar el tono de los diálogos y su pertinencia.

Por el contrario, también pueden resultar excesivos.

Los diálogos son un arma doble.

Ponderar el tono

Puede ser excesivo

Arma doble

Los diálogos

Hay algunos ejercicios útiles posibles, como escuchar detenidamente conversaciones reales (en un café, el transporte público, la calle, la oficina, etcétera) y tomar nota de los giros y expresiones usadas y contrastarlas con la apariencia y características de quien dialoga.

Ejercicios útiles

Ejercicios útiles

También es útil la consulta (lectura o contemplación) de obras en las que los diálogos son fundamentales, como en el teatro y el cine (ya sea en impreso de obra/guion o contemplando puestas en escena o proyecciones).

Puede haber un agradable contraste entre un discurso principal de un tono más solemne y unos diálogos relajados, entre un lenguaje más literario y uno más informal o coloquial. Los diálogos pueden ser “naturalistas” o artificiosos según la necesidad del texto.

Pueden resultar excesivos, intrascendentes, banales, reiterativos, facilones, y hasta convertirse en un medio de “pasar información” al lector evitando la indispensable construcción narrativa.

Descripción del personaje

Al tratarse de seres ficticios que el lector desconoce, se hace necesario considerar la conveniencia (según el tipo de historia que escribamos) de caracterizarlos, tanto de modo físico (por su apariencia, lenguaje, su efecto sobre los demás…), como psicológico (su carácter, sus acciones, sus costumbres e ideas).

Por un lado, pueden dar vitalidad a la narración y permiten caracterizar y “sopesar” a los personajes, según sus propias palabras. Sirven como un medio posible de alivio cómico a la tensión, y como un vehículo posible de empatía para el lector.

Atmosfera, espacios

Los escenarios pueden ser importantes, del mismo modo que la “atmósfera” en que transcurren las acciones. Caracterizar los cielos, la luz, el sonido, el aroma, los espacios físicos, puede dar un énfasis sutil o enérgico a los pasajes de nuestra novela. Los espacios, el clima (natural o artificial), la multitud “de fondo”, pueden interactuar con los personajes y/o la voz o voces narrativas y potenciarlos.

Reflexiones

La narración no es solamente acción, descripción y atmósfera. Existe también la posibilidad de la reflexión de la voz o voces narrativas, es decir, de un discurso que puede ser filosófico, introspectivo, poético, o parte del llamado “flujo de conciencia”, es decir, algo que emule al pensamiento y combine ideas, percepciones, retazos narrativos, ya sea en el discurso del narrador/es o en la conciencia (la “voz interior”) de los personajes.