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TIPOS DE INFECCIONES URINARIAS
Astrid Galindo
Created on September 13, 2024
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Transcript
Infecciones urinarias
En hombres y mujeres
Definición
Una infección en el tracto urinario es una afección que puede manifestarse en cualquier área del sistema urinario, el cual incluye los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La mayoría de estas infecciones tienden a afectar las vías urinarias inferiores, específicamente la vejiga y la uretra.
PIURIA
DIAGNÓSTICO
Se define como la presencia de más de 5 leucocitos por campo en el sedimento urinario o más de 10 leucocitos por mm³ de orina.
El diagnóstico se realiza con un examen de orina y un urocultivo.
Cuadros clínicos
Cistitis aguda recurrente en la mujer
Pielonefritis aguda en la mujer
Infecciones Urinarias Complicadas
ITU en hombres
ITU en el adulto mayor
ITU asociadas a sondas vesicales
Bacteriuria asintomática
Cistitis aguda no complicada en mujeres jóvenes
ITU en la embarazada
tipos
Infecciones urinarias en las vías altas
Infecciones urinarias en las vías bajas
Las vías bajas del aparato urinario hacen referencia a la vejiga, a la próstata y a la uretra.
Las vías altas del aparato urinario incluyen los riñones y los uréteres.
Cuadro comparativo
Hombres
Mujeres
- Puede ser por problemas en la próstata
- Pielonefritis aguda conforme aumenta la edad incrementa la prevalencia en hombres.
- La uretra es más larga
- Son más comunes debido a su anatomia
- Embarazos
- Edad
- Infecciones urinarias en las vías bajas las infecciones localizadas en esta región son las más frecuentes en las mujeres tras las relaciones sexuales.
- La uretra de las mujeres es más corta
Factores de Riesgo
Tratamiento
Alumna: Galindo Serrano Astrid SharisGrupo: 3510 Turno: Vespertino Doecente: Jose Miguel Leal Rojas
PIURA
La denominada piuria estéril, es decir, piuria con un urocultivo negativo, puede deberse a inflamaciones no infecciosas, como la nefritis intersticial aguda, uretritis aguda derivada de infecciones de transmisión sexual o tuberculosis del sistema urinario.
Sintomas
No siempre presentan síntomas, cuando lo hacen, suelen incluir lo siguiente:
- Una fuerte necesidad de orinar que no desaparece
- Una sensación de ardor al orinar
- Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades
- Orina de aspecto turbio
- Orina de color rojo, rosa brillante o amarronado (signos de sangre en la orina)
- Orina con olor fuerte
- Dolor pélvico en las mujeres, especialmente en el centro de la pelvis y alrededor de la zona del hueso púbico
En las infecciones urinarias recurrentes se diferencian dos conceptos: Reinfección: Ocurre cuando la infección recurre tras la erradicación del patógeno original. Recaída: Sucede cuando la bacteria responsable de la primera infección persiste en el tracto urinario a pesar del tratamiento. La mayoría de los casos de recurrencia en mujeres sanas se deben a reinfecciones, a menudo por el mismo microorganismo que persiste en la flora rectal o perineal.
Se suelen recomendar medidas preventivas como una adecuada higiene perineal de adelante hacia atrás, ingesta abundante de líquidos y micción postcoital, aunque su eficacia cuenta con escasa evidencia científica. Las opciones incluyen el uso de antibióticos diarios o postcoitales, este último en casos donde la paciente asocie la infección con la actividad sexual.
En mujeres postmenopáusicas, el uso de estrógenos tópicos intravaginales ha demostrado ser útil para mejorar el trofismo tisular y restablecer la flora vaginal, lo que ayuda a prevenir la colonización por uropatógenos.
Es la presencia de pus alrededor de los riñones comenzando la infección por la vejiga. El mayor factor de riesgo es la presencia de cálculos renales.
Infección de orina que afecta a uno o ambos riñones y cuyos factores de riesgo son las cistitis recurrentes, los cálculos renales o las alteraciones morfológicas de las vías urinarias. Se produce por migración de las bacterias presentes en las heces.
Pielonefritis aguda
Se trata de una complicación de la pielonefritis. Suele estar asociado a la presencia de piedras en el riñón.
Absceso perinéfritico
Absceso intrarrenal
Es una infección renal aguda que se sitúa entre la pielonefritis y el absceso renal.
Nefritis bacteriana
Es una inflamación de la vejiga molesta y dolorosa. Normalmente es causada por bacterias como E. Coli y se puede propagar afectando a los riñones. También hay una pequeña parte de casos de cistitis causados por infección de virus u hongos.
Es una inflamación de la próstata, por lo que afecta a los hombres y provoca dolor o dificultd al orinar.
Prostatitis
Se trata de una inflamación de la uretra, es decir, del conducto de salida de la orina.
Cistitis
Uretritis
- Sistema inmunitario debilitado. La diabetes y otras enfermedades pueden afectar al sistema inmunitario, que es la defensa del organismo contra los microbios.
- Uso de catéter. Las personas que no pueden orinar por sí solas necesitan usar una sonda, llamada catéter, para hacerlo.
- Procedimiento reciente en el sistema urinario. Una cirugía urinaria o un examen de las vías urinarias que requieren utilizar instrumentos médicos.
- Obstrucciones de las vías urinarias. Los cálculos renales o una próstata agrandada pueden atrapar la orina en la vejiga
- Anatomía femenina. Las mujeres tienen una uretra más corta que los hombres.
- Relaciones sexuales. Tener una nueva pareja sexual también aumenta el riesgo.
- Determinados tipos de anticonceptivos. El uso de diafragmas como anticonceptivo puede aumentar el riesgo de presentar infecciones de las vías urinarias.
- Menopausia. Después de la menopausia, la disminución de la cantidad de estrógeno circulante produce cambios en las vías urinarias.
- Problemas en las vías urinarias. Los bebés que nacen con problemas en las vías urinarias pueden tener problemas para orinar.
Tratamiento
- Trimetoprima y sulfametoxazol (Bactrim, Bactrim DS)
- Fosfomicina (Monurol)
- Nitrofurantoína (Macrodantin, Macrobid, Furadantin)
- Cefalexina
- Ceftriaxona
Pielonefritis aguda en mujeres
En algunos casos, el dolor puede ser abdominal, lo que puede simular otros cuadros sépticos abdominales. En estos casos, es imprescindible realizar un urocultivo. El tratamiento ambulatorio puede incluir ciprofloxacino oral, analgésicos y rehidratación, siempre que no haya indicaciones para hospitalización
El cuadro clínico de pielonefritis aguda incluye fiebre y dolor lumbar, con o sin síntomas de infección urinaria baja, los cuales pueden preceder a la fiebre. Otros síntomas como náuseas y vómitos también pueden estar presentes. En el examen físico se detecta dolor a la palpación o a la percusión lumbar. Los análisis de laboratorio suelen revelar leucocitosis y elevación de la proteína C reactiva, además de alteraciones en la orina.
Infecciones urinarias complicadas
Se refiere a la presencia de una alteración anatómica, funcional o sistémica que puede provocar lo siguiente:
- Incremento del riesgo de infección o recurrencia.
- Reducción de la efectividad de los antibióticos.
- Mayor probabilidad de infecciones por microorganismos resistentes.
- Aumento en la morbimortalidad asociada a la infección urinaria.
Infecciones urinarias en hombres
Se vuelven más frecuentes con la aparición de alteraciones prostáticas. Son inusuales en hombres jóvenes con sistemas urinarios normales, aunque pueden presentarse. Estas cistitis "no complicadas" en hombres suelen estar asociadas con el sexo anal o parejas sexuales con colonización vaginal por uropatógenos. Requieren un urocultivo y pueden tratarse con ciprofloxacino durante 7 a 10 días.
Las infecciones complicadas, por otro lado, están generalmente asociadas con obstrucción prostática, donde la próstata puede infectarse y convertirse en un reservorio bacteriano, lo que exige tratamientos antibióticos prolongados que penetren bien en el tejido prostático, como ciprofloxacino o cotrimoxazol.
Infecciones urinarias en adultos mayores
Las infecciones urinarias en adultos mayores generalmente se consideran complicadas debido a factores como alteraciones prostáticas, disfunción vesical u otros. Sin embargo, muchas mujeres postmenopáusicas pueden presentar infecciones no complicadas.
Infecciones urinarias asociadas a sondas vesicales
Los pacientes con sondas vesicales (o nefrostomías) tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones urinarias complicadas. La permanencia prolongada de las sondas se asocia casi siempre con la colonización bacteriana. La presencia de bacteriuria, funguria o piuria no tiene relevancia clínica en pacientes asintomáticos con sondas, por lo que no debe tratarse. Los signos de infección incluyen dolor suprapúbico, fiebre o leucocitosis.
En estos pacientes, no se debe asumir que la causa de los signos sistémicos de infección es una ITU solo por la presencia de bacteriuria o piuria, ya que esto podría ser un hallazgo incidental. El manejo de estas infecciones se basa principalmente en la prevención. Las sondas vesicales deben usarse solo cuando sea estrictamente necesario, y las sondas permanentes deben reemplazarse periódicamente, ya que la formación de biofilm favorece el crecimiento bacteriano.
Bacteriuria asintomática
la aparición posterior de síntomas urinarios, y podría tener efectos adversos como la selección de bacterias resistentes. No obstante, el tratamiento está indicado en las siguientes situaciones:
- Mujeres embarazadas.
- Antes de procedimientos urológicos.
La bacteriuria asintomática se refiere a la presencia de un urocultivo positivo sin manifestaciones clínicas de infección urinaria. Su prevalencia es baja en individuos sanos, pero elevada en ciertos grupos: mujeres ancianas (20%), ancianos institucionalizados (hasta 50%) y usuarios de sondas vesicales permanentes (100%). La bacteriuria asintomática no debe tratarse, ya que el tratamiento no disminuye la mortalidad ni
Infecciones urinarias en mujeres embarazadas
La pielonefritis aguda puede tener consecuencias graves para el embarazo, por lo que se debe detectar y tratar rápidamente la bacteriuria asintomática. Se recomienda realizar un urocultivo a las 16 semanas de gestación. Los antibióticos más utilizados, por su seguridad para el feto, son las penicilinas y cefalosporinas, mientras que las quinolonas están contraindicadas.
La incidencia de bacteriuria es similar en mujeres embarazadas y en mujeres no embarazadas de la misma edad. Sin embargo, en las embarazadas existe un mayor riesgo de progresión a pielonefritis aguda, debido a los cambios anatómicos y funcionales del sistema urinario durante el embarazo.
Bibliografías.
1.Andrés Wurgaft K. Infecciones del tracto urinario. Revista Médica Clínica Las Condes. 2010 Jul;21(4):629–33. 2.Infecciones urinarias: causas, síntomas y tratamientos [Internet]. Reproducción Asistida ORG. 2022. Available from: https://www.reproduccionasistida.org/infecciones-de-orina-y-relaciones-sexuales/