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El puente del diablo

Sobre la historia del puente del diablo hay distintas versiones.

En la época colonial en Puente Grande, Jalisco, Don Esteban de la Garza, frustrado por no cumplir sus promesas a su esposa Doña Margarita, hace un trato con el Diablo. El Diablo, borracho, promete construir un puente entre Puente Grande y Zapotlanejo en una noche a cambio del alma de Don Esteban. Si el puente no está terminado antes del primer canto de los gallos, el trato se deshará.

Don Esteban, creyendo que el Diablo no podría completar el puente, acepta el trato. Durante la noche, el Diablo y sus demonios trabajan en la construcción. Mientras tanto, Doña Margarita simula el canto de los gallos para engañar al Diablo. Todos los gallos del pueblo empiezan a cantar al amanecer, haciendo que el Diablo y sus secuaces abandonen la construcción.

El alma de Don Esteban se salva, y el puente queda con un hueco donde debía ir una piedra final. Los habitantes dicen que cualquier intento de colocar una piedra en ese hueco resulta en que ésta se cae al río.

Moral de la Leyenda: La astucia y el ingenio pueden superar incluso a las fuerzas del mal. La leyenda refleja la importancia de la astucia y la valentía frente a desafíos aparentemente insuperables.