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Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad

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Antes de 2011, el tema de las desapariciones forzadas no era prioritario en la agenda pública, a pesar de los esfuerzos de diversos grupos sociales y de derechos humanos. El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), surgido tras el asesinato de Juan Francisco Sicilia, hijo de Javier Sicilia, en marzo de 2011, tuvo un papel fundamental en visibilizar las violaciones a los derechos humanos en México, especialmente las desapariciones forzadas (Pozos Barcelata, 2018). El MPJD logró congregar a víctimas dispersas, ofreciéndoles un espacio de expresión y cohesión.

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El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) logró congregar a las víctimas de desapariciones forzadas, ofreciéndoles un espacio común para compartir su dolor y solidaridad (Garza Placencia, 2015). Al reunirse, las víctimas rompieron el aislamiento impuesto por quienes las desaparecieron, lo que representa un fracaso para el sistema que busca controlar a la población. El MPJD sacó a las víctimas del ostracismo, les dio voz en la esfera pública y les permitió confrontar a los representantes del Estado. Juan Carlos Trujillo, por ejemplo, describe cómo se sintió acogido por las familias en el MPJD, encontrando un espacio donde su dolor era comprendido y compartido. El MPJD se propuso visibilizar a las víctimas y lograr legislación en su favor, lo que finalmente se tradujo en la promulgación de la Ley General de Víctimas en 2013.

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Visibilización

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) interactuó con la sociedad civil organizada y el Estado, logrando que las demandas de las víctimas de desaparición forzada fueran escuchadas y atendidas (Garza Placencia, 2015). Desde un inicio, el MPJD buscó influir en la acción pública del país mediante acciones formales e informales, la Ley General de Víctimas, logrando incluso la exhumación de cuerpos en fosas de Morelos. Muchos miembros se convirtieron en voceros del movimiento, presionando a nivel regional y estableciendo una constante interlocución con el Estado.

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Las divisiones internas dentro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) llevaron a su declive hacia 2014, pero estas divisiones condujeron a la formación de colectivos más pequeños y específicos, centrados en la búsqueda de personas desaparecidas. A pesar de perder cobertura mediática, estos colectivos lograron establecer relaciones con el gobierno local, lo que resultó en políticas públicas y legislaciones regionales en materia de búsqueda y reparación para las víctimas.

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Estas formas de acción y movilización permitieron al MPJD visibilizar las violaciones a los derechos humanos en México, generar conciencia en la sociedad y presionar al gobierno para que tomara medidas con el fin de prevenir y erradicar la impunidad en casos de desapariciones forzadas.

Alianzas con otros movimientos y organizaciones

Interlocución con el Estado

Medios de comunicación y redes sociales.

Acciones simbólicas.

Manifestaciones públicas.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) utilizó diversas formas de acción y movilización para visibilizar las violaciones a los derechos humanos en México, especialmente las desapariciones forzadas. Algunas de las principales formas de acción y movilización fueron:

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Para fortalecerse como movimiento, el MPJD y sus aliados realizaron esfuerzos en educación legal, comprensión del contexto político y derecho internacional. Las organizaciones no gubernamentales y los defensores de derechos humanos desempeñaron un papel crucial en este proceso, brindando tanto apoyo psicosocial como capacitación. Además de comprender el problema, se buscaba crear una comunidad que compartiera experiencias y herramientas para afrontar la situación. Así, las víctimas se agruparon en comunidades de dolor, que les permitieron convertirse en sujetos políticos activos en la lucha contra la desaparición forzada, transformando su dolor en acción política .

  • Garza Placencia, J. (2015). Políticas públicas y violencia en México: la incidencia del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales, (5), 55-66. https://iberoamericasocial.com/politicas-publicas-y-violencia-en-mexico-la-incidencia-del-movimiento-por-la-paz-con-justicia-y-dignidad/
  • Pozos Barcelata, A. (2018). Le Corps Absent Comme Sujet Politique. Le Processus de Construction des Disparitions Forcées au Mexique Comme n Probleme D' Action Publique (1969-2018) [Tesis de doctorado, Universidad de Québec]. https://archipel.uqam.ca/12504/1/D3574.pdf

Fuentes de información

El liderazgo de Javier Sicilia inicialmente unió a las víctimas dispersas, dándoles un espacio para expresar su dolor y buscar justicia, especialmente las madres en busca de sus hijos desaparecidos, quienes se convirtieron en figuras centrales del movimiento. Sin embargo, con el tiempo, las tensiones internas y la intervención estatal fragmentaron el movimiento en múltiples colectivos con diferentes enfoques y estrategias. Aunque esto debilitó la capacidad del movimiento para dialogar con el Estado a nivel nacional, permitió que los colectivos locales fueran más efectivos en sus acciones. A pesar de visibilizar las violaciones de derechos humanos, la impunidad persistió, lo que evidencia la resistencia del sistema a cambios estructurales.

El movimiento utilizó manifestaciones públicas, medios de comunicación y redes sociales para visibilizar sus demandas y presionar al Estado. Personalidades como Santiago Corcuera Cabezut, Emilio Álvarez Icaza y Javier Sicilia jugaron roles clave en la interlocución formal, participando en mesas de trabajo y redactando la Ley General de Víctimas. También se ejerció presión política sobre los legisladores, logrando que la ley fuera aprobada por unanimidad en el pleno. Además, algunos miembros del MPJD ocuparon roles en órganos de gobierno, como Eliana García Laguna, quien trabajó en la Procuraduría General de la República (PGR) y contribuyó a establecer mecanismos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas. La colaboración entre el MPJD y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos permitió la exhumación e identificación de cadáveres en fosas clandestinas. El MPJD demostró que asumir roles de interlocución puede ser efectivo para avanzar en las demandas de un movimiento, pero también resalta la importancia de otros factores, como la base social de apoyo y la cobertura mediática, para lograr avances significativos.

Alianzas con otros movimientos y organizaciones

El MPJD estableció alianzas con otros movimientos sociales, organizaciones de derechos humanos y actores políticos para fortalecer sus demandas y amplificar su voz. Esto le permitió contar con un mayor respaldo y apoyo en sus acciones.

Este movimiento permitió que las víctimas se convirtieran en sujetos públicos, al tiempo que evidenciaba la magnitud de las violencias durante el gobierno de Calderón. Personalidades como Javier Sicilia y diversos líderes sociales se unieron al movimiento, aportando capital social y político para darle visibilidad. A pesar de la disgregación posterior de las víctimas en diversos colectivos, el MPJD contribuyó significativamente a que las desapariciones forzadas fueran reconocidas como un grave problema nacional e internacional, convirtiéndose en un tema prioritario en la agenda pública sobre violaciones a los derechos humanos (Garza Placencia, 2015).

Interlocución con el Estado

El movimiento buscó establecer un diálogo con las autoridades gubernamentales para exigir justicia y medidas de reparación para las víctimas. Para ello, participó en mesas de trabajo, presentó propuestas legislativas y se reunió con funcionarios públicos.

Manifestaciones públicas

El MPJD organizó marchas, concentraciones y actos públicos para expresar sus demandas y denunciar las violaciones de derechos humanos. Estas manifestaciones tenían como objetivo visibilizar el problema y presionar al gobierno para que tomara medidas.

Medios de comunicación y redes sociales

El MPJD utilizó los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales para difundir sus mensajes, informar sobre sus actividades, además de movilizar a la sociedad. Esto permitió ampliar el alcance de sus demandas y llegar a un público más amplio.

Acciones simbólicas

El movimiento realizó acciones simbólicas, como plantones, performances artísticas y actos de memoria, para recordar a las víctimas y denunciar la impunidad. Estas acciones tenían como fin generar conciencia y solidaridad en la sociedad.