Principios eticos del proceso de evaluación

Principios eticos del proceso de evaluación

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INTRODUCCIÓN

INSTITUTO NACIONAL PARA LA EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN (INEE)

Con las adiciones al artículo 3°, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicadas el 26 de febrero de 2013, se crea el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación como un organismo público autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propios.

El Código de Ética del Evaluador de Desempeño es un instrumento que pretende orientar las acciones del evaluador certificado a partir de definir los valores que caracterizan el ejercicio de su función.

Fines del codigo etica

Proporcionar

Promoción

Contribuir

Prevenir

Promover

Valores del evaluador

Respeto a la dignidad

Inclusión

Prudencia

Corresponsabilidad

Confidencialidad

Valores del evaluador

Honestidad

Profesionalismo

Ciudadania

Influencia de la etica aplicada

Desde el aspecto ético y moral de la evaluación se ha de señalar que el comportamiento ético ha de ser una cuestión que nivele principios y valores, los cuales sirvan de guía para la conducta de los profesionales, en este caso, el evaluador. Esto se aplica a todas las personas que tiene cualquier tipo de responsabilidad en el proceso evaluador.

Consideraciones eticas para evaluadores

• Conocimiento de las obligaciones, intereses y necesidades.
• Confidencialidad, tratar los datos de manera confidencial a no ser que se requiera lo contrario.

• Usar la información solo para los propósitos definidos.
• Cumplir las pautas acordadas.
• Participan en su propia evaluación.
• Integridad, no buscar intereses propios, estatus social o político.
• No tratar desfavorablemente o perjudicar a otros como resultado de la evaluación.

• No aceptar gratificaciones o regalos que puedan influir en los juicios de evaluación.

Consideraciones eticas para evaluadores

• No realizar declaraciones falsas.
• No limitar los resultados a su propio estilo o experiencias personales.
• Puntualidad.
• Disciplina.
• Respeto, dirigirse con el mayor respeto a las unidades a evaluar.
• Actitud, predisposición positiva hacia la tarea evaluadora que se va a realizar.
• Trabajo en equipo, trabajar en armonía con el resto de profesionales.
• Orden, seguir un orden en el desarrollo evaluador.
• Presencia, vestuario adecuado a la tarea a desarrollar.

Consideraciones eticas para evaluadores

• Honestidad, comportarse con sinceridad.
• Actualización, actualización permanente de sus conocimientos.
• Disciplina, actuaciones conforme a la normativa vigente.

En el ámbito de la inclusión educativa, un estudiante de licenciatura debe aplicar principios éticos en el proceso de evaluación para garantizar que sea justo, equitativo y respetuoso con todos los estudiantes.

Equidad y Justicia

Respeto y Dignidad

Confidencialidad

Transparencia

Adaptaciones y Modificaciones

Participación Activa

Evaluación Continua

Autonomía Profesional

REFERENCIAS

Instituto nacional para evaluación de la educación (2015) CÓDIGO DE ÉTICA DEL EVALUADOR DE DESEMPEÑO . 11, pag 6 - 11

Lopez v. M. Ordoñez P. M. (2021) El papel de la ética en la evaluación educativa. Universidad de Huelva. 9, Pag: 3 - 6

Echeita, G. (2012). La evaluación en la educación inclusiva. Editorial Narcea.

Booth, T., & Ainscow, M. (2011). Index for Inclusion: Developing Learning and Participation in Schools. Centre for Studies on Inclusive Education (CSIE).

El evaluador reconoce y considera los efectos que la evaluación y los juicios de valor derivados de ella tienen para las personas evaluadas, para las escuelas y para el conjunto del Sistema. Por ello al ofrecer información o determinar una calificación sobre una tarea evaluativa, pondera las consecuencias de su actuar y corrobora la información con la que cuenta antes de emitir un juicio, buscando con ello la objetividad.

La ética en la evaluación también implica una evaluación continua y formativa, no solo sumativa. Esto permite a los estudiantes recibir retroalimentación constructiva y oportuna, facilitando su desarrollo y aprendizaje continuo.

El evaluador reconoce la diversidad como una fortaleza de la sociedad y por lo tanto manifiesta aprecio por la riqueza que ésta implica. En sus juicios de valor sobre el desempeño el evaluador consigue reconocer la capacidad del docente o directivo para integrar efectivamente a personas con características diversas.

En su función actúa con honestidad al valorar y proteger la información y documentación que por la naturaleza de sus funciones haya conocido o se encuentre bajo su cuidado, o que sea propiedad institucional; impidiendo o evitando su mal uso o uso abusivo, así como su sustracción, destrucción, ocultamiento o inutilización indebidas para beneficio personal o de terceras personas o para fines ajenos a los propósitos de la evaluación.

El estudiante debe ejercer su juicio profesional de manera ética, basándose en la evidencia y las mejores prácticas para tomar decisiones informadas sobre cómo evaluar a los estudiantes de manera justa y adecuada.

Es esencial mantener la privacidad de los resultados de evaluación y cualquier información personal relacionada con los estudiantes. Los datos deben ser manejados con la máxima discreción y solo compartidos con quienes tienen una necesidad legítima de conocerlos.

Es crucial realizar adaptaciones y modificaciones en las evaluaciones para satisfacer las necesidades específicas de los estudiantes con discapacidades u otras necesidades especiales, garantizando que las evaluaciones reflejen sus verdaderas capacidades.

Prevenir la realización de acciones que atenten contra los derechos de las personas evaluadas y/o que contravengan los principios de mejora de la calidad de la educación, equidad y búsqueda de la igualdad social y atención a la diversidad.

Proporcionar elementos valorales que sirvan al evaluador como referentes para la reflexión, la toma de decisiones y la realización de las diferentes actividades relativas al ejercicio de su función.

En el desarrollo de su función se concibe a sí mismo como partícipe de un proceso de formación permanente y se interesa en desarrollar, al máximo nivel posible, las capacidades propias de un evaluador de desempeño. Su profesionalismo le conduce a participar en actividades formativas y en comunidades de aprendizaje, con un espíritu abierto a la posibilidad de aprender y de reconocimiento a lo que otros miembros de la comunidad le pueden aportar.

En su función se compromete a mantener en resguardo la información a la que tiene acceso, asegurar una comunicación fluida con los responsables del diseño, aplicación y validación de los procesos de evaluación, así como impedir comentarios en conversaciones informales o comunicaciones al personal evaluado, que pueda producir daño en forma directa o indirecta al divulgar la información de la que es portador.

En un enfoque inclusivo, se debe promover la participación activa de los estudiantes en el proceso de evaluación. Esto puede incluir autoevaluaciones y evaluaciones entre pares, así como la oportunidad para que los estudiantes den su opinión sobre el proceso de evaluación.

se manifiesta en la consideración de la finalidad formativa de la evaluación, en la cual se identifican los niveles de progreso en el desempeño de diversas tareas evaluativas, de manera que el docente o directivo pueda identificar en qué nivel se encuentra y qué es lo que necesita para mejorar su desempeño. El respeto por la dignidad personal excluye actitudes de estigmatización o que pretendan dañar la autoestima de la persona evaluada.

Los docentes:

Vamos a incluir la evaluación académica, tiene una inevitable influencia ideológica y moral, es cierto que multitud de profesores afirman mantener una cierta imparcialidad a la hora de desarrollar su labor, pero es indiscutible que hay muchos aspectos que de una forma inconsciente o simplemente por puro desconocimiento escapan de sus manos

Promover que los evaluadores asuman que el conducirse de acuerdo con los criterios técnicos de objetividad, validez y confiabilidad se encuentra estrechamente relacionado con los valores que aquí se definen

El estudiante debe asegurarse de que todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades, antecedentes o necesidades especiales, tengan igualdad de oportunidades para demostrar su aprendizaje. Esto implica adaptar las evaluaciones para que sean accesibles y justas para todos.

Contribuir a que los evaluadores certificados adquieran una identidad profesional y un reconocimiento social caracterizados por un aprecio de los valores conforme a los cuales se conducen en su actuar profesional.

Promover entre los evaluadores un sentido de colectividad en la que primen conductas de reciprocidad, confianza y propósitos compartidos.

El proceso de evaluación debe ser claro y transparente. Los estudiantes deben entender cómo serán evaluados y tener acceso a criterios de evaluación que les permitan conocer las expectativas y metas.

Los estudiantes deben ser evaluados de manera que se respete su dignidad y se reconozca su individualidad. Esto incluye evitar cualquier forma de discriminación, estigmatización o etiquetado que pueda afectar negativamente la autoestima y la motivación del estudiante.

El evaluador reconoce la relevancia de la evaluación como recurso para la mejora del desempeño docente y directivo y por ello evita el escepticismo y asume que su tarea obliga a un ejercicio competente y de carácter colaborativo en las tareas de la evaluació

En su función se esfuerza por colaborar en la construcción de mejores ambientes de aprendizaje para los educandos, caracterizados por la participación democrática, el reconocimiento de la diferencia y la potencialización de las capacidades individuales. Se espera que el evaluador sea un impulsor de la mejora de la escuela en su conjunto, y apoye los procesos de evaluación y el mejor uso de sus resultados, contribuyendo al desarrollo de una práctica social y una cultura de la evaluación en el sector educativo.