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psicodiagnóstico y evaluación

fases del psicodiagnóstico

Info

Psicometría

primera recogida de informacion

elección de pruebas

preparacion de material y espacio

sugerencias del manejo del menor en la evaluación

aplicación de instrumentos

registro y calificación

informe

integración e informe y comunicación de resultados

psicometria

entrevista de historia clínica

plan de tratamiento y su valoración

el proceso interventivo-valorativo

Ana Karina Álvarez Rodríguez

Informar al niño o adolescente de las pruebas que se van a realizar, con la finalidad que el especialista conozca más al menor. Siempre preguntando el estado en el que se encuentra si se siente seguro o segura de iniciar dichas pruebas, de lo contrario pueden re programarla, para el momento en que se sienta seguro. (Alfaro López, s.f.)

Contar con todo el material necesario, esto incluye si ciertas pruebas requieren de de un material más elaborado como, cubos, rompecabezas. libretas de dibujo u hojas distintas. También se recomienda contar con un espacio iluminado, silencioso en la medida posible y mobiliario cómodo y adecuado a la estatura del menor. (Alfaro López, s.f.)

Una estrategia efectiva de evaluación requiere de elegir los procedimientos que ayudarán a alcanzar las metas. Las pruebas seleccionadas deben relacionarse con la pregunta de canalización. Por ejemplo, una prueba de fluidez de lectura con reactivos breves no responderá la pregunta de canalización acerca de la incapacidad del niño para comprender capítulos de su libro de texto. El número de pruebas y procedimientos y la duración de cada evaluación se verán determinados por factores tales como la gravedad del problema del niño, edad, atención, motivación y tiempo disponible para llevar a cabo la evaluación. (Sattler, 2010)

Saber cómo presentar los materiales, cómo interactuar con niños, cómo calificar sus respuestas y cómo llenar los cuadernillos de registro (o los protocolos de prueba o formatos de prueba). Para calificar las respuestas de manera precisa, se necesita comprender los principios y criterios de calificación discutidos en los manuales de prueba y cuidarse de los efectos de halo que pueden sesgar la calificación. Nunca se debe de influir o apoyar en contestar las respuesta del menor. (Sattler, 2010)

Una vez reunida toda la información antecedente y observacional, realizadas las entrevistas y se hayan aplicado y calificado las pruebas, es necesario interpretar los hallazgos. La interpretación nunca se debe basar únicamente en las puntuaciones de los procedimientos formales. Las puntuaciones de prueba son valiosas, pero también lo es el juicio acerca del habla, calidad de voz, lenguaje, habilidades motoras, apariencia física, postura, gestos, afecto y habilidades sociales e interpersonales del niño, así como los juicios acerca de la familia, escuela y comunidad del niño. (Sattler, 2010

Poco después de completar la evaluación, escribir un informe que comunique, claramente, los hallazgos, interpretaciones y recomendaciones. Es importante comunicar los resultados de evaluación y recomendación sin demora, ya que es muy probable que la fuente de canalización esté ansiosa por recibir su informe. Es posible que el informe sea leído por padres, maestros, orientadores, terapeutas del habla y lenguaje, psiquiatras, pediatras, neurólogos, trabajadores sociales, abogados, fiscales, jueces, autoridades encargadas de otorgar libertad condicional, otros profesionales y el niño. Así, el informe deberá ser comprensible para todos los interesados. (Sattler, 2010)

Plan de tratamiento y su valoración Antes de poder planificar el tratamiento, como se ha comentado, deben haberse realizado todas las fases anteriores. Éstas van a permitir conocer cuál es el problema, las condiciones que lo causan o mantienen, las hipótesis que constituyen la teoría sobre el caso, realizar la evaluación, comunicar los resultados al cliente/sujeto y tomar decisiones sobre cómo proceder. A partir de aquí se diseña el tratamiento, a través de tres tareas: teoría sobre el caso, selección de técnicas de intervención y de las variables potencialmente contaminadoras, y la selección del diseño de valoración. (Montoya Castilla, I. y González Barrón, R. 2015).

El proceso interventivo-valorativo Este proceso se realiza cuando la demanda es de cambio o modificación del comportamiento. Previamente a este proceso se ha realizado la valoración descriptiva-predictiva. (Montoya Castilla, I. y González Barrón, R. 2015).

La psicometría es el conjunto de métodos, técnicas y teorías implicados en la medición de variables psicológicas; estudia las propiedades métricas exigibles en las mediciones psicológicas y establece las bases para que éstas se realicen de manera adecuada. El objetivo de la psicometría es proporcionar modelos para transformar los hechos en datos con la finalidad de asignarles valores numéricos a los sujetos, sobre la base de sus respuestas. (Aragón Borja , 2015)

Contrastación: administración de tests y otras técnicas de evaluación

Esta fase se divide en tres subfases, administración de los tests y técnicas seleccionados a través de los procedimientos establecidos, y 3) el análisis de los resultados en orden a la comprobación de las hipótesis.El profesional se prepara para la administración de los instrumentos y planifica su pase. En primer lugar, el profesional debe familiarizarse con la prueba a utilizar. Esto implica un conocimiento teórico sobre esta prueba y las instrucciones de administración.Para la subfase de administración se tendrán en cuenta las instrucciones de las pruebas según los manuales. En la selección de los instrumentos que se ha realizado en la fase de deducción de enunciados verificables ya se ha tenido en cuenta la edad de administración. En esta fase, una vez administrados se realizará la corrección, también según las puntuaciones normalizadas en su grupo de edad.En la subfase de análisis de los resultados obtenidos en los instrumentos utilizados, éstos se realizan tanto a nivel cualitativo como cuantitativo. Esto permitirá comprobar si las hipótesis eran adecuadas. (Montoya Castilla, I. y González Barrón, R. 2015).

Primera recogida de información

Durante esta fase el objetivo es recoger la mayor información posible. Para ello, en el caso de niños y adolescentes utilizaremos diferentes evaluadores. Los objetivos son: especificar la demanda y fijar objetivos sobre el caso, así como establecer las condiciones históricas y actuales importantes (biológicas, sociales y ambientales). La primera entrevista es el momento de establecer el rapport, que se puede hacer eligiendo un tema de conversación sobre algo que conozca el niño o adolescente y que le resulte agradable. Algunos de los aspectos sobre los que recoger información son: motivo de la consulta; por qué se solicita la evaluación; qué se desea conseguir de ella; cuál es la demanda concreta en términos de diagnóstico, orientación, selección o tratamiento y cambio; y, si procede, cuáles son los comportamientos que, inicialmente, van a constituir el objeto de análisis en ese caso concreto.

La evaluación psicológica es un proceso que consta de diferentes fases. En el caso de la infancia y adolescencia este proceso tiene algunas características específicas. El proceso de evaluación siempre comienza cuando un cliente realiza una demanda a un profesional de la psicología. A partir de ese momento se inicia un proceso cuyo objetivo es resolver la demanda planteada. Esto conlleva diferentes tomas de decisiones a través de fases o momentos, que son los utilizados en investigación. (Montoya Castilla, I. y González Barrón, R. (2015).

Entrevista de Historia Clínica

En la recogida de información de las condiciones históricas puede ser interesante solicitar informes médicos y realizar una anamnesis del sujeto. También se recogerán las condiciones actuales del sujeto, comportamentales, emocionales, familiares, escolares, biológicas, etc. Algunos de los aspectos que debemos abordar son:Hábitat (dónde vive, circunstancias personales, etc.).Condiciones familiares, sociales y económicas.Eventos vitales actuales. Rendimiento académico. Actividades extraescolares. Estado físico y de salud (alimentación, sueño, enfermedades).Otras condiciones potencialmente relevantes para el caso. (Montoya Castilla, I. y González Barrón, R. 2015).

Formulación de hipótesis y deducción de enunciados verificables Esta fase se divide en dos partes. En primer lugar, la formulación de hipótesis sobre el caso según las observaciones realizadas y la información recogida. En la fase de formulación de hipótesis se analiza la información obtenida del paciente y las fuentes informantes, y se relaciona con los conocimientos generales y específicos de la psicología. Con esto se pueden establecer cuatro tipos de supuestos que, posteriormente, hará falta contrastar: Los supuestos de cuantificación, Los supuestos de semejanza, Los supuestos de asociación predictiva, Los supuestos de asociación funcional. En la segunda parte de esta fase se realiza la deducción de enunciados verificables, que hace referencia al proceso mediante el cual se realiza el listado de las variables implicadas en las hipótesis planteadas y se seleccionan los tests y técnicas concretas con los que evaluarlas, así como el procedimiento a seguir en la evaluación. (Montoya Castilla, I. y González Barrón, R. 2015).

Comunicación de resultados: el informe

El proceso de evaluación culmina con la integración de los resultados y la comunicación al cliente/sujeto. En la integración de los resultados la finalidad es resolver la demanda y los objetivos de la evaluación, planteando recomendaciones o propuestas de actuación. Según la demanda y los objetivos planteados, la integración de los resultados permitirá la descripción, clasificación o predicción de la conducta del sujeto, y determinará si se debe orientar, seleccionar o proponer una intervención. El informe nunca tiene que perjudicar al niño.Respecto a cómo comunicar los resultados al cliente/sujeto, algunos profesionales consideran que es mejor dar primero la información oral, y otros consideran que es mejor lo contrario. La propuesta de Fernández- Ballesteros (2011) es que el evaluador redacte un borrador de informe que comentará con el sujeto o cliente. Esta sería la sesión de devolución que se realiza a través de una entrevista. Posteriormente, integrando los datos de esta entrevista, se redacta el informe definitivo. En caso de que se considere que el paciente requiere tratamiento, después de este proceso comenzaría otro proceso: el interventivo-valorativo. (Montoya Castilla, I. y González Barrón, R. 2015).