Siete maravillas

Chichén Itzá

Coliseo Romano

Más de 50 metros de altura, cerca de 118 metros de diámetro. La construcción de esta obra comenzó entre el año 70 d.C. y el 72 d.C. durante el mandato del emperador Vespasiano, y finalizaron en el año 80 d.C., durante el reinado del emperador Tito, transformándose en el anfiteatro fue el más grande construido en el Imperio Romano. Las ceremonias de inauguración duraron 100 días y la entrada fue gratuita.

Todo turista que llega a Roma tiene un objetivo en la mira: visitar el grandioso Coliseo romano. Los restos que aún se pueden observar pertenecen a lo que fue el enorme anfiteatro Flavio de la antigua Roma que se ubicada en el centro de la ciudad y en el que se llevaban a cabo las luchas de gladiadores así como diversos espectáculos públicos. Sin embargo y más allá de su origen si hay algo por lo que llama la atención este monumento es porque es un fiel representante del poderío del Imperio Romano.