M1L2 - MII - La estructura del ente: la esencia y la existencia

Profesora: Ana Fernández Núñez

Lección 2: La estructura del ente: la esencia y la existencia

Metafísica II

Módulo 1: Metafísica en sentido estático. Ser y ente

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Lección 2

1. Desarrollo

La estructura del ente: la esencia y la existencia

A lo largo de la historia de la filosofía se han dado diferentes interpretaciones sobre la estructura del ente. Estudiarlo en metafísica es sumamente importante, pues se trata de la constitución de su objeto.

El desplazamiento de la cuestión del ser a la del existir —en la historia de la filosofía— aconteció a lo largo de la Edad Media. La palabra essentia —en latín— fue creada probablemente por Cicerón, para traducir ousía, que es la palabra griega que significa qué es una cosa y, por lo mismo, aquello en lo que consiste su ser.

La estructura del ente: la esencia y la existencia

La estructura del ente: la esencia y la existencia

Hasta finales de la Edad Media, la filosofía se encontró con que essentia es un término opuesto —en cierta manera— a existentia: el primero es el qué es de una cosa; el segundo, su que es, el hecho de que existe.

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La estructura del ente: la esencia y la existencia

En la filosofía alemana inmediatamente anterior a Kant —durante el siglo XVIII—, la esencia se entendió como la posibilidad y la existencia era el cumplimiento de esa posibilidad. Es posible aquello de lo cual existe una esencia, que es un conjunto de notas definitorias que no se contradicen entre sí. Sin embargo, tal conjunto de notas definitorias no dice nada acerca de la existencia.

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El paso de la cuestión del ser a la del existir trajo consigo otra transformación: la palabra essentia se usó para traducir la palabra eidos, utilizada por Platón y Aristóteles .

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El eidos no existe en modo alguno, precisamente porque no es ninguna cosa, ya que no es ser ni ente.

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Guillermo de Ockham —filósofo del siglo XIV— pensaba que cuando alguien conoce la expresión “(todo) hombre”, indica simplemente que conoce a Juan, Pedro o Pablo de un modo lo suficientemente confuso como para que ninguno de ellos pueda distinguirse de los demás, como dos objetos ligeramente diferentes se asemejan cuando se los ve desde cierta distancia.

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Tomás de Aquino consideraba que el punto de partida de la filosofía era el ente, pues era el objeto de estudio por excelencia de la metafísica. A lo largo de toda su obra procuró integrar los aspectos metafísicos que estudió para aplicarlos a todo lo que existe. Una de las obras mejor logradas y más importantes para la metafísica es su opúsculo De ente et essentia.

La estructura del ente: la esencia y la existencia

La concepción de la esencia se modificó respecto a la aristotélica: para Aristóteles, la esencia era representada exclusivamente por la forma.

De ente et essentia presenta definiciones concretas de muchos conceptos clave, como “sustancia”, “predicación”, “esencia”, “acto de ser”, “ser”, “existencia”, etcétera. Primero se define la esencia y luego se explica cómo ésta se presenta en las realidades concretas.

La estructura del ente: la esencia y la existencia

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La esencia es lo que una cosa es y hace de los entes algo definible y comprensible por el intelecto humano.

La estructura del ente: la esencia y la existencia

En las criaturas existen dos principios fundamentales: el ser —que hace que todas sean entes— y la esencia, que determina el modo en que cada una es. La esencia se define como aquello por lo que una cosa es lo que es.

De la esencia —como determinación del modo de ser de un ente— se derivan una serie de propiedades fundamentales que ayudan a comprender mejor qué es la esencia.

La estructura del ente: la esencia y la existencia

Las cuatro propiedades son: a) Esencia como naturaleza: principio de operaciones. b) Esencia como quididad: la esencia que se significa por la definición. c) Esencia universal: la que, en cuanto conocida, es referible a muchos individuos. d) Relación con e l acto de ser: el principio en el que se recibe el ser de un ente y por el que se contrae de un forma determinada.

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Estas propiedades han dado origen a un conjunto de términos que, al referirse a una misma y única realidad, difieren de acuerdo con el aspecto bajo el cual la razón la considera y —en el lenguaje— a veces se emplean indistintamente.

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La definición de todas las cosas corruptibles incluye un elemento material y otro formal. Es imposible definir una especie de animal o planta sin aludir a su materia y a su forma, pues este tipo de sustancias se constituyen según la composición hilemórfica.

Lo que da unidad a la esencia es la forma, pues es el acto que elimina la indeterminación de la materia y le da un determinado grado de ser por el que se mantienen vinculadas todas sus partes.

La estructura del ente: la esencia y la existencia

La estructura del ente: la esencia y la existencia

La prioridad de la forma sobre la materia —en cuanto principio de ser— explica que pueden existir formas subsistentes sin materia.

La estructura del ente: la esencia y la existencia

No debe confundirse la esencia con la existencia. La existencia significa que un ente con cualquier esencia es. Existen muchas esencias que no existen, como Apolo o la del unicornio, que es perfectamente definible (un caballo con un cuerno en la cabeza), pero que carece de existencia, ya que no se ven unicornios en la realidad.

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