M1L1 - MII - Reflexión sobre el ente y sus divisiones. El concepto de

Profesora: Ana Fernández Núñez

Lección 1: Reflexión sobre el ente y sus divisiones. El concepto de “ser”. Sus propiedades

Metafísica II

Módulo 1: Metafísica en sentido estático. Ser y ente

M1L1 - MII

Lección 1

1. Desarrollo

Reflexión sobre el ente y sus divisiones. El concepto de “ser”. Sus propiedades.

El estudio de la metafísica, por la complejidad de su método y la precisión que exige, requiere de la definición puntual de sus conceptos clave. Antes de abordar diferentes temas con los que la metafísica se identifica, es importante aclarar diferentes conceptos que, si no se definen bien, pueden causar problemas de interpretación posteriores.

El ente es, en estricto sentido, el objeto de la metafísica. Aristóteles mismo, al inicio del libro IV de la Metafísica, señala que “hay una ciencia que contempla el ente en cuanto ente y lo que le corresponde de suyo” (Met. 1003a21). Es difícil hablar de la noción de “ente”, aunque parezca sencilla, porque, estrictamente, “ente” carece de definición.

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La noción de “ente” es más compleja, pues de ella se supone un sujeto (aquello que) y un acto (ser): en ella interviene algo que es y su mismo ser. El “es” señala al acto, a la perfección que le corresponde al sujeto. De esta manera, el ente es una unidad compuesta por dos elementos: el sujeto y su acto de ser.

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Los conceptos genéricos —obtenidos mediante la abstracción— tienen una extensión mayor, en la medida en que el número de propiedades que integran su contenido es menor: “animal” se dice de más cosas singulares que la noción de “ser humano”, porque ésta añade una nueva característica y es menos general. De esta forma, lo animal es el género del ser humano.

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Otra característica de la noción de “ente” es que es análoga, es decir, se predica de todas las cosas en un sentido simultáneamente semejante y diverso. Las nociones análogas indican que una misma perfección se encuentra en muchos, pero de modo distinto.

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El ser tiene una prioridad real respecto a las demás perfecciones de las cosas, por lo que es el primero en el orden del conocimiento del ente: cualquier objeto que se conoce es. A partir de ese ser, el entendimiento conoce la cosa, primordialmente, como algo que es, como un ente. Por lo tanto, la noción de “ente” se incluye implícitamente en todos los conceptos intelectuales.

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Esta primera aprehensión provoca el despertar del conocer intelectual, previo a cualquier otra aprehensión. Nada se puede entender si no se comprende que algo es. Una cosa es cognoscible en la medida en que es. Las cosas se pueden entender porque son algo. La aprehensión del ser no se trata solamente de un conocimiento inicial. A lo largo de la vida intelectual de un sujeto, se conocen entes y se comprenden como cosas que son. En este sentido, todos los conocimientos se resuelven en el ente.

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El ser es el acto del ente y su elemento principal. El significado de “ser” es evidente. No es necesario o posible dar una intuición privilegiada del ser, pero no impide que se pueda esclarecer el sentido de “ser”, ya que es parte esencial de la metafísica.

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Aunque corrientemente las acciones u operaciones se denominen actos —como ver, leer o caminar—, en metafísica el nombre acto es cualquier perfección o propiedad de las cosas.

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El ser como un acto total alude a que el ser abarca la totalidad de las cosas, mientras que las demás perfecciones son parciales, porque indican diversos aspectos o partes del ente. El ser contiene todo lo que una cosa posee y no excluye absolutamente nada. El ser como acto constitutivo y más radical implica que l ser es aquello por lo que las cosas son. Así como la esencia hace que una cosa sea de un modo u otro, el ser es lo que permite que las cosas sean.

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La comunidad del ser alude a que, como son distintas unas cosas de otras, lo que hace que todas ellas sean no puede radicar en sus principios de diversidad —su esencia o sus accidentes—, sino en aquel acto en el que convienen: el ser. La prioridad de naturaleza del ser implica acción o propiedad de las cosas presupone un sujeto previamente ya constituido. El ser no es un acto derivado de lo que son las cosas, sino lo que hace que sean.

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Reflexión sobre el ente y sus divisiones. El concepto de “ser”. Sus propiedades.

“El ser es lo más perfecto de todo […], es la actualidad de todos los actos […] y la perfección de todas las perfecciones” (De potentia, q. 7, a. 2, ad. 9). Tomás afirma que cualquier acto o perfección, antes de ser tal, debe ser, tener el acto de ser. Si las cosas carecieran de él, nada sería

El ser conviene a cada ente como acto primario y fuente de todas sus perfecciones. Sin embargo, no es el mismo acto en todas las cosas, sino que se diversifica a lo largo del universo, ya que existen entes muy distintos. Esta característica no es exclusiva del ser.

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La gradación de perfecciones es muy importante para defender la diversidad de los entes. Si todos fueran parte de Dios o de uno mismo, no habría perfección, sin embargo, ésta existe y hay multiplicidad.

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No se puede considerar al ser como un atributo vago e indeterminado que conviene a todos los entes e indica su perfección mínima. Algunos lo han entendido como el concepto más pobre, lo que resta después de prescindir de todas las características que diferencian a unas cosas de otras. Sería la noción más vacía y abstracta, que se puede aplicar a todo, pues no tiene casi ningún contenido, además de indicar únicamente lo ínfimo que todas las cosas poseen para ser reales.

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La diferencia de significados entre “ser” y “existir” se evidencia en el lenguaje. Aunque no sea un modo habitual de expresarse, no es raro afirmar que un ser humano es más que un árbol, y un ángel más que un ser humano. En cambio, no se dice que una cosa existe más que otra. Existe, pero no en mayor o menor medida.

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El verbo “ser”, en su significado principal, expresa el acto radical del ente. El ser es la propiedad fundamental de cualquier realidad. En este sentido, el océano Atlántico es, el ser humano es o los entes son. Aunque el ser no es exactamente lo mismo que existir, ya que cada verbo requiere de su propio matiz, pero al decir que “el océano Atlántico es”, se afirma que eso existe.

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El verbo “ser” permite expresar perfecciones de los sujetos. Si se dice que “la casa es azul”, “ser” indica que el color azul afecta algo real, la casa. Además, el “ser” que se emplea para juzgar, refiere a su función de afirmar que algo es el caso, que es verdadero: una atribución del predicado al sujeto que corresponde verdaderamente a la realidad.

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Profesora: Ana Fernández Núñez

No lo olvides “El mismo ser es lo más perfecto de todas las cosas, pues se relaciona con todas como su acto. Nada posee actualidad sino en cuanto es; por eso, el ser mismo es la actualidad de todas las cosas, incluso de las mismas formas sustanciales o accidentales” (S. Th., I, q. 4, a. 1, ad. 3). Aquí Tomás alude a la forma como acto. Es importante la consideración del acto en la doctrina de la materia y forma de Tomás de Aquino, que heredó de Aristóteles.