Pizarra interactiva

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Las 10 reglas de oro de un docente

BibliografíaUSAM, (2024). FAMILIA.

Henry Gómez Morales.Mariana Ulloa Ramírez.Rachell Barboza Quesada.

4. Ser justo y equitativo Los adolescentes perciben las injusticias con gran sensibilidad, por lo que el docente debe aplicar las normas de manera imparcial y equitativa, sin favoritismos.

6. Adaptarse al estilo de aprendizaje de cada estudiante Así como los padres adaptan su crianza a las necesidades de sus hijos, los docentes deben ajustar sus métodos de enseñanza a los diversos estilos de aprendizaje de los estudiantes.

2. Establecer límites claros y consistentes Los docentes deben establecer reglas claras y consistentes, explicándolas racionalmente para que los estudiantes las sigan conscientemente y comprendan su propósito.

3. Fomentar el respeto mutuo La disciplina debe fundamentarse en el respeto mutuo entre docentes y estudiantes. Es crucial que los docentes escuchen activamente y muestren empatía hacia las circunstancias personales y emocionales de los adolescentes.

5. Comunicación abierta y honesta Fomenta un ambiente seguro para la expresión de inquietudes y pensamientos, ya que la comunicación abierta fortalece la confianza y mejora la relación entre docente y estudiantes.

1. Comprensión de la diversidad familiar Reconocer la diversidad de contextos familiares y adaptar estas interacciones a las necesidades individuales, fomentando un ambiente inclusivo y respetuoso.

7. Fomentar la autonomía responsable Los docentes deben fomentar la toma de decisiones responsable en los estudiantes, brindándoles oportunidades para participar activamente en el aula y desarrollar su autonomía.

9. Modelar comportamientos positivos Los estudiantes, especialmente los adolescentes, aprenden observando, por lo que un docente que exhibe paciencia, autocontrol y respeto puede influir positivamente en ellos.

8. Ser consistente con la comunicación no verbal Los adolescentes son sensibles a las señales no verbales, por lo que el lenguaje corporal del docente debe ser coherente con sus palabras, incluyendo contacto visual, tono de voz y posturas abiertas.

10. Ser paciente y resiliente Trabajar con adolescentes requiere paciencia y resiliencia para manejar conflictos y desobediencia de manera constructiva y efectiva.