Canvas situación de aprendizaje

¿Qué es?

Articulación de la Educación Básica

Perfil de egreso

Fortalecimiento de la equidad

Evaluación para mejorar

Enfoque en competencias

Currículo nacional

Principios pedagógicos

Capacitación docente

Conclusión

ACUERDO 592

Reconoce la necesidad de formación continua para los maestros, quienes deben estar actualizados en metodologías y estrategias que mejoren la enseñanza y el aprendizaje.

Se centra en el desarrollo de competencias para la vida, que permiten a los alumnos adquirir conocimientos, habilidades, actitudes y valores que les sean útiles en contextos diversos.

Establece la conexión entre los niveles de preescolar, primaria y secundaria, asegurando la continuidad de los aprendizajes entre estos ciclos.

Determina un currículo común para todos los estudiantes del país, asegurando la equidad en los aprendizajes, independientemente de la región o el contexto en el que estudien.

El Acuerdo 592 es un documento que establece los lineamientos generales para la Articulación de la Educación Básica en México, aprobado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 2011.

Define lo que los alumnos deben saber y ser capaces de hacer al terminar la educación básica. Este perfil se basa en los campos formativos de Lenguaje y comunicación, Pensamiento matemático, Exploración y comprensión del mundo natural y social, Desarrollo personal y para la convivencia.

Establece que la enseñanza debe centrarse en el alumno, considerando sus intereses, habilidades y ritmos de aprendizaje. También señala la importancia de la evaluación continua, los ambientes de aprendizaje, el trabajo colaborativo y la inclusión.

Promueve acciones específicas para apoyar a los estudiantes en situación de desventaja o vulnerabilidad, con el fin de garantizar que todos tengan acceso a una educación de calidad.

Este acuerdo es fundamental para la reforma educativa en México, ya que articula la educación básica con un enfoque integral y equitativo para todos los estudiantes.

La evaluación es vista como una herramienta para mejorar el proceso educativo, en lugar de un mecanismo únicamente para medir los resultados. Involucra tanto la autoevaluación como la retroalimentación.