Primera Vision

¡Vamos!

fundamentos de la restauracion

La primera vision

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Mi testimonio

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Índice

“[N]o ha[y] tales cosas como visiones ni revelaciones en estos días”.Cuales son tus sentimientos con respecto a esta afirmacion?

Jose Smith Historia 1:21

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4

4. El relato de 1842

3

3. El relato de 1835

2

2. El relato de 1832

1

1. El relato de la Primera Visión de 1838

Relatos

Este relato fue escrito al principio del libro de cartas de José Smith y es el único que contiene un fragmento escrito de su puño y letra, así como una parte manuscrita por el escribiente de José.

Este relato es un registro en el que José Smith describe la Primera Visión a una persona que lo visitó en su hogar. Está escrito en el diario de José, de mano de su escribiente.

Este relato procede de una carta escrita a fin de responder a las preguntas del editor de un periódico de Chicago llamado John Wentworth.

Mi testimonio

Dios el Padre y Jesucristo se aparecieron a Jose Smith y hablaron con el.

Como recibiste tu testimonio acerca de la primera vision?

¿Cómo puede ayudarles el ejemplo de José Smith si se encuentran con que su testimonio de la Primera Visión y del evangelio restaurado de Jesucristo es ridiculizado o desafiado?

¿Qué frases del testimonio de José Smith les llaman más la atención? ¿Por qué?

leer José Smith—Historia 1:24–25

Testimonio de Jose Smith

De la Primera Visión aprendemos que…

Testimonio de Jose Smith

Preguntas de la clase 1 y 2

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¡Clase completado!

Pude elevar al Señor una ferviente oración. Apareció una columna de fuego arriba de mi cabeza; esta gradualmente descendió hasta descansar sobre mí y fui lleno de un gozo indescriptible. Un Personaje surgió de entre medio de esa columna de fuego, la cual se extendía a todas partes y, aun así, no había consumido nada. Enseguida apareció otro Personaje, de la misma manera que lo hizo el Primero. Él me dijo: “Tus pecados te son perdonados”, y me testificó que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y vi muchos ángeles en esa visión. Yo tenía unos catorce años cuando recibí esa primera comunicación.

Me retiré a un lugar aislado en el bosque y comencé a invocar al Señor. Mientras me encontraba concentrado en ferviente súplica, mi mente fue apartada de todo lo que me rodeaba y me envolvió una visión celestial, y vi a dos gloriosos Personajes, que se asemejaban exactamente el uno al otro en rasgos y apariencia, rodeados de una luz brillante que eclipsó la del sol al mediodía. Me dijeron que todas las denominaciones religiosas creían doctrinas incorrectas y que ninguna era reconocida por Dios como Su Iglesia y reino; y se me mandó expresamente “no seguirlas”, al mismo tiempo que recibí la promesa de que la plenitud del Evangelio se me daría a conocer en un tiempo futuro.

Cuando tenía alrededor de doce años, comencé a inquietarme seriamente con respecto a todo lo importante que tenía que ver con el bienestar de mi alma inmortal […]. Mi mente se turbó en gran manera, pues me sentí culpable de mis pecados […]. Sentí pesar por mis propios pecados y por los pecados del mundo […]. [E]ntonces clamé al Señor pidiendo misericordia, porque no existía nadie más a quien dirigirme para obtenerla. El Señor escuchó mi ruego en aquel lugar solitario y, mientras me encontraba en actitud de acudir al Señor, en el decimosexto año de mi vida, una columna de luz, más brillante que el sol al mediodía, descendió hasta descansar sobre mí y fui lleno del Espíritu de Dios. El Señor abrió los cielos sobre mí y vi al Señor. Y Él me habló y me dijo: “José, hijo mío, tus pecados te son perdonados. Sigue tu camino, anda en mis decretos y guarda mis mandamientos. He aquí, Yo soy el Señor de gloria. Fui crucificado por causa del mundo para que todos los que crean en mi nombre puedan tener vida eterna. He aquí, en este momento el mundo yace en el pecado y no hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno. Se han apartado de mi Evangelio y no guardan mis mandamientos; con sus labios me honran, pero su corazón está lejos de mí. Mi ira está encendida en contra de los habitantes de la tierra y caerá sobre ellos de acuerdo con su impiedad y para llevar a cabo aquello que se ha declarado por boca de los profetas y los apóstoles. He aquí, vengo pronto, como está escrito, en las nubes y revestido de la gloria de mi Padre”. Y mi alma se llenó de amor, y por muchos días me regocijé y sentí una gran dicha. El Señor estaba conmigo, pero no podía encontrar a nadie que creyera en la visión celestial. No obstante, medité esas cosas en mi corazón.

fue dictado por José en una época de oposición a fin de “presentar a los que buscan la verdad los hechos” (José Smith—Historia 1:1). Este es el relato preponderante de la Primera Visión, y la Iglesia lo recoge como parte de la historia oficial de José Smith. En 1880 se incluyó en las Escrituras junto con el resto de La Perla de Gran Precio, y en ese momento pasó a formar parte de los libros canónicos de la Iglesia.