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Espesifìcamente sobre las recomendaciones para moldear las relaciones familiares y educativas.

Tener una historia de maltrato infantil es un factor de riesgo que predice el ciclo de violencia de una generación a la siguiente (Belsky, 1993). Es difícil comprender las razones por las cuales una persona con historia de maltrato en su infancia puede repetir esta conducta con sus propios hijos. Citado por. Benavides y Miranda (2007,p.310).

Tipos de castigos.

El castigo es un tipo de técnica de modificación de conducta basada en el conductismo, concretamente en el condicionamiento operante, el cual se basa en que la realización de una conducta y su frecuencia está influenciada por las consecuencias que tenga dicha conducta. (Castillero,2017).

TIPOS DE CASTIGOS Y SUS EFECTOS.

MOMENTO DE APLICACIÒN

En el momento de la aplicación de la extinción, también es indispensable asegurarse que los refuerzos que se retiran sean los que realmente estaban manteniendo el comportamiento inadecuado, y la conducta no deseada no desaparecería. Martìn y Pear (2008)

¿Què son los reforzadores y castigos?

VS

Te dejamos una tabla con el objetivo de que lo puedas entender todo mucho mejor: Objetivo¿Qué hacemos?Refuerzo positivoAumentar conducta deseableDamos algo positivoRefuerzo negativoAumentar conducta deseable Damos algo negativoCastigo positivoDisminuir conducta deseable Damos algo negativo Castigo negativoDisminuir conducta deseable Quitamos algo positivoRodrìguez (2021)

Control de reforzadores

El control de los reforzadores de la conducta que se quiere reducir Esto implica particular cuidado para identificar la posibilidad de que los reforzadores sean presentados por otros o por el entorno físico, ya que pueden perjudicar los esfuerzos aplicados en la extinción. Aunque lamentablemente, es difícil convencer de esto a quienes no están familiarizados con los principios del refuerzo positivo y de la extinción. Es por eso que se debe controlar la conducta de las personas que podrían entorpecer un procedimiento de o llevar a cabo el procedimiento en su ausencia. Martìn y Penr (2008)

Tipo de castigo

En ese orden de ideas, se interrogó a los niños acerca del tipo de castigo que comúnmente recibían, encontrándose, curiosamente, una leve diferencia entre el castigo físico y el castigo psicológico. Lo que sugiere que el castigo físico ha dejado de ser el más impuesto por los padres y que el castigo psicológico ocupa un lugar tan predominante como el primero. De igual forma, los padres afirmaron que castigan a sus hijos más psicológicamente que físicamente. Palacios et al, (2008, p477).

Adicionalmente

Adicionalmente, habría que contemplar que el castigo psicológico es una tipología del maltrato de reciente aparición para la población y la localidad, como se ve reflejado en los programas de promoción del Buen Trato y de prevención del maltrato. Lo que explica que, seguramente, estos padres legitimaron el castigo físico e incorporaron recientemente el concepto de castigo psicológico, pese a que, muy probablemente, también fueron víctimas de éste. Palacios et al, 2008, p478.

El ámbito en que se lleva a cabo la extinción

Esto implica que dentro de las consideraciones necesarias para que la extinción opere se debe considerar: a) Minimizar la influencia de los reforzadores alternativos de la conducta no deseada que se busca extinguir b) Maximizar las opciones que favorezcan la persistencia en el programa de los modificadores de conducta. Martìn y Pear (2008)

Reglas

Instrucciones: el uso de reglas Hablar sobre lo que sucederá cada vez que la persona haga el comportamiento X, acompañado del reforzador Y que no va a ocurrir más, permite a las personas hablar o de entender la extinción; aumentando la probabilidad de que ayude al decrecimiento de la conducta. Martìn y Pear (2008)

Extenciòn

La extinción puede ser más rápida tras un reforzamiento continuo Kazdin y Polster, citados por Martin y Pear, señalan que cuando un comportamiento se ha reforzado siempre y posteriormente deja de recibir refuerzo, la conducta se extingue con bastante rapidez. En cambio, cuando un refuerzo intermitente ha mantenido una conducta, es probable que esta se extinga más lentamente. Este es un fenómeno complejo y depende de cómo se mida la conducta durante la extinción. Es decir, cuando el comportamiento se extingue lentamente, a esto se le conoce como resistencia a la extinción, ya que si se intenta extinguir una conducta que ha sido reforzada intermitentemente, hay que estar atentos ya que es probable que la extinción se prolongue más tiempo. Martìn y Pear (2008)

Extenciòn

La extinción puede producir agresiones que interfieran con el programa Otra dificultad de la extinción es que el procedimiento podría provocar agresividad. Martin y Pear (2008) hacen referencia a los trabajos hechos por Lerman en cuanto a los estudios de extinción de conductas autolesivas, en ellos se observó la presencia de la agresión en casi la mitad de los casos en que este procedimiento era la única intervención aplicada. Martìn y Pear (20089

Prevalencia

Los estudios refieren que la prevalencia de la agresión era sustancialmente menor cuando la extinción se aplicaba como parte de un tratamiento que incluía refuerzo positivo para una conducta alternativa deseable. Cabe destacar que es necesario minimizar la agresión ya que podría conducir a la interrupción temprana del tratamiento, lo cual podría traer efectos secundarios. Lerman sugiere que otra opción podría ser llevar a cabo el programa de extinción en un entorno que tolere una cierta cantidad de agresión. Martìn y Pear (2008)

Conducta extinguida

Una conducta extinguida podría reaparecer tras una demora Otra dificultad que se encuentra se observa cuando una conducta que ha desaparecido completamente durante la extinción reaparece si surge la ocasión transcurrida el tiempo. Si tuviera lugar una recuperación espontánea, es recomendable estar preparados para continuar con el programa de extinción. Martìn y Pear (2008)

Castigos

  • Intensidad. Aunque siempre hay que tener cuidado por cuestiones éticas, cuánto más duro sea el castigo, más eficaz será. Por ejemplo, si alguien corre mucho con el coche y se salta las normas, tendremos que poner una sanción económica severa o retirarle el carnet de conducir. Si no hiciéramos esto y tan solo le amenazáramos, probablemente esta persona no dejaría de correr con el coche.
  • Normas. Es importante que todos los castigos tengan unas normas y que siempre sancionemos las acciones y no a las personas. Es decir, si dos personas hacen mal la misma cosa deberán recibir el mismo castigo.
  • Inmediato. Como en el caso de los reforzadores, es importante que el castigo se produzca inmediatamente después de la realización de una conducta negativa.
  • Frecuencia. Es importante que siempre que se realice algo que está mal se reciba el castigo correspondiente. Si unas veces ponemos un castigo y otras no, no será tan eficaz.
  • Refuerzo de respuestas alternativas. Para que un castigo sea eficaz, también tenemos que reforzar aquellas conductas que son deseables. Por ejemplo, si un niño tiene tendencia a portarse mal y un día se porta bien, tendremos que felicitarle por ello. Rodrìguez (2021)

Castigo negativo

El castigo no solo se produce cuando emitimos un estímulo aversivo. También se considera un castigo cuando quitamos un estímulo positivo. Por ejemplo, si un niño se ha portado mal tenemos dos opciones. Por un lado, gritarle (castigo positivo) o privarle de algo que le gusta hacer (castigo negativo). Siguiendo con el ejemplo anterior, un castigo negativo podría ser cuando le decimos a un niño: cómo te has portado mal hoy no vamos al parque a jugar después del colegio. Rodrìguez (2021)

Existen dos tipos de castigo en función de si actúan mediante la administración de estímulos aversivos o la eliminación de una estimulación positiva: el castigo positivo y el castigo negativo respectivamente. En ambos casos el castigo debe aplicarse de manera contingente a la conducta a disminuir, de manera que pueda considerarse una consecuencia de la acción. Castillero (2017).

Las técnicas de modificación de conducta pretenden aumentar conductas deseables y disminuir conductas problema. Cuando lo que queremos es aumentar una conducta utilizamos los reforzadores que pueden ser positivos (cuando damos un premio) o negativos (cuando emitimos un estímulo negativo). Si lo que deseamos es disminuir una conducta problema utilizaremos los castigos que, como en el caso anterior, pueden ser positivos (cuando emitimos un estímulo negativo) o negativos (cuando privamos de algo que gusta). Rodrìguez (2021)

Como procedimientos basados en el castigo negativo destacan técnicas como el tiempo fuera, el coste de respuesta, y forma parte de otros como el contrato de contingencias. Martìn y Pear (2008)

De este modo, el mecanismo básico del castigo positivo es presentar un estímulo desagradable cada vez que la persona haga la conducta no deseada. Se recomienda que se utilicen estimulaciones de forma coherente, de manera que a la conducta siempre le siga la consecuencia. La modificación de conducta se produce como manera por parte del sujeto de. Castillero (2017)

En el castigo negativo se retira algo que la persona desea cada vez que hace la conducta indeseada. En este sentido hay que tener en cuenta que el estímulo a retirar sea significativo para la persona, pues de lo contrario no tendría efecto. Castillero (2017)

El castigo positivo es aquél en el que se aplica un estímulo aversivo para el sujeto ante la realización de una conducta determinada, haciendo del estímulo una consecuencia de su realización, con el fin de que el individuo disminuya la frecuencia o deje de realizar la conducta en cuestión. Castillero (2017)

El funcionamiento básico del castigo negativo se basa en la retirada de un estímulo deseado y reforzador por parte del sujeto ante la realización de una conducta concreta, de manera que el sujeto disminuya su frecuencia en prevención de dicha pérdida. Castillero (2017)

Frente al castigo, el niño tiene una serie de procesos cognoscitivos, emocionales y comportamentales que le permiten enfrentarlo, dando lugar a las estrategias de afrontamiento que posee en determinadas situaciones. Igualmente, el efecto del castigo está influido por los factores de riesgo y factores de protección que el propio niño, los cuidadores y el medio, proporcionan. (Palacios et, al, 2008, p474).

. Extinción de una conducta combinada con el reforzamiento positivo de una conducta alternativa Diversos autores señalan que cuando la extinción se combina con reforzamiento positivo de alguna conducta alternativa es más efectiva. Es importante considerar que el incremento en el requerimiento de la conducta alternativa sea gradual, de otra forma la conducta desagradable no desaparecerá rápidamente. Además, es necesario prestar atención para no ofrecer un refuerzo inmediatamente después de la interrupción de la conducta, porque esto reforzaría la conducta, incrementándola en lugar de reducirla. Martìn y Penr (2008)

Tradicionalmente, la literatura ha planteado que el castigo es una forma de ejercer disciplina de los padres hacia sus hijos. De acuerdo con Montoya (1994), el castigo puede ser un medio para generar maltrato. Adicionalmente, surge una inquietud alrededor de las definiciones de maltrato que se han propuesto, lo que evidencia tanto la complejidad del fenómeno (Jimeno & Roldán, 1996) como la dificultad que se genera al intentar conceptualizar y operacionalizar la problemática. Citado por. Palacios et al, 2008, p479.

El castigo positivo es un procedimiento en el que se basan diversas técnicas, tales como el conjunto de terapias aversivas (eléctrica, olfativa, gustativa, táctil, auditiva, química o encubierta), la saciación como práctica masiva en diferentes trastornos adictivos, la sobrecorrección o la pantalla facial. Castillero (2017)

Castigo positivoConsiste en realizar algo que disminuirá la probabilidad de que alguna conducta se produzca. Por ejemplo, si queremos que alguien no corra por la carretera (conducta no deseada), le ponemos una multa (estímulo aversivo). Para que un castigo tenga efecto, debemos tener en cuenta lo siguiente: Rodrìguez (2021)

Tipos de castigosComo en el caso de los reforzadores, hay diferentes tipos de castigos. Los más conocidos son:

  • Físicos. Consisten en utilizar la violencia como, por ejemplo: un baño de agua fría o un tortazo. Aunque han sido utilizados durante muchos años, nosotros desaconsejamos totalmente su utilización.
  • Broncas y amenazas. Son verbalizaciones negativas. Por ejemplo, cuando le decimos a alguien: si no dejas de molestar a tus compañeros, te despediremos.
  • Tiempo fuera. Se trata de sacar a alguien del contexto en el que está con el objetivo de que deje de hacer lo que estaba haciendo. Por ejemplo, si un niño se está portando mal en clase, lo llevamos a un aula a él solo para que reflexione sobre lo que ha hecho mal. Rodrìguez (2021)

Tècnica

Para que la técnica sea eficaz es importante tener en cuenta los siguientes factores:

  • Tiempo entre la conducta y el refuerzo. Puede ser inmediato o diferido. Por lo general, con los niños pequeños funcionan mejor los inmediatos.
  • Cantidad y calidad. Cuánto mejor y mayor sea el reforzador, habrá más probabilidades de que se vuelva a producir la conducta. Hay que tener en cuenta que se deben dar reforzadores que motiven a cada persona. No todos son útiles para todas las personas.
  • Rodrìguez (2021)

Reforzadores

Los reforzadores pueden ser de diferente naturaleza. Teniendo en cuenta un contexto laboral, serían los siguientes:

  • Atención. Cuando prestamos más atención a una persona, le ofrecemos elogios, le dejamos elegir asiento u oficina, le pedimos su opinión, etc.
  • Económicos. En este caso son todos los que tienen que ver con el dinero: días de vacaciones pagados, pagar horas extras, ofrecer una tarjeta de crédito y similares.
  • Tiempo. Son los relativos a ofrecer tiempo libre, ofrecer días de descanso, dar más tiempo de lo normal para comer, etc.
  • Participación. Brindar más responsabilidad, dar voz, ofrecer la posibilidad de formarse y muchos más.
  • Rodrìguez (2021)

Refuerzo negativo

Lo cierto es que este tipo de reforzador no es conocido por todas las personas. Ocurre cuando queremos aumentar la probabilidad de que algo ocurra y, para ello, realizamos un estímulo aversivo. En otras palabras, buscamos que una persona haga algo con el objetivo de eliminar un estímulo negativo. Pondremos un ejemplo de ello. Los coches modernos emiten una sirena si el coche se pone en marcha y no nos hemos puesto el cinturón de seguridad. En este caso, nos ponemos el cinturón (conducta deseada) con el objetivo de que la sirena del coche se pare (estímulo aversivo). La próxima vez que entremos en el coche será probable que nos pongamos el cinturón incluso antes de que empiece a sonar la alarma solo por no escuchar ese desagradable ruido. Pongamos ahora un ejemplo con los niños. Un niño recoge su habitación (conducta deseada) por no escuchar a sus padres insistiéndole que recoja la habitación (estímulo aversivo). Rodrìguez (2021)

A continuación, comentaremos cada uno de ellos de forma individual. A grandes rasgos podemos decir que son técnicas que pretenden aumentar una conducta deseable o disminuir una conducta problemática. Refuerzo positivoSu finalidad es "premiar" a las personas para que aumenten la frecuencia de una conducta deseable. En este caso, después de que una persona haga la conducta que deseamos, le damos un premio con el objetivo de que aumente su frecuencia. Por ejemplo, si un niño se pone solo los zapatos y le damos un caramelo, es más probable que vuelva a ponerse solo los zapatos que si no hacemos nada. Rodrìguez (2021).

Frecuencia

En el caso del castigo, estaríamos ante un tipo de procedimiento mediante el cual se pretende influir en la frecuencia de un comportamiento para provocar una disminución de ésta, o bien su completa eliminación. Castillero (2017).

Castigo/mètdodo

El castigo ha sido un método de disciplina usado a lo largo de la historia en diferentes contextos culturales. Sin embargo, su inadecuada utilización en algunos casos conlleva a un fenómeno más complejo, el maltrato infantil. Actualmente, este fenómeno es uno de los problemas que aqueja a la mayoría de los países a nivel mundial. (Palacios et, al, 2008, p472).

Cultural

El maltrato infantil está influenciado por lo cultural, lo social y lo económico. Influye directamente en la unidad doméstica, que se define como un espacio de vivienda, domicilio o residencia que sirve como lugar en el que se realizan diversas actividades importantes para el ser humano tales como comer, dormir y cuidar a los hijos, entre otras (Harris, 1999). Citado por. (Palacios et, al, 2008, p473).

La literatura revisada considera que los adultos con historia de maltrato en su infancia tienen dificultades para catalogar como maltrato físico algunas acciones que evidentemente lo son (Bower & Knutson, 1996). Se considera, desde luego, que la historia de maltrato es un factor de riesgo para reproducir el ciclo de violencia de una genera ción a la siguiente (Deater-Deckard et al., 2003). Citado por. Benavides y Miranda (2007, pp314-315)

Las madres que disociaban su experiencia de maltrato en la infancia golpeaban más a sus hijos que aquellas que pudieron integrar esta experiencia y hablar sobre ella. Esto implicaría que tener un sentido de realidad, experimentar el dolor y tener un juicio crítico hacia los hechos maltratantes podría generar una actitud negativa hacia el castigo físico y la interrupción del ciclo de violencia. (Benavides y Miranda, 2007. p-311).

Si una conducta tiene como consecuencia la administración de algún tipo de reforzador deseado o la evitación o retirada de un estímulo aversivo la conducta se hará más frecuente, mientras que si en vez de ello la consecuencia es la aparición de estimulación aversiva o la retirada de estímulos reforzantes la conducta tenderá a disminuir. Castillero (2017).