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PERSPECTIVA DE LA SALUD Y EDUCACIÓN

ENFERMEDADES DE LOS DOCENTES

El personal docente en México está inmerso en este mismo contexto por lo que también padecen de enfermedades que afectan su bienestar y desempeño laboral, formando parte de un grupo vulnerable. En un estudio de caso llevado a cabo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2005 se encontró que, entre las principales enfermedades diagnosticadas a las y los docentes por personal médico, están:

En el mismo estudio se refiere que los malestares percibidos por las y los docentes en forma persistente en el año previo al estudio tienen relación con:

Por otro lado, 38% de las maestras y los maestros que se encuestaron refieren presentar entre 2 y 7 enfermedades dictaminadas por diagnóstico médico y, sin embargo, no tuvieron licencia médica durante el último año, mientras que 34% que padecen dos o más síntomas en forma persistente tampoco recibieron licencia médica, lo anterior puede sugerir que no atienden oportunamente su estado de salud, que se presentan a trabajar enfermas/os, o tal vez que acuden a, consulta médica particular cuando no tienen la posibilidad de acceder al servicio de salud público o por la percepción de la calidad de atención en el mismo, aunque saben que esa instancia es la única autorizada para expedir licencias médicas válidas para quienes trabajan en el sistema.

ENFERMEDADES POR DESGASTE FÍSICO

Si bien algunas de las enfermedades mencionadas por las y los docentes son producto de un desgaste físico como la disfonía y las enfermedades de la columna y lumbalgias, también hay afectaciones a la salud con manifestaciones psicosomáticas como el estrés, cuyos síntomas pueden presentarse en una insatisfacción laboral, mala salud mental, accidentes, intenciones de abandonar la profesión, absentismo (que consiste en no acudir al lugar donde se ejerce una obligación), así como en algunas respuestas físicas como enfermedades del corazón y otros síntomas menos graves, tales como dolores de cabeza y migraña, úlceras e indigestiones, problemas de la espalda o cervicales, agotamiento o fatiga. De igual forma, un manejo inadecuado del estrés puede derivar en consumo excesivo de alcohol y tabaco lo que se relaciona con problemas familiares (Travers, 1997).

SECTOR GUBERNAMENTAL

Ante este contexto se hace necesario que la atención a la salud de las personas en general, y del personal docente en particular, sea atendida desde diversos ámbitos. El sector gubernamental debe revisar y promover un contexto de políticas públicas en educación, salud, protección social, así como el fortalecimiento del mercado laboral, las condiciones de vivienda, además del fomento de las actividades culturales y de cuidado del medio ambiente. Por otro lado, es importante que el o la docente identifique el contexto donde se desarrolla para poder actuar en beneficio de su salud y eliminar las circunstancias que le perjudican, con la finalidad de buscar un cambio en su estilo de vida que le reditúe en su bienestar. Esto implica un esfuerzo personal, familiar, laboral y comunitario, con el apoyo de instituciones que busquen la protección de su salud, y a través de la capacitación como una herramienta que le generará conocimiento sobre su salud, que podrá compartir con el entorno familiar o laboral y con las alumnas y los alumnos.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), menciona que también se pueden fortalecer los hábitos saludables que las personas tienen e inhibir aquellos que perjudican la salud. Si se logra un trabajo coordinado entre el ámbito educativo y el de la salud, se puede lograr un mayor beneficio en la salud de la comunidad (OPS, 2018).

Para poder conocer e interiorizar lo que es la salud y la forma en la que se conserva o se afecta, el sistema educativo juega un papel preponderante ya que es a través de este que se puede aportar conocimiento sobre la salud y sus determinantes sociales a la comunidad educativa (escolares, docentes, personal directivo y de apoyo, madres y padres familia).

APOYO AL CUIDADO DE LA SALUD QUE APORTA EL SISTEMA EDUCATIVO

Puede llevar a beneficios no sólo para cada persona (en este caso, docente), sino que el impacto podría reflejarse en el ámbito de la salud pública ya que, como se ha comentado anteriormente, existe relación entre las enfermedades y las causas de muerte en la población. Así, lograr que una comunidad educativa desarrolle hábitos saludables, contribuye a disminuir el número de muertes asociadas a problemas como la diabetes, hipertensión, enfermedades transmisibles como las infecciones respiratorias, que están relacionadas con malos hábitos, los cuales al cambiarlos, se generará un aumento en la longevidad de la población y en sus expectativas de vida, permitiendo que estos años sean disfrutables y no se viva con padecimientos que impiden una calidad de vida adecuada, además de ayudar en la disminución del gasto público que se genera por los problemas de salud (Taylor, 2007).